Paula Flores Vargas; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig;
|
Francia Carolina Vera Valdes |
ana karina gonzalez huenchuñir |
ana karina gonzalez huenchuñir |
ana karina gonzalez huenchuñir |
Antiguo palacio del congreso nacional ana karina gonzalez huenchuñir |
La Plaza Montt Varas, también denominada Plaza de la Justicia, se encuentra ubicada en el centro de la comuna y ciudad de Santiago, la capital de Chile, en la calle Compañía, entre Morandé y Bandera. Ocupa el frontis norte del Palacio de los Tribunales de Justicia, y está rodeado también del edificio del ex Congreso Nacional, el Museo Chileno de Arte Precolombino y el ex Palacio Larraín Zañartu.
Recibe su nombre del monumento a Manuel Montt y a Antonio Varas, ubicado al centro de la plaza, que fue diseñado por Ernesto Biondi y realizado por Alessandro Nelli en Roma en 1904.
Antiguo palacio del congreso nacional ana karina gonzalez huenchuñir |
Antiguo palacio de justicia de Santiago, actual museo precolombino ana karina gonzalez huenchuñir |
Historia
Cuando llegaron los jesuitas a Chile y a la ciudad de Santiago (12 de marzo de 1593), si bien tuvieron dependencias en distintas y varias partes de la capital, su edificación más importante —la iglesia— fue la que construyeron en la esquina suroriente de la manzana en que ahora está la antigua sede del Congreso Nacional. Y como la puerta principal del recinto daba hacia el sur, la calle contigua pasó a llamarse “de la Compañía”, hasta el día de hoy.
Tal cual ocurrió con cada iglesia levantada en la ciudad, en el frontis de la de los seguidores de Ignacio de Loyola se dejó un espacio vacío a modo de pequeña plaza, que fue conocida como “Plazuela de la Compañía”, y que en este caso cruzaba la calle, como se advierte en el plano que confeccionó el ingeniero francés Amadeo Frezier en 1712.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados de todos los territorios españoles (y de América y de Chile, por cierto) y su santiaguina iglesia pasó a ser administrada por el obispado de Santiago. A su regreso, y varios años después de la independencia nacional, construyeron un nuevo recinto al sur de la entonces Alameda de las Delicias. Y la antigua Plazuela de la Compañía cambió de nombre (Plaza de O’Higgins) y de uso.
Pasados los años, el histórico teatro fue demolido, igual que el edificio del Consulado de Comercio. Y los restos de la iglesia de la Compañía fueron derribados tras el incendio que la afectó en diciembre de 1863. En 1905 comenzaron a edificar el actual Palacio de los Tribunales y la anterior plazuela fue alargada hacia el poniente hasta la calle Morandé; y dispusieron una estatua que recuerda a Manuel Montt y a Antonio Varas, cuyos apellidos también dieron nombre a la actual plaza.
En efecto. Según nos cuenta en su “Recuerdos del pasado” el fecundo Vicente Pérez Rosales, fue su protector Domingo Arteaga, que oficiaba también de edecán de Bernardo O’Higgins, el responsable de erigir en el siglo XIX el “primer teatro chileno, fundado el año 18 en la calle de las Ramadas, trasladado el 19 a la de la Catedral, y colocado de firme el año 20 en la antigua plazuela de la Compañía”.
Al ser ubicado frente a la iglesia de los jesuitas, el teatro de Arteaga quedó al lado norte de la antigua sede del Real Consulado (que corresponde hoy al ala oriente del actual edificio de los tribunales), en cuyos salones se realizó la sesión del Cabildo Abierto de 1810 y donde abdicó Bernardo O’Higgins a su cargo de Director Supremo, en 1823.
El primer teatro “de firme” de Santiago fue construido entonces en el espacio que ahora es objeto de una gran remodelación. Y no solo eso, pues la fecha de la inauguración fue todo un acontecimiento: 20 de agosto de 1820, mismo día en que don Bernardo celebraba su cumpleaños número 42, en que zarpaba desde Valparaíso la expedición libertadora al Perú, y en que se estrenaba la primera Canción Nacional (con versos de Vera y Pintado y música de Manuel Robles) en el “teatro de Arteaga”.
Pasados los años, el histórico teatro fue demolido, igual que el edificio del Consulado. Y los restos de la iglesia de la Compañía fueron derribados tras el incendio que la afectó en diciembre de 1863. En 1905 comenzaron a edificar el actual Palacio de los Tribunales y la anterior plazuela fue alargada hacia el poniente hasta la calle Morandé; y dispusieron una estatua que recuerda a Manuel Montt y a Antonio Varas, cuyos apellidos también dieron nombre a la actual plaza.
El diseño de la plaza se estructura en base a un eje central de piletas de agua que reconocen y jerarquizan el único elemento vertical de importancia dentro de la plaza: el monumento a Manuel Montt y Antonio Varas, ubicado frente al eje de simetría del Ex Congreso Nacional. Las entradas a los estacionamientos subterráneos son tratadas mediante la incorporación de elementos vegetales que las esconden y las hacen parte de una imagen que conjuga con los jardines frente al edificio de Tribunales. Otro gesto vegetal se diseña frente a los jardines del Ex Congreso Nacional, de manera de prolongar su influencia fuera de sus límites prediales.
Cuando llegaron los jesuitas a Chile y a la ciudad de Santiago (12 de marzo de 1593), si bien tuvieron dependencias en distintas y varias partes de la capital, su edificación más importante —la iglesia— fue la que construyeron en la esquina suroriente de la manzana en que ahora está la antigua sede del Congreso Nacional. Y como la puerta principal del recinto daba hacia el sur, la calle contigua pasó a llamarse “de la Compañía”, hasta el día de hoy.
Tal cual ocurrió con cada iglesia levantada en la ciudad, en el frontis de la de los seguidores de Ignacio de Loyola se dejó un espacio vacío a modo de pequeña plaza, que fue conocida como “Plazuela de la Compañía”, y que en este caso cruzaba la calle, como se advierte en el plano que confeccionó el ingeniero francés Amadeo Frezier en 1712.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados de todos los territorios españoles (y de América y de Chile, por cierto) y su santiaguina iglesia pasó a ser administrada por el obispado de Santiago. A su regreso, y varios años después de la independencia nacional, construyeron un nuevo recinto al sur de la entonces Alameda de las Delicias. Y la antigua Plazuela de la Compañía cambió de nombre (Plaza de O’Higgins) y de uso.
Pasados los años, el histórico teatro fue demolido, igual que el edificio del Consulado de Comercio. Y los restos de la iglesia de la Compañía fueron derribados tras el incendio que la afectó en diciembre de 1863. En 1905 comenzaron a edificar el actual Palacio de los Tribunales y la anterior plazuela fue alargada hacia el poniente hasta la calle Morandé; y dispusieron una estatua que recuerda a Manuel Montt y a Antonio Varas, cuyos apellidos también dieron nombre a la actual plaza.
En efecto. Según nos cuenta en su “Recuerdos del pasado” el fecundo Vicente Pérez Rosales, fue su protector Domingo Arteaga, que oficiaba también de edecán de Bernardo O’Higgins, el responsable de erigir en el siglo XIX el “primer teatro chileno, fundado el año 18 en la calle de las Ramadas, trasladado el 19 a la de la Catedral, y colocado de firme el año 20 en la antigua plazuela de la Compañía”.
Al ser ubicado frente a la iglesia de los jesuitas, el teatro de Arteaga quedó al lado norte de la antigua sede del Real Consulado (que corresponde hoy al ala oriente del actual edificio de los tribunales), en cuyos salones se realizó la sesión del Cabildo Abierto de 1810 y donde abdicó Bernardo O’Higgins a su cargo de Director Supremo, en 1823.
Antiguo palacio de justicia de Santiago ana karina gonzalez huenchuñir |
Pasados los años, el histórico teatro fue demolido, igual que el edificio del Consulado. Y los restos de la iglesia de la Compañía fueron derribados tras el incendio que la afectó en diciembre de 1863. En 1905 comenzaron a edificar el actual Palacio de los Tribunales y la anterior plazuela fue alargada hacia el poniente hasta la calle Morandé; y dispusieron una estatua que recuerda a Manuel Montt y a Antonio Varas, cuyos apellidos también dieron nombre a la actual plaza.
planos de plaza montt Varas ana karina gonzalez huenchuñir |
ana karina gonzalez huenchuñir |
Para ello se optó por una simpleza en el diseño horizontal, mediante sutiles cambios de pavimentos pétreos, que demarcaran zonas importantes pero que no entraran en conflicto con la arquitectura existente. Se plantea un diseño unitario para todo el vacío, lo que unifica el espacio y lo convierte en un remanso dentro de la vorágine del transitar por el centro de Santiago, un remanso espacial que permite detenernos a contemplar los edificios patrimoniales.
plaza de justicia ana karina gonzalez huenchuñir |
plaza de justicia ana karina gonzalez huenchuñir |
plaza de justicia ana karina gonzalez huenchuñir |
Algunos de los acontecimientos narrados más arriba, sin duda trascendentes en la vida republicana y cultural del país, llevó en 1944 a instalar en las paredes exteriores del edificio de los Tribunales una placa recordatoria de esos eventos… aunque evocaba hechos que dividieron al país, como fue la renuncia de Bernardo O’Higgins.
El Palacio de la Real Aduana de Santiago.
El Palacio de la Real Aduana (Palacio de la Real Casa de Aduanas o Palacio de la Aduana), posteriormente conocido como Palacio Viejo de los Tribunales (o Palacio de los Tribunales Viejos), es un edificio construido entre 1805 y 1807, ubicado en Santiago de Chile, en la calle Bandera con Compañía. En 1969 fue declarado "Monumento Histórico de Chile". Desde 1981 alberga al Museo Chileno de Arte Precolombino. Historia El solar donde está emplazado el palacio, fue concedido en 1555 al primer corregidor de Santiago, Juan de Cuevas, quien instala aquí su casa habitación. En 1635, en el mismo solar, se construyó el Colegio Convictorio de San Francisco Javier (posteriormente, Convictorio Carolino de Nobles) de la Compañía de Jesús. A inicios del siglo XIX, el gobernador de Chile, Luis Muñoz de Guzmán, dispuso que en el mismo lugar se levantara el Palacio de la Real Aduana de Santiago. Su edificación fue encomendada al ingeniero militar José María de Atero, quien lo construyó ente 1805 y 1807, sobre la base de planos elaborados por Joaquín Toesca. Tras la independencia nacional, el inmueble fue ocupado por la Biblioteca Nacional de Chile y, a partir de 1845 albergó a los tribunales de justicia de Santiago –la Corte Suprema se mantuvo allí hasta 1915– hasta 1968, año en el cual un gran incendio destruyó sus dependencias. De allí deriva el nombre de "Tribunales Viejos". En los años 1980, el edificio fue reconstruido y restaurado, siendo destinado al uso del Museo Chileno de Arte Precolombino. El Museo Chileno de Arte Precolombino, conocido también como Museo Precolombino, es una institución cultural creada por la Municipalidad de Santiago y la Fundación Familia Larraín Echeñique. El Museo fue fundado el 10 de diciembre de 1981 y, siendo una institución público-privada, es financiado en partes iguales por la I. Municipalidad de Santiago, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y los recursos propios generados el propio Museo. El Museo funciona en el antiguo edificio del Palacio de la Real Aduana de Santiago, en calle Bandera esquina Compañía, en el centro histórico de la capital chilena (estación metro Plaza de Armas). Historia Durante más de cincuenta años, el arquitecto y filántropo chileno Sergio Larraín García-Moreno formó