Franja Yungay.
La mayoría de las personas que viven en la Franja Yungay no logran circunscribir un territorio con nombre y límites específicos; prefieren referirse a hitos demarcatorios que les permiten diferenciarse del resto de la comuna y constituyen puntos de referencia conocidos, lo cual facilita su ubicación para quienes viven en sectores alejados de la Franja. Un gran referente en este sentido es el Parque Quinta Normal y secundariamente el Santuario de Lourdes. También reconocen algunos ejes viales como demarcatorios; Matucana, San Pablo, Santo Domingo, Martínez de Rozas, Villasana, aunque en la mayoría de los casos no está claro hasta dónde llega aquello que ellos denominan “su” barrio. Se puede observar que la delimitación de éste se vincula a las calles donde transitan cotidianamente. Por su parte, los límites socioculturales se relacionan con la identificación del sector como un “barrio” y no como una “población”; la caracterización de ciertos elementos urbanísticos, como el tipo de construcción, la amplitud de los sitios y la antigüedad de los habitantes, les permite diferenciarse del concepto de “población”. Cabe señalar que la Franja Yungay antiguamente pertenecía a la comuna de Santiago y en la década de los ´90 del siglo pasado fue traspasada a la comuna de Quinta Normal. Al respecto, no existe claridad sobre si este evento repercutió en la forma de representar los límites correspondientes al barrio al que pertenecen. El traspaso es vivenciado por sus habitantes como una pérdida de beneficios al incorporarse a una Municipalidad de menores recursos que la original, Santiago. Esta memoria tiene un claro tono de rechazo, y da cuenta de una sensación de “pérdida de categoría” del barrio. Historia Los habitantes más antiguos de la Franja Yungay son capaces de referir algunos hechos de su historia. Estos atañen principalmente a elementos que antiguamente funcionaban en el barrio y que actualmente no. Entre ellos, la Fábrica Chiteco, la Estación de trenes Yungay y el tranvía que circulaba por San Pablo. En el relato histórico de los residentes jóvenes y adultos se observa la transmisión oral de estos hechos por parte de sus familiares de más edad, quienes residen en el sector desde larga data. La mayoría de los habitantes hacen alusión a que el barrio antiguamente era mejor y más bonito, en el sentido de que el funcionamiento por ejemplo de los trenes permitía que la Franja “tuviera más vida”. Tanto la Estación Yungay como la Fábrica Chiteco son referentes históricos más que símbolos representativos del territorio, ya que no tienen un vínculo emocional fuerte que les otorgue tal status. Dentro de las transformaciones acontecidas sobresale el cambio de perfil del barrio, desde uno residencial a otro comercial o mixto, ya que si bien antes existían fábricas, al parecer eran grandes pero pocas a diferencia de lo que actualmente hay. Hoy en el sector se reconocen fábricas grandes hacia el lado norte de Mapocho, pero hacia el lado sur de esta calle (sector que es principalmente delimitado por las personas como su barrio) se observan galpones e industrias más pequeñas, cuya instalación en la memoria de las personas se vincula mayoritariamente con el traspaso comunal. Se puede señalar que entre los habitantes del sector existe el deseo de volver a ser un barrio residencial más poblado, con más movimiento y sin la presencia de bodegas. En la actualidad muchas bodegas y antiguas fabricas se están construyendo edificios habitacionales, modernizándose el barrio. Una de las características principales del sector es la tranquilidad, la cual se basaría en los bajos índices de delincuencia. Asociada a la seguridad existe una característica positiva del barrio: la familiaridad. Existe confianza en los vecinos, pues se afirma que todos se conocen, ya que la mayoría son residentes de muchos años. Por otro lado, el aspecto negativo que caracteriza al sector es la presencia de bodegas y fábricas, ya que producirían acumulación de desperdicios, contaminación acústica y daños en las veredas, entre otros. Respecto de la Junta de Vecinos de la Franja Yungay, la mayoría desconoce su existencia y sí la han escuchado nombrar saben poco acerca de su funcionamiento y quiénes son lo quienes son dirigentes vecinales. Por esto mismo, se observa un conocimiento muy impreciso de las actividades de la Unidad Vecinal, de los procedimientos de participación en ella, cómo y cuándo son elegidos sus dirigentes. Todo esto puede estar relacionado con la inexistencia de un espacio físico que funcione como sede donde se pueda congregar a los residentes para efectuar diversas actividades. Con relación a la directiva y funcionamiento de la Junta Vecinal, se puede señalar que sólo existe en lo formal, ya que en la práctica no se reúnen como directiva y no organizan actividades. Basílica de Lourdes. Una institución significativa para el sector es la Basílica de Lourdes. Esta Iglesia está muy presente en la comunidad y opera como un importante punto de encuentro y de participación para las personas católicas. Se llega a identificar a la Iglesia como un actor con más relevancia que la Municipalidad, sin embargo en el imaginario social no alcanza el nivel de símbolo. En la Franja Yungay sus residentes no reconocen la existencia de un espacio público de encuentro, si bien colindante a ella se ubica uno de los parque más grandes de Santiago, la Quinta Normal, ella no es percibida como un lugar donde la gente del barrio se reúna, sólo algunos la ocupan como lugar recreativo. La Línea 7 del metro. La Línea 7 será una nueva línea que formará parte del Metro de Santiago y contará con una extensión aproximada de 25 kilómetros, conectando las comunas de Renca por el norponiente, y Vitacura por el nororiente de la capital chilena. En la franja Yungay, se construirá dos estaciones: Walker Martínez, en la Avenida Mapocho con Mendoza y Avenida Joaquín Walker Martínez, y la estación Intermodal Matucana, ubicada en Avenida Mapocho, con Av. Matucana, esta estación de trasferencia con el Tren Santiago-Batuco. Esto trasformara este barrio como era la antigua estación de trenes de Yungay de trenes, un lugar de comunicaciones de ciudad de Santiago. |
2.- Población Simón Bolívar Existe un conocimiento relativamente claro de los límites de la población. Desde el punto de vista sociocultural, existe una fuerte diferenciación del territorio en cuanto "población", como ente con una identidad dada principalmente por las características de la convivencia y por el tipo de vivienda, además de la historia común. Al interior de la población se produce una distinción entre dos sectores; el más antigüo y el nuevo, lo que rompe el discurso homogeneizador presente con frecuencia en la conversación de los vecinos. Asimismo, existe una distinción en el nombre asociado a la Población Simón Bolívar, Población Simón Bolívar 1 y Simón Bolívar 2 o Ampliación. Este último, tiende a caer en desuso y con predominio claro de la identidad como "Población Simón Bolívar" o "la Simón Bolívar" a secas. Sin embargo, para efectos de distinguir ambos sectores se denominará al territorio más nuevo como Simón Bolívar 2 o Ampliación. En la Población Simón Bolívar 1, existe consenso en que la mayoría de los habitantes fundadores eran trabajadores de una fábrica textil, por lo que tenían un origen en común. Según algunos, existe el "mito" desmentido de que al comienzo la población era una toma, pero no todos se hacen cargo de esta versión. Asimismo, los pobladores de la Simón Bolívar 2 tenían un mismo origen, ya que llegaron a ésta mediante un proceso violento, fueron expropiados de sus antiguas viviendas y trasladados a esta población. Con relación a los cambios acontecidos, en ambos territorios se recuerda con especial afecto los avances logrados por la propia organización de los vecinos, como es la pavimentación de las calles y la ampliación de sus casas. Asimismo, se añoran diversas actividades que realizaban en distintas fechas y que también eran producto de la propia coordinación de los pobladores. La tranquilidad es una característica definida por los habitantes de la Población Simón Bolívar (asociada a la antigüedad de las familias que habitan en la población) a pesar de su pasado violento, político y delictual. Respecto a la Junta Vecinal, los habitantes de la Población Simón Bolívar 1 poseen una mayor identidad con la Junta de Vecinos Nº 9 que los pobladores de la Ampliación. Existe cierta disputa entre los vecinos que se quejan de lo poco cercanas que son estas organizaciones a la gente y a la poca efectividad de su trabajo y los miembros de éstas que reclaman acerca de la escasa iniciativa que hay para participar. Además se observa que los canales informativos que emplea este organismo son ineficientes, ya que la información no llega a sus destinatarios. En relación a este tema, desde la Ampliación no se critica directamente el funcionamiento de la Junta de Vecinos, pero sí se señala su lejanía como causa de la falta de información acerca de actividades y que tiene a su cargo mucha población. Adicionalmente, se reconoce la existencia de dificultades relacionadas con los horarios de atención. En este sentido, la Junta de Vecinos se ha transformado en una instancia meramente administrativa reduciendo su rol a la entrega de papeles de residencia. Como respuesta al abandono de la Junta de Vecinos Nº 9, como iniciativa futura y probable hito para la participación, está el crear una nueva Junta de Vecinos, la Nº 9 A, con lo cual se visualiza una posibilidad de cambio y mejoramiento de los problemas de la población. En general, a nivel de la Ampliación se hace una positiva evaluación de la participación vecinal. Con respecto a los espacios de encuentro, si bien explícitamente hay un consenso de la falta de estos, en la Población Simón Bolívar 1 la plaza actualmente puede concebirse como tal, ya que fue refaccionada cuando construyo la estación de metro Gruta de Lourdes.. En tanto en la Población Simón Bolívar 2, por la manera de convivir que se da en esta estructura física, el espacio de encuentro que se observa es la calle, específicamente la Calle 3, aunque no es reconocido por todos. Existe el proyecto de construir una plaza en su territorio en un sitio eriazo denominado "El Bajo". En general en la Población Simón Bolívar no existen elementos simbólicos que sus habitantes reconozcan explícitamente. Sin embargo, se puede observar que para los residentes de la Población Simón Bolívar 2, la Calle 3 se constituye como un elemento simbólico, ya que en el discurso de ellos se aprecia un vínculo emocional fuerte con esta calle. |