Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

jueves, 16 de junio de 2011

62).-La plaza Baquedano, corazón del Gran Santiago.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio  Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;  Paula Flores Vargas; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig;Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; 


plaza
Francia Carolina Vera Valdes

La plaza Italia, es verdadero centro de la cuidad de Santiago, kilometro cero de todas las comunicaciones.


monumento a Baquedano
Francia Carolina Vera Valdes
 “La Plaza Italia se transforma desde la década del 40 en un lugar  importante  con el desarrollo urbano de la urbe. En el fondo relaciona el centro histórico de Santiago con las nuevas comunas hacia el oriente. En ese lugar también se situaba la Estación Pirque, que es donde parte el Parque Bustamante, desde donde salían los trenes al sur, que hoy corresponde al Teatro Universidad de Chile. Un hito urbano importante que tuvo corta vida porque ahí se plantearon nuevos proyectos conectores. El crecimiento de la ciudad, con la llegada de nuevas tecnologías y transporte desplaza este hito por nuevos planes urbanos con la Diagonal Oriente, para conectar la Plaza Italia con el oriente. Plan basado en las ideas del urbanista austriaco Karl Brunner, quien también estuvo a cargo de asesorar la realización del Barrio Cívico, uno de los grandes proyectos de la ciudad de Santiago. Muy anhelado desde principios de siglo XX, porque todas las ciudades capitales contaban con esta idea integrada, donde se concentraban los ministerios en un lugar con una relevancia urbana. La envergadura del proyecto es bien interesante, porque hay toda una renovación del centro histórico colonial. Le da una escala capital a Santiago, pero también se utiliza una normativa para regular la altura y de alguna manera prometía hacer de Santiago una capital moderna”.
estatua de colonia italiana
Francia Carolina Vera Valdes

La Plaza Baquedano es una plaza pública de forma ovoidea ubicada en la comuna de Providencia, en la ciudad de Santiago, Chile, en el límite con las comunas de Santiago Centro por el poniente y Recoleta por el norponiente. La rotonda es coronada por el monumento al general Manuel Baquedano, del escultor chileno Virginio Arias​ e inaugurada en 1928, dándole el nombre actual al hito urbano.
A nivel urbano, es reconocido como punto de convergencia vial, ferroviaria y social, representando un límite sociológico de las características socioeconómicas entre el «Santiago oriente» y el «Santiago poniente».
Su denominación popular de Plaza Italia se debe a su nombre anterior (1910-1928) en agradecimiento a la instalación del Monumento al Genio de la Libertad del artista ítalo-argentino Roberto Negri, con motivo del Centenario de Chile. La "auténtica" Plaza Italia se halla ahora ubicada al norte de la Baquedano, en el bandejón que separa la avenida Providencia de Andrés Bello, casi llegando a Vicuña Mackenna.

Historia
Foto de 1900
Francia Carolina Vera Valdes
Según el historiador Armando de Ramón, el lugar fue bautizado como Plaza La Serena en 1875; con motivo de los 400 años del descubrimiento de América, fue rebautizado como Plaza Colón en 1892. Luego, cuando se celebró el Centenario de la independencia chilena, varios países entregaron donaciones urbanas a la ciudad de Santiago: el gobierno italiano donó una estatua de un arcángel alado con un león, llamado Monumento al Genio de la Libertad del artista ítalo-argentino Roberto Negri y la plaza capitalina pasó a ser conocida como Plaza Italia en 1910.
Después, se remodeló la plaza en 1927 y se instaló la estatua del general Manuel Baquedano, y entonces la denominaron Plaza Baquedano en 1928. A los pies de la estatua de Baquedano, se encuentra la tumba donde descansan los restos del «Soldado Desconocido de la Patria», encontrado en el campo de batalla durante la Guerra del Pacífico.

Características

La forma de la plaza tiende a converger con un óvalo, contorneada por la Avenida Providencia; en su extremo sur finaliza la Avenida Vicuña Mackenna, por su lado oeste está la prolongación natural de la Avenida Providencia y una de las principales arterias viales de la capital, la Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins. Por el norte se encuentra un acceso subterráneo a la autopista Costanera Norte. Inmediato a la plaza, se encuentra el acceso a la estación Estación Baquedano del Metro de Santiago.

Significado social.

La plaza es popularmente considerada como un punto que divide a la ciudad de Santiago entre ricos y pobres, ya que hacia el este (hacia la Cordillera de los Andes o hacia arriba) se encuentra el llamado «barrio alto», también conocido como «sector nororiente», compuesto por las comunas más pudientes (Providencia, Ñuñoa, La Reina, Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea); mientras que hacia el poniente están localizados los municipios de menores ingresos, lo cual fue consecuencia de la expansión y localización de los sectores más acomodados hacia el oriente, diferencias reforzadas por la presencia de la Estación Pirque del Ferrocarril de Circunvalación y Ferrocarril Llanos del Maipo, cuya cola de maniobras se convirtió en una frontera entre el naciente y pudiente sector oriente, y el resto de la ciudad de Santiago hasta mediados del siglo XX. 

Aún tras el levantamiento de esta estación ferroviaria (que dio origen al actual Parque Bustamante), se mantuvieron las diferencias entre oriente y poniente de Plaza Baquedano, haciéndose incluso urbanamente evidente al atravesar el sector.​ 
De ahí que se hable de que las cosas son «de Plaza Italia para arriba» o «de Plaza Italia para abajo».
Debido a esta característica, la plaza es utilizada como centro de reunión de los santiaguinos, donde convergen grandes masas de santiaguinos sin distinción social, política o de clase, cuando existe algún acontecimiento que celebrar. Es frecuente que cuando un chileno representa al país en un evento y sale victorioso la gente llegue a la plaza a celebrar. Ejemplos de ello han sido los triunfos de la selección de fútbol o de los tenistas chilenos, e incluso el rescate de los 33 mineros de la mina San José.
También es señalada como punto de partida para el desarrollo de manifestaciones sociales, ya que la plaza define el límite este de la principal avenida de la capital por donde transcurren estas marchas, la Alameda del Libertador Bernardo O'Higgins. Todos los primeros martes de cada mes se reúnen cientos de ciclistas de la ciudad para iniciar desde ahí una cicletada según un tramo variable, acordado con Carabineros y las autoridades.



Estación Baquedano.

estaciones

Baquedano es una estación de combinación ferroviaria que forma parte de la red del metro de Santiago de Chile. Se encuentra por subterráneo entre las estaciones Salvador y Universidad Católica de la línea 1, y entre las estaciones Bellas Artes y Parque Bustamante de la línea 5. También será una estación de combinación con la línea 7 desde 2026.
La estación se ubica en el límite entre las comunas de Santiago y Providencia, bajo la plaza Baquedano.

Características y entorno

Presenta un flujo de pasajeros muy elevado, sobre todo en las horas peak del uso de los ferrocarriles, en parte gracias a la numerosa cantidad de gente que utiliza la línea 5 para llegar al centro de Santiago.
Esta estación es un punto de intercambio crucial entre las líneas, y una de las más grandes de la red. Consta de 6 plantas, distribuidas en sentido norte-sur y este-oeste, con numerosas escaleras tanto mecánicas como estándar para la combinación entre ambas líneas. Dentro de la estación se encuentran la Sala de Exposición Baquedano, locales expendedores de periódicos, snackbars y un local de bibliometro con conexión a internet gratis.

Nivel de combinación L1 y L5.

En las paredes de los pasillos de combinación y transbordo hay varias obras de arte: Declaración de amor (láminas de acero cortén recortadas y policromadas y láminas de hormigón armado, 166 m²; 1999), obra de Samy Benmayor; Ojo en azul, de Hernán Miranda; Vía Láctea (estuco policromado, placas de madera lacada e insertos de bronce y acero, 200 m²; 1997), del pintor Francisco Smythe; La bajada (láminas de acero cortén y revestimiento de ladrillo, 180 m²; 1999), de Matías Pinto D'Aguiar; seis grandes retratos realizados por el pintor Guillermo Lorca en 2010, tres mujeres y tres hombres bajo el título común de Rostros del Bicentenario; 6 dibujos de escolares ganadores del Concurso de Pintura Infantil Línea 5 (1997) y el diorama La Copiapó, el primer ferrocarril, de Zerreitug.
 Hasta 2018 también existió en la estación la escultura El puente (madera integrada de ciprés y madera natural de coihue, 1999), del escultor Osvaldo Peña, que fue trasladada en junio de ese año a la estación Santa Ana.









Detalle del diorama La Copiapó.

Detalle del diorama La Copiapó.

En el entorno inmediato -justo arriba- se halla la plaza Baquedano, uno de los puntos neurálgicos y de referencia de la ciudad, así como también el Teatro de la Universidad de Chile (Sala Baquedano) y, más lejos, el edificio art decó de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile en su lado norte. También se encuentra a su lado oriente el edificio corporativo de Telefónica CTC Chile conocido asimismo como Torre Telefónica (edificio en forma de teléfono celular y que se ha transformado en uno de los símbolos de la ciudad), y hacia el sur el parque Bustamante con el monumento ecuestre a Manuel Rodríguez, obra de la escultora chilena Blanca Merino. Al nororiente está el monumento a José Manuel Balmaceda, con la estatua creada por Samuel Román, y el parque Balmaceda.

 


Modernidad, revuelta y represión: la historia detrás de la Plaza Baquedano.

fotos históricas

Por más de 90 años, la Plaza Baquedano ha sido símbolo de celebraciones y manifestaciones. No obstante, su origen no tiene nada que ver con ello, sino más bien, con un proyecto de modernización impulsado con fervor desde las élites.
El 20 de septiembre de 1910 las autoridades nacionales convocaron a los ciudadanos a la antigua Plaza Colón para protagonizar una significativa ceremonia en la que participarían el ministro de Hacienda de la época y en la que además se rendirían honores a las fuerzas militares.
La invitación era de la más alta importancia y había sido incluida en el programa oficial de las celebraciones del centenario del país: el objetivo era instalar una estatua obsequiada por el mismo gobierno italiano a Chile por sus 100 años.
A raíz de ello, la Plaza Colón, que representaba uno de los límites de la ciudad, mutó su nombre y pasó a ser identificada como Plaza Italia. Sin embargo, en 1928, el sector volvió a transformarse, ya que la dádiva italiana fue reemplazada por un monumento en honor al general Baquedano, hecho que nuevamente cambió la nomenclatura del lugar: así nació la Plaza Baquedano.
Pero esta transformación no fue casual. Más bien respondió a un plan de modernización y de ordenamiento de la ciudad, en el que se pretendía conectar el sector de Providencia y el centro de Santiago. En ese contexto surgió el óvalo que, desde el 18 de octubre de este año, es el principal escenario de la revuelta que vive el país.
“Manifestarse en Plaza Baquedano es una tradición que tiene varias décadas. Hay que tener presente que antes se protestaba en la Plaza de Armas. Pensemos en la ‘Huelga de la chaucha’. Entonces, tenemos un cambio, por lo menos, a partir del triunfo del No”, advierte el historiador  Simón Castillo.
“Además, es el punto de confluencia de los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Entonces, la centralidad es importante y ahí cada vez la colectividad es mayor”, añade.

Una zona de encuentros  

Las imágenes más antiguas de la Plaza Baquedano hablan de un lugar en proceso de modernización. Allí, entre los colores opacos, se ven rostros de familias humildes y uno que otro automóvil. Nada parecido a lo que hoy es el sector.
Para Soledad Abarca, jefa del Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional, esto no es extraño, sobre todo porque en 1912 se instaló en el sector la Estación Pirque, lo que permitía que familias y viajeros llegaran a la ciudad.
La Plaza Baquedano fue un lugar donde había de forma estable un minutero registrando familias que iban ahí. También hay que pensar que en ese sector estaba la estación de ferrocarriles que venía de Puente Alto y que iba al Cajón del Maipo. Entonces, en ese sentido, ahí se generaba muchos registros familiares, porque era un hito urbano”, comenta la investigadora.
historia

El Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional es una puerta de entrada para conocer la historia del lugar que, además, ha sido el escenario de manifestaciones y celebraciones. En esa línea, un fondo importante es el del fotógrafo portugués Armindo Cardozo, quien capturó un mitin en apoyo a la Unidad Popular.
A ello se suman una serie de registros que no han sido catalogados, pero que dan cuenta de cómo, con el pasar del tiempo, Plaza Baquedano se transformó en un punto de encuentro.






Roberto Merino, escritor: “El centro de Santiago se convirtió en un sitio eriazo”

Roberto Merino Rojo (Santiago, 14 de noviembre
 de 1961) es un escritor y periodista chileno
.


Por Ex-Ante
VIERNES 17, JUNIO 2022

El escritor Roberto Merino, uno de los más finos cronistas de Santiago, acaba de publicar su primera novela, Mundos habitados. Tras recorrer el centro, dice:
 “Lo único que puedo ver en esa huella del estallido es el odio. Ningún discurso, ninguna convicción de nada. Lo que hay es basura. Eso es lo que dejaron. Resentimiento puro”.
-Tu libro recrea los años 60 y 70 desde la mirada de un niño que va creciendo. ¿Por qué decidiste hacer una novela y no unas memorias?

-Es la primera vez que me aventuro con algo parecido a la novela, nunca escribí narrativa. Los primeros textos, que se perdieron, eran del año 96. Desde esa época que vengo tanteando el libro. Tengo una familiaridad como lector con el género. Por algún motivo, no me sentía llamado a ejercitarme en la ficción.

-Pese a que fueron años intensos, la política no es protagonista. “En mi casa no hubo gritos de júbilo ni repudio. Más bien todos bajaron el volumen esa mañana”, escribes sobre el 11 de septiembre.

-El libro tiene una categoría sicológica más que sociológica. Evité la política, porque traté de hacer mundos un poco más difusos, más fantasmales, con gente que entra y sale de escena por una vez. Yo quería registrar el mundo tal como se va presentando en la mente de un testigo perplejo, que es el niño de clase media. Hay un título de Natalia Ginzburg que se llama La ciudad y la casa. Yo quería armar el relato en relación a esos dos polos.

El mundo hacia dentro, y el mundo hacia fuera, que se empieza a conocer. El mundo hacia dentro se por sentado, es tan interminable como el otro.

-Eres santiaguino y describes  la vida de barrio de los años 60. ¿Ha cambiado mucho?

-Todavía estaba esa especie de alternancia de encontrar varios tipos de realidades y pertenencias en un espacio acotado, en un par de manzanas, había cités,  casonas grandes, todo muy mezclado. Me acuerdo que una vez estaba en Londres, con Neil Davidson, una mañana temprano y había niños jugando: un judío, un negro, un inglés y todos juntos. Le dije a Neil: “Esta es una muestra de integración social real”. Me dijo: “Pero dura hasta los 14 años. Después todos se segregan en sus propias comunidades”. En Santiago pasaba lo mismo, estas patotas infantiles de niños de distintas procedencias. Después cada uno toma el destino según su familia.

-Tú eres un gran cronista de Santiago. Quería preguntarte cómo ves el centro. Se observa descuidado.

-Estamos viviendo una equivocación, una inversión de los códigos. No me hallo para nada cuando voy al centro, que está en calidad de sitio eriazo. Los muchachos del estallido o quienes hicieron esta destrucción trataron de lograr el sinsentido, el basural, la no pertenencia. Esa fue la herida.¿Cómo se puede comparar un café literario como el que había en Bustamante con lo que hay ahora? Era un lugar discreto, módico, de encuentro de distintas personas: de gente que vivía cerca y otros que venían de lejos, no había distinción. Eso lo hacía muy agradable. Un espacio de convivencia. Eso está transformado en una porquería. Destruida simplemente.

 -¿Qué impresión te dejan los rallados y destrozos?

-La huella que se ve es obvia. Lo único que puedo ver en esa huella del estallido es el odio. Ningún discurso, ninguna convicción de nada. Lo que hay es basura. Eso es lo que dejaron. Resentimiento puro. Revanchismo no sé de qué. Si algo como el Café Literario no era ofensivo ni podía serlo. Al contrario era un símbolo de pertenencia, te hacía sentir dentro de una ciudad, de una comunidad. Y justamente lo atacaron. No sé por qué.

-El arquitecto Iván Poduje, lamentaba que costó mucho rescatar Santiago, unos 30 años de distintas iniciativas y en unos días se redujo a nada.

-Hubo esfuerzos. Ahora es una ciudad que pasó por una guerra. Para mí se transformó en una urbe desconocida, no sabes qué lugares son peligrosos, cuáles no. Hay una especie de metrópolis invadida, ocupada. Es muy triste. No creo que haya habido momento similar en la historia de Santiago.

-Pero ha habido revueltas antes.

-Hay episodios muy notorios de asonadas, en las que hubo destrucciones considerables, pero que era puntuales, después se recuperaba la ciudad y el centro  volvía a una disposición más positiva respecto a la vida, a la sociedad.

Pero eso ahora no se ha dado. Si lo vemos como fantasma, el fantasma del estallido social estaba desde antes. En realidad siempre estuvo, desde fines del siglo XIX, y particularmente desde la revolución o “mitin de la carne”, en 1905. El temor a que en algún momento venía un desborde incontrolable.

-¿Es la expresión de fractura social?

-Algo equivalente a una falla geológica, una grieta. En todo caso me parece que siempre en estas circunstancia, hay gente que se aprovecha o mueve los hilos. Y eso me parece muy siniestro.

-¿Tú sigues caminando por Santiago como lo hacías antes?

-Pocazo, camino por Providencia, me cambiaron mis circunstancias. Iba a ver a mi mamá, que ya no está. Pero he caminado desde la Plaza Italia, por Parque Bustamante, y de ahí al centro. Y es impresionante, realmente. La zona cero es una cosa espeluznante. Las mansiones que había en Vicuña Mackenna al llegar a Plaza Italia están incendiadas. Adentro se escuchan voces y hay carpas también, gente viviendo en el antejardín. Es una escena que si la muestras en una película se hace inverosímil. Es como una versión onírica, una pesadilla, lo que estamos viviendo. Hay un feísmo, una voluntad de sitio eriazo en la ciudad. Lo que no se entiende bien es por qué no se retoma el paisaje anterior. Parece que el miedo a que vuelva esta lesera paraliza.

-Los militares sacaron la estatua de Baquedano.

-Es increíble. Cincuenta pinganillas contra el poder del Estado. Es un fenómeno muy extraño. Creo que hay motivos y fuerzas que uno desconoce. Todavía no me queda claro qué quiso decir Piñera con esa frase de que estamos en guerra contra un enemigo poderoso. Algunos dicen que Piñera le declaró la guerra a Chile, qué imbecilidad. Eso no es cierto. En todo caso, espero que se restituya el centro, no puede ser que abandonemos a nuestra propia ciudad. Caminar por el centro deja una sensación de abandono e irracionalidad.



Las empresas se fugan de Santiago Centro.

María José Tapia

15 Junio 2022



Un centro abandonado. La frase se repite entre comerciantes, dirigentes y autoridades. Calles atestadas de comercio ambulante, rayados y cortinas metálicas. Los letreros de ‘Se Arrienda’ se repiten durante cuadras. Ya son más de 700 los locales que han cerrado desde 2019 a la fecha. Las oficinas también han migrado, mientras más de una decena de hoteles están a la venta. En la municipalidad reconocen que la fuga les ha pegado en sus balances, pero que hay más patentes que llegan que las que han dejado la zona. Trabajan en intentar revertir la situación, mientras la gobernación hace lo suyo. “Hay que devolverles la ciudad a los ciudadanos y no dejarlo entregado a un par de vándalos que van todos los viernes a destruir lo que nos queda”, señala Claudio Orrego.

El empresario Carlos Cortés compró en 2010 una propiedad frente al Parque Forestal. “Pensamos que era la parte más linda de Santiago”, señala. La restauró y el 2012 abrió el hotel boutique Su Merced. En enero de 2019, sumó socios y transformó el inmueble a un formato de coliving: arrendar las piezas por temporadas más largas y compartir los espacios comunes. En octubre de ese año, los socios se fueron. “Me dejaron solo”, cuenta. “Después del estallido, toda la zona quedó muy deteriorada. Nuestro hotel está a dos cuadras de la Plaza Italia, en el epicentro del huracán”, subraya.

Hoy, si bien ha continuado operando como coliving, el inmueble está en venta. “Quiero vender mi propiedad; vivir tranquilo. Ha aparecido gente, pero creen que la propiedad no vale nada y hacen ofertas indecentes”, destaca. “Entre operarla y regalarla, prefiero operarla”, añade.

El socio director de la compañía de intermediación inmobiliaria Engel&Völkers Commercial, Felipe Weil, asegura que hoy mantienen ocho hoteles a la venta en el centro de Santiago. Lo tradicional había sido entre dos y tres en todo el eje Providencia-Santiago. “Un 70% se quiere ir por las manifestaciones”, subraya. Ya enajenaron Andes Hostel que será reconvertido para renta residencial, y Damero B&B, que es la nueva residencia que el Presidente Gabriel Boric arrienda en el barrio Yungay.

Los ejemplos de lugareños que buscan irse de la zona cero se multiplican. El viernes, la aseguradora Chubb anunció que, desde la próxima semana, trasladará sus oficinas desde Miraflores a Presidente Riesco. La semana pasada, el Banco Santander anunció que dejará su cuartel central en Bandera 140, para moverse al sector oriente en 2026. En 2018, el Santander había financiado el renovado Paseo Banderas. Y el dueño de la tradicional pastelería Paradiso, Aldo Ramello, cerró siete de sus locales, todos en el centro, la zona donde nació la cadena. Las ventas ya no eran ni el 65% de lo que fueron. La violencia y el comercio ambulante -acusaba- habían causado la caída.

“Se instaló una cultura de la impunidad muy similar a la que existe en Valparaíso, donde básicamente cualquier persona puede destruir, rayar, vandalizar y no le pasa nada”, señala el arquitecto Iván Poduje. “Generalmente existen acuerdos sociales para no destruir. Eso se quebró, lo que se suma a una ausencia completa del Estado”, añade.

Desde la Municipalidad de Santiago refrendan parte de esa visión. Indican por escrito: “Nos encontramos con una comuna afectada por la delincuencia como todo el país y que se ha visto aumentada principalmente en los últimos cuatro años, lo que sin duda genera temor en las empresas y locatarios”. El municipio asegura estar trabajando coordinadamente con Carabineros, la Delegación Presidencial, Fiscalía y otros actores para recuperar los espacios públicos y volverlos más seguros.

“Hay que devolverles la ciudad a todos los ciudadanos y no dejarlo entregado a un par de vándalos que van todos los viernes a destruir lo que nos queda”, refuerza el gobernador de la RM, Claudio Orrego.

Más de 700 locales menos.

destrucción


En marzo de 2019, se inauguró el boulevard gastronómico de Plaza de Armas. Se abrían nueve restaurantes de alta gama que venían a complementar la oferta del también renovado portal Fernández Concha. El dueño de uno de esos lugares cuenta que él abrió en julio y llegaron ejecutivos internacionales de la marca que pretendía impulsar en el país. Al principio todo fue un éxito. Una exautoridad cuenta que en ese minuto se conformó un casco histórico con 120 carabineros para proteger el lugar y combatir el comercio ambulante. Hubo una estrategia de copamiento en Ahumada, Huérfanos, Estado y Puente. Y se creó un equipo de guardias especialmente destinados a cuidar la zona.

La idea era priorizar el triángulo central, enmarcado por el cerro Santa Lucía, la Alameda, la Autopista Central y el río Mapocho. Exautoridades aseguran que ahí se genera el 75% de los ingresos de la comuna. “Con esos recursos se pueden impulsar inversiones en los barrios más vulnerables”, destaca.

En 2019, la intersección Ahumada-Puente fue ranqueada por Colliers International como la esquina comercial más costosa de Latinoamérica. El eje alcanzaba los US$ 36.119 el m2, muy por sobre intersecciones en Ciudad de México, Buenos Aires, Sao Paulo, etc. En octubre del año anterior, se había vendido a precio récord un local en Ahumada: 880 UF el m2.

Tal era el éxito de la zona que un locatario del llamado boulevard abrió un segundo local en el centro. Firmó contrato en septiembre de 2019. En octubre todo cambió. Cerró unos meses tras el estallido. Y las ventas fueron en franco deterioro. Hoy, evalúa terminar este segundo local, pese a tener contrato por cinco años, y trasladarse al sector oriente. Más allá de un entorno, asegura, rayado y sucio, su principal pesadilla ha sido el comercio ambulante. Desde las 8:00 horas, las calles del Paseo Ahumada, Estado, Catedral, entre otras, se ven atestadas de comercio informal. “Desde las 5 de la tarde no se puede caminar por Catedral”, asegura un guardia de la comuna. Añade que la fuerza pública que se veía en la administración anterior ya no está.

Datos de Carabineros daban cuenta de que hasta 2021 había a lo menos unos 1.400 ambulantes sin permisos; una cifra que quienes habitan el sector aseguran ha ido al alza. Los consultados por Pulso apuntan a que la señal dada el 22 de septiembre de 2021, por la actual alcaldesa, Irací Hassler, de abrirse a la posibilidad de dar más permisos al comercio ambulante, aunque no se haya materializado, sólo agravó la situación.

“Da pena venir al centro y casi es una evidencia empírica lo que uno puede constatar al caminar por Miraflores, Ahumada, Huérfano, no hay lugar que se salve. El comercio ambulante ha ido aumentando en forma muy importante en Santiago Centro, lo que inhibe que las personas vayan”, señala el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes. A renglón seguido añade: “Le estamos entregando el espacio a la delincuencia”.

Según la última encuesta de Víctimización de la CNC, un 51% de los locales comerciales de Santiago fue víctima de algún delito el segundo semestre del año pasado.

Hoy, impulsado por las constantes manifestaciones de los viernes, el horario se ha acotado. Después de las 20:00 horas, las calles están vacías, indican comerciantes. Y los fines de semana las ventas se reducen más de un 70% por falta de público.

Y así han sido cientos los que han optado por bajar la cortina. Según un mapeo hecho por Georesearch, entre octubre de 2019 y mayo de 2022 han dejado de operar 747 comercios establecidos, lo que se ha traducido en 119.858 m2 arrendables menos. En el entorno posestallido -hasta febrero de 2020- cerraron 63; durante la pandemia, se sumaron 527, y pospandemia -entre agosto de 2021 y 2022- se agregaron 157, indica el reporte. Del período posterior al Covid los peaks se han dado desde marzo a la fecha.

Según el fundador de Georesearch, Daniel Encina, ese fenómeno respondería a deudas arrastradas por la pandemia, menor público por el teletrabajo y el cambio en el comportamiento de consumidores, lo que aumentó de forma drástica la competencia generada por el delivery. Y también el alza de precios por la inflación, lo que disminuiría la cantidad de ventas mensuales.

“Hay muchos lugares en que no se puede andar y más allá de eso percibes la inseguridad que significa andar caminando, incluso a las tres o cuatro de la tarde”, indica Mewes.

En la Municipalidad de Santiago aseguran que sus datos son diferentes: “Tenemos en promedio un aumento de 1.200 patentes por año”. Señalan que desde diciembre de 2019 a junio de 2022 se crearon 14.298 patentes, y se anularon 10.757, teniendo un saldo positivo de 3.541.
 “Hemos visto disminución en los ingresos que aportaban las empresas y locales que han cerrado. Sin embargo, seguimos con cifras positivas respecto del número de patentes que ingresan mensualmente”, subrayan en el municipio.

El arquitecto Iván Poduje ha recorrido el centro varias veces tras el estallido social de octubre. Su diagnóstico es claro: “Está peor que el año pasado y peor que el 2020″, asegura.
“Tenemos más locales cerrados, problemas crónicos de violencia y deterioro en cuadras completas. Y producto de la baja de las barreras de control, se ve un alza de comercio informal, y mayor informalidad en todo su aspecto”, subraya.

Un locatario de Plaza de Armas asegura que no sólo el comercio ambulante se ha tomado el lugar, sino que cantantes, evangélicos y mendigos que se congregan en la plaza. “El centro, en la práctica, está abandonado y creo que ahí la autoridad y particularmente la alcaldesa de Santiago, debe mirar lo que está pasando y darse cuenta del gran problema que eso va a generar en la comuna”, enfatiza Mewes.

La fuga de las oficinas

En el sector inmobiliario explican que fue a partir de los 90 donde varias compañías del centro -principalmente estudios de abogados- comenzaron a migrar hacia el oriente. El primer salto icónico, eso sí, lo dio Latam Airlines en 2004. Se trasladó desde el centro hacia un nuevo edificio que levantó en Nueva Las Condes. Una vez que se extendió la Línea 1 del Metro hacia Los Dominicos, fue el turno del traslado de Bci, Corpbanca (hoy Itaú) y BBVA (hoy Scotiabank).

“Sin embargo, Santiago Centro se mantuvo como base para empresas emblemáticas como Falabella, Banco Santander, entre otras; cosa que no parecía que fuera a cambiar hasta que se produjo el ‘estallido social’ en octubre de 2019″, señala el director ejecutivo de GPS Property, Francisco Rojas. El teletrabajo y la inseguridad cambiaron ese panorama.

De acuerdo a reportes de la compañía, se han liberado 36.000 m² entre traslados a otras zonas y empresas que han disminuido o devuelto espacio por cambio en su forma de trabajar. Dentro de esos datos está el caso de Falabella, que dejó sus tradicionales oficinas de Rosas por Nueva Las Condes, donde cerraron un arriendo por unos 10.000 m². O el banco BICE, que se mudó de Teatinos a Apoquindo. A lo que se agregó el anuncio de Banco Santander. De esta manera, de los grandes bancos quedan solo el Banco de Chile y BancoEstado. Servicios como, por ejemplo, Servipag también cerraron su sucursal en San Antonio. “Hemos visto una baja actividad en el centro más cercano a la Alameda, y por eso cerramos nuestro local”, dice el gerente general, Jaime García.

Si bien cifras de la empresa inmobiliaria JLL dan cuenta que durante el primer trimestre la vacancia en el centro rondaba el 9,1%, el director de Kayco International Group, Marcos Kaplún, asegura que esta bordea el 40%. “Existen torres completas vacías”, explica. Y agrega: “Actualmente, tenemos oficinas a 15 UF el m2 que antes valían 40 UF”. Por ello hoy trabajan en rentabilizar esa oferta a través de la reconversión a residencias, una demanda domiciliaria que sigue siendo mejor absorbida en el centro de la capital.

Desde la municipalidad reconocen que se han visto afectados por el cierre de bancos y oficinas que -señalaban- aportaban más de $ 5.500 millones, aunque reafirman que el saldo en patentes sigue siendo positivo.

Frente a esa migración, aseguran estar fortaleciendo el trabajo con emprendimientos y pymes para poder reactivar la economía local. “Solo durante este año hemos logrado generar 411 puestos de emprendimientos a través de 21 ferias itinerantes por la comuna. Este trabajo se desarrolla a través del Departamento de Fomento Productivo de Dirección de Desarrollo Económico Local. A través de estas instancias el municipio también recauda ingresos a las arcas municipales”, destacan.

En el entorno inmobiliario subrayan que es probable que se sigan conociendo más cambios de empresas que dejen el centro. Eso sí, explican que el Estado sigue siendo el gran tomador de metros cuadrados en la comuna. “En GPS Property estamos actualmente trabajando con varias entidades estatales en el proceso de crecimiento y/o reubicación de sus oficinas, siempre en Santiago Centro”, dice Francisco Rojas.

Tolerancia Cero

Varios estudios -dicen expertos- dan cuenta de cómo los centros tienden a quedar naturalmente relegados cuando los polos financieros se trasladan. Es un trabajo constante mantenerlos vivos. Un esfuerzo que -explica Iván Poduje- se hizo por treinta años. “Se logró que el centro fuera un lugar vivo y en 30 meses los delincuentes lo hundieron”, subraya. “Lo único que funciona ahora es subir el costo de vandalizar; aplicarle todo el rigor de la ley a los infractores”, destaca. “No conozco ningún caso con un centro en crisis como el que tenemos, con violencia crónica, que se haya resuelto con malones o con concursos de arquitectura”, subraya.

Algunos ponen como ejemplo la estrategia contra la delincuencia que aplicó el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, en 1994. Información de prensa asegura que logró disminuir más de un 40% la delincuencia en la gran Manzana durante su administración, sumando, entre otras cosas, mayor contingente policial. O el alza en las sanciones aplicadas en París contra los grafitis.

El gobernador de la RM, Claudio Orrego, estuvo el martes caminando por la llamada zona cero. “Parece una zona bélica, abandonada”, señala. “El problema es que el abandono invita al delito y a la desesperanza. Creo que muchos locatarios o personas que transitan por el lugar ya perdieron la esperanza de que esto pueda ser distinto”.

La autoridad se reunió con el Presidente Boric para reimpulsar el proyecto de renovación Alameda-Providencia, una obra que implica desde pintar las fachadas hasta hacerse cargo del entorno, veredas, monumentos, etc. La Gobernación se hará cargo y pondrá $ 10.000 millones de los $ 75.000 millones que cuesta. El resto deberá venir del gobierno central y de los ministerios. Ya hubo una reunión el lunes. “Apenas me den el vamos espero tener alguna obra de confianza rápida, hacia fines de año”, dice Orrego. “Acá hay que dar una señal de que esto ya tiene dueño nuevamente”.

Orrego le ofreció también al Presidente hacerse cargo de todo el comercio ambulante de Santiago; Boric, no obstante, optó por dejarlo en manos de la delegada presidencial. Y si bien la seguridad no es potestad de la gobernación, Orrego sí asegura que hacerse cargo de la Alameda debiera tener repercusiones en disminuir la delincuencia. “Si nosotros no somos capaces de eliminar las incivilidades básicas, mucho menos vamos a ser capaces de eliminar los delitos más graves”. Añade que en eso “me gustaría ver más mano firme del gobierno central y también del municipio con el comercio ambulante, con la gente que vive en carpa, con el tema de la basura. Porque, insisto, si tú recuperas un eje tan importante como ese, lo que va a ocurrir es un efecto de demostración a la gente del entorno, y los privados van a empezar a invertir”. La gobernación mantendrá las obras que se hagan en Alameda-Providencia por un período de tres años.

En la Municipalidad de Santiago aseguran estar trabajando con Carabineros para mejorar la seguridad del casco histórico, así como también de otros puntos de la comuna como barrio Lastarria, el sector de Plaza Italia, Parque de Los Reyes, barrio Meiggs, entre otros. “Todo lo anterior permitirá recuperar la confianza de empresas y locatarios para retornar al casco histórico de la ciudad”, señalan.
El dueño del hotel Su Merced, Carlos Cortés, asegura que intenta no desesperarse. “Pero luego veo a los vándalos saqueando y destruyendo todo lo que pueden, y pierdo las esperanzas”, sostiene. “Hoy el centro es peligroso”, añade.
Existe una junta de vecinos -cuenta- en el barrio forestal que ha intentado promover acciones para contener la delincuencia y el comercio ambulante. Algunos locatarios de Plaza de Armas también se agruparon en una asociación para avanzar en reimpulsar el centro. “Por ahora no hay señales de que esto vaya a cambiar. Tenemos paciencia, pero no sé cuánto tiempo aguantaremos hasta tener que cerrar”, subraya un comerciante. Ya hay uno del promocionado boulevard de restaurantes de Plaza de Armas que estaría cerca de bajar la cortina.



General Manuel Jesús Baquedano González.



(Santiago, 1823-1897) Militar chileno que contribuyó decisivamente a la victoria de Chile en la Guerra del Pacífico y asumió brevemente la presidencia de la República en 1891. Miembro de una familia de militares, Manuel Baquedano comenzó su carrera como soldado raso y llegó a alcanzar el generalato. Estudió en el Instituto Nacional, pero con sólo quince años abandonó las aulas para incorporarse al regimiento de Cazadores que mandaba su padre y que había sido movilizado en la Guerra de la Confederación (1836-1839). La batalla de Portada de Guías del 21 de agosto de 1838 fue el bautismo de fuego del joven soldado, quien recibió el grado de alférez por sus méritos en el combate. En Yungay, el 20 de enero de 1839, participó en la carga de caballería que decidió la batalla. Ese mismo año fue ascendido a teniente.
Posteriormente apoyó al presidente Manuel Bulnes en la represión del alzamiento liberal de 1851 y se distinguió combatiendo contra los araucanos en la campaña de 1862. En la Guerra del Pacífico o del Salitre (1879-1881), que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia por el control de la región salitrera situada al norte del desierto de Atacama, el gobierno chileno confió a Manuel Baquedano, ya entonces general, el mando de la caballería del Ejército del Norte. Baquedano se trasladó a Antofagasta, base de concentración de las fuerzas chilenas, para dirigir las operaciones. Llevó a cabo su primera acción importante en la batalla de Los Ángeles, fuerte posición peruana defendida por dos mil soldados, que hubo de rendirse ante el empuje de las tropas que mandaba Baquedano.
Poco después fue nombrado comandante en jefe del Ejército del Norte, posición desde la que tuvo el honor de culminar victoriosamente el conflicto. La batalla de Tacna (26 de mayo de 1880) fue uno de los encuentros decisivos que abrieron el camino de Lima. Antes de seguir el avance hacia el norte, decidió eliminar el bastión de Arica, que ponía en peligro su retaguardia. Siguieron después las batallas de Chorrillos y de Miraflores, que rompieron las líneas defensivas de la capital peruana y forzaron la capitulación inmediata. Tras ello, las fuerzas chilenas ocuparon Lima y El Callao el 17 y 18 de enero de 1881. El general pudo hacer así su entrada en la ciudad virreinal, donde permaneció hasta el mes de marzo, en que regresó a Chile para ser objeto de un recibimiento apoteósico.
El militar victorioso fue candidato a la presidencia de la República en los comicios de 1881, representando al Partido Conservador, pero las posibilidades de triunfo en las urnas eran dudosas, pues los liberales estaban muy fuertes en torno a su candidato, Domingo Santa María. Ante el temor de que el país se polarizara de modo peligroso, Baquedano presentó su renuncia a la candidatura. Sin embargo, no abandonó la política, pues desde 1882 hasta 1894 ocupó ininterrumpidamente una banca en el Senado. Aún hubo de prestar servicios durante la Guerra civil chilena de 1891, que enfrentó al Congreso contra José Manuel Balmaceda. Baquedano se mantuvo fiel al presidente y, tras la muerte de éste, mantuvo el orden en Santiago y asumió la presidencia durante breves días, hasta entregar el mando a la nueva Junta de Gobierno.



Estación Pirque


Estación Pirque
Francia Carolina Vera Valdes

La estación Pirque o estación Providencia fue una terminal ferroviaria de la ciudad de Santiago de Chile, que estuvo ubicada en lo que hoy es el parque Bustamante. Técnicamente, el edificio albergaba a dos estaciones de dos ferrocarriles distintos: la estación «Pirque» del Ferrocarril del Llano de Maipo y la estación «Providencia» que albergaba los servicios del Ferrocarril de Circunvalación.

La estación fue inaugurada en octubre de 1891, al ser una de las cabeceras del Ferrocarril del Llano de Maipo, y originalmente consistía en una edificación sencilla de un piso.
Entre 1907 y 1911 fue construido un nuevo edificio para la estación junto con la remodelación de la plaza Italia, dando en 1910 un nuevo carácter al lugar en el marco de las celebraciones del centenario de la independencia. El edificio fue proyectado y diseñado por Emile Jéquier y construida por la empresa belga Compañia Central de Construcciones y Fundiciones Haine St Pierre.​ El edificio de la estación se construyó simultáneamente junto con la estación Mapocho. Cuando esta se levantó, se pensaba que el tren llegaría hasta Argentina — a través del Ferrocarril Trasandino—.​ La estación era punta de rieles del Ferrocarril de Circunvalación y el del Llano de Maipo —que iba a Puente Alto— hasta 1942.
En 1929 ya estaba en discusión el levantamiento de la vía que llegaba a la estación; se habían presentado propuestas para que la estación quedase como cabecera de un parque. Otra propuesta para la estación fue tunelar la vía que hubiese conectado a estación Mapocho —del ferrocarril de Circunvalación— y otro túnel con dirección al sector denominado Cerrillos en la comuna de Las Condes.
Finalmente, en 1941 la estación fue cerrada y entre 1942 y 1943 fue demolida junto con la estación Ñuñoa —siendo esta última reubicada—, ya que se argumentaba que el recinto ferroviario "dividía" los barrios de la ciudad entre los nuevos y los antiguos.9​10​ Desde esa fecha al Ferrocarril del Llano de Maipo se le permitió llegar hasta la plaza Italia como tranvía, situación que duró hasta el levante de las vías entre el Parque Bustamante y la estación Ñuñoa en 1959.
En el lugar de los patios se construyó el parque Bustamante, que conserva la geometría de los recintos ferroviarios originales de las estaciones demolidas. En ese tramo, se ubican las estaciones Baquedano, Parque Bustamante, Santa Isabel e Irarrázaval del metro de Santiago.

Infraestructura

La arquitectura del edificio es similar al de la Estación Mapocho, construida por el arquitecto de este edificio, Emile Jéquier. Este edificio seguía los principios del beaux arts, simétrico, ventanas arqueadas, ornamentación con detalles de la arquitectura clásica. La fachada se hallaba compuesta por una gran nave central con su frontis recubierto con un ventanal; la entrada principal contaba con un reloj. Los edificios laterales poseían dos pisos.
Para 1911, el ala oeste de la estación servía como oficinas de los Ferrocarriles del Estado, mientras que el ala este era utilizada como oficinas del Ferrocarril del Llano de Maipo. Recubierto por el galpón central iniciaban las plataformas de los andenes de la estación, sin embargo, las plataformas de embarque se encontraban mucho más al fondo de la estación. La plataforma al oeste, correspondiente a los Ferrocarriles del Estado, era el punto de término de las vías —de 1,68 m. de ancho de trocha—, y estas no se extendían hasta la zona techada; distinto era el caso con el Ferrocarril del Llano de Maipo, que las vías —de 1 m de ancho de trocha- tenían su término bajo el galpón. En ambos lados existían baños públicos. El edificio poseía una plaza frontal que era atravesada por el ferrocarril a Cerrillos,​ en esta además se encontró en un momento el Monumento al Genio de la Libertad.
Para 1921, con el proyecto de la canalización del río Mapocho, se presenta el proyecto de extensión de la línea de circunvalación por el noroeste doblando hacia la estación Mapocho. Además, el ferrocarril a Cerrillos —denominado en este mapa ferrocarril al Peñón— que poseía su punta de rieles en el borde externo oeste de la estación estaba siendo levantado.



Depreciación y oferta al alza: La compleja situación de empresas que buscan vender sus sedes y dejar el centro de Santiago.

Constantes protestas y desmanes, sumado al auge del comercio ambulante, han hecho que un puñado de empresas -como Banco Santander- hayan decidido reubicar sus oficinas.

Banco Santander dejará su icónico edificio corporativo ubicado en Bandera 140, en pleno centro de Santiago, y se trasladará a la comuna de Las Condes. Así, la entidad se sumó al puñado de empresas, instituciones, tiendas o ciudadanos que han decidido migrar -o lo están evaluando- de una zona marcada en último tiempo por su deterioro, ante constantes protestas y desmanes, además del auge del comercio ambulante.

Eso sí, irse no es fácil. La fuerte desvalorización de las propiedades emplazadas en el centro, sumado a una vacancia de oficinas en aumento y escaso interés que tienen otras compañías por mudarse a oficinas de la zona -entre otros factores-, hacen que la venta que deba hacer Santander de su edificio u otras empresas que quieran emular aquello, un desafío complejo.
 "Debido a las constantes protestas y desmanes, el sector Santiago Centro ha perdido interés por parte de las empresas dado que no pueden realizar su trabajo de manera normal", comentó a Emol Antonio Sivori, gerente de oficinas y retail de Colliers "Por ejemplo, los días de protestas (puede ser por algún aniversario) sus trabajadores deben de salir antes de su horario normal. Otro ejemplo es cuando hay protestas y se producen cortes, en el Metro también existen problemas para asistir a reuniones (desde o hacia el centro)", agregó. De hecho, Sivori comentó que "hemos visto una baja en los precios de arriendo hasta un 25%, dependiendo del tamaño propiedad, nivel de habilitación y emplazamiento". 

En esa línea, existen ciertas barreras de salida que complican una eventual salida a otra comuna para las organizaciones que están considerando, o definitivamente, ya tomaron la decisión de irse de Santiago Centro. "Es complejo, ya que la oferta (en el Centro de Santiago) va en ascenso progresivamente y a su vez el interés por este tipo de activos sigue disminuyendo, lo que hace pensar en el potencial cambio de usuario final de estos espacios. Idea que podría empujar a una posible tendencia de reconversión de uso de estos inmuebles", expuso a este mismo medio el bróker de oficinas de Cushman & Wakefield, Felipe Riveros.
 "Grandes organizaciones se han tomado el tiempo para observar las condiciones de Santiago Centro y hoy están concretando reubicaciones derivadas de una planificación estratégica desarrollada con anterioridad. En general, existe una migración natural al Oriente, que se ha sido de manera progresiva en el tiempo, pero la coyuntura nacional ha desencadenado una aceleración de esta tendencia", añadió. Asimismo, Riveros hizo hincapié en que los arriendos en el Centro de Santiago han ido disminuyendo debido a los efectos que dejaron los hechos ocurridos el 18 de octubre del año 2019.

 "En el valor de arriendo es posible distinguir una disminución de un 15% aproximado. Esta baja empezó a hacerse manifiesta desde el tercer trimestre del año 2020, en el cual el valor se encontraba en 0,45 UF/m2 promedio. Después de un año del estallido social comenzó a descender y actualmente la oferta de las oficinas en el centro está en un promedio de 0,38 UF/m2" 
Felipe Riveros, bróker de oficinas de Cushman & Wakefield"

En el valor de arriendo es posible distinguir una disminución de un 15% aproximado", precisó. "Esta baja empezó a hacerse manifiesta desde el tercer trimestre del año 2020, en el cual el valor se encontraba en 0,45 UF/m2 promedio. Después de un año del estallido social comenzó a descender y actualmente la oferta de las oficinas en el centro está en un promedio de 0,38 UF/m2", precisó. El año pasado, Falabella se vendió las oficinas de su casa matriz ubicadas en Santiago Centro. Santander optó por lo mismo, y desembolsará US$350 millones para su nuevo edificio corporativo en Las Condes. De hecho, la entidad optó por construir su edificio corporativo en Las Condes -misma comuna destino de la multitienda-, obra que significará una inversión de aproximadamente US$350 millones para la institución bancaria. Preocupación en el retail Por otra parte, esta despoblación de oficinas no es algo que miren con buenos ojos desde el retail, dado que el centro es atractivo para el comercio en la medida que haya un flujo importante de personas dispuestas a consumir. 
En ese sentido, Paula Valverde, presidenta de Marcas del Retail, señaló que "el centro tiene mucho que ver con todos estos trámites que se hacen allí: notaría, etcétera., pero también tiene mucho que ver con las oficinas". "Falabella también se cambió, entonces si efectivamente estos alrededores quedan despoblados de oficinas, también baja la demanda porque es un comercio que no funciona por destino sino porque la gente está ahí, o haciendo un trámite, o trabajando", afirmó. Vacancia La vacancia de oficinas ha ido aumentando en la zona del Centro de Santiago. 
La comuna ha visto escaladas en el porcentaje de desocupación en los lugares de trabajo. Según Rosario Meneses, líder en Market Research de Cushman & Wakefield, "la vacancia de oficinas clase A en Santiago Centro se inicia el año 2019 con una vacancia históricamente baja de 1,46% y actualmente se encuentra cercana al 13%". 
A su vez, Sivori, de Colliers, indicó que "la vacancia actual del mercado de oficinas es del 12,1% y pre pandemia/ estallido social estaba alrededor del 5%". "Esta aumento de la vacancia se debe principalmente a aquellas empresas que dejaron el centro y optaron por otros submercados. Cuando hay edificios completos, los propietarios optan por buscar un arrendatario por la totalidad del edificio", planteó Sivori. 

"Hoy empresas privadas han optado por otras alternativas de submercado y los principales interesados en Santiago centro son entidades públicas", agregó. Igualmente, Meneses precisó que "en principio, gran parte de las oficinas de mayor calidad y ubicación podría seguirse destinando a este destino, pero ajustado en tamaño y precio a otro tipo de empresa"- "Es muy posible que otros edificios más antiguos, según su zonificación y accesibilidad lo permita, puedan pasar por un proceso de reconversión hacia un hub de minibodegas o en último caso a un edificio residencial. El resultado será un centro con un mayor mix de usos", concluyó.





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1 comentario:

  1. El viejo Santiago, entro en decadencia provocado por disturbios de octubre y sobre todo la pandemia de coronavirus, esto ha provocado la decadencia de la comuna de Santiago, el abandono de las oficinas de las empresas privadas y establecimiento comerciales, Ahora es desierto urbano.

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