una importante colección de objetos precolombinos. Siguiendo criterios estrictamente estéticos y no antropológicos, Larraín conformó una completa colección de objetos que en su conjunto representa un arte propiamente americano. Durante la década de 1970, Larraín encarga al abogado Julio Philippi la creación de un modelo legal con el fin de crear una institución que albergara los objetos de la colección precolombina. Esto daría nacimiento a la Fundación Familia Larraín Echeñique, con el objeto de crear un museo orientado al cuidado, estudio y difusión de dicha colección. A principios de la década de 1980, la Fundación acuerda un convenio con la Municipalidad de Santiago con el fin de solventar la infraestructura y gastos generales del Museo, el que abre sus puertas por primera vez en diciembre de 1981. El museo hoy alberga obras de arte únicas que demuestran la diversidad cultural americana, destacando su valiosa colección textil andina, con piezas de más de 3000 años de antigüedad, Momias de Chinchorro, las más antiguas del mundo, obras en cerámica, metal y piedra, verdaderas obras de arte de mayas, aztecas, culturas andinas, antiguos pueblos del Amazonas y el Caribe, y una sobresaliente colección de arte de las sociedades que habitaron el actual territorio chileno. |
El Palacio Larraín Zañartu. El Palacio Larraín Zañartu es un palacio ubicado en Santiago de Chile, de estilo neoclásico proyectado por arquitecto francés Lucien Hénault y construido por la familia Larraín Zañartu en 1872. Se emplaza en la esquina de las calles Morandé y Compañía de la capital chilena, y actualmente solo se conserva su fachada. En 2011 se decide construir un centro comercial denominado Espacio M en el terreno donde se emplazaba, refaccionando la fachada del palacio.
Como se ve una plaza cargada de historia, inmersa en el corazón cívico de la ciudad que podemos admirar de forma resposada, imaginando cómo eran los silencios, los pasos y el modo de transportarse de todos los que estuvieron antes que nosotros. |
Palacio del Real Tribunal del Consulado de Santiago El palacio del Real Tribunal del Consulado de Santiago fue una edificación ubicada en la esquina de las calles Compañía y Bandera, frente a la plazuela de la Compañía, que enfrentaba a la iglesia del mismo nombre, en la ciudad de Santiago, Chile. Historia Su construcción, realizada inicialmente con planos de Agustín Caballero, fue concluida por Juan José de Goycolea y Zañartu luego que se considerara que el diseño del primero resultara demasiado suntuoso. Fue inaugurado el 19 de enero de 1807 para albergar el Real Tribunal del Consulado de Santiago, y sirvió como sede para la reunión del cabildo abierto la Primera Junta Nacional de Gobierno de Chile el 18 de septiembre de 1810, que inició el proceso emancipador nacional; también tuvo lugar en el edificio la abdicación de Bernardo O'Higgins el 28 de enero de 1823. Además, fue el lugar donde sesionaron varios Congresos Nacionales e instancias legislativas: Los Senados de 1812 y 1814 El Senado Conservador de 1818 que funcionó hasta 1822 La Convención Preparatoria que se desarrolló entre el 23 de julio y el 30 de octubre de 1822, convocada por Bernardo O'Higgins con el objeto de redactar una nueva Constitución. Los Senados Conservador y Legislador de 1823 y 1824. Los Congresos Generales Constituyentes de 1826 y 1828. La Gran Convención de 1831-1833. El Senado desde 1829 hasta 1877, si bien tuvo que compartir el edificio con diferentes instituciones a lo largo del tiempo, como por ejemplo la Cámara de Diputados, los Congresos Constituyentes, la Junta Central de la Vacuna, la Caja de Crédito Hipotecario o el Cabildo de Santiago. Desde 1886 fue domicilio de la Biblioteca Nacional hasta 1925, año en que fue demolido para el término de las obras del Palacio de los Tribunales de Justicia. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario