Paula Flores Vargas; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Luis Alberto Bustamante Robin; José Guillermo González Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdés; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Álvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Verónica Barrientos Meléndez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andrés Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matías Heredia Sánchez; Alamiro Fernández Acevedo; Soledad García Nannig;
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Gruta de Lourdes. |
La Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, también llamada Gruta de Lourdes, es un templo al aire libre dedicado a la virgen María, ubicado en la comuna de Quinta Normal en la ciudad de Santiago, Chile. Fue inaugurada el 11 de febrero de 1908 en el cincuentenario de las apariciones de dicha virgen a Bernadette Soubirous en 1858 y es similar a la original de la ciudad de Lourdes en Francia, donde ocurrieron. Forma parte del santuario homónimo junto con la Basílica de Lourdes. El delegado apostólico monseñor Monti bendijo la primera piedra el 21 de noviembre de 1903. En su entrada está el Cristo del Centenario, inaugurado por el vicario general de Santiago Monseñor Martín Rucker el 31 de diciembre de 1910. Dentro del recinto por ambos costados, y comenzando por el izquierdo, hay 18 pinturas del artista chileno Pedro Jofré, que representan las apariciones distribuidas en pequeñas ermitas en el Camino de Bernardita. En el sector norte está la estatua de la Virgen de Lourdes haciendo la señal de la cruz. Es de bronce y la refleja en su primera aparición, cuando se persignó junto con Bernardita. Mide 2,27 metros, pesa 1.500 kilos y fue diseñada por Sor Ana Frank, religiosa oblata de la Asunción. Por el lado derecho están las Fuentes de Agua con líquido corriente, que recuerdan el manantial de Lourdes y el Bautismo. En la parte alta de la gruta está La Bernardita, la campana bendecida por el internuncio apostólico Monseñor Enrico Sibilia el 8 de diciembre de 1909. Está cerca de la estación Gruta de Lourdes de la Línea 5 del Metro de Santiago. Basílica Nuestra Señora de Lourdes |
Estación de Metro. |
Juzgado de Familia de Pudahuel. con sede en la comuna de Quinta Normal. |
El juzgado de Familia de Pudahuel, está cerca a la estación del Metro Gruta de Lourdes, a solo dos cuadras, en avenida San Pablo 4455, barrio Franja de Yungay, en la comuna de Quinta Normal. Esta a pocas cuadras de la Población Simón Bolívar. Composición de la planta de los juzgados de familia. Los juzgados de familia que se crean tendrán la siguiente planta de personal, en relación con el número de jueces determinado para cada uno de ellos: Un administrador, doce miembros del consejo técnico, cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefes, un administrativo contable, trece administrativos 1º, seis administrativos 2º, nueve administrativos 3º y dos auxiliares. El Juzgado de Familia de Quinta Normal, es un tribunal especial, con sede en la comuna de Quinta Normal, con jueces ejercen funciones jurisdiccionales unipersonalmente, con competencia sobre las comunas ya señaladas. Los Juzgados de letras de Familia fueron creados por la Ley N° 19.968, publicada el 30 de agosto de 2004, y comenzaron a funcionar el 1 de octubre de 2005. Su creación responde a la necesidad de contar con una justicia especializada para resolver asuntos de naturaleza familiar, reemplazando a los antiguos Juzgados de Menores.
Según el censo de 2017, la población que ejerce jurisdicción el juzgado de letras de Familia de Pudahuel tiene 569. 101 personas. El censo de 2002, había 548.898 personas.
El juzgado de familia tiene sede en un edificio nuevo, con accesos personas incapacitadas, sala de espera y servicios. Tienen espacio dentro del recinto para los niños, con juegos, además en los jardines. Con un diseño vanguardista y moderno, este nuevo inmueble judicial cuenta con instalaciones de primer nivel y de alta tecnología para usuarios, jueces y profesionales y una operación sustentable, certificado por el Building Council Center, postulando a la certificación “oro”, que otorga esta entidad certificadora internacional y que es la más reconocida del mundo en esta materia. Dentro de sus características arquitectónicas más destacadas está un gran hall de acceso, con zonas diferenciadas de acceso de público, Gendarmería y funcionarios, cumpliendo así con la normativa de acceso universal de los usuarios. ![]() Además cuenta con un techo vidriado y grandes patios de luz, entre las salas de audiencia, lo que permite el ingreso de la luz solar y disminuye el consumo de electricidad en todo el edificio. Además, cuenta con aislación térmica y acústica, un sistema de protección anti vandálica y áreas verdes en su interior y espacios destinados especialmente para la toma de declaración de niñas, niños y adolescentes. ![]() El nuevo tribunal cuenta con un moderno sistema de climatización, que regulará automáticamente la temperatura al interior del inmueble; y de emergencias, lo que permitirá que el juzgado siga funcionando normalmente por ocho horas continuas en caso de un corte de energía eléctrica. Además, es un tribunal 100% accesible para las personas con discapacidad y cuenta con un moderno sistema de cámaras de vigilancia al interior y exterior del edificio, lo que permite mantener un completo registro del ingreso y salida de los usuarios. El presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, destacó los beneficios de esta nueva obra del Poder Judicial.
