Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

jueves, 13 de octubre de 2016

278).-Los mitos de los Abogados.a


 -Los  9 Mitos de los Abogados.

la universidad 

En toda profesión o actividad siempre hay cosas instaladas en el inconsciente colectivo de los que la practican, que las van internalizando de tal manera que continuamente se repiten sin ponerse a pensar si son ciertas.
Los abogados no estamos exentos de esta regla y por lo tanto tenemos unos cuantos mitos, que en algunos casos pueden ser verdaderos pero no para todos los que integramos este grupo de profesionales.
Algunos que hemos seleccionado para este artículo son repetidos frecuentemente por los profesionales del derecho que recién se inician o tienen pocos años en la actividad. Otros, están asumidos como verdaderos por aquellos que ya tienen más experiencia en la profesión, tratamos algunos de ellos y proponemos soluciones alternativas. Vamos a ver cuales son algunos de ellos:

-Primer Mito: 
No sabemos.

Estamos convencidos que salimos de la Facultad de Derecho y que no sabemos nada. Si bien uno ve una cantidad importante de asignaturas a lo largo de la carrera y posiblemente cuando nos recibimos recordamos bastante bien las últimas que aprobamos; tenemos una noción de las que cursamos hace dos años; y no tenemos ni idea de las que vimos en primer año, poseemos los conceptos básicos de cada una de ellas, además tenemos las herramientas para saber donde ir a buscar las soluciones jurídicas para los problemas que se nos presenten. Esto no es algo menor.
Si hemos logrado ser investidos para ejercer una profesión, quiere decir que tenemos la capacidad necesaria para estudiar, para aprender, para saber, para comprender, y por lo tanto para resolver situaciones que al principio nos atemorizan.

 -Segundo Mito:
 No tenemos práctica.

Por supuesto que sí mientras estábamos estudiando no tuvimos la suerte de trabajar en algún Estudio Jurídico en donde atendemos algún cliente o frecuentamos los Tribunales todos los días, es más que razonable decir que no tenemos práctica.
Ahora bien, en nada tuvimos práctica antes de comenzar. Piensen ustedes en cada cosa en la que hoy tienen una habilidad que les parece normal. Si se remontan a la primera vez que lo hicieron, se van a dar cuenta de que al principio no tenían práctica y no salía todo perfecto. Había equivocaciones, se cometían algunos errores, pero en general esos errores dejaron de repetirse en la medida que íbamos adquiriendo experiencia.
Entonces para tener práctica hay que empezar, así de simple. Pero esto no nos puede trabar para comenzar nuestra actividad en forma independiente, porque además, esto nos hace pensar, que al no tener práctica no podemos abrir nuestro propio Bufete.
Preguntemos al que sabe, o que pasó por lo mismo, estudiemos constantemente, y asumamos que nos vamos a equivocar, pero esos errores no van a ser tan gruesos que van a hacer que nos saquen de ejercicio de la profesión. 

 -Tercer Mito: 
Nos sale caro mantener un  bufete.

Nosotros creemos que es muy necesario para un profesional que quiera tener éxito en su actividad, poseer un lugar físico en donde pueda entrevistar a sus clientes. Pero también pensamos que hay distintas alternativas para lograr esto, y algunas, no nos tendrían que afectar nuestro presupuesto de tal manera que desistamos de esta posibilidad y por lo tanto, o no comenzamos a ejercer en solitario, o si lo hacemos estamos constantemente reuniéndonos con nuestros clientes en cafés o en la calle, esto último es poco serio.
Un lugar en nuestra casa, alquilar un espacio por horas y días, o compartir con otros colegas los gastos de un Bufete, son opciones que deberemos manejar para que este mito no nos impida desarrollar nuestra profesión de manera independiente. No necesariamente tenemos que tener un estudio como los que salen en las películas.

 - Cuarto Mito: 
No sabemos cobrar por nuestra actividad.

Pensamos que es difícil decirle a un cliente que le tenemos que cobrar. Ahora, si el  patrocinado creía que íbamos a ocuparnos de su caso, que íbamos a poner nuestros conocimientos y nuestro tiempo, de forma gratuita, y por lo tanto se podría llegar a ofender porque le vamos a cobrar, evidentemente no era un cliente para nosotros. Hay distintas técnicas para que a la hora de hablar de honorarios, no se nos haga complicado afrontar esa situación, y en la medida que las pongamos en práctica, se nos va a hacer algo completamente habitual y lo tomaremos como lo que es, algo normal, pagar por un servicio.

 -Quinto Mito: 
No podemos trabajar muchas horas.

Si queremos tener nuestro propio Estudio Jurídico, deberemos trabajar muchas horas.
Por supuesto que hay profesionales que diariamente trabajan en jornadas agotadoras, pero otros piensan que no se puede dedicar a la actividad demasiadas horas al día. No sé por qué está instalado este pensamiento, pero si uno se pone a pensar cómo es que otros trabajan ocho, diez horas, qué razón nos lleva a pensar que nosotros no tenemos que hacer lo mismo.
En nuestra profesión no estamos dedicados solamente a ir a  los juzgados, entrevistar clientes y confeccionar escritos. Si pretendemos vivir de nuestra actividad, y vivir bien, tenemos que dedicarle horas al día a otro tipo de tareas, sobre todo al principio en donde nos tenemos que hacer conocer y lograr que confíen en nosotros.
Alguien que se decide a poner un comercio nuevo, de cualquier actividad que sea, debe al comienzo, dedicarle muchas horas diarias hasta que su emprendimiento comience a caminar. Si alguien, antes de obtener el Título de Abogado, trabajó en relación de dependencia, ya sabe que la jornada normalmente es de ocho horas diarias o más, y a veces tuvo que trabajar los días sábados. ¿Nosotros por qué no?

 -Sexto Mito:
 Nuestros familiares no nos pueden ayudar en nuestro  bufete.

Salvo algún aporte económico al iniciarnos, pensamos que nuestra familia no se debe involucrar en nuestra actividad. Sin embargo en esta etapa, es muy necesario contar con ayuda de cualquier tipo, no solo de dinero. Y si necesitamos de ayuda, quién mejor que nuestros familiares más cercanos para cumplir ese rol. No se trata sólo de un aporte de capital, se trata de que nuestra pareja haga las veces de ayudante, nuestros padres colaboren con actividades que no son de gran responsabilidad, nuestros hermanos o amigos con el arreglo del Bufete, nuestros hijos si están en edad de tomar responsabilidades, con algún tipo de tareas. La cuestión es involucrar e involucrarse en el emprendimiento, y si se necesita aporte de dinero, quién mejor que la familia para ayudarnos, no vamos a tener la presión de pagar cuotas e intereses.

 -Séptimo Mito: 
Hay muchos abogados.

No hay muchos abogados, hay muchísimos. Este pensamiento nos paraliza a la hora de tomar alguna acción con nuestra independencia profesional, o nos sirve a la hora de dar una explicación de por qué no tenemos trabajo. Hay muchísimos abogados, pero no todos quieren o saben trabajar eficientemente. Esto último no sólo lo logran los que hayan tenido un gran promedio en la Facultad, es más, muchos de estos buenos promedios son abogados mediocres al momento de ponerse a practicar. La eficiencia la logra aquel que se organiza, que planifica, qué se diferencia de los demás, y por supuesto, el que al principio le dedica muchas horas al día a su profesión.
Hay muchos abogados, pero no hay acaso muchas panaderías, muchas heladerías, y sin embargo constantemente se siguen abriendo este tipo de negocios. La  panadería de la esquina de mi casa, no compite contra las grandes cadenas de supermercados, compite con otra  panaderia que está a dos cuadras, y día a día está inventando nuevas ofertas, nuevas promociones, sorteos, y cuida muchísimo el trato con sus clientes. No digo que tengamos que hacer lo mismo, pero sí diferenciarnos de alguna manera. Ah, me olvidaba, la heladería que queda a dos cuadras, está por cerrar, la de la esquina contrató más personal.

 - Octavo Mito:
 Hay poco trabajo.

No entra nadie al Estudio porque hay muy poco trabajo. Yo pregunto ¿se solucionaron los conflictos en la sociedad en la que vivimos? Nosotros vivimos de solucionar problemas. La persona que tiene un conflicto no tiene muchas opciones para decidir, o va a ir a un abogado para que lo asesore y en su caso se lo solucione, o no va a hacer nada y dejará que el problema se haga más peligroso de manejar. 
Tiene que recurrir a un profesional. Además tenemos la ventaja que las cuestiones judiciales no pueden ser iniciadas por una persona que no sea de nuestra actividad. Si tengo que pintar mi casa y no tengo dinero, tengo dos opciones, o no la pinto, o tomo el pincel yo y hago el trabajo de un pintor. Pero si tengo un problema judicial, necesariamente tengo que ir a un abogado.
Al  bufete va a venir la gente sola cuando seamos profesionales muy famosos, por ahora voy a tener que ir yo a buscar a mis clientes. Lo debo hacer de forma ética y responsable, pero el que se mueve tiene que ser el abogado.

 - Noveno Mito: 
Hay que soportar a los clientes que lo único que traen son problemas.

Agradezco que los problemas que me traen los clientes son problemas, primero, solucionables en su gran mayoría, y segundo son problemas del patrocinado, no míos. Muchos colegas se hacen carne de los problemas que nos traen los clientes, mayormente ocurre con las mujeres abogadas y sobre todo cuando se tratan de problemas de familia. Es cierto que esta rama del Derecho es la que más nos puede afectar a la hora de escuchar la situación, pero no podemos llevarnos esto a nuestra casa. 
Hay que tener a nuestros clientes constantemente informados, pero debemos aprender a poner ciertos límites que no perjudiquen la relación. Tenemos días y horarios en que atendemos sus problemas y somos nosotros los que le indicaremos los pasos a seguir y cómo lo vamos a seguir.


C.G.F.



Tiempo 


1 comentario: