Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez;Ana Karina Gonzalez Huenchuñir ; Alamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig; Paula Flores Vargas;
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El Bajo Manhattan
10 años del High Line, el parque que ha transformado Nueva York
El parque que sobrevuela los barrios del
Meatpacking y Chelsea de Nueva York ha abierto al público este verano su
último tramo, diez años después de que se inaugurara este experimento urbano
de éxito rotundo, ya considerado un paseo obligatorio en la ciudad americana.
Parece que no existe ni un centímetro más donde
construir en Nueva York, que no cabe un nuevo alfiler en su apretadísimo
skyline. Sin embargo, la ciudad no cesa de innovar, de crear, de sorprender
como ha demostrado este año con la inauguración de Hundson Yards, un barrio
con nuevos rascacielos y hasta una escalera a ninguna parte, The Vessel, todo
construido sobre las vías del tren.
Es justo en este rincón de Manhattan, aún en pleno
desarrollo, donde este verano ha culminado el trazado de otro de sus grandes
éxitos urbanísticos, el High Line. Ya con imitadores aquí y allá, este parque
cosido a las viejas vías del tren elevado entre la calle Gansevoort y la 34
se ha convertido en estos años en un paseo obligado en la gran ciudad.
Paralelo al río Hudson, sus 2,3 kilómetros de
longitud arrojan no solo grandes vistas. Son también una lección de
arquitectura y, sobre todo, de la historia de Nueva York y esa manía de
transformarse continuamente para deleite de sus habitantes y de los viajeros.
Por esta pasarela elevada y arbolada donde la naturaleza se funde con el arte
y el diseño pasan ya unos cinco millones de visitantes al año.
Nadie imaginaba semejante éxito hace veinte años,
cuando el alcalde Rudy Giuliani llegó a firmar la orden de su demolición.
Entonces las vías del tren llevaban décadas en desuso, pero seguramente por
la cercanía del Hudson, "la brisa se había encargado de sembrar de
semillas la línea férrea tiñéndola de verde", explica Brandon Duncan,
guía oficial de la ciudad de Nueva York. El insospechado vergel empujó a
Joshua David y Robert Hammond a fundar la asociación Amigos del High Line
para preservarlo y convertirlo en un espacio público.
Salvaban así un pedazo importante de la historia
de Nueva York. El High Line se remonta a los años 30 del siglo pasado.
"El primer tren que recorrió estas vías lo hizo en 1933", cuenta
Duncan. Fue la respuesta de la ciudad al clamor popular. Porque desde
mediados del siglo XIX, los trenes de mercancías que abastecían a esta parte
del bajo Manhattan donde estaban los mataderos y empaquetadores de carne (de
ahí viene el nombre del vecindario del Meatpacking) se habían convertido
literalmente en máquinas asesinas.
"La Decima Avenida era conocida como la Avenida de la Muerte. Cerca de 540 personas perdieron la vida atropellados por los trenes. El caso de un escolar, en concreto, que falleció en 1908 levantó en protesta a todo el vecindario". La ciudad respondió enviando
a los llamados Cowboys del West End, agentes a caballo que vigilaban las vías
aunque con escaso éxito. En 1924 no tuvo más remedio que mandar elevar las
vías del tren.
"Las construcción de la línea elevada costó 150 millones de dólares, que hoy sería el equivalente a 2.000 millones de dólares", señala Duncan. ¿Y cuánto costó crear el High Line hace diez años?. "No lo sabemos. Lo que sí conocemos es que la ciudad ha pagado menos del 10 por ciento del proyecto. El resto lo han aportado mecenas privados". Sus nombres no son un secreto. Al contrario, aparecen en una
placa en el parque: Von Furstenberg, Tiffany, Bloomberg, Goldman Sachs, Google...
A diez metros de altura, el HighLine cuenta hoy
con doce escaleras y cinco ascensores que permiten llegar al parque urbano.
La mejer forma de disfrutarlo es deambulando. Nunca una línea recta deparó
tanto sorpresas. Ideada por el paisajista James Corner, el estudio Diller
Scofidio + Renfro y el diseñador de jardines Piet Oudolf, el High Line
conquista además porque ofrece una perspectiva diferente de la ciudad.
Si empezamos en el sur, el balcón de la
Gansevoort St. es nuestro punto de acceso. Está justo al lado del museo
Whitney que, por cierto, ofrece desde sus terrazas una insuperable
perspectiva del parque. De toda la ciudad, en realidad.
Los primeros metros de la pasarela arrojan los
primeros contrastes: desde una de las últimas plantas de productos cárnicos
de este barrio hoy tan de moda hasta la mole del hotel Standard, cuyo jardín
de cerveza se ha convertido en uno de los must de la zona.
Enseguida llegan los proyectores de vídeo bajo
puentes, las instalaciones de arte, los baños de pies donde niños y mayores
se ponen a remojo en verano, miradores, anfiteatros y mobiliario de madera
donde tumbarse. Duncan señala los lugares donde se han conservado las vías
originales y la mezcla deliberada de maleza con otras plantas que le dan este
aspecto tan singular.
El High Line pasa por encima del célebre Chelsea
Market, la antigua fábrica de Nabisco (la cuna de las galletas Oreo),
convertida en templo foodie; Se asoma también a la tienda flagship de la
diseñadora Diane von Furstenberg, figura clave en la financiación del parque
y en atraer a otras firmas de moda al vecindario; Ahí está también la
prestigiosa galería de fotografía Milk...
Y paseando entre obras de arte e imaginando quién
vive en las lujosas casas a un lado y otro de la vía férrea aparece ese
proyecto inmobiliario apabullante que es Hudson Yards. Allí el High Line
tuerce a la derecha en el tramo llamado the Spur, y a la izquierda, para
rodear las cocheras de los trenes de la Long Island Railroad (LIRR) .
"Trece de los 16 estarán construidos sobre
unas gigantescas plataformas de acero que cubren las vías de la LIRR. Es,
como dice este guía, una "maravilla de la ingeniería". Y una
genialidad de diseño, si nos fijamos en The Vessel, las escaleras espirales
creadas por Thomas Heatherwick. Y de la arquitectura, si levantamos la cabeza
hacia 30 Hudson Yards, el rascacielos que va a abrir un observatorio al aire
libre en el piso 101, el más alto de la ciudad.
Es también todo un regalo para el High Line, que
empieza en el deseado Meatpacking, meca de los buscadores de tendencias, y
termina en este bombazo inmobiliario de Hundson Yards. La pregunta cabe,
¿morirá de éxito el parque elevado? |
Barrio chino de nueva york
New York County Courthouse
El edificio hexagonal de granito, situado en el Centre Street, fue diseñado por Guy Lowell, de Boston, en estilo clásico Romano, y abrió sus puertas en 1927. Una amplia escalinata se extiende desde Foley Square hasta una masiva columnata corintia, que cubre la mayor parte del frontal del edificio, coronado por un elaborado frontón triangular de 43 metros de largo. Entre las estatuas de Frederick Warren Allen, se incluyen la Ley, la Verdad y la Equidad. Un friso lleva la inscripción "La verdadera administración de justicia es el pilar más firme de un buen Gobierno", una cita atribuida a George Washington en 1789. Su volumetría y escala dan al edificio la apariencia de un templo. La rotonda contiene el mural tantas veces reproducido y recientemente restaurado: La ley través de los tiempos (Law Through the Ages). Attilio Pusterla, pintó una serie de murales en la rotonda, en la década de 1930. Exterior La masa y la escala del edificio le dan la apariencia de un templo. Un amplio conjunto de escalones sube desde Foley Square hasta una enorme columnata corintia que cubre la mayor parte del frente del palacio de justicia, coronada por un elaborado frontón triangular de 140 pies de largo (43 m) de trece figuras talladas en bajorrelieve de granito. El frontón y la acroteria de Frederick Warren Allen incluyen tres estatuas: Ley , Verdad y Equidad . Un friso lleva la inscripción "La verdadera administración de justicia es el pilar más firme del buen gobierno", una cita tomada de una carta escrita por George Washington al Fiscal General Edmund Randolph. el 28 de septiembre de 1789. La inscripción es una pequeña cita errónea; Washington en realidad se refirió a la "debida administración" de justicia y no a la "verdadera administración" de justicia, un error descubierto por el New York Post en 2009. El error aparentemente fue cometido por el arquitecto, Guy Lowell, y el error fue repetido por otros, incluido Charles Warren en su Premio Pulitzer, ganador del Tribunal Supremo en la Historia de los Estados Unidos (1922). Los escalones de piedra que conducían a la entrada con columnas estaban flanqueados por dos estatuas alegóricas, Justicia y Autoridad , ambas diseñadas por el escultor franco-estadounidense Philip Martiny (1858-1927). Estos están ahora en la parte trasera del edificio. Ambos son grandes figuras sentadas hechas de granito . A la derecha está la Justicia , una figura femenina que sostiene un escudo y un rollo, mientras que a la izquierda está la Autoridad , que sostiene un rollo y fasces , el símbolo romano de la autoridad. Las figuras fueron compradas por la Ciudad de Nueva York en 1906 y originalmente flanqueaban la entrada de Center Street al Palacio de Justicia de los Sustitutos ; que fueron retirados a principios de 1960 para la ampliación de la calle de centro y una expansión de las plataformas subyacentes del metro de Nueva York 's estación de puente de Brooklyn-Ayuntamiento y luego fueron trasladados a la Corte del Condado de Nueva York. Interior La rotonda tiene 200 pies (61 m) de circunferencia y se eleva 75 pies (23 m) a una cúpula que mide 30 pies (9,1 m) de alto y 20 pies (6,1 m) de largo. La rotonda también contiene diez vidrieras y triforio . Sin embargo, la característica más llamativa de la rotonda es el mural circular que a menudo se reproduce La ley a través de las edades , también llamado La historia de la ley . Este mural del New Deal -era fue diseñado por el artista italiano Attilio Pusterla y pintado por él y un equipo de artistas que trabajaron bajo su dirección entre 1934 y 1936, con el patrocinio del Federal Art Project.de la Dirección de Proyectos de Obra. Pusterla también ejecutó murales en las Salas de Asambleas del Jurado del juzgado en el cuarto piso y en la Sala del Tribunal Ceremonial en el tercer piso. Law Through the Ages se divide en seis lunetas o secciones. Cada uno representa un par de figuras de culturas históricas importantes para la historia del derecho: asiria y egipcia , hebraica y persa , griega y romana , bizantina y franca , inglesa y colonial temprana , con la sección final representando a George Washington y Abraham Lincoln. . Sobre las figuras sentadas hay retratos de seis legisladores:
La restauración del mural (junto con una vidriera también de Pusterla) tuvo lugar en 1988; [ el proyecto recibió un premio de diseño de 1989 de la Comisión de Diseño Público de la ciudad de Nueva York. [El proyecto de restauración, que fue financiado de forma privada con dinero recaudado por los jueces y abogados de la ciudad de Nueva York, fue parte de una campaña de renovación más amplia en las décadas de 1980 y 1990 para proteger el arte histórico del palacio de justicia de la filtración de agua y otros daños causados por negligencia. Tribunales de Justicia. 1).-La Corte de Apelaciones de Nueva York es el más alto tribunal del estado de Nueva York, la Corte está integrada por siete jueces: 2).-La Corte Suprema del Estado de Nueva York es el tribunal de primera instancia de jurisdicción general de Nueva York . (Su División de Apelaciones es también la más alta corte intermedia de apelaciones); Cuenta con una jurisdicción civil y penal ilimitada, aunque fuera de la ciudad de Nueva York actúa principalmente como un tribunal de jurisdicción civil, ya que la mayoría de los asuntos penales se manejan en la Corte del Condado. 3)-La corte de condado. 4).-Los tribunales civiles y penales de ciudad de Nueva York. |
El New York City Hall
El Ayuntamiento de Nueva York está ubicado en el centro del Parque del Ayuntamiento, en el barrio de Civic Center, en sur de Manhattan, entre Broadway, Park Row y la Calle Chambers. Lo visitamos el miércoles 20 de marzo de 2019,el distrito de Brooklyn, y el Hudson Yards. |
Midtown
Midtown es una zona de Manhattan situada en el centro de la isla del mismo nombre, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Midtown alberga 14 edificios originales que ocupan 5 hectáreas entre la Quinta Avenida y la Sexta Avenida desde la West 48th Street hasta la West 51st Street. Midtown, junto con el Uptown y Downtown forman las tres grandes subdivisiones de Manhattan, estando el Midtown comprendido entre la calle 14 y la calle 59, desde el río Hudson al río East. El corazón del Midtown comprende desde la calle 31 a la calle 59, entre la 3ª y la 9ª avenida. Midtown comprende muchos barrios, entre ellos Hell’s Kitchen y Chelsea en el West Side, y Murray Hill, Kips Bay, Turtle Bay y Gramercy en el East Side. En ocasiones también se diferencia entre “Midtown East”, “Midtown West” y “Midtown South”. La gran mayoría de los rascacielos de la ciudad, incluyendo muchos de los hoteles y torres de apartamentos se encuentran en Midtown. Más de 700.000 personas trabajan en sus oficinas, hoteles y establecimientos, a eso hay que unirle la inmensa cantidad de turistas, residentes y estudiantes. Algunas zonas como Times Square y la 5ª Avenida disponen de una inmensa cantidad de tiendas. En la intersección de Broadway con la 7ª avenida se forma Times Square, el epicentro del teatro de la isla. Entre sus edificios más conocidos está el edificio Rockefeller Center que abarca nueve hectáreas; el edificio RCA Building; el Radio City Music Hall, entre la Sexta Avenida y la Calle 50 West. Es el cine mayor del mundo, con aforo para 6000 personas. Se encuentra también la Torre Trump, un edificio de 202 metros de altura, con 58 pisos, construido en 1983. La famosa Catedral de San Patricio, sede de la Archidiócesis de Nueva York, es el punto focal del desfile irlandés el día de la Fiesta de San Patricio el 17 de marzo. En la Calle 42 se encuentra el Chrysler Building, la Grand Central Terminal y la excelente New York Public Library, presidida por los dos famosos leones de piedra.
