Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

martes, 31 de marzo de 2020

391).-La justicia de familia; Caricaturas de esta justicia.


Paula Flores Vargas;Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; 

La implantación de la reforma oral en la justicia de familia;




Aldo Ahumada Chu Han

1).-Introducción.

El  jueves 1 de octubre de 2015, se celebra una década de la reforma más importante de historia de Chile, en ámbito  de los Tribunales de Justicia de Familia y Menores, se creó los tribunales de familia, que comenzaron a funcionar en todo el país a partir del 1 de octubre de 2005.

La reforma creó Juzgados especiales de Familia, con carácter especializada e interdisciplinarios en las principales ciudades del país, significó la mayor equidad, transparencia en los juzgados, y la busca que los conflictos jurídicos  familiares sean resueltos de manera más rápida y transparente, buscando acuerdos pacíficos entre las partes.

La reforma contempló un  procedimientos orales, flexibles, concentrados y sin intermediarios entre el juez y las partes, que eliminaron la participación de los actuarios o Empleados subalternos que dominaban en los antiguos juzgados de menores.
Además se crearon más doscientos jueces especializados, en asuntos de Familia, agrupados en tribunales especiales. Asimismo se adecuarán y reforzarán los juzgados de Letras con competencia en asuntos de familia. En la antigua justicia existen solo 51 jueces de menores a nivel nacional.

2).-La reforma.

En 2005 Chile vivió una de las transformaciones judiciales más relevantes de su historia reciente: La instauración de los tribunales de familia. La promesa era ambiciosa y necesaria; se abandonaron los procesos escriturados y extensos -heredados de la justicia de menores- para dar paso a procedimientos orales, más concentrados y en teoría más acordes al debido proceso. Todo ello bajo principios rectores como el interés superior del niño, la oralidad, la inmediatez y la desformalización.
La expectativa era alta. Sin embargo,a  dos décadas después, la distancia entre la norma y la realidad es evidente. Lo que parecía un avance ineludible hacia una justicia más ágil y cercana a las personas, se transformó en un proceso que muchas veces se volvió lento, incierto y, en no pocos casos, hostil para quienes litigan.
Los operadores del sistema -jueces, abogados y funcionarios- enfrentaron una reforma para la cual no siempre hubo preparación ni capacitación suficientes. El resultado visible son audiencias donde la contraparte a veces parece ser el propio tribunal, resoluciones que más que responder a argumentos jurídicos, buscan acallar al litigante y una estructura institucional que no logra consolidarse como garante efectivo de los derechos de los menores.
El camino ha estado lleno de ajustes forzados,  la incorporación de curadores ad litem y el intento de dotar de representación jurídica a los menores, son ejemplos de respuestas más reactivas que planificadas. Y, aunque la Ley establecía que esos curadores debían ser abogados que velaran por los intereses de los niños en contextos de vulnerabilidad, lo cierto es que en la práctica se ha optado por profesionales de la abogacía que muchas veces no cuentan con la formación especializada requerida, debilitando la capacidad de protección que el sistema prometía.

3).-Los Tribunales de Familia.

Los juzgados de familia  son tribunales especializados que resuelven asuntos relacionados con la familia como cuidado personal, alimentos, filiación, adopción y violencia intrafamiliar, actuando de manera unipersonal pero asesorados por un consejo técnico. Funcionan con un procedimiento oral y flexible, priorizando la resolución consensuada de los conflictos, y se encuentran en cada comuna o agrupación de comunas. 
Donde no hay un Juzgado de Letras de Familia, su competencia le corresponde a los Juzgados de Letras.

 Región de Tarapacá:

En la Ciudad de Iquique, un juzgado de Familia con competencia sobre la comuna de Iquique.

Región de Antofagasta:

En la Ciudad de Antofagasta,con competencia sobre las comunas de Antofagasta y Sierra Gorda.
En la Ciudad de Calama,  con competencia sobre las comunas de la provincia de El Loa.

Región de Atacama:

en la Ciudad de Copiapó, con cinco jueces, con competencia sobre las comunas de Copiapó y Tierra Amarilla. Vallenar, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Vallenar y Alto del Carmen.

Región de Coquimbo:

Ciudad de La Serena, con cinco jueces, con competencia sobre las comunas de La Serena y La Higuera.
Ciudad de Coquimbo, con cuatro jueces, con competencia sobre la misma comuna.
Ciudad de Ovalle, con tres jueces, con competencia sobre las comunas de Ovalle, Río Hurtado, Monte Patria y Punitaqui.

 Región de Valparaíso:

Ciudad de  Valparaíso, con nueve jueces, con competencia sobre las comunas de Valparaíso y Juan Fernández.
Ciudad de Viña del Mar, con siete jueces, con competencia sobre las comunas de Viña del Mar y Concón, y que tendrá, para todos los efectos legales, la categoría de juzgado asiento de Corte.
Ciudad de   Quilpué, con tres jueces, con competencia sobre la misma comuna.
    Villa Alemana, con tres jueces, con competencia sobre la misma comuna.
Ciudad de Casablanca, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Casablanca, El Quisco, Algarrobo, de la Quinta Región, y Curacaví, de la Región Metropolitana.
Ciudad de La Ligua, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de La Ligua, Cabildo, Zapallar y Papudo.
Ciudad de  Los Andes, con tres jueces, con competencia sobre las comunas de la provincia de Los Andes.
Ciudad de  San Felipe, con cuatro jueces, con competencia sobre las comunas de San Felipe, Santa María, Panquehue, Llay-Llay y Catemu.
Ciudad de  Quillota, con cuatro jueces, con competencia sobre las comunas de Quillota, La Cruz, Calera, Nogales e Hijuelas.
Ciudad de Limache, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Limache y Olmué.
    San Antonio, con tres jueces, con competencia sobre las comunas de San Antonio, Cartagena, El Tabo y Santo Domingo.

