Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

domingo, 1 de abril de 2012

111).-Visitando la ciudad de Nueva York en marzo de 2019 VI.-a




Williamsburg, el barrio judío de Nueva York

Uno de las zonas más curiosas que se puede conocer en Nueva York es sin duda la zona de Williamsburg, un pequeño distrito perteneciente al barrio de Brooklyn y que cuenta con un alto número de judíos entre sus vecinos, motivo por el cual Williamsburg es conocido con el sobrenombre del barrio judío de Nueva York.
Conocí el barrio judío de Nueva York gracias a la excursión Contrastes de Nueva York, que me llevó por distintos barrios y zonas de la ciudad, incluido Williamsburg, el llamado barrio judío de Nueva York, fue sin duda uno de los sitios más interesantes que conocimos, debido principalmente a las diferencias culturales de sus habitantes, guiados por un código religioso, moral y social que resulta muchas veces curioso para las personas que somos ajenas a esta religión.
Y es que las personas judías rigen su conducta en base a los 613 mandamientos que los guían, aunque bien es cierto, que son solo 12 los que se siguen a rajatabla. El más famoso de estos mandamientos es sin duda en «Sabbath», el famoso día de descanso de los judíos, en el que no hacen absolutamente nada más allá de ir a la sinagoga.
Las curiosidades de la población de este barrio judío de Nueva York se pueden contar por cientos. Una de ellas es que los judíos visten de negro. Otra, es que los hombres se dejan su tan característica barba una vez que están casados. Entre ellos hablan en hebreo, siendo este el segundo idioma más hablado de todo Brooklyn.

Llama la atención ver como muchos judíos llevan gafas (prácticamente la totalidad de ellos). Esto es debido a un defecto en su ADN causado en parte por los casamientos entre familias, muchas veces en bodas que son programadas por los propios padres. La sociedad judía es una sociedad en la que las familias se suelen ayudar mucho entre ellas.
El tema del sexo en el matrimonio también tiene sus curiosidades. Si el hombre quiere tener sexo deja su sombrero sobre la ventana, y si la mujer quiere, lo recoge y lo deja sobre la cama para hacerle entender que está por la labor. No usan preservativos nunca, por lo que las familias judías suelen ser familias con un gran número de hijos.
Otra de las curiosidades más raras de los judíos atañe directamente a la mujer casada. Y es que las mujeres casadas no pueden tener el pelo largo, ya que se las considera capaces de seducir con su pelo, por lo que han de llevar el pelo corto, aunque eso si, muchas de ellas, utilizan pelucas para salir a la calle.
Se supone que tampoco pueden tener dinero y sin embargo los judíos aglutinan grandes fortunas. De hecho se rumorea que son dueños de muchos de los diamantes y gran parte de los taxis que encontramos en Manhattan.
Al visitar la zona de Williamsburg es inevitable el tirar muchas fotografías a las calles para intentar captar imágenes del estilo de vida de los judíos. Muchas veces sin embargo, cruzamos la línea que separa la educación de la falta de respeto hacía los habitantes de esta zona, de tal manera que los judíos se sienten atacados al verse como objetivos de las cámaras. Por eso insisto mucho en que a la hora de fotografiarlos, hay que intentar hacerlo con cierto disimulo y sobre todo con mucho respeto hacia ellos.
Por cierto, que uno de estos respetos, me llevó incluso a mantener una larga conversación con el dueño de una zapatería judía, quien amablemente me explicó su historia y cómo se ganaba la vida, al mismo tiempo que no le importó posar sonriente para la cámara. Y es que sabiendo hacer las cosas, se llega a cualquier sitio, incluso al corazón de Williamsburg.
La mejor forma de conocer Williamsburg, el Bronx, Queens o cualquier otra zona fuera de Manhattan, es mediante la excursión de contrastes de Nueva York. Una excursión muy popular y que hace casi todo el mundo. Aquí os dejo la empresa con la que la hicimos en español y la verdad que fue todo un acierto, de verdad que os recomiendo hacerla.

Williamsburg es un barrio del distrito neoyorquino de Brooklyn, que colinda con Greenpoint, Bedford-Stuyvesant y Bushwick. El barrio forma parte del barrio Brooklyn Community Board.


Lugares frecuentaron la mafia de Nueva York.


Robert's Lounge

Robert's Lounge es un salón en la ciudad de Nueva York originalmente propiedad del asociado de la familia criminal Lucchese, James "Jimmy the Gent" Burke . Estaba ubicado en 114-45 Lefferts Boulevard en South Ozone Park, Queens , cerca del Centro de Carga Aérea del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy .



El salón sirvió como cuartel general de la mafia desde 1957 hasta principios de 1979. El salón fue utilizado durante mucho tiempo como cuartel general informal de  Paul Vario , a quien The New York Times describió como "un capo en la familia criminal Antonio "Tony Ducks" Corallo ". 





Ravenite Social Club


El Ravenite Social Club era un club de herencia italoamericana y un bar de espresso en Little Italy , Nueva York , un área que alguna vez fue conocida por su gran población de italoamericanos, que se utilizó como sede criminal. 



Historia 

El club fue fundado en 1926 primero como Alto Knights Social Club (después de una antigua pandilla callejera durante la Prohibición ), luego se convirtió en un lugar frecuentado por Charlie Luciano y otros. El nombre Alto Knights se derivó de la Order of Saint James of Altopascio
En 1957, cuando Carlo Gambino asumió el cargo, cambió el nombre del club a "The Ravenite" en honor a su poema favorito de Edgar Allan Poe ," The Raven ". Pero Gambino dejó de frecuentar el club cuando descubrió que la policía tenía un interés creciente en la vigilancia del club. Luego pasó a estar bajo la dirección de Aniello Dellacroce . Fue frecuentado y utilizado como sede de la familia criminal Gambino.a finales de los años 70 y 80. 

 Alrededor de 1990, la Oficina Federal de Investigaciones pudo infiltrarse en la mafia usando vigilancia electrónica secreta, porque John Gotti usó un apartamento sobre el Ravenite; Posteriormente, el FBI envió agentes para instalar grabadoras de voz y otras escuchas telefónicas dentro del apartamento. Luego, el FBI usó grabaciones de reuniones secretas de la mafia en ese apartamento contra Gotti. La vigilancia exterior también registró a numerosos funcionarios sindicales fuera del Ravenite, lo que ayudó al FBI a conectar al jefe de la familia criminal Gambino con los sindicatos de trabajadores de la ciudad. 
La antigua ubicación del club, 247 Mulberry Street , más tarde se convirtió en una zapatería. 





Bergin Hunt and Fish Club

El Bergin Hunt and Fish Club era un antiguo lugar de reunión y sede de la familia criminal Gambino que estaba ubicado en 98-04 101st Avenue en Ozone Park (un vecindario en el distrito de Queens en la ciudad de Nueva York ).



Después de sus días como club social de la mafia, el sitio se ha separado en dos escaparates. Muchos residentes actuales del área nunca han oído hablar de la familia Gambino ni de ninguno de sus miembros. 



The Motion Lounge.




El Motion Lounge era un club nocturno de Williamsburg, Brooklyn , propiedad de Charlie y Marie Cipolla. Este fue el cuartel general de la familia criminal Bonanno bajo Dominick "Sonny Black" Napolitano. El salón estaba ubicado en 420 Graham Avenue, al otro lado de la calle del Italian-American War Veterans Club, que abrió por primera vez en 1967. 
Fue una de las ubicaciones centrales en la operación encubierta de seis años del agente del FBI Joseph D. Pistone para infiltrarse en la Mafia, y ocupó un lugar destacado en su autobiografía Donnie Brasco: My Undercover Life in the Mafia. Una versión ficticia del salón que aparece en la adaptación cinematográfica, Donnie Brasco .


Sede de Google 




La antigua estación de transportes de las autoridades portuarias, es la sede de Google en condado y ciudad de nueva york.




Mi tío en el  distrito de Manhattan


Chelsea Market.


chelsea market

Chelsea Market es un centro de comidas, centro comercial, edificio de oficinas y centro de producción de televisión ubicado en el vecindario de Chelsea en el distrito de Manhattan. Fue construido en el antiguo complejo de fábrica de National Biscuit Company (Nabisco).

señal 



¿POR QUÉ NUEVA YORK FUE CENTRO DE LA MAFIA ITALIANA, EN SIGLO XX?

calles de nueva york


ANTECEDENTES.

En el siglo XIX el sur de Italia estaba abandonado como un hijo no deseado. El industrializado norte apenas prestaba atención a una población rural, conservadora y socialmente muy atrasada. Una evidencia: a principios del siglo XX el 70% de los italianos de sur eran analfabetos, un porcentaje diez veces superior al de ingleses, franceses o alemanes de la época.

Como la pescadilla que se muerde la cola, los sureños respondían dando la espalda al Estado que les despreciaba y organizándose por su cuenta: en núcleos familiares que asistían todas las necesidades. Se quisiera o no. Muchas de estas familias formaban la conocida mafia que, al fin y al cabo, no era más que un sistema social surgido de una población abandonada por el sistema oficial. La cosa no marchaba, ya que el supuesto «contra-estado» miraba solo por sus intereses sumergiendo a gran parte de los ciudadanos en la pobreza. Muchos de ellos decidieron largarse y gran parte eligió Estados Unidos como destino, lo que convirtió a la italiana en la minoría europea más numerosa de Estados Unidos. Nueva York fue el lugar predilecto.

Entre 1860 y 1880 se instalaron en la ciudad unos 68.500 italianos. Cuando comenzó el siglo XX la tendencia se disparó, aupada por desastres naturales como la erupción del Vesubio o el terremoto en Sicilia. En 1920 casi 400.000 italianos vivían en Nueva York, casi todos ellos en el mencionado Lower Manhattan. 

Se agolpaban en lo que enseguida se conoció como Little Italy. A los recién llegados les atraía no tener que hablar inglés, conocer a paisanos y estar a un paso de casi todas las partes interesantes de la ciudad. Curiosamente, dentro del barrio, se dividieron según su procedencia: los del norte se instalaron en la calle Bleeker, los genoveses en Baxter y los sicilianos en la calle Elizabeth. Los napolitanos optaron por Mulberry y la mayoría de calabreses estaban en Mott y Lafayette. Todas estas son, hoy, calles excelentes para tomar el brunch. 

Por si fuera poco, cada comunidad hablaba su dialecto y crónicas de la época recogen, incluso, algunos enfrentamientos entre ellos. Casi todos se dedicaban a la construcción (el 90% de los obreros de la construcción en Nueva York a principios del siglo XX eran italianos) y trabajos manuales, también al comercio de fruta y verdura. Sus condiciones de vida —como la de la mayor parte de inmigrantes de la época— no eran las mejores: vivían hacinados en tenements y trabajaban por salarios irrisorios, además de no poder contar con un Estado todavía en construcción. En total, un inmejorable abono para que el trasplante de la mafia floreciera. Little Italy estaba dominada por los «capos» que, a principios del siglo XX, tomaron el control del barrio.

El paisaje duró hasta los años 30, época en la que muchas familias italianas decidieron moverse al norte, a East Harlem (hoy barrio hispano por excelencia) y, sobre todo, al Bronx, en busca de mejores y más económicas formas de vida. La Little Italy del Lower Manhattan comenzó entonces a perder vecinos italianos y no ha dejado de hacerlo hasta hoy. Solo los mafiosos sostuvieron la fama del barrio, ya que durante muchos años siguieron operando en los restaurantes que allí permanecen. El grueso de la población italiana salía adelante en el Bronx (ojo, también con mafia), especialmente en zonas como Belmont, al norte, donde se instaló la mayoría. Las viejas fotos de cientos de italianos vendiendo fruta en atestadas calles con carros de caballos dieron paso a las imágenes de peinados de gomina y cadenas de oro mientras sacaban brillo al Cadillac. 

Finalmente también esas instantáneas se borraron: con los años el etnicismo geográfico fue perdiéndose y los italianos se mimetizaron con los nativos, se integraron, hasta llegar a lo que son hoy en día: una parte vital de la sociedad estadounidense desvinculada de la mafia, que opera a otros niveles y en otros ámbitos.

Después de la segunda guerra mundial, los italo-estadounidense, se marcharon a otros varios o suburbios de nueva york,  En 2010, la Encuesta demográfica, encontró que ninguna de las personas que vivían en Little Italy había nacido en Italia, y el 5% de los residentes se identificaron como italoamericanos.

RESTOS COMUNIDADES ITALO-AMERICANA

 No todo se perdió. Algunos barrios sí sobrevivieron. Es el caso de Belmont, que mantuvo su espíritu y sus vecinos y hoy en día es considerada la auténtica Little Italy de Nueva York.

 A diferencia de otras zonas del Bronx, Belmont es un barrio seguro, de clase media-alta, con una universidad cercana y muchos visitantes los fines de semana. Si lo que se quiere es ver un verdadero barrio italiano en Nueva York es aquí a donde se tiene que acudir. Cada calle lleva añadido un cartel con el nombre de una región italiana: está la calle Piamonte, la Calabria, la Campania… banderas tricolor en las ventanas y escaparates, también pintadas en paredes y bocas de riego. 
A lo largo de la avenida Arthur se suceden las pizzerías, algunas escandalosamente buenas, como Roberto’s, donde se degusta el sabor del horno de leña. En una tienda de coches de segunda mano ondean banderas de Ferrari y un chico saca la basura con la camiseta del Nápoles. En mitad de la avenida hay un mercado, en el que se vende, además de pasta, todo tipo de productos frescos mediterráneos.
También aquí se puede leer el periódico The Italian Tribune, el primero italoamericano de Estados Unidos. Belmont es, a día de hoy, el verdadero oasis étnico italiano de la ciudad. El superviviente de una historia de inmigración irrepetible.

OCASO DE MAFIA DE NUEVA YORK.

jefes de mafia en la década del 70


La mafia italo estadounidenses ha sido protagonista de las calles de Nueva York durante casi un siglo. Un reinado de extorsión, delitos, crímenes, guerras por cada territorio, por cada barrio, para controlar cada esquina... Pero el siglo XXI ya no es el romanticismo mafioso que nos relataron Puzo, Coppola, Brando y Pacino en El Padrino. Las grandes familias de Nueva York están en un constante declive, son un recuerdo de una época dorada de omertà, vendetta y crimen.
Eric Frattini, prestigioso periodista de investigación, explica en uno de sus libros que la poderosa mafia italoamericana ya no marca sus fronteras en las calles de barrios como Queens, Brooklyn, Harlem o Manhattan. Lo hace a través de otras mafias, organizaciones, criminales... Pero la Cosa Nostra ya no vive en su época dorada. El imperio se desvanecio; su poder ya no es como un susurro en las calles que eriza a cualquiera que se cruce con ellos.

Para poder contextualizar la decadencia de las mafias en Nueva York hay que remontarse a su origen.  Tras la ley seca en los años veinte, empezaron a surgir los primeros grupos organizados de crimen, contrabando y extorsión. Las cinco familias de Nueva York se acabaron de perfilar durante los años treinta y se establecieron los poderosos apellidos que dominarían, pugnarían y lucharían por la ciudad durante décadas: Genovese, Gambino, Lucchese, Colombo y Bonanno.
Como era de esperar, las guerras internas por los territorios de Nueva York estaban a la orden del día. El reguero de sangre por el título de capo di tutti capi (jefe de todos los jefes) se culminó con el enfrentamiento entre Joe Masseria y Salvatore Maranzano. El primero fue jefe de los Genovese. Maranzano acabó siendo la última persona que ostentaría el título de capo di tutti capi. Hubo un tercer nombre que lo cambió todo: Charles Lucky Luciano. Formando parte de los Genovese, asesinó a su propio jefe, paró la guerra, ejecutó a Maranzano por querer avasallar a todos los mafiosos bajo su mando y reunió a los jefes de las futuras cinco familias. Del cerebro de Luciano y de su fiel mano derecha, el judío Meyers Lansky, surgió la organización por la que aún se regentan las mafias italoamericanas: la Comisión. 
Creada en 1931, pretendía sustituir un título por encima de todos los capos y establecer un poder consensuado entre todos los jefes mafiosos. Eso sí, debería existir una especie de presidente en la Comisión, que fuera un líder aprobado por todos. Evidentemente, el primero en ostentar el cargo fue Luciano. A partir de aquí, el poder de la Comisión fue en aumento.

Nadie en el país norteamericano era consciente del verdadero poder que tenían las cinco. Los ciudadanos y los medios de comunicación hablaban de crimen, de bandas de italianos pero no tenían consciencia de lo organizadas que estaban o de sus conexiones por todo el país. La propia FBI, con el icónico Edgar Hoover a la cabeza, negaba la existencia en público de una Cosa Nostra. Era la época dorada de la mafia. Como serpientes, como susurros entre las calles de las grandes ciudades. Estaban por todos lados pero nadie sabia identificarlos. Pero todo éxtasis tiene su final.

La caída de las mafias tiene su origen cuando estas pierden su secreto. La situación era insostenible a principios de los años sesenta. En 1957 empezó a hacerse público el entramado criminal cuando en Apalachin, un municipio de mil habitantes en el estado de Nueva York, se reunieron los miembros de la Comisión y fueron descubiertos por el FBI. El desfile a través del porche de una casa familiar fue impactante. Los cinco capos de las cinco familias y los jefes de muchas otras de todo el país. El negacionismo de Hoover se desvaneció. Y el principio del fin llegó en 1963.
Joe Valachi, miembro de los Genovese, fue señalado por los suyos como un soplón (sin serlo) y acabo convirtiéndose en uno. Su testimonio abrió los ojos al mundo de una vez por todas. Fue el primer miembro de la Cosa Nostra que rompió la omertà (la ley del silencio, sagrada para los mafiosos) y puso al descubierto casi medio siglo de crimen organizado. Ayudó a identificar a 317 miembros relevantes de la mafia y puso a todo el FBI a trabajar contra las familias. El lujo del secretismo, la opulencia del poder empezó a caer.

Histórico y evidente es que la Cosa Nostra no cayó de golpe en los cincuenta, sesenta ni en los setenta. Pero ese hecho fue el detonante de una guerra sin cuartel entre el FBI y la Cosa Nostra. Las cinco familias siguieron aglutinando poder, dinero y territorios. Su poder de adaptación avanzaba a rebufo de las mejores tecnológicas que no existían antaño. Micrófonos, cámaras y sistemas de vigilancia e identificación para todos los miembros de las familias que antes se camuflaban entre los neoyorquinos. La última reunión oficial conocida de la Comisión se celebró en 1985. Pero eso no significa que no se hayan vuelto a reunir o que no lo hagan en la actualidad.
El último gran padrino de las cinco familias fue John Gotti, famoso dirigente de la familia Gambino. En 1990 fue detenido y en 1992 encarcelado hasta su muerte en el año 2002. Su caída escenificó el ocaso del último don mediático. La Cosa Nostra norteamericana y las cinco familias nunca volvieron a ser tan poderosas ni a tener un impacto criminal tan mediático.
Entre soplones, guerras y grandes operaciones del FBI para encarcelar a mafiosos, los efectivos de la mafia se pasaban más tiempo en prisión, escondidos o en el cementerio. La globalización mundial también les perjudicó. Muchas más organizaciones criminales aparecieron, buscando su trozo del pastel. Los valores clásicos de la Cosa Nostra chocaban con otras mafias que no tenían escrúpulos ante nada.

Otra causa de la caída  de la mafia de ciudad de nueva york, es que ya no hay suficiente italiano o descendientes  que quieran ingresas a sus filas, los italo-estadounidenses  se han aburguesaron y marcharon a barrios o suburbios, de clase media.

Iglesia Catedral anglicana de Nueva York




La catedral de San Juan "El Teólogo", oficialmente Iglesia Catedral de San Juan el Divino en la Ciudad y Diócesis de Nueva York (en inglés, Cathedral Church of Saint John the Divine in the City and Diocese of New York), es la catedral de la diócesis episcopaliana de Nueva York (rama de la iglesia anglicana en los Estados Unidos de América).


Está situada en Amsterdam Avenue, 1047, Nueva York, NY 10025, en los Morningside Heights de Manhattan. Esta catedral se disputa con la Catedral anglicana de Liverpool el título de ser la catedral anglicana más grande del mundo​ y es, al tiempo, la tercera iglesia cristiana más grande del mundo.​ La superficie interior es de 11 900 m², con una longitud de 183,2 m y 70,7 m de altura. La altura interior de la nave es de 37,8 m.
La catedral es conocida popularmente como San Juan la Inacabada o San Juan la Interminable (St. John the Unfinished).
La catedral fue diseñada en 1888 y comenzó su construcción en 1892. A lo largo de su historia ha estado sometida a cambios radicales en su estilo, y ha sufrido dos grandes interrupciones en su construcción durante las dos guerras mundiales. Originalmente fue diseñada en estilo neorrománico-neobizantino, siendo modificado su planteamiento a partir de 1909 a un diseño neogótico. Después de un gran incendio ocurrido el 18 de diciembre de 2001, fue cerrada para su restauración hasta noviembre de 2008 en que reabrió sus puertas. ​ Actualmente sigue sin acabar, en un estado permanente de construcción y restauración continuo.

.
En 1887, el obispo Henry Codman Potter de la diócesis episcopal de Nueva York pidió que se construyera una catedral para competir con la catedral de San Patricio en Manhattan.​ Fue adquirido en 1891 un terreno de 4,7 hectáreas donde había estado el orfelinato Leake and Watts Orphan Asylum.​ Después de un concurso abierto, la firma de arquitectos de Nueva York Heins & LaFarge propuso un estilo ecléctico inspirado en el románico-bizantino en el interior y muchos elementos góticos en el exterior, fue sería aceptado al año siguiente.​
Altar


La construcción de la catedral fue iniciada con la colocación de la primera piedra el 27 de diciembre de 1892, día de San Juan cuando el obispo Henry Potter golpeó la piedra tres veces con un mazo y dijo: 
«Nadie puede poner otro cimiento que lo que está previsto, que es Jesucristo».

La excavación previa a la cimentación del ábside deparó algunas sorpresas geológicas que la hicieron más larga y costosa de lo previsto. Los primeros servicios litúrgicos se llevaron a cabo en la cripta en 1899. Los hermanos Ardolino, de Torre di Nocelli, Italia, realizaron gran parte del tallado en piedra de las estatuas, diseñadas por el escultor inglés John Angel. La prematura muerte de Heins en 1907 y la paulatina pérdida de influencia del arquitecto Christopher Grant LaFarge llevó, en última instancia, a contratar al señalado arquitecto neogótico Ralph Adams Cram para rediseñar la nave y "gotizar" lo que ya se había construido. Después de finalizar la gran cúpula central de teja de Guastavino en 1909, el diseño original interno neorrománico-bizantino cambió a un diseño neogótico.​ En 1911, se abrieron el coro y el crucero.


En 1925 se llevó a cabo la colocación de la primera piedra de la nave y se llevó a cabo la fachada oeste. La catedral abriría sus puertas por primera vez el 30 de noviembre de 1941, una semana antes del bombardeo de Pearl Harbor.​ Posteriormente, la construcción de la catedral se detuvo, porque el entonces obispo consideró que era mejor gastar los fondos de la iglesia en obras de caridad y por la inmediata participación de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque parece que Cram intentó desmantelar la cúpula y construir una torre gótica en su lugar, nunca llegó a realizarse. El resultado final es que la catedral refleja una mezcla de estilos "neo" arquitectónicos, con una nave gótica, un crucero románico, capillas de estilo gótico francés, inglés y español, así como normanda y bizantina; sillería del coro gótica y arcos de medio punto y columnas que separan el altar mayor y el deambulatorio.


El decano de la catedral, en 1972, alentó la vuelta a su construcción y en 1979, el obispo Paul Moore decidió que debía continuar, en parte, para preservar el oficio de los escultores en piedra y atraer a los jóvenes de los barrios de alrededor. En 1979, el alcalde de Nueva York Ed Koch bromeaba: 

"Me han dicho que algunas de las catedrales más grandes llevaron más de 500 años en ser construidas. Me gustaría recordarles que sólo estamos en nuestros primeros cien años".

En 1991, el ingeniero y arquitecto español Santiago Calatrava ganó un concurso internacional para la finalización de la catedral, que incluirá también un biorrefugio ecológico de más dé 9.000 metros cuadrados adicionales, donde bajo una bóveda de cristal sobre la iglesia, se sembrarán árboles y plantas que recibirán energía solar pasiva.​ En 1997, se completaron las estatuas y el portal central de la fachada oeste de la catedral.


El 18 de diciembre de 2001, un importante incendio, comenzado en la tienda de regalos del templo, destruyó parte del transepto norte y cubrió de hollín la catedral y los tubos del órgano. 
.

Catedral y Fuente de la Paz.

El edificio, tal como aparece hoy día, se parece fundamentalmente al diseño establecido por el prolífico arquitecto neogótico Ralph Adams Cram. Sin copiar un modelo concreto, la catedral de San Juan el Divino es un ejemplo actualizado del estilo gótico florido del norte de Francia del siglo XIII. La catedral tiene la nave neogótica más larga de Estados Unidos.


Al oeste, existen cinco puertas de bronce que se corresponden con cada una de las naves interiores, con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. En el pilar central, la imagen de San Juan el Divino y arriba, en el tímpano, Cristo en Majestad. En el pórtico de entrada, el llamado "Portal del paraíso", y en lo alto, destaca el rosetón hecho de más de 10.000 piezas de cristales de colores, de 12,19 m de diámetro, el más grande de los Estados Unidos.




En el interior, el santuario neorrománico está rodeado por una estructura de ocho columnas de granito. Están dispuestas siete capillas radiantes en la girola, detrás del coro, cada una en un estilo nacionalista que las distingue. Estas capillas son conocidas como las "Capillas de las lenguas" y están dedicadas a San Óscar, patrón de Dinamarca, venerado como apóstol de los países escandinavos, San Bonifacio, apóstol de los alemanes, San Columba, patrona de Irlanda y Escocia, el Santísimo Salvador, dedicado a los inmigrantes del este, especialmente los de África y Asia, San Martín de Tours, patrono de los franceses, San Ambrosio, patrono de Italia y Santiago el Mayor, patrono de España.

 Los diseños de las capillas representan a cada uno de los siete grupos étnicos que primero emigraron a Nueva York desde la apertura de la isla de Ellis en 1892, el mismo año en que se inició la construcción de la catedral.


Entre otras capillas, se destaca la conocida como la "Capilla del Trabajo", que rinde una ofrenda a doce bomberos que murieron en 1966, pero que se ha convertido también en la actualidad en un homenaje, especialmente a los bomberos que no sobrevivieron a los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En terrenos de la Catedral, hacia el sur, se encuentran varios edificios (incluyendo el Synod Hall y la escuela catedralicia) y un Jardín bíblico, así como una gran obra de bronce del escultor Greg Wyatt, conocida como la Fuente de la Paz.

El Toro de Wall Street




toro

El Toro de Wall Street (en inglés: Wall Street Bull o Charging Bull, toro embistiendo) es una escultura de bronce que pesa 3.200 kg creada por Arturo Di Modica situada en el parque Bowling Green cerca de Wall Street en la ciudad de Nueva York.

La escultura es un toro, el símbolo de fuerza y poder; doblando sus patas delanteras y con la cabeza ligeramente agachada como si estuviese a punto de embestir, que representa al pueblo norteamericano haciendo frente a los poderes financieros.
Di Modica gastó todos sus ahorros, 300.000 dólares, para crear y situar el toro después de la crisis bursátil de 1987, como un símbolo de la fuerza y el poder de los estadounidenses. La escultura fue idea del artista y no de la ciudad como se ha llegado a decir. En un acto de "arte de guerrilla", llevó la estatua el 15 de diciembre de 1989 frente a la bolsa de Nueva York como regalo de navidad para los ciudadanos de la gran manzana.
El clamor del público cada vez fue mayor para que el Departamento de Parques y Zonas de Recreo de la ciudad de Nueva York colocase esta escultura en la plaza Bowling Green, al final de Broadway.
Esta escultura, una de las obras más fotografiadas, se ha convertido en un destino turístico en el Distrito Financiero en el que se sitúa. Además, ha pasado a ser de forma no oficial el símbolo del Distrito Financiero, y muchas veces se habla de él en los medios otorgándole siempre aires de optimismo y de prosperidad económica.
En 2004, Di Modica anunció que la escultura estaba a la venta porque no tenía dinero para pagar su viaje a Nueva York, con la condición de que no se moviese de su actual localización.


Hudson Yards


Es una larga escalera en espiral que no conduce a nada


 Hudson Yards,  que se inauguro 2019 en la ciudad de Nueva York, es un imponente barrio de rascacielos en Nueva York. Convirtió una zona abandonada del oeste de Manhattan en un centro con miles de viviendas y cientos de tiendas y restaurantes

"Es como una ciudad dentro de una ciudad. Se puede comer, trabajar, dormir y divertirse. No hace falta salir de aquí", cuenta Sean Marshall, un representante de Related Companies, gran firma inmobiliaria estadounidense y una de las responsables de este monumental proyecto que ha venido desarrollándose los últimos seis años.
Calificado como el mayor proyecto inmobiliario privado de la historia de EE.UU., el imponente complejo urbanístico Hudson Yards convirtió una zona abandonada del oeste de Manhattan en un nuevo centro neurálgico de la ciudad, con cientos de tiendas y restaurantes, y miles de viviendas.
Ubicada entre las calles 30 y 34 y las avenidas 10 y 11, supone un giro de 180 grados para esta zona gris de Manhattan, hasta hace poco dominada por una gran explanada de aspecto industrial que servía de "área de aparcamiento" de trenes. Hudson Yards costó unos 25.000 millones de dólares.
Las más de 4,8 hectáreas del nuevo barrio neoyorquino incluyen un centro comercial de siete plantas que suman unos 6.700 metros cuadrados de establecimientos, entre los que se destaca un nuevo centro culinario español, Mercado Little Spain, de los reconocidos chefs José Andrés y los hermanos Adrià.
Solo ese negocio reúne en más de 3.200 metros cuadrados tres restaurantes, 15 quioscos, dos bares y dos tiendas que darán a conocer a Nueva York y sus decenas de millones de turistas las delicias de la cocina española.

edificio moderno 


edificios moderno


Otros maestros de los fogones, como Thomas Keller, David Chang o Michael Lomonaco también han querido estar en Hudson Yards, además de grandes marcas como Coach, Kate Spade, Fendi, Patek Philippe, Rolex, Cartier, Christian Dior, Tiffany y un largo etcétera.
Sobre el centro comercial se elevan seis relucientes y espigados rascacielos, donde se concentrarán residencias de lujo y espacios para oficinas, por los que se han decidido compañías como BlackRock, Warner Media o L'Oreal EEUU, que han instalado ahí sus sedes.
Para darle un toque singular al titánico proyecto, aparecen entre los esbeltos edificios originales estructuras como el vanguardista centro de arte "The Shed", que cuenta con un enorme tejado móvil, y la escultura "The Vessel" (La Nave), uno de los que más atención se ha llevado y que se espera se convierta en otra de las atracciones de la ciudad.
De más de 45 metros de alto, se trata de una compleja escalera en espiral de materiales brillantes compuesta por más de 2.500 peldaños que conduce a sus visitantes a ninguna parte, idea del diseñador británico Thomas Heatherwick. Ha costado unos 200 millones de dólares.
Los inicios del titánico proyecto surgieron hace cerca de dos décadas, en 2001, cuando las autoridades se comenzaron a plantear la idea de darle un aspecto completamente renovado a la descuidada zona como parte de la candidatura de los Juegos Olímpicos de 2012.
La zona fue recalificada en 2005 para poder llevar a cabo la construcción de infraestructuras, y aunque el sueño olímpico se quedó por el camino, Related Companies y Oxford Properties Group plantearon la revitalización de la zona con este enorme estructura inmobiliaria.


Biblioteca publica de nueva york.





biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york


biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

biblioteca publica de nueva york

placa de biblioteca 

La Biblioteca Pública de Nueva York (New York Public Library, NYPL) es una de las bibliotecas más importantes del mundo y con más contenido de América. La biblioteca se caracteriza por tener una gran cantidad de libros de acceso público junto a otros de obligada lectura dentro del recinto. Es, además, una de las bibliotecas públicas más grandes de los Estados Unidos con uno de los sistemas de búsqueda de información más extensos. Su dirección está en manos de una corporación privada, aunque su carácter es no comercial debido a su uso público, y se financia a través de fondos públicos y privados.


El Madison Square Garden



El Madison Square Garden

El Madison Square Garden es un pabellón deportivo multiusos situado en el distrito de Manhattan, en Nueva York. Se encuentra en el cruce entre las avenidas Séptima y Octava de las calles 31 a 33, y encima de la Estación Pensylvania. Fue inaugurado el 11 de febrero de 1968.

El Madison Square Garden (abreviado como MSG o Garden) es un pabellón deportivo multiusos situado en el distrito de Manhattan, en Nueva York (Estado de Nueva York, Estados Unidos). Se encuentra en el cruce entre las avenidas Séptima y Octava de las calles 31 a 33, y encima de la Estación Pensylvania. Fue inaugurado el 11 de febrero de 1968.

Es la cuarta construcción con ese mismo nombre en la ciudad, los dos primeros coliseos MSG (el de 1879 y el de 1890) estuvieron localizados en la Plaza Madison (Madison Square), de donde proviene el nombre. Cuando se demolió el segundo pabellón se construyó un nuevo coliseo MSG en 1925, en el cruce de la Octava Avenida y la Calle 50.

El actual MSG se encuentra ubicado en el lugar donde se situaba la antigua Estación Pensilvania del tren de cercanías de la ciudad, estación que ahora debe ser ampliada a la ubicación actual del mítico escenario para cubrir la creciente demanda de pasajeros. Por tal motivo, el Consejo de la Ciudad de Nueva York decidió darle un ultimátum de 10 años, desde 2013, a los equipos profesionales que juegan de local en este escenario (New York Knicks, New York Rangers y New York Liberty) para que busquen un nuevo escenario en la ciudad o para que se trasladen de sede, ya que el MSG será demolido para realizar dicha ampliación.


La estación Pensilvania.




 
estación


(en inglés: Pennsylvania Station), conocida comúnmente como Penn Station, es una estación terminal y un importante punto ferroviario de red de cercanías en la ciudad de Nueva York. La estación se encuentra localizada en los niveles subterráneos de la Pennsylvania Plaza, un complejo urbano localizado entre la Séptima Avenida y Octava Avenida entre la Calle 31 y la Calle 33 en Midtown Manhattan, y es propiedad de Amtrak. A la estación llegan más de 600 000 pasajeros al día (comparado con los 140 000  de la Grand Central Terminal) a un promedio de mil personas cada 90 segundos,​ siendo la estación ferroviaria más ocupada de los Estados Unidos y por mucho la estación ferroviaria más transitada de América del Norte.
Aldo ahumada chu-han

La estación Penn está en el centro del Corredor Noreste, una línea férrea electrificada que se extiende hasta el sur de Washington D. C. y el norte de Boston. Los trenes urbanos son operados por Amtrak, mientras que los de cercanías son operados por el Ferrocarril de Long Island y el New Jersey Transit. La estación también es servida por seis rutas del Metro de Nueva York.



Triángulo de Hess


Triángulo de Hess: el minúsculo símbolo de la rebeldía de Nueva York y su fascinante historia.

En una ciudad famosa por los rascacielos como es Nueva York, hay un símbolo de rebeldía que se puede encontrar en plena calle, frente a una tienda de cigarros en Greenwich Village, en el sur de Manhattan.

El "Triángulo de Hess", es un símbolo de rebelión en la ciudad de Nueva York y se puede encontrar fuera de una tienda de cigarros en Greenwich Village


"Obviamente no es la Estatua de la Libertad, pero para los neoyorquinos es una pieza que aman y atesoran del paisaje urbano", dice Andrew Berman, presidente de la Sociedad para la Preservación Histórica de Greenwich Village.
En esa zona, sus encantadoras calles bordeadas de piedra rojiza no siempre cumplen con el sistema de cuadrícula uniformado de la ciudad. De hecho, tres calles chocan al azar en el número 110 de la Séptima Avenida Sur. A simple vista, es una intersección de Nueva York sin complicaciones. Los taxis amarillos pasan frente a un Starbucks delante del Village Cigars, con el One World Trade Center más al sur.
En una ciudad donde los ojos naturalmente miran hacia arriba, es interesante notar un pequeño mosaico triangular en el pavimento, casi a un metro de distancia frente a la tienda de cigarros.


Hecho de azulejos blancos y negros desgastados, el triángulo mide menos de un metro cuadrado y dice: "Propiedad de la familia Hess que nunca se ha utilizado para fines públicos".
Se trata de un mensaje críptico que alude a una historia que "ha llegado a encarnar la lucha por la propiedad privada en esta zona", continúa Berman.

Greenwich Village siempre ha sido un poco diferente: "Progresista, dinámica, con visión de futuro", describe Berman. A finales del siglo XIX, el vecindario se había convertido en una de las zonas con mayor diversidad cultural de la ciudad. La vista de este lugar, en 1910, debió haber sido muy diferente.
La Séptima Avenida, que hoy se extiende a lo largo de Manhattan, terminaba casi un kilómetro y medio al norte de Greenwich Village, y sin el tráfico que trajo la concurrida vía, el área era más tranquila e íntima.
En el lugar donde se encuentra el triángulo críptico, en 1907, había un edificio de apartamentos construido por David Hess, de Filadelfia, quien había muerto tres años antes. Los mapas de fines del siglo XIX marcan el edificio con el nombre "Vorhes", así como su número de lote, 55.

placa 


El comienzo del siglo XX fue una época de cambios dramáticos en Nueva York. La recién inaugurada Penn Station, con su túnel ferroviario bajo el río Hudson, llevaba a un gran número de pasajeros directamente al corazón de Manhattan.
Se tomó la decisión de ampliar tanto la Séptima Avenida como la línea de metro que se extendía hacia el sur para mejorar las conexiones de viaje entre el sur de Manhattan y el centro de la isla, los dos sectores comerciales más importantes de la ciudad.
Un artículo del diario The New York Times de octubre de 1913 informó que 253 estructuras serían demolidas para dar espacio a la avenida. Uno de los programados para la destrucción era el edificio "Vorhes".
La ciudad de Nueva York había promulgado una orden de "dominio eminente" (expropiación) dentro de la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que dice que "el gobierno tiene el derecho de tomar la propiedad privada de alguien para fines públicos", como la construcción de calles o escuelas, explica Jonathan Houghton, abogado de Goldstein Rikon Rikon & Houghton PC, en Nueva York.

placa

Enojada por lo que consideraban un exceso, la familia Hess se plantó y se negó a vender.  Durante los años siguientes, la familia luchó contra la orden, pero "detener una expropiación en Nueva York es extraordinariamente difícil", dice Houghton, y en 1913 la familia Hess había agotado todas las vías legales. El edificio de apartamentos fue demolido poco después y la extensión de la Séptima Avenida finalmente pasó directamente por donde había estado el lote 55. Ese debió haber sido el final de la historia.
Pero si se observan los mapas de la ciudad a partir de 1916, es posible que se pueda distinguir una pequeña mancha triangular que quedó del lote 55. "Un punto que a menudo se pasa por alto es que quedaron muchos lotes pequeños e irregulares después de la destrucción y el "Triángulo de Hess" era el más pequeño", dice Berman.
Por supuesto, el edificio ya no estaba, pero un error en la inspección significó que una parte del lote 55 había sobrevivido, y aún era legalmente propiedad de la familia Hess. Lo que ocurrió a continuación no está del todo claro.

¿Batalla ganada?

La historia oficial dice que al darse cuenta del error, la ciudad solicitó a la familia Hess que donara la pequeña parcela, asumiendo que un pedazo de tierra tan pequeño no tendría valor comercial.
Pero una vez más la familia Hess se negó. El caso volvió a los tribunales, pero esta vez los Hess ganaron y se aseguró su derecho sobre el pequeño triángulo.
Sin embargo, un artículo publicado en The Philadelphia Evening Ledger el 29 de julio de 1922 contradice esto, informando que el año anterior la ciudad de Nueva York había pedido a los Hess que pagaran los impuestos a la propiedad acumulados sobre la porción restante del lote.
Pero Frank Hess, hijo de David Hess, dijo no estar enterado de que alguna parte del lote aún permanecía a nombre de su familia.
Se sabe que el 26 de julio de 1922 se instalaron los mosaicos. Un artículo de The New York Times al día siguiente informó que el triángulo había sido "valuado en los libros de impuestos en US$100", presumiblemente en referencia a la factura fiscal anual de la propiedad.
La familia Hess se negó a donar el pequeño trozo de tierra que quedaba de su parcela, e insistió en que nunca se utilice para fines públicos. Después de visitar el lote, Frank negoció un contrato de arrendamiento con la tienda de cigarros que incluía el requisito de que la parcela fuera marcada como propiedad privada.
El "Triángulo de Hess" se vendió finalmente a Village Cigars en 1938 por US$1.000 (que, después de ajustarse a inflación, equivaldría a alrededor de US$17.500 en la actualidad), y se ha conservado tal como estaba desde entonces.
Más de 80 años después, los hechos de este cuento han empezado a desdibujarse. Algunas versiones dicen erróneamente que el mismo David Hess luchó contra el gobierno de la ciudad de Nueva York.
Sin embargo, el "Triángulo de Hess" ha evolucionado más allá de su origen y se ha convertido en un símbolo de rebelión, que, según Berman califica de "emblemático" porque "una persona común desafió al gobierno local y, de una manera, ganó".


Viaje de vuelta.


viaje en avión 
SALIDA DE NUEVA YORK, rumbo a miami

Aeropuerto

El Aeropuerto La Guardia es un aeropuerto en el distrito de Queens, en Nueva York, y sirve principalmente a la ciudad de Nueva York. Su nombre proviene de un antiguo alcalde de Nueva York, Fiorello LaGuardia.
Se trata del principal aeropuerto doméstico de la ciudad de Nueva York, debido a su localización centralizada y su proximidad a Manhattan. El aeropuerto LaGuardia se ubica frente a la bahía de Flushing en Queens a unos 13 km (8 millas) del centro de Manhattan. Sin embargo, el aeropuerto no dispone de aduanas ni servicios de inmigración, y no se permiten vuelos de entrada ni de salida que excedan los 2.400 km, excepto los sábados o si es un vuelo procedente de Denver, debido a la relación que une ambas ciudades. Por lo tanto, la mayoría de vuelos internacionales se reciben en los aeropuertos JFK o Newark.
La mayoría de vuelos que parten de LaGuardia tienen destino dentro de los Estados Unidos. No obstante, existen una serie de excepciones en los casos en que los vuelos procedan de aeropuertos que sí disponen de aduanas estadounidenses, como Ottawa y Toronto en Canadá, Freeport y Nassau en las Bahamas, y Bermuda.






ciudad


2 comentarios:

  1. la gran manzana, metrópolis internacional de primer orden, sede de la ONU, centro economía mundial en actualidad.

    ResponderEliminar
  2. ¿Por qué Nueva York es una ciudad tan horrible? Me refiero a que sus edificios son viejos, sus calles estrechas, no tiene autopistas como las de Los Ángeles, etc.
    Porque pago el precio del progreso.

    Nueva York fue la primera megaciudad de los EEUU. Cuando gano la batalla comercial (sobre todo por las lineas de ferrocarril) sobre Philadelphia y Boston, crecio muy rapido, lo que en su momento le dio una serie de "primeros" en el mundo. El precio a pagar por esto es, una vez que llenaste el espacio disponible, te encontras con una ciudad terriblemente congestionada, con planeamiento y servicios de fines del siglo XIX o principios del XX.

    Solo por dar un ejemplo, en casi todas las ciudades norteamericanas, las manzanas urbanas dan a un callejon que las divide en dos, y al que dan los fondos de las casas: en estos callejones se deja y recoge la basura, y en general, es por ellos que se entra a los garages donde se estacionan los autos. Pero en Nueva York no hay, porque la ciudad fue trazada y construida cuando aun no habia ni autos ni servicio urbano de recoleccion de basura.

    Algo parecido puede verse comparando los metros (trenes urbanos, a veces subterraneos) de varias ciudades del mundo. El de Nueva York es viejo, ruidoso, sucio y poco confiable (no es raro que anuncien la terminacion del servicio en una estacion intermedia, para desesperacion de los turistas que no entienden ingles y ven como todos los pasajeros se bajan y el tren no se mueve). Hoy dia, los metros mas modernos y bonitos suelen estar en ciudades del tercer mundo, aun de las mas pobres, dado que recien ahora pueden construirlos.

    Este es el metro de Argel, la capital de Argelia, ciudad pobre de solemnidad. Pero el metro es nuevito, recien estrenado.

    Ernesto Gasulla
    Ha estudiado Ingenieria civil estructural en la Universidad de Buenos Aires (Graduado en el 1985)

    ResponderEliminar