Al final de la calle se encuentran la sede de Naciones Unidas y el Trump World Tower, construido en el 2001. En la Calle 34 está el Edificio Empire State y en la 33, el Madison Square Garden, famoso por los combates de boxeo y es la cancha de los New York Knickerbockers y tiene capacidad para 20.000 espectadores. |
Holandeses estadounidenses son descendientes de los holandeses cuyos antepasados vinieron de la Holanda en el pasado reciente o lejano. Por lo general mantienen conexiones con su herencia holandesa, por tener, por ejemplo, un apellido holandés o pertenencia a un grupo de la comunidad holandesa.
Asentamiento holandés en las Américas comenzó en 1613 con Nueva Amsterdam , que fue intercambiado con los británicos por la corriente de Surinam en el Tratado de Breda (1667) y se renombró la ciudad de Nueva York . La británica dividió la colonia holandesa de Nueva Holanda en dos pedazos, y los llamó Nueva York y Nueva Jersey . Más oleadas de inmigración se produjeron en los siglos XIX y XX. Según la tradición, en 1626 Peter Minuit obtuvo la isla de Manhattan de los indios a cambio de bienes por un valor total de 60 florines (24 dólares); La mayoría de los aspectos de la historia han sido cuestionados por expertos. [19] Minuit, un valón, fue contratado por la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales para administrar su colonia de Nueva Amsterdam, la futura Nueva York . Los nombres de algunos otros asentamientos que se establecieron todavía existen hoy como distritos y vecindarios de Nueva York: Brooklyn ( Breukelen ), Wall Street (Wal Straat), Stuyvesant , The Bronx (llamado así por el colono holandés Jonas Bronck), Staten Island (llamado así por el parlamento holandés, el Staten Generaal ), Harlem ( Haarlem ), Coney Island (Konijnen Eiland , significa "Isla Conejo") y Flushing ( Vlissingen ). En 1657, el enfrentamiento entre Peter Stuyvesant y los cuáqueros dirigidos por John Bowne resultó en la protesta de Flushing que sirvió como base para la libertad religiosa en Estados Unidos. Los colonos holandeses y sus descendientes en las colonias desempeñaron un papel activo en la Revolución Americana y la formación de los Estados Unidos , especialmente los descendientes de la familia Schuyler y la familia Van Cortlandt. Entre los firmantes holandeses estadounidenses de la Declaración de Independencia se encuentran Philip Livingston y Lewis Morris , ambos de Nueva York . Los generales de los patriotas incluían a Philip Schuyler , Peter Gansevoort y el mayor general James Morgan Jr. de Nueva Jersey . En el lado que trabajaba con los británicos estaban el alcalde de la ciudad de Nueva York , David Mathews (un primo del general Schuyler), el general de división Oliver Delancey y el general de brigada Cortlandt Skinner (ambos descendientes de la familia Schuyler ). Durante la guerra de independencia estadounidense, los holandeses fueron aliados activos de los revolucionarios estadounidenses. Desde la isla de Sint Eustatius dieron a las Trece Colonias una de las pocas oportunidades para adquirir armas. En 1778, el británico Lord Stormont afirmó en el parlamento que "si Sint Eustatius se hubiera hundido en el mar tres años antes, el Reino Unido ya se habría ocupado de George Washington". Los holandeses fueron los primeros en saludar la bandera y, por tanto, los primeros en reconocer la independencia de Estados Unidos el 16 de noviembre de 1776. Se dice que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos ha sido influenciada de muchas maneras por el " Plakkaat van Verlateshe " holandés (Acta de abjuración). |
VIAJE A BAHÍA DE NUEVA YORK
La bahía Upper New York (en inglés, Upper New York Bay, literalmente, «bahía de Nueva York Alto») algunas veces llamada New York Harbor o Upper Bay, es la parte norte del Puerto de Nueva York dentro de los estrechos. Está rodeada por los condados de Nueva York de Manhattan, Brooklyn, Staten Island y el condado de Hudson, y las municipalidades de Nueva Jersey de Jersey City y Bayonne. La bahía es alimentada por el río Hudson (históricamente llamado «río Norte», ya que pasaba por Manhattan), al igual que por el canal Gowanus. Está conectada con la bahía Lower New York, por The Narrows: con la bahía de Newark, por Kill Van Kull; y con el Long Island Sound por el río Este, que, a pesar de su nombre, es en realidad un estrecho. Contiene varias islas, como Governors Island, cerca de la desembocadura del río Este, al igual que isla Ellis, Isla de la Libertad y Robbins Reef.
El Bajo Manhattan (Lower Manhattan ) es la parte más meridional de la isla de Manhattan, la isla principal y el centro de los negocios y el gobierno de la ciudad de Nueva York. Lower Manhattan se define comúnmente como la mayoría de la zona delimitada al sur de la isla. Limita al oeste con el río Hudson, al este con el río Este, al sur con el puerto de Nueva York y con la Calle 42 al norte. Cuando se refiere específicamente a la parte baja del distrito de negocios de Manhattan y sus alrededores, la frontera norte es comúnmente designada por la vía de aproximadamente un kilómetro y medio al sur de la Calle 14 y una milla al norte de la isla del extremo sur. En Lower Manhattan se encuentran Wall Street, el Ayuntamiento, el Distrito Financiero y la Zona cero. Historia
Los neerlandeses establecieron los primeros asentamientos europeos en Manhattan en la Zona, al sur de la isla. La primera fortaleza, construida en Battery Park para proteger a Nueva Holanda. La Zona sigue siendo una de las pocas partes de Manhattan donde la red de distribución de las calles es en gran medida irregular. A lo largo de las primeras décadas de los años 1900 el área experimentó un auge de la construcción, con grandes torres como Woolworth Building. En la década de 1950 se construyeron algunos edificios nuevos en el bajo Manhattan, entre otros un edificio de 11 pisos en 156 William Street, en 1955; un edificio de oficinas de 27 pisos en 20 Broad Street, uno de 12 pisos en 80 Pine Street; un edificio de 26 pisos en 123 William Street, y algunos otros en 1957. A finales de la década, el bajo Manhattan estaba económicamente deprimido, en comparación con el Midtown Manhattan, que estaba en su auge. David Rockefeller hizo esfuerzos por renovar la zona del bajo Manhattan con la construcción de la nueva sede de su banco. Después de las negociaciones con el gobernador de Nueva Jersey, Richard J. Hughes, la Autoridad Portuaria terminó de decidir la construcción del World Trade Center en un sitio a lo largo del río Hudson y el West Side Highway, en lugar del sitio cerca del East River. Durante gran parte de su historia, la zona sur de la calle Chambers fue principalmente un distrito comercial. En 1960 había aproximadamente 4000 habitantes que vivían en el centro de la ciudad. Esto llevó a la construcción del Battery Park City, un barrio moderno a orillas del río Hudson. Allí viven muchos de los residentes del Bajo Manhattan. La construcción comenzó en 1980 con el Centro de Comercio Mundial. Es el primer complejo que se completará en Battery Park City; fue terminado en 1983. El Centro Financiero Mundial es la pieza central del proyecto, que consta de cuatro torres de lujo. Con el cambio de siglo, Battery Park City estaba en su mayor parte terminado, con la excepción de algunas construcciones en curso en la calle West Street. Desde principios del siglo XX, el Bajo Manhattan ha sido un importante centro para las artes y las actividades de ocio. Greenwich Village es un centro de cultura desde la primera década del siglo hasta la década de 1980. Muchas galerías de arte se encuentran en SoHo entre los años 1970 y principios de 1990; hoy, el Bajo Manhattan es la sede de muchas compañías de teatro alternativo, que constituyen el corazón de la Off-Off-Broadway. Desde el cambio de siglo, el distrito ha ganado una reputación como el barrio de moda de Nueva York. |
¿Qué hizo que Nueva York fuera tan poderoso?
Es el puerto más grande y más seguro de toda la costa este. También está convenientemente localizado en cuanto a los vientos y corrientes para el comercio: Los productos de las Américas podían zapar directamente a Inglaterra y Francia, y desde ahí, los barcos podían parar en las Indias Occidentales y comerciar en Florida antes de la última parada en Nueva York antes de volver a casa. Dado que la geografía había sido tan favorable para el comercio de Nueva York, se construyó un canal en los Grandes Lagos conocido como Canal de Erie a principios del siglo XIX. Básicamente, las ciudades poderosas crecen en lugares importantes de las rutas comerciales. Y un puerto con una vía fluvial tierra adentro con acceso a zonas mucho más en el interior siempre va incrementar su poder considerablemente. |
Norte y sur de nueva york.
En este mapa del estado de Nueva York, Upstate New York son las zonas numeradas del 1 al 7. La zona con el número 8 a veces es considerada como parte del Upstate New York |
El sur del estado de Nueva York.
Downstate New York.
Downstate New York es la parte sur del estado de Nueva York , Estados Unidos , en contraste con Upstate New York , la parte superior. La región del sur del estado, como el norte del estado de Nueva York, se divide en varias subregiones, como la ciudad de Nueva York , el valle inferior del Hudson y Long Island. La región del sur del estado contiene la mayor concentración de población del estado; es en gran parte urbano y suburbano. La región del norte del estado, que forma la gran mayoría de la superficie terrestre del estado, contiene más tierras sin desarrollar, incluidos bosques y tierras de cultivo. |
El sur del estado de Nueva York.