“Así nace el anhelo de contar con dependencias judiciales orientadas a otorgar un mejor servicio y que albergue de manera adecuada tanto a nuestros funcionarios como a la comunidad. Todo en búsqueda de una mejor y más eficiente administración de justicia", dijo el Presidente. Tecnología y distribución sustentable de los espacios. En el primer piso de este tribunal se encuentran ubicados los sectores de atención de público y cuatro salas de audiencias, con servicios higiénicos y una gran sala de atención para, niños y adolescentes que llegan a este tribunal y que será habilitada con juegos y mobiliario infantil. En el segundo piso se contará con cuatro salas de audiencias, las oficinas de consejeros técnicos y espacios para profesionales y funcionarios. En el tercer piso se encontrarán tres 3 salas de audiencias, oficinas de jueces, salas de reuniones, servicios higiénicos y terraza de funcionarios. "Más de un millón de habitantes de estas comunas se verán beneficiados enormemente con la puesta en marcha de estas nuevas dependencias, desde las que se podrá atender de mejor manera a la ciudadanía, y desde donde también podrán enfrentarse los desafíos venideros del Poder Judicial, y que tienen como objetivo final la entrega de una justicia cercana, eficaz y comprometida con la solución de las controversias que afecten a las personas", concluyó. La formación del Barrio Yungay y sus alrededores del Juzgado de letras de Familia. Durante los apacibles siglos de la colonia, las extensas propiedades del capitán Diego García de Cáceres, habían impedido la expansión de la ciudad hacia el poniente. Mediante la institución del Mayorazgo, que privilegiaba al hijo mayor en la herencia de las propiedades y de los derechos del padre, estas ricas tierras se habían conservado sin fraccionarse. A su vez, las plantaciones de viñas no sólo proporcionaban un exquisito colorido a la propiedad, sino que valorizaban extraordinariamente las tierras. Todo esto ayuda a explicar por qué la antigua chacra de García de Cáceres, luego de Saravia y finalmente de Portales, marcó por tanto tiempo el límite urbano de Santiago en dirección a la costa. Sólo a la muerte de don José Santiago Portales, en 1836, la extensa chacra fue fraccionada entre sus 15 descendientes. Y estos, con el correr del tiempo, fueron loteando y vendiendo los terrenos. Así comenzó a urbanizarse el sector comprendido entre la acequia de Negrete y Matucana, la Cañada-hoy Avenida Bernardo O’Higgins- y la calle San Pablo. Pero, el impulso decisivo para la conformación de un gran barrio en esta área de la ciudad, provino del gobierno de ese entonces. El presidente don Joaquín Prieto oficializó la existencia del “Barrio Yungay”, el 5 de abril de 1839. Casi simultáneamente se trazó la “Plaza Portales”, en tributo al que fuera ministro y organizador de la República, don Diego Portales Palazuelos. Más tarde, en 1880, la plaza pasó a denominarse “Plaza Yungay” tomando el nombre del barrio. Un año después de instituido oficialmente el nuevo barrio, Jacinto Cueto y Juan de la Cruz Sotomayor, organizaron el primer loteo y venta masiva de sitios en el sector. Corría el año 1840 y el Barrio Yungay ya se había transformado en una pequeña aldea de unos 6.000 habitantes. El trazado urbano del sector era bastante regular, siguiendo el diseño característico de las ciudades españolas de la Conquista. Cueto y de la Cruz habían dividido un amplio terreno en manzanas y estas a su vez en sitios, se trazaron calles y el nuevo sector exhibió una violenta transformación en cortos años. La población del barrio Yungay iba en aumento sostenido y gran cantidad de casas se levantaban en sus calles. Ello hizo presente la necesidad de contar con una parroquia. El Arzobispo de Santiago, José Alejo Eyzaguirre acogió esta necesidad y por decreto del 25 de agosto de 1844 creó la Parroquia del barrio, bajo la advocación de San Saturnino, estableciéndola en la plaza Portales, más tarde Plaza Yungay. También se establecieron por estos años-1850- los religiosos Capuchinos. Fijaron su residencia en una propiedad donada por María Rosa Portales Palazuelos, que se situaba entre las calles Catedral, Rozas, Bulnes y Cumming. Ya instalados los Capuchinos desplegaron una intensa actividad religiosa ganando el respeto de los vecinos y contribuyendo al poblamiento del sector, pues muchas familias levantaron sus moradas en sus alrededores. Así fue como, cuando ya moría el siglo XIX, muchas familias se habían radicado en el nuevo barrio, alejándose del centro que entonces empezaba a ser excesivamente “agitado y bullicioso”. La Plaza Yungay, la Parroquia de San Saturnino, la Iglesia de los Capuchinos, y la Quinta Normal de Agricultura habían contribuido a convertir este barrio en un sitiofavorito para residencia de muchas familias “de calidad y personajes distinguidos”. Entre las nuevas propiedades que surgieron entonces se apreciaba un cierto número de quintas pertenecientes a familias de renombre y prestigio. Hacían sembrar papas y hortalizas, y llenaban los terrenos de árboles frutales, permitiendo a sus dueños pasar algunos días de agrado especialmente atractivos en los meses de verano, cuando “las frutillas aromaban el aire y las uvas refrescaban el paladar”. Al sector llegaron personajes de alto nivel social, así como un importante grupo de intelectuales extranjeros contratados por el gobierno, para fortalecer y estimular el desarrollo cultural y científico del joven país. Los nombres de Rodolfo Amando Phillipi, Ignacio Domeyko, Claudio Gay, Eusebio Lillo y muchos otros figuran hacia esta época como vecinos del barrio Yungay. Paralelamente, crecían las calles Dieciocho y Ejercito al otro lado de la Alameda de las Delicias. El rancherío miserable, disperso y desorganizado que había surgido allí en forma espontánea, era desplazado y cedía su lugar a las aristocráticas residencias. Se levantaron palacios Cousiño, Meiggs, Concha Cazotte y otros. Era otro fruto de la riqueza de la plata, el carbón y el salitre, que impactaron fuertemente el proceso de urbanización de Santiago. Hacia 1870, el barrio Yungay mostraba ya un apreciable desarrollo urbanístico. Domingo Faustino Sarmiento, uno de los intelectuales ilustres que entonces vivía en Chile, y que algunos años después, sería el presidente de la República Argentina, expresó su admiración por este pintoresco barrio capitalino, en los siguientes términos:
Si bien el barrio Yungay presentaba entonces un significativo desarrollo urbano y satisfactorias condiciones ambientales, al costado norte de la calle San Pablo y hasta llegar al río Mapocho, se fue formando un sector muy popular, en deplorables condiciones. Surcado por callejones pantanosos, cubiertos de desperdicios. En el lugar se congregaban desordenadamente ranchos de quincha. Don René león Echaíz, estudioso de la evolución histórica de Santiago, ya ha señalado con anterioridad que…”el sector ubicado entre el Camino a Valparaíso y el río Mapocho, pertenecía en esa época a doña Dolores Portales Larraín, esposa de don Juan Manuel Palacios Puga. De hecho se fue formando allí un rancherío miserable y el “callejón de los cachos”, así llamado porque los propietarios colindantes colocaban en las murallas de sus casas los cachos de los animales que beneficiaban. Doña Dolores Portales terminó por vender su propiedad y se levantó allí una población”. Por su parte Sarmiento vio en ese rancherío un “guangalí”, que “vendrá a ser como su arrabal”. Eran los habitantes expulsados del egido de la ciudad, en 1848, que primero se habían instalado en el sector que actualmente corresponde a Mapocho y General Mackenna, para luego desplazarse con sus ranchos al norte del Camino a Valparaíso, frente a la calle Sotomayor. Pese a la desigualdad social y económica de sus moradores, los barrios al Norte y Sur de San Pablo mantuvieron un estrecho contacto ya que los pobladores próximos al río proporcionarían la mano de obra que se requería para la explosiva construcción de viviendas del Barrio Yungay, a la vez de prestar los servicios que la gente acomodada requería. Esta población marginal era masiva “una confusa y desordenada masa de gente misérrima y sin educación. Residía en los sectores periféricos de la ciudad, tales como Guangalí, en San Pablo,…Los de mejor calidad se empleaban como peones de Quintas y Haciendas, como servidumbre doméstica, como obreros de industrias, etc. Los de calidad inferior constituíanun hacinamiento de haraganes, entregados a la malicia, a la borrachera o a la delincuencia”. Con el correr de los años, todo el sector comprendido entre el río y la Alameda se fue poblando hasta alcanzar una densa ocupación que se extendía hasta la Avenida Matucana. Población Simón Bolívar . Si bien, la creación de la comuna de Quinta Normal (1915) y también la de comuna de Yungay (1916), comenzaron un acelerado proceso de modernización en base a la industrialización del territorio, el cambio de uso del suelo de las antiguas chacras a casas y habitaciones obreras y la llegada del ferrocarril con la estación Yungay en 1863, el sector que compondría más adelante la Población Simón Bolívar recién en 1948 lograría su consolidación definitiva, cuando se construiría bajos las políticas de la Caja de la Habitación Obrera, el conjunto habitacional que conocemos el día de hoy.