Región del Libertador Bernardo O'Higgins:

    Rancagua, con diez jueces, con competencia sobre las comunas de Rancagua, Graneros, Mostazal, Codegua, Machalí, Coltauco, Doñihue, Coinco y Olivar.
    Rengo, con tres jueces, con competencia sobre las comunas de Rengo, Requínoa, Malloa y Quinta de Tilcoco.
    San Fernando, con tres jueces, con competencia sobre las comunas de San Fernando, Chimbarongo, Placilla y Nancagua.
    Santa Cruz, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Santa Cruz, Chépica y Lolol.

Región del Maule:

    Talca, con ocho jueces, con competencia sobre las comunas de Talca, Pelarco, Río Claro, San Clemente, Maule, Pencahue y San Rafael.
    Constitución, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Constitución y Empedrado.
    Curicó, con cinco jueces, con competencia sobre las comunas de Curicó, Teno, Romeral y Rauco.
    Linares, con cuatro jueces, con competencia sobre las comunas de Linares, Yerbas Buenas, Colbún y Longaví.
    Parral, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Parral y Retiro.

Región del Bío-Bío:

    Concepción, con diez jueces, con competencia sobre las comunas de Concepción, Penco, Hualqui, San Pedro de la Paz y Chiguayante.
    Talcahuano, con siete jueces, con competencia sobre las comunas de Talcahuano y Hualpén, y que tendrá, para todos los efectos legales, la categoría de juzgado asiento de Corte.
    Los Angeles, con cinco jueces, con competencia sobre las comunas de Los Angeles, Quilleco y Antuco.
    Yumbel, con un juez, con competencia sobre la misma comuna.
    Tomé, con dos jueces, con competencia sobre la misma comuna.
    Coronel, con cuatro jueces, con competencia sobre las comunas de Coronel y Lota.

Región de La Araucanía:

    Temuco, con nueve jueces, con competencia sobre las comunas de Temuco, Vilcún, Melipeuco, Cunco, Freire y Padre Las Casas.
    Angol, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Angol y Renaico.

Región de Los Lagos:

    Osorno, con cinco jueces, con competencia sobre las comunas de Osorno, San Pablo, Puyehue, Puerto Octay y San Juan de la Costa.
    Puerto Montt, con seis jueces, con competencia sobre las comunas de Puerto Montt y Cochamó.
    Puerto Varas, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Puerto Varas, Llanquihue, Frutillar y Fresia.
    Castro, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Castro, Chonchi, Dalcahue, Puqueldón y Queilén.
    Ancud, con dos jueces, con competencia sobre las comunas de Ancud y Quemchi, y que tendrá, para todos los efectos legales, la categoría de juzgado capital de provincia.

 Región de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo:

    Coihaique, con dos jueces, con competencia sobre las  comunas de Coihaique y Río Ibáñez.

Región de Magallanes:

    Punta Arenas, con cuatro jueces, con competencia sobre las comunas de la provincia de Magallanes.

Región Metropolitana.

En la ciudad de Puente Alto, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de la provincia de Cordillera.
En la ciudad de San Bernardo, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de San Bernardo y Calera de Tango.
En la ciudad de Peñaflor, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de Peñaflor y Padre Hurtado.
En la ciudad de Talagante, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de Talagante, El Monte e Isla de Maipo.
En la ciudad de  Melipilla, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de la provincia de Melipilla, con excepción de Curacaví.
En la ciudad de Buin, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de Buin y Paine.
en la ciudad de  Colina, un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de la provincia de Chacabuco.

En la ciudad de Santiago de Chile, hay Cuatro Juzgados de Familia, con competencia sobre las comunas de la Urbe, dentro del territorio jurisdiccional de Santiago,  
En la zona sur de la urbe, un Juzgado de Familia con competencia sobre las comunas de San Miguel, San Joaquín, La Granja, La Pintana, San Ramón, Pedro Aguirre Cerda, La Cisterna, El Bosque y Lo Espejo.
En la área Norponiente de la urbe, un juzgado de Familia, con doce jueces, con competencia sobre las comunas de Pudahuel, Quinta Normal, Cerro Navia y Lo Prado.

Región de los Ríos:

En la ciudad de  Valdivia, hay un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de Valdivia y Corral.

Región de Arica y Parinacota:

En la ciudad de Arica, hay un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de las provincias de Arica y Parinacota.

Región de Ñuble:

En la ciudad de  Chillán, hay un Juzgado de Familia, con competencia sobre las comunas de Chillán, Pinto, Coihueco  y Chillán Viejo.



Aldo Ahumada Chu Han



The Courtroom Sketches of Ida Libby Dengrove.

Family Court-Brooklyn


Brooklyn Family Court; 5/76

1976 portrait of a Judge William Rigley, who served on the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May


Two Youthful Offenders with Parents and Interpreter, Brooklyn Family Court, 5/76

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

Guard Getting Youthful Offender and Parent in Waiting Room, 5/76

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

1976 portrait of a Judge William Rigley, who served on the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

End of Day - Cigarette Butts and Graffiti, Brooklyn Family Court, 5-76

1976 portrait of a Judge William Rigley, who served on the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

Portrait of a courtroom security official in the Brooklyn Family Court.

Scene from the Brooklyn Family Court in 1976.

1976 scene from the Brooklyn Family Court.

Scene from the Brooklyn Family Court in 1976.

Date: 

1976 May

A policeman testifies in the Brooklyn Family Court.

Date: 

1976 May

A thirteen-year-old heroin addict appears in the Brooklyn Family Court

Date: 

1976 May




El Brooklyn Family Court (Tribunal de Familia de Brooklyn) es juzgado especializado del poder judicial del estado de Nueva York que se encarga de casos relacionados con niños y familias en distrito neoyorquino  de Brooklyn.

Brooklyn  es uno de los cinco distritos o boroughs que conforman la ciudad de Nueva York. Ubicado en el extremo oeste de la isla Long Island, fue una ciudad independiente hasta su incorporación en el conglomerado urbano de Nueva York en 1898.
El borough de Brooklyn concuerda con los límites del condado de Kings, el cual es, además, el más poblado del estado. El condado de Kings mantuvo su estatus como uno de los condados del estado de Nueva York hasta que Brooklyn se incorporó a Nueva York, lo cual fue tomado con consternación por algunos residentes de la época. Como ciudad independiente, Brooklyn fue contada entre las cuatro más pobladas de Estados Unidos.
A pesar de la unión con Nueva York, Brooklyn mantiene una fuerte identidad. La fusión fue llamada el "Gran error de 1898" por muchos periódicos de la época, y la frase todavía denota el orgullo de Brooklyn entre los residentes más antiguos de Brooklyn.
Ha sido llamada City of Trees (La ciudad de los árboles), City of Homes (La ciudad de las casas) o también City of Churches (La ciudad de las iglesias) en el siglo XIX, o incluso Borough of Homes and Churches (El distrito de casas e iglesias).
Como un intento promocional, la administración local ha colocado señales de tránsito a lo largo de las avenidas más transitadas en los límites de Brooklyn con expresiones asociadas a él, tales como: Fuhgeddaboudit (Forget about it: olvídalo), Oy vey (Oh dear: caramba) y How Sweet it is (Qué dulce es esto). Una señal identifica a Brooklyn como Home to Everyone From Everywhere (Hogar para cualquiera de cualquier lugar).

Población. 

19502,738,175+1.5%
19602,627,319−4.0%
19702,602,012−1.0%
19802,230,936−14.3%
19902,300,664+3.1%
20002,465,326+7.2%


Jueces de Tribunales de Familia recorren la Tierra de los Casos


Por Charlayne Hunter
21 de junio de 1974

Ocasionalmente, el proceso de digitalización introduce errores de transcripción u otros problemas; seguimos trabajando para mejorar estas versiones archivadas.
A las 8:30 de la mañana del sábado, las puertas del Tribunal de Familia, ubicado en el número 283 de la calle Adams, en el centro de Brooklyn, seguían cerradas. En la parte trasera, nueve jueces acababan de llegar para un día extra de trabajo, pero no estaban en el estrado.

En cambio, iban a la Avenida Pitkin y la Calle Amboy, a Park Slope y a Brownsville, para ver con sus propios ojos los barrios de tantas familias y niños con problemas que comparecen ante el tribunal. Los jueces esperaban que el recorrido les enseñara algo.

A lo largo de los años, el Tribunal de Familia ha sido frecuentemente criticado por su mala administración e insensibilidad, dos de los problemas que, según los observadores y los propios jueces, han dificultado la atención a las personas que acuden allí.

La visita, que incluyó centros de acogida en Brooklyn, fue una de las ideas presentadas por el juez Joseph R. Williams, nuevo juez administrativo adjunto de la División de Familia de la Ciudad de Nueva York. Williams es el responsable general de la administración del Tribunal de Familia en los cinco distritos.

El juez Williams, quien lleva cuatro años en el tribunal, dijo que consideraba importante realizar una gira de concientización para que los jueces pudieran conocer y evaluar las agencias que sirven al tribunal y comprender de dónde provienen estas personas con las que tratan y por qué tienen esas actitudes y esa beligerancia. Se planean visitas a los demás distritos para los jueces que no asistieron a esta.

Al final del primer recorrido, que duró casi ocho horas, los jueces coincidieron en que las calles, sin duda, tenían historias que contar y que habían aprendido de ellas. Algunas les resultaban familiares, dijeron, pero muchas eran reveladoras e inquietantes.

Cambios en los barrios

“Algunos jueces dicen conocer Brooklyn, pero hablan de una comunidad que conocieron hace diez años, cuando estaba dominada por europeos del este”, dijo el juez Williams, quien es negro. 
“Todo ese éxodo masivo dejó focos de pobreza judía superpuestos a la pobreza negra. Conozco la zona, e incluso en dos años y medio ha habido cambios enormes”. 
De los 39 jueces del Tribunal de Familia, 11 son negros y 3 hispanohablantes. Más de la mitad de las personas cuyos casos se llevan en el Tribunal de Familia pertenecen a minorías.

La primera parada del recorrido fue a pocas cuadras, en el Hogar de Niños San Vicente, en Boerum Place n.° 66. San Vicente es una agencia católica de cuidado infantil para jóvenes dependientes, abandonados y maltratados de entre 10 y 20 años.
El reverendo Robert N. Harris explicó que, como resultado de la reducción en los refugios para niños de la ciudad, la agencia se veía obligada a acoger a jóvenes “cuya historia y personalidad nos resultan muy desconocidas”.

Explicó que la Oficina de Bienestar Infantil de la ciudad solía acoger a todos los niños y realizar estudios de colocación. "Ahora los estudios no se completan de forma completa, ni con la misma rapidez ni con la misma frecuencia", dijo. "Es una situación completamente nueva porque los jóvenes que ingresan no reciben los servicios que necesitan de inmediato".

Los que se levantan tarde

Los jueces escucharon y cuando preguntaron si podían ver el dormitorio, el padre Harris sugirió que sería “incómodo”.

“¿Limpiando?” preguntó un juez.

—Siguen durmiendo —respondió el padre Harris—. Han estado despiertos hasta la 1:30 o las 2:00, así que no los obligamos a levantarse el sábado.

“¿La mayoría de ellos están trabajando en la escuela?”, preguntó el juez Williams.

“No, en la escuela, desde la universidad hasta la primaria”, respondió el padre Harris.

Luego, mientras el juez Williams apuraba al grupo hacia la puerta, el juez Phillip D. Roach se quedó atrás para obtener un informe sobre un joven al que, hace unos años, había clasificado como Persona con Necesidad de Supervisión. El joven, según le informaron al juez, era ahora el mejor jugador de deportes universitarios, había pasado de un programa de refuerzo vocacional a uno académico y planeaba ir a la universidad.

De camino a uno de los minibuses proporcionados para el recorrido por la Corporación de Restauración de Bedford Stuyvesant, de la cual el juez Williams es presidente, el juez Roach recibió una reprimenda bastante seria por retrasar a sus compañeros. Pero el juez Roach, uno de los dos negros del recorrido, permaneció impasible.

"Me alegro de haber venido", dijo en voz baja. "Me alegro mucho de haber venido".