Upstate New York
Upstate New York (traducible al español como Parte Alta del Estado de Nueva York) es la parte del estado estadounidense de Nueva York situada al norte de la ciudad de Nueva York. La región incluye gran parte del estado, con excepción de la ciudad de Nueva York y sus alrededores, así como Long Island, aunque el límite preciso es asunto de debate. Upstate New York incluye las ciudades de Buffalo, Rochester, Albany y Syracuse. Antes de la Guerra de Independencia, el Upstate estaba poblado por nativos americanos, y era el hogar de las Seis Naciones de la Confederación Iroquesa. La región vio muchas batallas entre el Ejército Continental y el Iroqués, y varios tratados elaborados después de la guerra cedieron la mayor parte de la tierra a los colonos de ascendencia europea. El desarrollo del Upstate fue impulsado por la apertura del Canal de Erie en 1825, lo que facilitó enormemente el transporte de mercancías entre el puerto de la ciudad de Nueva York y las ciudades del interior a lo largo de los Grandes Lagos. Como resultado, Upstate se convirtió en un vivero para la manufactura, dando nacimiento a firmas como General Electric, IBM, Kodak y Xerox, y dio la bienvenida a una gran afluencia de inmigrantes. Desde mediados del siglo XX, la desindustrialización estadounidense ha contribuido a la disminución económica y demográfica del Upstate, y la región se considera en gran medida parte de la Rust Belt. A diferencia del área metropolitana de Nueva York, Upstate New York contiene vastas áreas de tierra rural. Como resultado, Upstate también apoya una industria agrícola fuerte, y se destaca por su producción de lácteos, su producción de frutas (especialmente manzanas), y la elaboración de vino. La ciudad de Nueva York depende de los recursos naturales de Upstate para una variedad de servicios, incluyendo el abastecimiento de agua y la electricidad de la ciudad. La región es el hogar de varios destinos turísticos y recreativos populares, incluyendo las Cataratas del Niágara, las Montañas Adirondack y Catskill y los Lagos Finger. |
El Bronx
“Ahí lo tienen, damas y caballeros. El Bronx está ardiendo”. Corría el año 1977. Las Series Mundiales de béisbol se jugaban esa noche de octubre en el icónico Yankee Stadium. En medio del partido, una cámara de televisión del canal ABC se elevó y filmó el paisaje del Bronx. Un incendio rompía la oscuridad, comiéndose ceremoniosamente un edificio. Fue entonces cuando la autorizada y resonante voz del locutor Howard Cosell, ante la voracidad del siniestro, pronunció las inmortales palabras. O eso dicen. En realidad, Cosell jamás enunció “the Bronx is burning”. Su reacción fue más prosaica y destartalada, menos concisa, menos poética. “Obviamente, es un incendio enorme en un edificio”, declaró. “Obviamente, el Departamento de Incendios del Bronx tiene un gran problema. Dios mío. Vaya fuego”. Pero los mitos son como los clichés o los estereotipos. Si predominan, muchas veces es porque encierran una verdad. Y pocas frases como esa, aunque sea ficticia, han sabido resumir el drama del barrio más castigado e incomprendido de Nueva York. Un barrio que vuelve a estar en las noticias por una nueva tragedia: la muerte de 17 personas, ocho de ellas niños, en otro incendio acaecido el domingo en un bloque de viviendas de la calle 181. El fuego más mortífero desde 1990, cuando una desgracia similar acabó con la vida de 87 personas. También, en el Bronx. Las llamas son una de las plagas más características del distrito. Entre 1970 y 1980, siete tramos censales del Bronx (de un total de 289) perdieron el 97% de sus edificios a manos del fuego o del abandono. 44 tramos censales perdieron la mitad. Hay un documental, 'Decade of fire', dedicado exclusivamente a los incendios del Bronx. Una generación entera creció rodeada de escombros, humo y vecindarios que desaparecían de la noche a la mañana en un pandemónium de alarmas y camiones de bomberos. El olor a quemado, dicen los veteranos, era una constante, una parte de la vida. Una mejora insuficiente. La situación ha mejorado desde entonces, pero algunos de los problemas que contribuyeron a los fuegos todavía persisten. El distrito 15 del estado de Nueva York, parte del Bronx, es, a la vez, el que tiene más habitantes de color, el más demócrata y el más pobre de EEUU. Sus ciudadanos ganan de media poco más de 28.000 dólares al año, 5.000 menos que la cantidad que determina el umbral de la pobreza. También es una de las zonas más contaminadas del país. Los vecinos del Bronx tienen cinco veces más posibilidades de ser ingresados por asma que el habitante medio de Estados Unidos. 21 veces más posibilidades que en otros barrios neoyorquinos. Una consecuencia, entre otras, del hecho de que allí se deposita gran parte de la basura de la ciudad. El aire está tan contaminado que, en la zona de Mott Haven, por la parte sur, hay una calle conocida como el 'callejón del asma'. Estas condiciones son propicias al infortunio. Las infraestructuras envejecidas, los edificios abandonados o necesitados de reparación, el aglomeramiento y la escasez presupuestaria, sumado a posibles casos de propietarios que provocan un incendio para cobrar el seguro y marcharse a otro sitio, pueden estar detrás de la alta concentración de fuegos en el Bronx. El último de los cuales dejó una postal dantesca el domingo. Según los testigos citados por medios locales, la lumbre, iniciada por un calefactor eléctrico, reventó 25 ventanas del edificio. Las columnas de humo cubrían el inmueble entero, y las víctimas fueron encontradas en las escaleras y prácticamente en todas y cada una de las 19 plantas. De los más de 60 heridos, en torno a la mitad se encontraban este lunes en estado crítico. Hicieron falta unos 200 bomberos, que llegaron a los tres minutos de que sonasen las alarmas, para apagar el fuego. Una vez más, por tanto, el Bronx alimenta su leyenda negra de pobreza y decadencia urbana. Una vez más, los habitantes de un lugar tan alejado de EEUU como Madrid se referirán, con mayor o menor tino, a 'Brónxtoles', o fundarán clubes de boxeo con el nombre de 'El Bronx': garantía de que, de allí, saldrán púgiles duros e invencibles como los propios 'bronxites', tantas veces retratados en el cine sucio de los setenta. Es por este estereotipo que, cuando un extranjero se muda a Nueva York, suele impresionarle descubrir que el Bronx tenga, también, barrios de lo más lustrosos y bien avenidos, y un perfil aristocrático general. Los avenidas sobrias y las pequeñas mansiones que se lucen al sol en las colinas, como los vistosos penachos de una armadura, son remanentes de la era de los Morris, una dinastía política que montó aquí su latifundio, y cuyo fundador fue uno de los firmantes de la Declaración de Independencia, en 1776. Un pasado muy distinto. La mayor parte de la historia del Bronx fue pudiente y prometedora. Sus habitantes vivían en bloques modernos, separados por avenidas amplias y arboladas. Los obreros judíos e italianos trabajaban en las factorías locales y podían observar, si miraban más allá del linde neoyorquino, las plácidas y verdes extensiones pantanosas del norte. Aún queda un 'Little Italy' en Arthur Avenue, que debería de pasar a llamarse, a raíz de los últimos cambios demográficos, 'Little Albania'. La Gran Depresión le quebró la espalda al tejido industrial del Bronx; las empresas manufactureras cerraron o pusieron rumbo a estados con salarios más bajos. Las siguió la clase media, que se mudó a Manhattan, Queens o Brooklyn. El golpe de gracia a la prosperidad local lo dio la Cross Bronx Expressway, una autopista que partió la zona por la mitad, como si el martillo de un dios hubiera caído del cielo, pulverizando el corazón geográfico del distrito, East Tremont, y hundiendo el precio de las viviendas aledañas. Lo poco que quedaba de la clase media hizo las maletas en los años sesenta. Los bloques de viviendas sociales se multiplicaron en torno a las orgullosas mansiones novecentistas, y fue ahí, en un contexto de claro declive, donde empezó a cocinarse la leyenda. Otras zonas, sin embargo, se libraron, o recuperaron, del mazazo. En el Bronx vive casi tanta gente como en ciudad de Barcelona, y dentro de él coexisten multitudes. Las áreas de Locust Point, Fordham, Throggs Neck o Pelham Bay, donde está el parque público más extenso de Nueva York, son caras y codiciadas. Hay vida universitaria, restaurantes finos y colegios de élite en Riverdale, y atracciones suficientes, por todo el distrito, para mantenerse entretenido una década: desde el icónico Zoo del Bronx, a su Jardín Botánico, las mansiones de Wave Hill, la playa de Orchard Beach o la casita de Edgar Allan Poe, a cuyo pie, por cierto, unos jóvenes llamados Bob Kane y Bill Finger, sentados en un banco, se inventaron a Batman. Frente al paisaje de fachadas calcinadas, ambulancias y camiones de bomberos atravesados en las calles, y numerosos testimonios de tragedia, el nuevo alcalde neoyorquino, Eric Adams, ha gestionado su primer incidente de este tipo. El testimonio de una ciudad desigual, donde el entusiasmo, la creatividad y las oportunidades conviven con viviendas insalubres, un metro desesperante, un asfalto que se traga coches, servicios telefónicos catastróficos y dos millones de ratas. En este contexto, el rol de alcalde se parece más al de fontanero de una ciudad, podríamos decir, 'en vías de desarrollo'. |
¿POR QUÉ NUEVA YORK FUE CENTRO DE LA MAFIA ITALIANA?