Antes de que la población Simón Bolívar naciera como solución habitacional y urbana, todo el sector ubicado justamente entre las mencionadas cuadras, componía la llamada Chacra Acevedo, sector rural que ubicado hacia el norte del antiguo Camino a Valparaíso (ex Camino del Rey, hoy calle San Pablo) perteneció históricamente a la familia Acevedo, familia que llegó a Chile en tiempos coloniales principalmente a través de la familia heredera de Gregorio de Acevedo, colonizadores españoles que llegaron a Perú y cuyos herederos migraron hasta Chile aproximadamente en 1730. Parte de las descendencias de estos migrantes españoles se asentaron en la localidad de Doñihue en la Región de O’Higgins, siendo esta línea familiar quienes decidieron comprar la chacra ubicada en el poniente de Santiago. La chacra Acevedo albergaba las formas y configuraciones tradicionales del campo chileno y sus pautas hacendales: economía basada en el cultivo y la crianza de animales, inquilinaje, configuración familiar endogámica, reproducción de los sistemas patronales, etc. Diversas líneas familiares Acevedo vivieron en esta antigua chacra familiar, durante todo el siglo XIX la chacra Acevedo fue uno de los tantos territorios rurales que daban un carácter netamente campesino a este sector de la ciudad, junto con ello a lo largo del camino a Valparaíso ubicado al sur de esta chacra, diversos sistemas de transportes, principalmente a través de carrozas y calesas, potenciaban en gran parte el atributo límite que esta chacra poseía, eran estas y otras chacras los sectores de entrada desde Valparaíso y Viña del Mar a Santiago. Por el Camino a Valparaíso (hoy San Pablo) eran principalmente los hermanos Vigouroux quienes dominaron el negocio del transporte a la costa a través de estos antiguos sistemas arrastrados por caballos, el punto de llegada se encontraba en la chacra Vigouroux a la altura de la calle Lourdes -chacra que posteriormente fue donada para la construcción del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes-, pero una alternativa al uso del tradicional Camino Real, como también era conocida la hoy calle San Pablo, surgió alrededor de 1820 precisamente desde la Chacra Acevedo, un empresario del transporte de apellido Loyola -familia emparentada con los Acevedo- construyó un nuevo camino para salir desde esta chacra y enmendar rumbo a Valparaíso a través de la cuesta Lo Prado, el Camino de Loyola perdura con ese nombre hasta el día de hoy. El año 1891 a través de la Ley de la Comuna Autónoma se crea la comuna de Las Barrancas, comuna de carácter mixto, contemplaba tantos los sectores que recientemente comenzaba a urbanizarse ubicados cerca del eje Matucana-San Pablo, como todos los sectores rurales que componen las actuales comunas de Pudahuel, Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal. El año 1908 la chacra Acevedo, que por esos años pertenecía a Manuel Acevedo Acevedo, estaba evaluada en 46 millones de pesos, siendo una de las chacras más valiosas de la comuna de Barrancas, por debajo eso sí de otros terrenos muchos más extensos y valiosos dominados por otros propietarios de la tierra como José Besa, Salvador Gutiérrez o Absalón Prado (padre del premio nacional de Literatura Pedro Prado). La chacra Acevedo a mediados del siglo XIX se consolidó como una de las principales chacras de este sector del valle de Santiago, principalmente entre el matrimonio entre primos y parientes de la línea familiar Acevedo, la chacra se mantuvo bajo el poder de esta familia reproduciendo la configuración basal de este tipo de sociedad agraria, por ejemplo diversos hijos del matrimonio entre Miguel Acevedo –nacido en 1820- y Nicolasa Zárate –nacida en 1825- se casaron con primos y parientes Acevedo, José Acevedo Zárate se casó con Carmen Acevedo Quezada, Manuel Acevedo Zárate se casó con Jesús Acevedo Acevedo, José Antonio Acevedo Zárate con Rosa Valenzuela Acevedo y Dolores Acevedo Zárate con José Miranda Acevedo, todos ellos vivieron en la chacra Acevedo. Práctica endogámica muy recurrente entre esta familia para perpetuar dominios y propiedades a través del apellido Acevedo, fueron estos matrimonios pactados entre miembros de familias cercanas quienes lograron sostener la tradición campesina y el dominio extenso de su chacra ubicada al norte de la calle San Pablo. Las prácticas familiares y sociales de las diversas familias Acevedo que vivían en la chacra se mantenían aún en un estilo de vida anclado al Chile campesino propio de la Hacienda del siglo XIX, aun cuando el siglo XX ya había comenzado y la ciudad crecía a pasos agigantados este trozo de vida campesina tradicional se negaba a morir. Principalmente el matrimonio entre Manuel Acevedo Zárate y Jesús Acevedo Acevedo llevado a cabo aproximadamente en 1884, consolidó la gran fuerza de esta familia en este territorio, además sus hijos que también serían Acevedo Acevedo –consolidando aún más el modelo endogámico- se volvieron grandes protagonistas del futuro de esta chacra. De los siete hijos que tuvo la familia dos serán muy importantes para la transformación urbana, los dos que llevaban el nombre de sus padres: Manuel Acevedo Acevedo y Jesús Acevedo Acevedo, el primero ellos como primogénito pasó a ser el heredero del terreno y por lo tanto al comenzar el siglo y con gran parte de las transformaciones en ciernes, debió realizar varias negociaciones con un mundo urbano que ya estaba frente a los límites de la chacra. Era inevitable que con el crecimiento de la ciudad, la vida moderna se expandiera hasta los límites de esta zona rural, de hecho las calles que desde el centro de la ciudad se originaron tales como Martínez de Rozas, Andes (hoy Andes de Violeta Parra) e incluso Edison, encontraron en esta chacra una especie de bloque para la continuidad de la ciudad, de hecho hasta el día de hoy la calle Santa Genoveva hereda este límite, el transporte público que viaja por Martínez de Rozas debe en este lugar salir hasta San Pablo, que solo allí se vuelve una avenida bidireccional. Y aunque suene algo trivial hoy, el hecho de que las familias Acevedo comenzarán a renunciar a la endogámica condición campesina tradicional y buscarán matrimonio fuera de los límites de la chacra, transformó la vida en este lugar de la ciudad. Por lo mismo, con el comienzo del siglo XX ya no eran los Acevedo Acevedo los principales dueños y habitantes de la chacra, otras familias habían logrado a través de matrimonios, poder adquirir parte de estos terrenos, entre ellas la familia de Jesús Acevedo Acevedo y Luis Ormazábal Bolívar. Fue, de hecho, justo en este momento cuando las principales chacras al poniente de Matucana comenzaron a ser loteadas y vendidas por los dueños de estas tierras para la construcción de las primeras poblaciones, era inevitable que estas familias menos vinculadas con la tradición patrimonial del apellido Acevedo quisieran hacer lo mismo. Sucedió que los dueños de las antiguas chacras al lotear nombraron sus propias poblaciones con sus apellidos, así encontramos la población Miranda, Vargas, Vigouroux, Garín o Fontecilla, como este proceso fue más lento en el sector de la Chacra Acevedo, entonces ya no fue la familia Acevedo Acevedo –resistente a este proceso de urbanización- la que intentó lotear para construir una población, sino que fue la mencionada familia Ormazábal Acevedo y más específicamente su hijo nacido en 1914: Prudencio Luis Ormazábal Acevedo. Este hombre fue quien ya entrada las décadas del nuevo siglo vio con buenos ojos la posibilidad de lotear parte de las tierras heredades por el linaje materno para construir casas para la población migrante que comenzaba a llegar a estos barrios de gran presencia industrial, y cuando ha de buscar el nombre para esta población no pensó en Acevedo, sino en el apellido de su abuela paterna: Bolívar. Y fue bien entrada la tercera década del 1900 cuando el heredero de esta tradición bolivariana Prudencio Luis Ormazábal Acevedo se decidió a vender parte de la Chacra Acevedo ubicada hacia el norponiente de la misma para la creación de la Población Simón Bolívar en honor a la familia de su padre; entonces loteó este terreno y lo vendió a pobladores que a través de la Ley 5579 de 1935, pudieron adquirir bonos y créditos para la compra de estos sitios. Al menos 33 compradores tuvo esta primera parte del loteo, pero aunque nace así la Población Simón Bolívar, al parecer no fue posible consolidar este primer hito debido a que los compradores no lograron pagar el monto acordado a Prudencio Luis. Entonces cuando el año 1936 se crea la Caja de la Habitación Popular que tenía por objetivo potenciar el “el fomento de la edificación de viviendas salubres y de bajo costo, huertos obreros y familiares…”, se intentó subsanar esta deuda solicitando a través del Congreso Nacional que esta Caja pudiera dar créditos para que los compradores pagaran a Ormazábal Acevedo. La familia Acevedo poco a poco fue abandonando este sector rural, muchos de ellos lotearon sus terrenos, vendieron sus partes y se quedaron a vivir en las calles aledañas, otros se fueron para nunca volver a este pedazo del campo chileno, lo cierto es que la chacra comenzó a vivir un proceso de transformación paulatino bastante largo, lo primero que sucedió es que la chacra fue loteada en 4 grandes sectores, el sector 1 y 2 ubicados más hacia el norte del terreno, fueron los primeros en venderse por parte de Prudencio Luis Ormazábal, naciendo desde allí la población Simón Bolívar. El sector de la cancha y el velódromo quedaron ubicados en el lote 4, mientras que el lote 3 de la chacra fue vendido el año 1938 por la Sociedad Acevedo Hermanos a la Dirección General de Carabineros al precio de $821.057,37, con el objeto de crear allí una población para el personal policial, esto luego de que fracasara la instalación de una población de Carabineros en el antiguo Polígono de tiro que se encontraba justo al frente cruzando la calle San Pablo. Este lote 3 que tenía 39.097,97 mt2 esperaba por la construcción de esta población para Carabineros, Gendarmería y Policía de Investigaciones, pero la falta de recursos de estas instituciones retrasó la construcción y paralelamente y en vista de la gran crisis habitacional existente en Santiago y Chile desde comienzos de 1930, diversas familias comenzaron a hacer ocupación de estos terrenos en un proceso social previo a las simbólicas tomas de terrenos que ocurrieron décadas después. Estos llamados “mejoreros”, concepto heredado también de la sociedad agrícola propia de la hacienda, hicieron ocupación de estos terrenos en búsqueda de que en algún momento el Estado reconociera estas propiedades y se las cediera o vendiera en su condición de mejoreros. Así es como, mediante la presión de estas familias, el Estado tuvo que realizar el traspaso de estos lotes de la antigua Chacra Acevedo desde el Ministerio del Interior al Ministerio de Tierra y Colonización, para poder así enajenarlos y vender los terrenos a los mejoreros a través de la Caja de la Habitación Popular. Hacia el año 1945 al menos el lote 3 se encontraba vendido a los mejoreros que la ocupaban, construyéndose en dicho sector varias casas principalmente mediante la autoconstrucción, parte del lote 4 donde se encontraban las canchas sería adquirido por el Estado, continuando de manera constante las ocupaciones de estos terrenos por parte de familias pobres de Santiago. Sucedió en este año de 1945 un caso similar de ocupación y adquisición de terrenos por parte de la Caja de la Habitación Popular estaba ocurriendo en la población El Pino al norte del río Mapocho, pero en este caso los mejoreros iban a ser desalojados de manera inminente, entonces ante la presión de los mejoreros, el Estado negoció trasladar a la gran cantidad de familias hasta los terrenos de la antigua chacra Acevedo, por lo tanto el asunto se complejizó aún más. Por una parte los mejoreros antiguos de la chacra, por otra las inconclusas promesas de la población de Carabineros, por otra los nuevos habitantes traídos desde la población El Pino e incluso –de acuerdo al boca a boca de los actuales vecinos y vecinas de la población- el traslado debido a un temporal de otros nuevos habitantes provenientes del norte de la Región Metropolitana hasta esta chacra, entonces y debido a todas estas dificultades habitacionales, la decisión respecto de cómo actuar frente a esta problemática se volvió de carácter nacional, siendo el presidente Gabriel González Videla quien en un discurso frente al Congreso Nacional declara en 1947 que finalmente la totalidad de la chacra Acevedo será utilizada para la construcción de la ampliación de la Población Simón Bolívar como una solución urbana y habitacional de carácter moderno y digno. De hecho, a los mejoreros que venían desde El Pino se les asignarían 200 viviendas, de este proceso de desplazamiento y reconstrucción el escritor quintanormalino Nicomedes Guzmán escribirá una crónica para el diario El Siglo en diciembre de 1945. Franja Yungay. La mayoría de las personas que viven en la Franja Yungay no logran circunscribir un territorio con nombre y límites específicos; prefieren referirse a hitos demarcatorios que les permiten diferenciarse del resto de la comuna y constituyen puntos de referencia conocidos, lo cual facilita su ubicación para quienes viven en sectores alejados de la Franja. Un gran referente en este sentido es el Parque Quinta Normal y secundariamente el Santuario de Lourdes. También reconocen algunos ejes viales como demarcatorios; Matucana, San Pablo, Santo Domingo, Martínez de Rozas, Villasana, aunque en la mayoría de los casos no está claro hasta dónde llega aquello que ellos denominan "su" barrio. Se puede observar que la delimitación de éste se vincula a las calles donde transitan cotidianamente. Por su parte, los límites socioculturales se relacionan con la identificación del sector como un "barrio" y no como una "población"; la caracterización de ciertos elementos urbanísticos, como el tipo de construcción, la amplitud de los sitios y la antigüedad de los habitantes, les permite diferenciarse del concepto de "población". Cabe señalar que la Franja Yungay antiguamente pertenecía a la comuna de Santiago y en la década de los ´90 fue traspasada a la comuna de Quinta Normal. Al respecto, no existe claridad sobre si este evento repercutió en la forma de representar los límites correspondientes al barrio al que pertenecen. El traspaso es vivenciado por sus habitantes como una pérdida de beneficios al incorporarse a una Municipalidad de menores recursos que la original, Santiago. Esta memoria tiene un claro tono de rechazo, y da cuenta de una sensación de "pérdida de categoría" del barrio. Los habitantes más antiguos de la Franja Yungay son capaces de referir algunos hechos de su historia. Estos atañen principalmente a elementos que antiguamente funcionaban en el barrio y que actualmente no. Entre ellos, la Fábrica Chiteco, la Estación Yungay y el tranvía que circulaba por San Pablo. En el relato histórico de los residentes jóvenes y adultos se observa la transmisión oral de estos hechos por parte de sus familiares de más edad, quienes residen en el sector desde larga data. La mayoría de los habitantes hacen alusión a que el barrio antiguamente era mejor y más bonito, en el sentido de que el funcionamiento por ejemplo de los trenes permitía que la Franja "tuviera más vida". Tanto la Estación Yungay como la Fábrica Chiteco son referentes históricos más que símbolos representativos del territorio, ya que no tienen un vínculo emocional fuerte que les otorgue tal status. Dentro de las transformaciones acontecidas sobresale el cambio de perfil del barrio, desde uno residencial a otro comercial o mixto, ya que si bien antes existían fábricas, al parecer eran grandes pero pocas a diferencia de lo que actualmente hay. Hoy en el sector se reconocen fábricas grandes hacia el lado norte de Mapocho, pero hacia el lado sur de esta calle (sector que es principalmente delimitado por las personas como su barrio) se observan galpones e industrias más pequeñas, cuya instalación en la memoria de las personas se vincula mayoritariamente con el traspaso comunal. Se puede señalar que entre los habitantes del sector existe el deseo de volver a ser un barrio residencial más poblado, con más movimiento y sin la presencia de bodegas. Una de las características principales del sector es la tranquilidad, la cual se basaría en los bajos índices de delincuencia. Asociada a la seguridad existe una característica positiva del barrio: la familiaridad. Existe confianza en los vecinos, pues se afirma que todos se conocen, ya que la mayoría son residentes de muchos años. Por otro lado, el aspecto negativo que caracteriza al sector es la presencia de bodegas y fábricas, ya que producirían acumulación de desperdicios, contaminación acústica y daños en las veredas, entre otros. Respecto de la Junta de Vecinos de la Franja Yungay, la mayoría desconoce su existencia y quienes sí la han escuchado nombrar saben poco acerca de su funcionamiento y quiénes son los dirigentes vecinales. Por esto mismo, se observa un conocimiento muy impreciso de las actividades de la Unidad Vecinal, de los procedimientos de participación en ella, cómo y cuándo son elegidos sus dirigentes. Todo esto puede estar relacionado con la inexistencia de un espacio físico que funcione como sede donde se pueda congregar a los residentes para efectuar diversas actividades. Con relación a la directiva y funcionamiento de la Junta Vecinal, se puede señalar que sólo existe en lo formal, ya que en la práctica no se reúnen como directiva y no organizan actividades. Una institución significativa para el sector es la Basílica de Lourdes. Esta Iglesia está muy presente en la comunidad y opera como un importante punto de encuentro y de participación para las personas católicas. Se llega a identificar a la Iglesia como un actor con más relevancia que la Municipalidad, sin embargo en el imaginario social no alcanza el nivel de símbolo. En la Franja Yungay sus residentes no reconocen la existencia de un espacio público de encuentro, si bien colindante a ella se ubica uno de los parque más grandes de Santiago, la Quinta Normal, ella no es percibida como un lugar donde la gente del barrio se reúna, sólo algunos la ocupan como lugar recreativo. Actualidad se presenta una renovación urbana, con la construcción de edificios habitacionales, y la construcción de la carretera urbana General Velásquez, la estación del metro Gruta de Lourdes. Y la llegada de la emigración extranjera, principalmente venezolana, cambio la composición social de zona. |
Comunas periurbanas. |
La mayor parte de la aglomeración de Santiago de se encuentra dentro de la provincia homónima, y partes de ella se encuentran en comunas pertenecientes a otras provincias de la Región:La urbe se expandió hacia sur oeste hacia la ciudad de San Bernardo, la comuna de Calera de Tango, y ciudad de Buin; hacia el sur este se expandió hacia la ciudad de Puente Alto; hacia el oeste, se expandió hacia la ciudades de Talagante, Peñaflor, Padre Hurtado, El Monte, e Isla de Maipo; el norte se expandió hacia la ciudad de Colina. La aglomeración urbana de Santiago, a partir del año 2000, comienza expandirse hacia las comunas periurbanas, estas localidades están comunicadas con la ciudad a través de Ferrocarriles de cercanía y las autopistas. Santiago tardó unos 100 años, desde el año 1920, hasta 2020, para ocupar el territorio urbano formado por las 32 comunas pertenecientes a la provincia de Santiago. Desde la fundación de la ciudad en 1541, hasta la década del 20 siglo pasado, urbe solamente ocupaba la comuna de Santiago centro. |
En el contexto chileno, las comunas periurbanas son aquellas que se encuentran en la periferia de las grandes ciudades, especialmente en la Región Metropolitana de Santiago. Estas zonas se caracterizan por una mezcla de características urbanas y rurales, donde se experimentan procesos de expansión urbana y a la vez se mantienen actividades agrícolas o rurales. Melipilla.
Talagante.
Chacabuco.
Maipo.
San Antonio.
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Definiciones. Suburbio es un término propio de la geografía urbana, procedente del latín suburbium, para designar a las zonas residenciales de la periferia urbana o extrarradio; Exurbios (inglés:exurb) se refiere a áreas rurales fuera de las ciudades, a menudo caracterizadas por una baja densidad de población y la presencia de comunidades residenciales. En un exurbio:
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Envejecimiento: un fenómeno transversal y profundo. El Censo 2024 confirma que el envejecimiento de la población se ha profundizado de manera sostenida. El índice de envejecimiento nacional —que mide la cantidad de personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 15— pasó de 56,9 en 2017 a 79 en 2024. En regiones como Valparaíso (98,6), Ñuble (97,6) y Los Ríos (89,2), este fenómeno es particularmente agudo. A nivel comunal, 114 comunas (un 33% del total del país) presentan un índice de envejecimiento igual o superior a 100, es decir, ya hay más personas mayores que niños, y adolescentes. Entre ellas destacan comunas como El Tabo, Curepto y Camarones, donde las brechas intergeneracionales son especialmente amplias.
Chile. Una fecundidad en picada y un envejecimiento veloz: “En Chile se está acabando el bono demográfico”. Los expertos destacan el impacto de la migración en el rejuvenecimiento de la población, pero alertan que representan uno de los grupos más vulnerables, por lo que urgen políticas públicas que ayuden a su integración Antonia Laborde Santiago de Chile - 30 ABR 2025 Chile, con 18,5 millones habitantes, tiene la tasa de envejecimiento más alta de América Latina (un 14% son mayores de 65 años) y, según las cifras dadas a conocer este miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en base al Censo 2024, cada vez menos mujeres son madres, las que lo son tienen menos hijos y más tarde en la vida. El 56,6% de las mujeres entre 15 y 49 años tienen hijos, un promedio de 1,97 por madre. Ambas cifras representan mínimos históricos y los expertos ya alertan de la extinción del bono demográfico -la población en edad de trabajar es proporcionalmente mayor que la dependiente-. En este complejo escenario demográfico irrumpe la inmigración, una población que se ha duplicado en los últimos cinco años en el país sudamericano hasta alcanzar el 8,8% (poco más de 1.600.000). En promedio tienen 33,5 años, cinco menos que los nacidos en Chile. Su presencia puede ayudar a fortalecer el mercado laboral, pero el problema, sostienen los estudiosos del tema, es que pertenecen a los grupos más vulnerables de la sociedad y urgen políticas públicas para su integración. La directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, Andrea Repetto, alerta que el nuevo panorama demográfico chileno tiene implicancias para el mercado laboral, el crecimiento económico y las finanzas públicas, ya que hay que financiar pensiones e implica un gasto en salud distinto, y posiblemente también en educación si hay menos niños. “En los últimos 15 años, aproximadamente un 40% del crecimiento se debe a un mayor empleo y eso ha guardado relación en parte a un bono demográfico, pero se está acabando. Eso es lo que nos están diciendo estos números”, planteó en las oficinas del INE durante el lanzamiento de las cifras del Censo 2024 sobre fecundidad y migración. “Se necesita un conjunto de políticas diversas: no es un bono, una reducción de impuestos o solo la sala cuna o solo la corresponsabilidad”, apuntó sobre la necesidad de robustecer el mercado laboral formal para ir eliminando las barreras con que se enfrentan las mujeres cuando deciden si tener un hijo o no. Para David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica y asesor del INE, “el bono demográfico ya se acabó”. Se presenta por los dos bordes, dice: el índice de envejecimiento, que saltó más de lo proyectado (por cada 100 personas de 14 años o menos, hay 79 adultos mayores) y la abrupta caída de la fecundidad: el 56,6% de las mujeres entre 15 y 49 años tienen hijos, una disminución de 14,1 puntos desde 1992, registrándose la mayor caída en el período 2017-2024 (9 puntos).
Una de las interrogantes era cuánto pesan los migrantes en la población chilena. En el último censo, de 2017, alcanzaban los 746.000, y en el de 2024 alcanzaron las 1.608.650 personas. Si se considera el total proporcional a los habitantes por región, los extranjeros se concentran en las tres regiones más al norte, donde el país de origen es Bolivia, aunque prácticamente en todo el resto del territorio son venezolanos. La población del país caribeño (669.408) superó a Perú (233.432), que lideraba el ránking de 2017. En tercer lugar figura Colombia (197.813), seguido por Bolivia (168.083) y Haití (80.781). Gabriel Borges, representante del equipo de Población del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), sostuvo en la publicación de las cifras que en Chile, la migración ayuda a cubrir la escasez de mano de obra, principalmente en la agricultura y sectores de cuidados. “Demográficamente, la población de migrantes es más joven que la de no migrantes, por lo que tiene un impacto de rejuvenecimiento de la población, algo importante en el contexto de rápido envejecimiento”, afirmó. “Por otro lado, los migrantes representan los grupos más vulnerables de la población. Hay que pensar políticas públicas para la integración, inclusión y protección social de ellos”, añadió. Además de reforzar un control fronterizo para que la migración sea ordenada, segura y legal, los expertos ponen el acento en su incorporación a los derechos como la educación, la salud y la vivienda. Bravo remarca que uno de los desafíos está en los campamentos, donde, según las cifras que maneja, el 70% son migrantes. También ve la necesidad de contar con un registro adecuado en las entradas de la frontera ya que, salvo que alguien ingrese al país en avión, los registros son manuales. “No está generalizado el registro electrónico y eso hace muy complejo el control de las fronteras, incluso de los que entran legalmente. Si las políticas de largo plazo, como las pensiones, van a tener un requerimiento de años en el país, tiene que haber una posibilidad real de contar con esa documentación”, plantea. Envejecimiento por región. Cifras muestran que, si en 1992 las personas de 65 años o más eran un 6,6%, hoy éstas equivalen a 14%. Mientras tanto, los menores de 14 años o menos pasaron de 29,4% a 17,7%. Las regiones con mayor índice de envejecimiento son:
En tanto, las regiones con menor índice de envejecimiento son:
Las comunas con más adultos mayores. En la Región Metropolitana, las comunas con mayor proporción de adultos mayores son Providencia, Las Condes y Ñuñoa, sectores donde el envejecimiento de la población es más pronunciado. Este fenómeno responde a múltiples factores, como el aumento de la esperanza de vida, la baja tasa de natalidad y el predominio de hogares unipersonales en estas comunas. El predominio de adultos mayores en estas comunas no es casualidad. Factores como la estabilidad económica, el acceso a servicios de salud y la calidad de vida han hecho que estas zonas sean atractivas para quienes han envejecido allí o han decidido mudarse en busca de un entorno más adecuado para esta etapa de la vida. En particular, Providencia y Las Condes concentran una alta cantidad de viviendas habitadas por personas mayores que han residido allí por décadas. Además, cuentan con servicios de salud de calidad, amplias áreas verdes y una oferta cultural y recreativa adaptada a este segmento de la población. Ñuñoa, por su parte, ha experimentado un proceso similar, aunque con un mayor recambio generacional en los últimos años. Otro factor clave es el aumento de los hogares unipersonales, tendencia que ha ido en alza en Chile. Según el INE, en 1992 solo el 8,3% de los hogares estaban compuestos por una sola persona, mientras que en 2024 esta cifra subió al 21,8%. Esto refleja que cada vez más adultos mayores viven solos, lo que implica nuevos desafíos en términos de acceso a cuidados y redes de apoyo. Comunas más envejecimiento. En la Región Metropolitana, las comunas del sector oriente concentran los mayores índices.
El índice de envejecimiento en Chile ha aumentado significativamente en las últimas décadas:
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La región de Valparaíso, la primera en Chile en índice de envejecimiento. Que nuestra región tiene más personas de 65 años o más por cada 100 personas de 14 años o menos que cualquier otra zona del país. Aquí la tasa es de 98,6 en comparación con la media nacional que es de 79 (en la RM es de 76). Si redondeamos, en la región tenemos casi la misma cantidad de personas mayores de 64 que menores de 15. Y la cantidad de personas sobre la tercera edad ha ido en aumento. Según el INE, la proporción de personas de 65 años o más alcanzó el 16,6% en el Censo 2024, mientras que en 1992 era de 7,9%. De acuerdo con este último registro, las comunas que tienen las tasas más altas son:
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Santiago ante división en 32 comunas. |
Santiago.
Toma el nombre de la misma ciudad que se fundó en ese mismo lugar el 7 de marzo de 1541 y que tomó como referente al Apóstol Santiago. Ahí, Pedro de Valdivia crea el Cabildo, que fue la primera institución administrativa local.
Providencia.
Entre las pioneras de ese sector figuran las Hermanas de la Divina Providencia, un grupo de religiosas de origen canadiense que terminó en Chile por error: su destino inicial era Oregon en EE.UU., pero acabaron por instalar su convento en la vereda sur de la vía principal del sector. A la calle se le conocía con el nombre de "el callejón de la Providencia", que originó el nombre de la comuna. Año de fundación: 1897
Quinta Normal.
Se debe a un gran parque público construido en 1875 que sirvió para el estudio de especies vegetales y que recibió el nombre de Quintal Normal de Agricultura. "Quinta", porque era el término que se aplicaba a los fundos que entregaban la quinta parte de las ganancias de su producción al Estado, y "normal", porque así se le llamaba a las escuelas superiores en Francia, como La Escuela Normal Superior de Paris o la Escuela Normal de Lyon. Año de fundación: 1915.
La Reina.
Los terrenos del lugar estuvieron durante los siglos XVIII y XIX en manos de la familia Larraín. Como en la época, la moda era todo lo que sonara a francés, el apellido era pronunciado "Larrein" por la clase alta. Por lo tanto, al sector se le conocía como el fundo Larrein, que luego derivó en el nombre actual Año de fundación: 1963.
Ñuñoa.
Antes de llamarse así, el sector era conocido como Ñuñohue: el lugar del Ñuño , que era una planta de flores rojas y amarillas que crecía en esos terrenos con gran abundancia. El paso de Ñuñohue a Ñuñoa se produjo por transformaciones del habla. Año de fundación: 1891
San Miguel.
El nombre se debe a una manda que realizó don Gaspar Banda Aguilar, uno de los acompañantes de Diego de Almagro en el descubrimiento de Chile. Cuando Banda Aguilar retorna a España, la Inquisición lo persiguió por hereje. Para que lo liberaran, se encomienda a San Miguel el Arcángel y promete levantar una ermita en su nombre. Una vez en Chile, lo cumple en los terrenos de la actual comuna, donde luego se construyó la iglesia de San Miguel. Año de fundación: 1896
Las Condes.
Una versión dice que a comienzos del siglo XVII, en ese sector se ubicaban varias haciendas entre las que figuraba la de Las Condes, que era conocida de varias maneras: como Las cordilleras de Los Condes o La Dehesa de Los Condes. El lenguaje popular abrevió el nombre hasta dejarlo en Las Condes, un artículo femenino con sustantivo masculino. La otra, cuenta que el título nobiliario del conde de Sierra Bella recayó en tres generaciones seguidas de mujeres, y que a éstas se les llamaba Las Condes de Sierra Bella, en lugar de Las Condesas. Año de fundación: 1901
Renca.
Cuando llegaron los españoles a este lugar, los indios llamaban lo llamaban "la tierra de renca", que era un tipo de planta silvestre que ahí abundaba y que se caracteriza por ser pequeña y tener hojas carnosas y dentadas. Crecía a ras de suelo y tenía espinas. Año de fundación: 1897
La Granja.
Proviene, supuestamente, de un antiguo dueño de los terrenos, de nacionalidad española que venía de una ciudad de España del mismo nombre, en Castilla y León. Año de fundación: 1892
Maipú.
Las tierras donde se encuentra la comuna eran parte de las haciendas de El Bajo y Lo Espejo, lugar donde se realizó la batalla de Maipú en 1818. Cuando se creó la comuna, el sector formaba parte de los terrenos conocidos como Lo Espejo, pero le pusieron el nuevo nombre en honor a la batalla. La palabra "maipún", quiere decir "tierra de cultivos". Año de fundación: 1891
La Florida.
Se debe a la gran cantidad de flores silvestres que había en ese sector de la precordillera. Año de fundación: 1899
Quilicura.
Deriva de las palabras mapuches "kila", que significa tres, y "kura", que quiere decir "piedra". "Tres piedras" es por los tres cerros que se distinguen en ese valle y que constituyen un límite natural con la comuna de Renca. Año de fundación: 1901
Conchalí.
Los indios yanoconas -servidumbre de los Inca- denominaban a este valle como Conchalí, cuyo significado en español se refiere a "luz en el agua" o "luz amarilla". Año de fundación: 1927
La Cisterna.
En el sector donde actualmente se ubica el paradero 25 de Gran Avenida, había un fundo llamado "La Cisterna" que era de una de las familias más importantes de la zona. La comuna heredó el nombre. Año de fundación: 1925
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Así eran las comunas de la región metropolitana hasta marzo de 1981, mediante el D.F.L. Nº 1-3.260, se crearon nuevas comunas. |
La Pintana.
Hay dos versiones: la que afirma que entre los descendientes que vivieron en el fundo del ex mandatario Aníbal Pinto (1876-1881), vivía una simpática joven llamada Ana, y que por un juego de palabras entre su nombre y apellido la apodaron "Pintana"; y otra, que narra la existencia de una vaca blanca con notorias manchas negras pastando en los terrenos de Pinto y que era muy diferente a las demás. Los campesinos la llamaron "La Pintana" y extendieron el nombre al lugar. Año de fundación: 1984
El Bosque.
En 1913, se construye la Escuela de Aeronáutica Militar en los campos de Lo Espejo, a 15 km del centro. Dos décadas más tarde, la escuela se bautiza como Base Aérea El Bosque y Escuela de Aviación Capitán Avalos. Así, cuando se crea la comuna, toma el nombre de la instalación aérea. Año de fundación: 1991
Lo Prado.
El nombre viene de una familia aristócrata que vivió en el sector cerca del 1900, los León Prado. Ellos eran dueños de un fundo en los terrenos que hoy se conocen como el Jardín de Lo Prado. En esa época, el prefijo "Lo" era una forma lingüística que denotaba buena estirpe. Año de fundación: 1981
Pudahuel.
En un principio, la comuna se llamaba Las Barrancas, pero en 1975 toma el nombre de Pudahuel por el aeropuerto internacional ubicado en esos terrenos. El nombre proviene del mapudungun y quiere decir "lugar de charcas" o "lugar entre charcas", porque en la comuna existe una napa acuífera subterránea que aflora en distintos puntos. Año de fundación: 1897
Peñalolén.
En mapudungun quiere decir "reunión de hermanos". En ese lugar habían distintas tribus picunches que se dedicaban a la agricultura cuando llegaron los españoles. Estos usaron los terrenos como lugar de pastoreo. Año de fundación: 1984
Estación Central.
Debe su nombre a la Estación Central de Ferrocarriles que se ubica ahí desde 1860 y que fue la puerta de entrada a la ciudad desde el sur. Año de fundación: 1985
Lo Espejo.
El general Pedro Gutiérrez de Espejo compró en el año 1700 una hacienda que, con el tiempo, llegó a contar con miles de hectáreas en ese sector. Fue uno de los propietarios más connotados del lugar y de ahí surge el nombre de la comuna. Año de fundación: 1991
Pedro Aguirre Cerda.
El nombre es en honor al Presidente de Chile e impulsor del Frente Popular, quien gobernó el país entre 1938 y 1941. Año de fundación: 1981
San Joaquín.
Nace por la antigua Av. San Joaquín, que hoy se conoce como Av. Carlos Valdovinos, la que atraviesa el extremo norte de la comuna, de oriente a poniente. Sin embargo, el Santo San Joaquín es el patrono de la comuna. Según explica el cristianismo, San Joaquín fue el abuelo de Jesús y padre de la Virgen María. Año de fundación: 1987
San Ramón.
Se le llamó así en recuerdo del primer conjunto habitacional que se construyó en ese sector, el año 1943. Año de fundación: 1981
Independencia.
La calle que lleva el mismo nombre fue la puerta de entrada del Ejército Libertador luego de la batalla de Chacabuco en 1817. Después de que pasaran las huestes, se le puso ese nombre al camino y posteriormente a la comuna. Año de fundación: 1981
Macul.
En mapudungun quiere decir "lugar de greda blanca" o "mano derecha", que era el nombre que los indígenas daban al sector. Año de fundación: 1984
Lo Barnechea.
Proviene de una deformación lingüística del apellido Barrenechea, que más tarde se simplificó. En 1826, Francisco de Paula Barrenechea remató terrenos en el lugar y terminaron convirtiéndose en parcelas. Año de fundación: 1981
Vitacura.
El nombre deriva del cacique que gobernaba en la ribera oriente del río Mapocho. Se llamaba Vitacura o Buta-Kura en mapudungun. Traducido significa "piedra grande", en honor al cerro San Luis. Año de fundación: 1981
Cerrillos.
Viene de la topografía característica de la zona, donde existían varios cerros y lomas. Año de fundación: 1992
Recoleta.
El nombre se refiere a un lugar solitario y apartado. Se le conocía como tal, ya que era el sitio donde los monjes franciscanos realizaban sus jornadas de retiro y recogimiento. Año de fundación: 1992
Cerro Navia.
Se debe al apellido de la familia terrateniente que vivía en el lugar durante el período de La Colonia y que también dio origen al nombre del cerro que se ubica allí. Año de fundación: 1984
Huechuraba.
La palabra viene del mapudungun y quiere decir "donde nace la greda". Era, además, el apelativo del cacique que habitaba la zona a la llegada de Pedro de Valdivia. Año de fundación: 1981
ciudad |
una maravilla arquitectónica de la ciudad de santiago.
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