"Es una tontería que no hagamos seguimiento a estos niños", dijo el juez William Berman. "Tendríamos mucha satisfacción".

"Una vez que construyamos algo de credibilidad", gritó el juez Williams desde la parte delantera del autobús, "podremos pedir algo de dinero para hacer algo".

Hogar grupal para 8 personas

En el Centro de Recepción Familiar ubicado en 441 Fourth Avenue en Park Slope, una de las varias instalaciones administradas por la Residencia de las Hermanas del Buen Pastor, la Hermana Mary Geraldine describió los servicios brindados, con un presupuesto de $280,000, a 280 familias de la comunidad.

Junto al centro se encuentra el Hogar de Grupo, una casa de piedra rojiza donde viven ocho niños de entre 9 y 17 años. La mayoría fueron derivados por el Tribunal de Familia.

“Intentamos mantenerlos cerca de su familia biológica”, dijo la hermana Geraldine. “Siguen asistiendo a la misma escuela, tienen los mismos amigos y pertenecen a la misma comunidad. No se les separa de nada que los ate.”

De vuelta en el autobús, la jueza Maxine Duberstein, una ex reportera que creció en Brooklyn, dijo que sentía que el uso de hogares grupales para niños en lugar de escuelas de capacitación era la respuesta.

"No podemos entender por qué envían a los niños a escuelas de formación cuando se necesita tan poco para hacer esto", dijo un juez, refiriéndose al hogar grupal limpio y brillantemente decorado que acababan de visitar.

"Estos jóvenes no votan", dijo el juez Williams con enojo. "Hay que concienciar a la Legislatura sobre los problemas".

De camino a Brownsville, los minibuses pasaron por la PS 67 en Schenectady Avenue y Eastern Parkway en Crown Heights.

“Ahí fue donde fui al jardín de infancia”, dijo el juez Duberstein.

La escena en Brownsville

Mientras los jueces recorrían las calles de Brownsville, se sorprendieron al ver una cabeza asomar por la ventana de un edificio que creían deshabitado e inhabitable. De vez en cuando, veían a uno o dos niños salir disparados de entre los escombros de los terrenos baldíos y desaparecer tras las estructuras abandonadas o tapiadas de un edificio. Frente a la escuela pública 156, el autobús se detuvo a esperar a alguien que se uniría al recorrido.

“Un chico de esta escuela vino y me contó cómo lo golpearon y cómo escaló una montaña para escapar”, dijo el juez Rigler, observando unos montículos de tierra irregulares en un terreno cercano. “No entendía a qué tipo de montaña se refería en Brownsville. Debe ser esta”.

A pocas cuadras de distancia, en la avenida Rockaway, el juez William Berman observó que incluso hace 50 años esta zona era un barrio marginal. «Aquí es donde solía pasar el rato», dijo.

"No se quedarían aquí ahora", dijo el juez Williams, y el juez Rigler respondió en voz baja: "Estuve en Alemania durante la guerra. Esto parece una guerra relámpago contra la pobreza".

Visita a Jennings Hall

En el Parque Betsy Head, alguien vio una piscina vacía. El juez Williams les informó que Model Cities había asignado más de un millón de dólares para renovar el parque, pero que el dinero no se había utilizado.

“No se pusieron de acuerdo sobre quién pagaría el salario de las dos personas del parque que se encargarían de cuidarlo durante los próximos cinco años”.

Después del almuerzo en las nuevas instalaciones de la Corporación de Restauración de Bedford‐Stuyvesant en 1368 Fulton Street, los jueces itinerantes se dirigieron a Jennings Hall, un refugio de la ciudad para niños abandonados y desatendidos.

Durante el trayecto, algunos jueces hablaron sobre algunas mejoras recientes en el funcionamiento del Tribunal de Familia, que atribuyen al juez Williams. Por ejemplo, ahora se celebran reuniones periódicas de todos los jueces. Además, el juez Williams ha creado comités para estudiar las áreas problemáticas del tribunal: libertad condicional, detención, salud mental, calendario de prácticas e incluso aspectos como la falta de ventiladores en la sala de espera del Tribunal del Bronx.

El autobús se detuvo frente al Jennings Hall, de seis pisos, en Bushwick Avenue. "Prefiero enviar a un niño a la cárcel que enviarlo al Jennings Hall".

Según varios de los jueces, los jóvenes de Jennings son mal recibidos por la comunidad y a veces por el personal; algunos jóvenes, dijo un juez, son encerrados fuera durante la noche si no están en casa a las 11.

Es un tema delicado que los jueces discuten con renuencia porque el refugio está bajo la jurisdicción del Comisionado de Servicios Sociales y los jueces dudan en infringirla.

Un joven se lanza contra el juez

Dentro de la sala, el personal al principio parecía nervioso, pero se relajó cuando el juez Williams explicó que el propósito de la visita no era encontrarles faltas.

Durante un recorrido por el piso del dormitorio, algunos de los jóvenes saludaron a los jueces que reconocieron, mientras que otros simplemente se quedaron mirando.

Mientras los visitantes se marchaban, un joven de 18 años se abalanzó sobre el juez Williams y lo abrazó con ambos brazos.

"Ese es un niño", dijo el juez Williams, dándole unas palmaditas suaves. Entonces, el joven se giró bruscamente y agarró al juez Holt Myer de la misma manera.

“Así es como empieza a pelear”, dijo una enfermera mientras soltaba al joven.

Un par de miembros del personal les dijeron a los jueces que Freddy tenía 18 años, pero una edad mental de aproximadamente dos años y medio. Salvo por sus visitas a la cafetería, dijeron que estaba confinado en la enfermería "por su propia protección", ya que solía arremeter contra otros jóvenes y miembros del personal.

“¿Por qué está aquí?” preguntó un juez.

"No lo sé", respondió un miembro del personal.

"Bueno, no sé cómo llegó aquí", dijo el juez Williams, "pero si está en prisión preventiva, creo que con más razón deberíamos empezar a analizar a fondo lo que estamos haciendo. Simplemente no hay motivo para esto".

Desde Jennings Hall, el recorrido regresó al Tribunal de Familia de Brooklyn. De regreso, los jueces, con aspecto cansado, no tenían mucho que decir, pero todos coincidieron con la sugerencia del juez Williams de que debían visitar lugares como Jennings Hall y St. Vincent's para observar en persona los problemas judiciales.




Hector Velez and Rafael Torres.



Hector Velez and Rafael Torres plead guilty to setting a fire in a Bronx apartment building, killing 7 people. They were 14 years old at the time of the crime. Judge Anita Florio presided over the trial.

Date: 

1978

John J. Janiec, attorney for Hector Velez; John A. Tartaglia, prosecutor; Darrell Paster, attorney for Rafael Torres

Date: 

1978 Nov

Date: 

1978 Nov

Hector Velez and Rafael Torres plead guilty to setting a fire in a Bronx apartment building, killing 7 people. They were 14 years old at the time of the crime.

Date: 

1978 Nov

Courtroom scene from arson trial of Hector Velez and Rafael Torres. Appearing in sketch: John J. Janiec, attorney for defendant Hector Velez; John A. Tartaglia, prosecutor; Darrell Paster, attorney for defendant Rafael Torres; Judge Anita Florio.

Date: 

1978


El 10 de noviembre de 1978, alrededor de las 4 de la mañana, Héctor Vélez y Rafael Torres se infiltraron en el sótano de una casa en el 998 de la avenida Intervale. Más tarde afirmarían que no tenían la intención de robar a los residentes, y ciertamente no tenían la intención de matarlos, pero Rafael había dejado su chaqueta abajo en una visita anterior a amigos en el edificio, y estaba demasiado oscuro para ver. Así que hicieron una antorcha con periódicos, miraron alrededor un rato y se fueron. No lograron apagar el fuego por completo. Al amanecer, seis personas habían muerto por inhalación de humo y, posteriormente, otra moriría de heridas graves.
Héctor y Rafael tenían catorce años.
Habrían sido los primeros delincuentes juveniles juzgados por incendio premeditado en un tribunal penal para adultos, según lo ordenado por una nueva ley estatal promulgada el otoño anterior. Pero el fiscal de distrito del Bronx aceptó la declaración de culpabilidad de los jóvenes por robo, citando dudas sobre si podría convencer al jurado de que la pareja prendió el fuego a propósito y con intención asesina.
Vélez y Torres recibieron una sentencia de hasta dos años en un centro de detención juvenil seguro.


Nota periodística. 

Oficial duda que los chicos provocaron un incendio fatal en el Bronx

11 de noviembre de 1978 

El oficial de policía, Donald Gregori del 41.º Precinto, también dijo que la investigación del incendio se había llevado a cabo con rapidez porque "teníamos información de la comunidad de que los chicos fueron vistos saliendo" de la casa de madera de dos familias en 998
Los sospechosos, identificados como Héctor Vélez, residente de la avenida Intervale n.° 936, y Rafael Torres, residente de la avenida Intervale n.° 941, aparentemente provocaron el incendio, según la policía, al no apagar completamente una antorcha encendida que habían hecho con periódicos para poder ver en el oscuro sótano del edificio. Sin embargo, las versiones de ayer sobre lo que habían estado haciendo allí en las horas previas al incendio de las 9:30 a. m. variaban.
Mario Merola, fiscal de distrito del Bronx, indicó que los jóvenes serían acusados ​​de robo, además de incendio provocado y varios cargos de asesinato. También afirmó que buscaría procesarlos como adultos, en lugar de hacerlo a través del sistema de Tribunales de Familia. Una ley recientemente promulgada ofrece esa opción en casos de ciertos delitos graves donde los sospechosos tengan entre 13 y 15 años.
Pero Milagros Colón, la media hermana de 19 años del joven Vélez, dijo que los chicos "no estaban allí para robar" el edificio, cuyos 13 residentes se creía que estaban durmiendo arriba mientras el humo y las llamas subían desde el sótano.
Entraron a buscar una chaqueta que Raffie dijo que había dejado allí”, dijo la señorita Colon, con las manos temblorosas mientras encendía un cigarrillo mientras esperaba en el Tribunal Penal del Bronx su lectura de cargos.
Añadió que los chicos eran amigos de algunas personas del edificio, la mayoría de las cuales eran familiares, y que el joven Torres había ido allí tras escaparse de casa "porque su madre lo golpeaba". Más tarde, dijo, regresó con Héctor a buscar una chaqueta que había dejado en el sótano.
“Encendieron los periódicos para encontrar la chaqueta”, dijo. “Pero creyeron haber apagado el fuego al irse” y regresaron más tarde para asegurarse. Pero para entonces ya era demasiado tarde, añadió, así que “se quedaron allí mirando el fuego, y no durmieron en toda la noche”.

El sospechoso tenía problemas mentales

La señorita Colon sostuvo que su madre llamó a la policía el jueves por la noche tras enterarse de que su hijo podría haber sido responsable del incendio, un aspecto de la historia que la policía no pudo confirmar de inmediato. También afirmó que Héctor tenía antecedentes de problemas mentales, había recibido tratamiento en los hospitales Bellevue y Lincoln y había estado en instituciones para niños con trastornos emocionales y retraso mental. Sin embargo, nunca antes había estado implicado en ningún delito grave, afirmó.
La hermana de Rafael, de 18 años, dijo que su hermano tampoco tenía antecedentes penales como juvenil.
En la lectura de cargos, a última hora de la tarde de ayer, el juez Julius Hertz del Tribunal Penal ordenó a ambos jóvenes permanecer bajo custodia del Departamento de Correccionales hasta el martes. De ser declarados culpables de asesinato, según el Sr. Merola, los jóvenes enfrentarían penas que van desde cinco años de prisión hasta cadena perpetua.
“Nadie entiende los problemas que tenemos aquí en el Bronx”, dijo el fiscal. “Los jueces no los aprecian, no se identifican. Ningún juez debería estar en el condado sin antes recorrer el sur del Bronx, donde tenemos 250,000 apartamentos vacíos. De lo contrario, todo es teoría, todo es facultad de derecho, y no comprenden el problema aquí”.
En el número 998 de la avenida Intervale, seis personas murieron a causa del humo y los gases tóxicos, y otras cuatro resultaron gravemente heridas. Los fallecidos —Josephine Rodríguez, de 50 años; Lydia Rodríguez, de 16; Michael Rodríguez, de 5; John Rodríguez, de 18; Kim Lucas, de 6; e Iris Johnson, de 15— serán enterrados el martes en el cementerio de San Raymond del Bronx. Los cuerpos se exhibirán a partir de las 8 p. m. de hoy en la Funeraria Francisco, ubicada en el número 2242 de la Primera Avenida.


Dos niños entre los seis muertos en un incendio en el sur del Bronx

Por Leslie Maitland
9 de noviembre de 1978

Seis personas, incluidos dos niños, murieron ayer temprano y otras siete resultaron heridas cuando las llamas envolvieron una casa de dos familias en el sur del Bronx.
Los muertos, cuyas edades oscilaban entre los 50 y los 60 años, murieron por el humo y los vapores antes de que el fuego alcanzara su apartamento del último piso del edificio de tres pisos ubicado en 998 Intervale Avenue, donde aparentemente todos estaban durmiendo cuando comenzó el incendio.

"¡Ayuda! ¡Sáquenme de aquí!", recordó un vecino, José Sanz, que gritó una víctima, Iris Johnson, antes de morir. "Me dio mucha pena", dijo. "Era amiga y solo tenía 15 años".

El apartamento era alquilado por Josephine Rodríguez, de 50 años, una de las víctimas. Se creía que todos los fallecidos eran familiares de la Sra. Rodríguez. Fueron identificados como Lydia Rodríguez, de 16 años; Kim Lucas, de 6 años; Michael Rodríguez, de 5 años; John Rodríguez, de 18 años, e Iris Johnson, de 15 años.
Louis Rodríguez, de 2 años, fue trasladado al Hospital Jacobi, donde se reportó en estado crítico. Edwin Johnson, de 8 años, y Carmelo Robles, de 30, se encontraban estables en el Hospital Lincoln. Josephine Rodríguez Jr., de 23 años, quien está embarazada, se reportó en estado crítico en el Hospital Jacobi.

El fuego pronto estará bajo control

John Mulligan, subcomisionado de bomberos, informó que se recibió una alarma a las 4:27 a. m. y que el incendio quedó controlado a las 4:54 a. m. Tres personas ya habían corrido a un lugar seguro, añadió, y los bomberos rescataron a cuatro utilizando escaleras para entrar al edificio por las ventanas de la planta superior.
"Parece que empezó en el trastero del sótano", dijo Mulligan, sugiriendo que podría haberse producido una combustión espontánea en una pila de alfombras y basura que había allí.
Un portavoz del Departamento de Bomberos dijo que había indicios de que la casa estaba siendo pintada y que podrían haberse encendido sustancias inflamables.
Sin embargo, en el lugar del incidente el jefe de bomberos Carmine Vaccariello dijo que no estaba tan seguro.

Aquí hay un incendio que comienza a las 4:30 de la mañana cuando la gente duerme en una habitación sin cables”, dijo mientras caminaba con cuidado sobre las ruinas empapadas del sótano del edificio. “No descarto que sea un incendio provocado ni nada parecido. Tenemos seis muertos y no queremos hacer juicios precipitados”.

Félix Rodríguez, el propietario del edificio, de 33 años y sin parentesco con Josephine Rodríguez, declaró que estaba dormido cuando comenzó el incendio. El Sr. Rodríguez, quien ocupaba el segundo de los dos apartamentos del edificio, explicó que el intenso calor y el denso humo en la escalera le impidieron intentar rescatar a sus inquilinos en el piso superior, y que salió corriendo.

“Pasé una eternidad gritando que había un incendio, pero nadie contestaba”, dijo. “Finalmente, un hombre se acercó a la ventana y dijo que no podía salir; el fuego ya había llegado hasta la puerta. Les dije que ataran mantas para que se agacharan y luego corrí a llamar a los bomberos. Parecía una eternidad antes de que vinieran”.

Mientras hablaba, rebuscaba con desesperación entre los restos carbonizados de su antigua casa, recogiendo una guitarra, un televisor y un diccionario de sinónimos de bolsillo que, de alguna manera, habían sobrevivido. Quería rescatar lo que pudiera, dijo, antes de que la multitud que se congregaba afuera pudiera correr por el edificio en busca de propiedades abandonadas.

Entonces, abandonando el esfuerzo, salió a la calle y se quedó mirando el edificio (sus ventanas sin cristales parecían mirarle oscuramente), como tantas otras ventanas de esa calle.
Bomberos buscan entre los restos calcinados del edificio ubicado en el 998 de la avenida Intervale, en el Bronx, la causa del incendio que se produjo la madrugada de ayer y que causó la muerte de seis personas. A la derecha, el cuerpo de una de las víctimas es trasladado a una ambulancia.


The New York Times/Neal Boenzl

Nota: Anita R. Florio

La jueza Anita R. Florio se graduó en el Manhattanville College en 1958 y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham en 1963, el mismo año en que fue admitida en el colegio de abogados. Posteriormente, obtuvo una maestría en Derecho (LL.M.) en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York en 1966. Florio ejerció la abogacía privada desde octubre de 1963 hasta febrero de 1969, cuando se convirtió en fiscal adjunta del condado del Bronx. Posteriormente, se desempeñó como abogada administrativa en la Oficina de Procedimientos Legales de la Oficina de Infracciones de Estacionamiento de la Ciudad de Nueva York (1970-1972) y como secretaria legal del juez Joseph P. Sullivan de la Corte Suprema del condado del Bronx (1972-1974). Florio fue nombrada subsecretaria de Estado y asesora legal del secretario de Estado de Nueva York, Mario Cuomo, en abril de 1975.

En diciembre de 1977, fue nombrada Jueza del Tribunal Penal de la Ciudad de Nueva York por el alcalde Abraham Beame. Ocupó este cargo hasta enero de 1981, cuando fue ascendida a Jueza Interina del Tribunal Supremo del Condado del Bronx. En 1983, la Jueza Florio fue elegida para un mandato de catorce años como Jueza del Tribunal Supremo por el Duodécimo Distrito Judicial, y fue reelegida en 1997. Fue designada para la División de Apelaciones, Segundo Departamento, por el Gobernador Mario Cuomo en enero de 1994. La Jueza Florio se jubiló en 2012 tras 35 años en el cargo.



Baby M Custody Case.

Surrogate Mother Mary Beth Whitehead Decides Not to Give Up Baby in Controversial Reproductive Technology Case
Baby M; WNBC-TV 1986

In the Matter of Baby M, 525 A.2d 1128 (N.J. Super. Ct. Ch. Div. 1987)

Scene from the Baby M custody battle. William and Dr. Elizabeth Stern appear in foreground, while Richard and Mary Beth Whitehead appear in background.

Date: 

1987


Scene from the "Baby M" custody trial. Mary Beth Whitehead appears in the foreground, while William and Dr. Elizabeth Stern appear in background.

Date: 

1986

Portrait of an attorney during the Baby M custody battle.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Scene from the Baby M custody battle. William and Dr. Elizabeth Stern appear on left, while Mary Beth and Richard Whiteheads appear on right.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Portrait of William and Dr. Elizabeth Stern during the Baby M custody battle.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Dr. Elizabeth and William Stern appear before Judge Harvey R. Sorkow during the "Baby M" custody battle.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Portrait of Mary Beth Whitehead.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Richard Whitehead speaks with attorney during "Baby M" custody trial.

Date: 

circa. 1986 to circa. 1987

Portrait of Judge Harvey R. Sorkow during the "Baby M" custody trial.

Date: 

1987



Fue a principios de la década de 1980 y los Dres. William y Elizabeth Stern querían tener hijos. Apenas eran de mediana edad, pero Elizabeth tenía esclerosis múltiple y temía complicaciones de un embarazo. Los Stern encontraron a Mary Beth Whitehead, una joven de 29 años de Nueva Jersey, a través de una agencia sustituta de Manhattan. Whitehead acordó pagar una tarifa de $ 10,000 para tener el hijo del Sr. Stern mediante inseminación y ceder sus derechos de paternidad. El 27 de marzo de 1986, Whitehead dio a luz a una niña. Una semana después, Mary Beth rogó a los Stern que le devolvieran el niño. Los Stern accedieron a una visita temporal, pero Whitehead no devolvería al bebé hasta que lo obligaran los agentes de policía.

Nueva Jersey no tenía leyes que regulen los acuerdos de subrogación. Tampoco lo hizo ningún otro estado. El juez Harvey Sorkow definió el asunto como un caso básico de custodia, con el mejor interés de la niña, conocida en los documentos judiciales como Baby M, gobernando su decisión. Durante los procedimientos fortuitos, el abogado de los Stern proporcionó una llamada telefónica grabada que Whitehead hizo a la oficina de William Stern mientras tenía posesión del bebé, en la que dijo: 
"Le di su vida, puedo quitarle la vida". 

El 1 de abril de 1987, Sorkow otorgó la custodia a los Stern y puso fin a los derechos de Whitehead como madre del bebé. En febrero siguiente, la Corte Suprema de Nueva Jersey revocó el veredicto de Sorkow. Whitehead obtuvo derechos de visita, pero los Stern mantuvieron la custodia.

Hasta el día de hoy, no existe una regulación nacional de los acuerdos de subrogación y ocho estados operan sin un estatuto.




Antecedentes.

El Acuerdo:

William Stern contrató a Mary Beth Whitehead como gestante tradicional. Fue inseminada artificialmente con el esperma de Stern, y el contrato estipulaba que llevaría a término el embarazo, renunciaría a sus derechos parentales por una tarifa de 10.000 dólares y permitiría que la esposa de Stern, Elizabeth, lo adoptara.

Nacimiento y conflicto:

Mary Beth Whitehead dio a luz a una hija, Baby M, en marzo de 1986. En 24 horas, transfirió la custodia a los Stern, pero pronto exigió la devolución del bebé, incluso amenazando con suicidarse.

Secuestro y acción legal:

Whitehead y su esposo huyeron con la bebé M, lo que dio lugar a una búsqueda de 87 días y a la posterior devolución de la niña mediante una orden judicial. Los Stern demandaron para hacer cumplir el contrato de gestación subrogada, iniciando así este caso histórico.

Sentencias judiciales

Tribunal de primera instancia:

Un juez del Tribunal Superior de Nueva Jersey confirmó el contrato de gestación subrogada, puso fin a los derechos parentales de Whitehead y otorgó la custodia a los Stern. 

Corte Suprema de Nueva Jersey:

El tribunal de apelaciones revocó la decisión, declarando que el contrato de gestación subrogada era inválido e ilegal por constituir una violación del orden público. 
Restauraron los derechos parentales y de visita a Mary Beth Whitehead. 
Sin embargo, todavía le otorgaron la custodia principal a los Stern, determinando que era lo mejor para Baby M. 

Significado

Legalidad de la gestación subrogada:

El caso fue el primer fallo de un tribunal estadounidense sobre la validez de los acuerdos de gestación subrogada. 

Impacto:

La decisión prohibió la gestación subrogada remunerada en Nueva Jersey e influyó en muchos otros estados para que hicieran lo mismo, poniendo de relieve las preocupaciones éticas y sociales que rodean la mercantilización de la reproducción humana. 



El caso Baby M (27 de marzo de 1986) fue el seudónimo utilizado en el proceso judicial para el bebé cuya paternidad legal estaba en disputa, en el contexto de un acuerdo de maternidad subrogada.

El caso Baby M fue el primer caso de custodia en Estados Unidos en el que un tribunal cedió la custodia a la pareja contratante en lugar de la madre biológica tras un acuerdo de maternidad subrogada tradicional. William Stern y Elizabeth Sthern firmaron un acuerdo de subrogación con Mary Beth Whitehead, a quien encontraron a través de un anuncio en un periódico. Según el acuerdo, Mary Beth Whitehead sería inseminada con el esperma de William Stern, quedaría embarazada y tras dar a luz renunciaría a sus derechos maternales en favor de Elizabeth Stern. Sin embargo, tras el nacimiento Mary Beth se arrepintió y decidió quedarse con su hija. William y Elizabeth Stern denunciaron a Mary Beth para ser reconocidos como los padres legales de la niña.
El tribunal de Nueva Jersey dictaminó que el acuerdo de subrogación era nulo, reconoció a Mary Beth Whitehead como la madre legal de la niña y ordenó que el Tribunal de la Familia determinase si la madre Whitehead o el padre Stern, debía tener la custodia legal de la niña, usando el análisis convencional del mejor interés del niño. El tribunal concedió la custodia a Stern y derechos de visita a Whitehead.
Al nacer, Mary Beth Whitehead llamó a Baby M Sara Elizabeth Whitehead. Fue rebautizada como Melissa Elizabeth Stern, tras la decisión sobre la custodia legal.

Detalles

En marzo de 1984, Mary Beth Whitehead respondió a un anuncio del Centro de Infertilidad de Nueva York publicado en el Asbury Park Press buscando mujeres dispuestas a ayudar a parejas infértiles a tener niños. Mary Beth era una mujer sin estudios que se casó con Richard Whitehead, un basurero, con quien tuvo dos hijos.
Elizabeth Stern tenía esclerosis múltiple y estaba preocupada por las implicaciones de salud que podía tener el embarazo, incluyendo parálisis temporal.
William Stern y Mary Beth Whitehead firmó un acuerdo de subrogación según el cual Mary Beth sería inseminada con el esperma de William, quedaría embarazada y tras dar a luz renunciaría a sus derechos maternales en favor de la mujer de William, Elizabeth. Según la prensa, los Stern hicieron la elección mirando su foto.
El 27 de marzo de 1986, Mary Beth dio a luz a una hija, a quien bautizó como Sara Elizabeth Whitehead. Tres días más tarde, Mary Beth entregó el bebé a William y Elizabeth, quienes rebautizaron como Melissa Elizabeth Stern. Durante las 24 horas posteriores a transferir la custodia física a los Stern, Mary Beth fue a ellos y pidió que le devolvieran su hija, presuntamente amenazando con suicidiarse. Mary Beth abandonó Nueva Jersey llevándose a su hija con ella. Los Stern la denunciaron y la justicia congeló las cuentas bancarias de la familia Whitehead e hizo que se emitiese una orden de detención contra Mary Beth.
El 31 de marzo de 1987, el juez Harvey . Sorkow de la Corte Superior de Nueva Jersey validó el contrato de subrogación y concedió la custodia a los Stern bajo un análisis del mejor interés del niño.
El 3 de febrero de 1988, la Corte Suprema de Nueva Jersey presidida por Robert Wilentz, declaró nulos los contratos de subrogación y remitió el caso al Tribunal de la Familia. El Tribunal de la Familia concedió la custodia a los Stern y derechos de visita a Whitehead.

Importancia legal.

El caso atrajo mucha atención ya que evidenció que las posibilidades de reproducción asistida con terceros suscitan nuevas preguntas legales y sociales sobre el significado de la paternidad y la posibilidad de contratar terceros para cuestiones de embarazo y parto.
Entre otros puntos de controversia, las feministas debaten si los derechos básicos de las mujeres para hacer decisiones sobre su propio cuerpo implican la capacidad de renunciar por contrato a sus derechos de maternidad, o si reconocer dicho derecho conlleva altos riesgos de explotación.
La decisión del tribunal de Nueva Jersey de que ningún contrato puede alterar la posición legal de una mujer que pare un hijo parecía resolver la cuestión del estado de los contratos de subrogación en Estados Unidos, al menos hasta que los avances tecnológicos permitiesen la subrogación gestacional, en la que una mujer gesta y pare un hijo con el que no tiene ninguna relación genética, reabrieron el debate en muchas jurisdicciones.
Al menos en Nueva Jersey, la sentencia del caso Baby M sigue siendo precedente legal. En 2009, la Corte Superior de Nueva Jersey decidió que la sentencia del caso Baby M se aplica a la subrogación gestacional igual que a la subrogación tradicional. En el caso A.G.R. contra D.R.H. y S.H., los padres intencionales, una pareja hombres homosexuales, utilizaron los óvulos de una donante anónima y el esperma de uno de los maridos. La hermana del otro marido gestó el bebé y lo entregó a su hermano y su marido. Sin embargo, un año después reclamó sus derechos como madre. El juez Francis Schultz se apoyó en el precedente el caso Baby M para reconocer a la madre gestacional como la madre legal del niño. Más tarde, en 2011, otra sentencia otorgó la al padre.

Consecuencias

Tras alcanzar la mayoría de edad en marzo de 2004, Melissa Stern renunció a la maternidad de Mary Beth y formalizó la maternidad de Elizabeth mediante un proceso de adopción. Mary Beth se divorció y se casó con Dean Gould, con quien tuvo otros dos hijos.
La madre biológica, Mary Beth Whitehead, escribió un libro sobre su experiencia en 1989.

En la cultura popular

La cadena ABC realizó una miniserie titulada Baby M que se emitió en mayo de 1988. La miniserie fue protagonizada por JoBeth Williams como Mary Beth Whitehead, John Shea como William Stern, Bruce Weitz como el marido de Mary Beth, Robin Strasser como Elizabeth Sterb y Dabney Coleman como Gary Skoloff. La miniserie recibió siete nominaciones Emmy incluyendo la de Miniserie Excepcional, el cual no ganó.
En 1989, Mary Beth Whitehead publicó su libro sobre sus experiencias «Historia de una madre, la verdad sobre el caso Baby M» (en inglés: A Mother's Story: The Truth About the Baby M Case).




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