DelaMafia Admin en 08 de agosto, 2019
En el siglo XIX el sur de Italia estaba abandonado como un hijo no deseado. El industrializado norte apenas prestaba atención a una población rural, conservadora y socialmente muy atrasada. Una evidencia: a principios del siglo XX el 70% de los italianos de sur eran analfabetos, un porcentaje diez veces superior al de ingleses, franceses o alemanes. Como la pescadilla que se muerde la cola, los sureños respondían dando la espalda al Estado que les despreciaba y organizándose por su cuenta: en núcleos familiares que asistían todas las necesidades. Se quisiera o no. Muchas de estas familias formaban la conocida mafia que, al fin y al cabo, no era más que un sistema social surgido de una población abandonada por el sistema oficial. La cosa no marchaba, ya que el supuesto «contra-estado» miraba solo por sus intereses sumergiendo a gran parte de los ciudadanos en la pobreza. Muchos de ellos decidieron largarse y gran parte eligió Estados Unidos como destino, lo que convirtió a la italiana en la minoría europea más numerosa de Norteamérica. Nueva York fue el lugar predilecto.
Entre 1860 y 1880 se instalaron en la ciudad unos 68.500 italianos. Cuando comenzó el siglo XX la tendencia se disparó, aupada por desastres naturales como la erupción del Vesubio o el terremoto en Sicilia. En 1920 casi 400.000 italianos vivían en Nueva York, casi todos ellos en el mencionado Lower Manhattan. Se agolpaban en lo que enseguida se conoció como Little Italy. A los recién llegados les atraía no tener que hablar inglés, conocer a paisanos y estar a un paso de casi todas las partes interesantes de la ciudad. Curiosamente, dentro del barrio, se dividieron según su procedencia: los del norte se instalaron en la calle Bleeker, los genoveses en Baxter y los sicilianos en la calle Elizabeth. Los napolitanos optaron por Mulberry y la mayoría de calabreses estaban en Mott y Lafayette. Todas estas son, hoy, calles excelentes para tomar el brunch.
Por si fuera poco, cada comunidad hablaba su dialecto y crónicas de la época recogen, incluso, algunos enfrentamientos entre ellos. Casi todos se dedicaban a la construcción (el 90% de los obreros de la construcción en Nueva York a principios del siglo XX eran italianos) y trabajos manuales, también al comercio de fruta y verdura. Sus condiciones de vida —como la de la mayor parte de inmigrantes de la época— no eran las mejores: vivían hacinados en tenements y trabajaban por salarios irrisorios, además de no poder contar con un Estado todavía en construcción. En total, un inmejorable abono para que el trasplante de la mafia floreciera. Little Italy estaba dominada por los «capos» que, a principios del siglo XX, tomaron el control del barrio.
El paisaje duró hasta los años 30, época en la que muchas familias italianas decidieron moverse al norte, a East Harlem (hoy barrio hispano por excelencia) y, sobre todo, al Bronx, en busca de mejores y más económicas formas de vida. La Little Italy del Lower Manhattan comenzó entonces a perder vecinos italianos y no ha dejado de hacerlo hasta hoy. Solo los mafiosos sostuvieron la fama del barrio, ya que durante muchos años siguieron operando en los restaurantes que allí permanecen. El grueso de la población italiana salía adelante en el Bronx (ojo, también con mafia), especialmente en zonas como Belmont, al norte, donde se instaló la mayoría. Las viejas fotos de cientos de italianos vendiendo fruta en atestadas calles con carros de caballos dieron paso a las imágenes de peinados de gomina y cadenas de oro mientras sacaban brillo al Cadillac. Finalmente también esas instantáneas se borraron: con los años el etnicismo geográfico fue perdiéndose y los italianos se mimetizaron con los nativos, se integraron, hasta llegar a lo que son hoy en día: una parte vital de la sociedad estadounidense desvinculada de la mafia, que opera a otros niveles y en otros ámbitos. No todo se perdió. Algunos barrios sí sobrevivieron.
Es el caso de Belmont, que mantuvo su espíritu y sus vecinos y hoy en día es considerada la auténtica Little Italy de Nueva York. A diferencia de otras zonas del Bronx, Belmont es un barrio seguro, de clase media-alta, con una universidad cercana y muchos visitantes los fines de semana. Si lo que se quiere es ver un verdadero barrio italiano en Nueva York es aquí a donde se tiene que acudir. Cada calle lleva añadido un cartel con el nombre de una región italiana: está la calle Piamonte, la Calabria, la Campania… banderas tricolor en las ventanas y escaparates, también pintadas en paredes y bocas de riego.
A lo largo de la avenida Arthur se suceden las pizzerías, algunas escandalosamente buenas, como Roberto’s, donde se degusta el sabor del horno de leña. En una tienda de coches de segunda mano ondean banderas de Ferrari y un chico saca la basura con la camiseta del Nápoles. En mitad de la avenida hay un mercado, en el que se vende, además de pasta, todo tipo de productos frescos mediterráneos..