Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma;Paula Flores Vargas; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig;
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El barrio Santa Ana de Santiago.
Edificio sede los Juzgados civiles de Santiago.
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Palacio Pereida
El Palacio Pereira es una antigua mansión de orden neoclásico ubicada en la comuna de Santiago, Chile, en calle San Martín esquina Huérfanos. Construido en la segunda mitad del siglo XIX, fue declarado Monumento Histórico en 1981, lo que no impidió que continuara deteriorándose y permaneciera abandonado durante décadas. En 2011, bajo el gobierno de Sebastián Piñera el Estado compró el inmueble con la intención de convertirlo en la sede de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM) y del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y la situación comenzó a cambiar. Al año siguiente se convocó a un concurso público de anteproyectos de arquitectura para definir su restauración y la construcción de un edificio anexo.
Posteriormente, en los años 1970, el Frente de Estudiantes Revolucionarios ocupó el edificio, y luego la Inmobiliaria San Luis lo adquirió, subarrendándolo en locales comerciales, que afectaron enormemente la casona. En 1980 fue adquirido por la Inmobiliaria Raúl del Río, título que se le quita años más tarde por litigios legales. Su estado empeoró con el terremoto de 1985. En 1981 fue declarado oficialmente Monumento Nacional, cuando ya su estado era deplorable.
Es uno de los pocos edificios antiguos del barrio, del siglo XIX. |
El Barrio Brasil.
Más de un siglo de historia acumulado en las paredes de cientos de casas señoriales, en calles de adoquines, en árboles ancianos y en uno de sus hitos más característicos: los colores y la gran vida cultural y ciudadana que existe en torno a la Plaza Brasil. En realidad, esta efervescencia se extienden por varios los lugares ubicados entre las avenidas San Pablo, Cumming, Brasil y la Alameda, en el centro de Santiago. Algunos de ellos, como el Barrio Concha y Toro, diversos bares y centros culturales y edificios patrimoniales (en su mayoría casas e iglesias), han tomado un impulso importante estas últimas décadas. Sin estar exentos de problemáticas como el alto costo de mantenimiento de las casonas antiguas o la irrupción de nuevas construcciones, cada uno de estos elementos han aportado al fortalecimiento de la identidad del Barrio Brasil: dinámica, artística, cultural, turística y familiar. Es también, un lugar donde muchos jóvenes han encontrado espacios de libertad para manifestarse. Basta caminar unas cuantas cuadras para darse cuenta de los orígenes el Barrio Brasil: las antiguas casonas y edificios de rica arquitectura ornamental conforman la cara más reconocible y distinguida del barrio. La mayoría fue construida a mediados del siglo XIX cuando la aristocracia de la época decidió instalar aquí el “barrio alto” de Santiago. Todo comenzó como una extensión del ya existente Barrio Yungay sobre las antiguas chacras de García Cáceres, que para ese entonces ya pertenecían a la familia Portales. Una de las iniciativas que forjó este proceso fue la creación de la Av. Brasil por parte de don Ambrosio O’Higgins, quien tenía la idea de construir un camino hacia Valparaíso. Durante aproximadamente 70 años, las familias más ricas habitaron un barrio resplandeciente y próspero, hasta que finalmente el poblamiento de otros barrios comerciales y residenciales en las cercanías, hizo que emigraran al sector oriente de la ciudad. El abandono y deterioro de las elegantes casas señoriales fue inevitable. Entonces, surgió la necesidad de recuperar este patrimonio, lo que dio inicio a un proceso de cambio en cuanto a la función e identidad del barrio. A partir de mediados del siglo XX, locales comerciales, bares y restaurantes, hoteles, universidades y centros culturales pasaron a ser los nuevos habitantes y le dieron vida a lo que es hoy el Barrio Brasil.
El Barrio Brasil está ubicado en el sector poniente de la comuna de Santiago, en la ciudad homónima. Chile. Historia Originalmente conforma parte del loteo que da origen al barrio Yungay, fundado en 1839. Junto a los barrios Dieciocho y República, fue un característico sector de la clase alta chilena desde mediados del siglo XIX. Por esta razón, se halla una mixtura de construcciones de estilo neogótico, neoclásico y tradicional chileno. Hasta el inicio del siglo XX, el sitio donde actualmente está la Plaza Brasil era ocupado por la Embajada de dicho país, posteriormente lo adquirió la familia Guerra Larraín. Finalmente el Estado adquiere dichos terrenos para generar la actual plaza que se inaugura en 1902 y se bautiza en honor a la amistad con ese país. Esta área verde permitió que el sector iniciara una caracterización propia dentro del sector de Yungay. En 1932 se finaliza la construcción de la Basílica del Salvador, la cual marcó el ápice del barrio en el Santiago de la primera mitad del siglo XX. La arquitectura del barrio, con sus estilos neogótico y neoclásico evidencian el pasado glamoroso y acomodado de la sociedad chilena del siglo XIX. A partir de 1940, los nuevos loteos en la comuna de Providencia y el traslado de la Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins a un predio del fundo (heredad o finca rústica) San Luis, hacen que la aristocracia de la ciudad se traslade a la zona oriente de la ciudad. De esta manera el sector inicia una lenta decadencia demarcada por la incapacidad de los nuevos dueños de las propiedades del sector de dar adecuada mantención a las grandes construcciones del barrio. Debido al abandono y progresivo deterioro de la mayoría de las grandes casonas del barrio, añadido a la degradación urbana general del sector occidente de la comuna, el Barrio Brasil experimentó la pérdida de parte de su patrimonio arquitectónico. Después del terremoto del 3 de marzo de 1985, la Basílica del Salvador fue severamente dañada, lo que llevó a su clausura. Así también otras casas fueron destruidas. Actualidad El barrio ha asumido una identidad con la creación de espacios de cultura y arte, de recreación y esparcimiento, además de ser sitio de nuevas construcciones que pretenden atraer familias jóvenes de clase media, al centro de la ciudad. Parte del patrimonio arquitectónico del barrio ha sido renovado. Numerosos restoranes y cafés han generado un polo de vida bohemia en el sector de Catedral, Cummings, Agustinas y Brasil. La apertura de una estación del Metro en el barrio (Estación Cumming, de la línea 5), ha significado un nuevo polo de atracción para potenciales residentes y visitantes. Actualmente las calles acogen universidades, centros culturales y restaurantes. Se conoce como un rincón en pleno centro de la ciudad en dónde los artistas son libres de realizar sus actividades recreativas. De este barrio nace otra área más pequeña llamada Concha y Toro el cuál tiene locales comerciales. Sin embargo, hacia el interior se mantienen edificios habitacionales. Reconocimientos El 24 de noviembre de 1977 la Basílica del Salvador fue declarada monumento nacional bajo el decreto n.º 933. En 2009 junto al barrio Yungay, se declaró Zona típica, lo que permitió proteger muchos de los edificios. Declaración Zona Protegida El Barrio Brasil junto con el Barrio Yungay, Concha y Toro y Parque Portales, fueron declarados zonas típicas a través de un mismo decreto número 13.La zona protegida alcanza las 113,53 hectáreas. Esto fue logrado gracias al grupo ciudadano “Vecinos por la defensa del Barrio Yungay”, quienes trabajaron desde el año 2007 para la protección patrimonial. Esta defensa presentó un “Estudio del Patrimonio Arquitectónico de Santiago Poniente” donde había apoyo de 2.577 firmas de propietarios, arrendatarios y 72 instituciones. Arquitectura. Casa Díaz Salas (1922) Arquitecto: Fernando Valdivieso y Fernando de la Cruz Elegante estilo neoclásico francés, exuberante década del 20. Incorpora salones enmaderados, grandes chimeneas y una asombrosa escalera principal cubierta de placas de mármol. Originalmente perteneció al abogado Javier Díaz Lira y su mujer Ventura Salas Edwards. Casa Cifuentes Grez (1923) Gracias a las nuevas urbanizaciones de la calle Erasmo Escala, Manuel Cifuentes y su esposa Celia Grez apostaron por una refinada estética en dónde la luminosidad era la principal característica de su casa. Actualmente es propiedad de la Universidad Alberto Hurtado y está en remodelación. Casa Letelier Llona (1919) Miguel Letelier y Luisa Llona tenían su residencia con un estilo gótico. Grandes balconajes, una torre, pináculos y diversos detalles ornamentales. El hall abarcaba principalmente un escritorio, la sala de té y el comedor, mientras que la sala de música organizaba veladas y en el patio cocheras y piscina techada. Durante los años 60 pasó a nuevos propietarios. Actualmente es la Vicaría para la Educación. Casa Edwards Izquierdo (1926) El arquitecto Ismael Edwards creó un estilo neogótico junto con la simbología alquimia, el Art Decó y otros estilos del modernismo francés. Actualmente es la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado. Casa Santa Cruz Fernández (1920) Fue construido por Santiago Cruz Cánepa y Teresa Fernández Walker, el estilo fue inspirado en Luis XVI. Fue premiada en el concurso de fachadas organizado por la Sociedad Central de Arquitectos en 1920. En el hall se distribuyen el escritorio y salones, decorados junto con muebles de la época de los señores Cruz Fernández. Actualmente tiene uso residencial. Plaza Brasil No sería mero capricho darle el premio a la Plaza Brasil por ser el hito más relevante, conocido y concurrido por mayor diversidad de personas del sector. Las razones para que ésta sea una especie de imán son varias. Primero, la fama que ha conseguido desde su fundación el 20 de enero de 1902 en honor a los lazos de unión y confraternidad con el pueblo de este país. Cuenta la historia que esa mañana sonaron 21 cañonazos desde el Parque O’higgins y el Cerro Santa Lucía para celebrarlo, y que hubo bailes, ventas populares y desfiles. La segunda razón son los resbalines, columpios y otras estructuras difíciles de describir, pero que alegran a niños y adultos con sólo ver sus formas extravagantes y colores. Federica Matta fue la diseñadora de esta serie de 22 esculturas-juego de cemento y acrílico que se inauguraron en 1993. Fueron creadas especialmente para este lugar y en un proceso de constante comunicación con los vecinos. La otra razón es el gran número de actividades culturales que se realizan en la plaza: conciertos, muestra de cine, teatro, bailes, ferias de todo tipo y un gran etcétera. Otros lugares de interés son el Parque Portales y la Plaza Irlanda. Iglesias Roja e imponente, la Iglesia de la Preciosa Sangre se alza como otra de las figuras destacadas del barrio. Se encuentra en la calle Comañía de Jesús 2226, justo frente a la Plaza Brasil. Su construcción duró largos años, desde que fue encargada al arquitecto Eusebio Chelli en 1873 y luego de su muerte, le sucedió Ignacio Cremonesi hasta terminar la obra en 1901. Otras iglesias que destacan por su valor arquitectónico y patrimonial son la Parroquia San Antonio de Padua (también de Chelli), cercana al metro Cumming, la Iglesia de la Gratitud Nacional (Av. Bdo. O’Higgins, 2387) y la abandonada Basílica de El Salvador en calle Huérfanos con Almirante Barroso. Basílica del Salvador. La Basílica del Salvador es un templo católico chileno de arquitectura neogótica, ubicado en la esquina de las calles Huérfanos y Almirante Barroso en Santiago de Chile. Debido a los terremotos que afectaron al centro de Chile en 1985 y en 2010, se encuentra en un estado de deterioro. La primera piedra de la Basílica se colocó tras la destrucción de la Iglesia de la Compañía, estando el proyecto original encargado al ingeniero alemán Teodoro Burchard en 1871. Luego pasó a manos del arquitecto chileno Josué Smith Solar, quedando la obra terminada en 1932, después de sesenta años de trabajos. El papa Pío XI elevó el templo al rango de Basílica en 1937. El templo tuvo su apogeo a la par del barrio Brasil entre 1925 y 1940, cuando la elite del sector acudía ahí. Hasta 1984, la procesión de la Virgen del Carmen salía desde su interior. Fue nombrada Monumento Nacional en 1977. La Basílica se encuentra en un pésimo estado de conservación debido a los graves daños producidos por el terremoto del 3 de marzo de 1985. Los resultados del sismo fueron el agrietamiento de una pared oeste, la caída de parte de las bóvedas sobre las butacas y la pérdida del estuco en su fachada. Se dieron varios intentos de restauración que han sido fallidos. El terremoto del 27 de febrero de 2010 agravó aún más la situación del edificio, pues destruyó parte del techo, un muro lateral y varios de los vitrales de cuatro metros que fueron traídos desde Múnich en el siglo XIX. En 2011 se anunció que el Ministerio de Obras Públicas licitará un proyecto para diseñar una estructura anexa que soporte estructuralmente la iglesia, para de esta forma evaluar un proyecto de remodelación a futuro. Éste incluiría la confección de un registro fotográfico de las ornamentaciones que aún se mantienen al interior de la iglesia y un catastro de los vitrales aún están en buen estado. Descripción. Exterior. La Basílica del Salvador es de estilo neogótico con semblanzas románicas y germánicas. La fachada principal se caracteriza por su albañilería de ladrillo a la vista.4 La Basílica tiene unas dimensiones de 98 m de largo por 37 de ancho y tiene una altura interior de 30 m, contando con una capacidad de cinco mil personas, sólo comparable a la Catedral de Santiago de Chile. Interior. La Basílica tiene tres naves paralelas de la misma altura, un rasgo arquitectónico único en Chile. Las naves laterales rematan en sendas pequeñas capillas a los costados del altar principal. En el transepto se ubica el coro a la altura del triforio. El interior está iluminado a través de vidrieras de gran calidad, procedentes de Bélgica. Tanto las columnas lobuladas como los muros y bóvedas están profusamente decorados, con predominio de los dorados, trabajo realizado por el artista italiano Aristodemo Lattanzi Borghini. Dentro de la Basílica se encuentra enterrado el obispo chileno Rafael Edwards Salas. En el altar dedicado a la Virgen del Carmen, se encuentra en una de sus partes bronce forjado de los cañoñes usados en la guerra del pacífico. Esto se realizó en agradecimiento por parte del ejército por la protección brindada por su patrona la Virgen del Carmen Vida nocturna De miércoles a sábado, cuando cae el sol, el barrio se transforma. Luces de neón resaltan las fachadas antiguas, los marcos de las ventanas y los carteles de todos los locales que hacen lucir su carta de tragos y oferta gastronómica. Los principales locales están en Av. Brasil, característica por su bandejón central con palmeras. Caminando desde la Alameda, hay que pasar unas cinco largas cuadras hasta llegar a uno de los barrios de Santiago más destacados por su vida nocturna, donde abundan los bares, restaurantes, discotecas, salsotecas y clubes. |
Iglesia de capuchinos.
La Iglesia de San Antonio de Padua, también denominada como Iglesia de los Capuchinos, es un templo católico ubicado en la calle Catedral n.º 2345 —en el Barrio Brasil—, en la ciudad de Santiago, Chile. Construida entre los años 1853 y 1861 y proyectada por el arquitecto Eusebio Chelli, pertenece a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Historia Los capuchinos llegaron a Chile en el año 1848, y en Santiago se instalaron en terrenos donados por Vicente Larraín Espinosa y Valentín Fernández Beltrán. En mayo de 1853 comenzó la construcción de la iglesia por el arquitecto Eusebio Chelli, que fue inaugurada en 1861. Descripción De estilo neobarroco, la iglesia tiene una planta basilical con tres naves separadas por columnas corintias. Su construcción es de muros de ladrillos con mortero de cal sobre bases de piedra, y la techumbre es de madera de roble y ciprés. La fachada tiene pilastras que enmarcan los accesos, de los cuales, el acceso principal remata en un frontón triangular.
En el cielo del templo se encuentran pinturas murales realizadas por Juan Mochi, que representan temas relacionados con los capuchinos. El altar mayor presenta una escultura réplica del cuadro de Bartolomé Esteban Murillo San Francisco abrazando a Cristo en la Cruz, y los altares devocionales, en conjunto con los confesionarios están en las naves laterales. Los altares devocionales son de madera policromada, diseñados con columnas grecolatinas que rematan en un frontón triangular, a excepción de los altares que presiden cada nave que rematan en volutas. Destacan las imágenes de san Francisco de Asís, la Virgen de las Tres Aves Marías y de san Antonio de Padua. |
Estación Cumming.
Cumming es una estación ferroviaria que forma parte de la red del Metro de Santiago de Chile. Se encuentra en forma subterránea entre las estaciones Quinta Normal y Santa Ana, bajo la calle Catedral, en la comuna de Santiago. Características y entorno Inaugurada en 2004 como parte de la extensión de la Línea 5 hasta Quinta Normal, fue una de las primeras en llamar la atención de los santiaguinos por su diseño vanguardista e innovador. Los andenes, al igual que otras estaciones como Bellas Artes, son algo más estrechos que las estaciones más antiguas de la red a razón de ser una estación de tránsito a diferencia de otras como Santa Ana o Quinta Normal, de andenes mucho más anchos, pensados para cruce con otras líneas. El interior en sí de la estación tiende a ser ligeramente cálido debido a la numerosa cantidad de luces encendidas adosadas a las paredes con el fin de iluminar la estación.
En el entorno inmediato de la estación, se encuentra la tradicional Plaza Brasil, punto de encuentro de jóvenes y viejos del barrio, numerosos comercios minoristas, el Campus Brasil de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, el Instituto Alonso de Ercilla, el Colegio Hispano Chileno, la Iglesia de los Capuchinos, un hermoso templo católico de estilo neoclásico-grecorromano a un paso de la salida única de la estación, además está emplazada en un barrio reconocido por su arquitectura y tranquilidad. |
Barrio Yungay
El barrio Yungay es un barrio chileno ubicado en el sector norponiente de la comuna y ciudad de Santiago. Es un tradicional barrio residencial, que muestra características propias frente al avance de la modernidad que manifiestan otros barrios de la ciudad. Se llama así debido a que se creó en honor a la victoria del Ejército Unido Restaurador en la batalla de Yungay (20 de enero de 1839) en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Su hito principal es la plaza homónima, donde se encuentra el Monumento al Roto chileno, que es un homenaje al chileno del pueblo. Sus calles límites son al norte San Pablo, al este, Ricardo Cumming al sur Alameda y al oeste Matucana. Un sector fue declarado Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile en la categoría Zona Típica, mediante decreto supremo n° 43 del 19 de febrero de 2009. Historia Durante la primera mitad del siglo XIX, el sector correspondía a un terreno rural perteneciente a José Santiago Portales y Larraín, padre del ministro Diego Portales, a causa de lo cual se le conocía como el «Llanito de Portales». En 1835 fallece José Portales, por lo cual la hijuela (herencia) fue dividida entre sus 16 hijos herederos. Loteo inicial Tras la batalla de Yungay, como un modo de celebrar, el 5 de abril de 1839, el presidente José Joaquín Prieto dicta el decreto fundacional del barrio que honra el triunfo de Chile, en el cual se traza como límites oficiales las calles Alameda, Matucana, la Av. San Pablo (en ese entonces el camino a Valparaíso) y Brasil (Cañada de Diego García de Cáceres o Acequia de Negrete); el loteo reserva un espacio para la Plaza Yungay y la iglesia de San Saturnino, terrenos que pertenecían al fallecido Diego Portales. Aunque muchas de sus construcciones son ya existentes desde el siglo XVIII, su importancia urbanística no reside sólo en las edificaciones; sino también en ser la primera planificación urbana de la ciudad de Santiago después de las cuadras aledañas a la Plaza de Armas (piedra fundacional de Santiago) en el cuadrante conocido como centro histórico de Santiago de Chile, marcando la expansión urbana inicial de la ciudad, hacia el sur poniente. En 1849, se funda la Escuela de Artes y Oficios, y su primera sede se ubica en la actual esquina de las calles Catedral y Chacabuco, la cual permaneció allí hasta 1886. El auge del tren A principios del siglo XX, el barrio inicia una etapa de gran desarrollo con la instalación de la Estación Yungay en la cual combinaban cuatro líneas, el Ferrocarril de Valparaíso a Santiago, el Ferrocarril de Circunvalación, el Ferrocarril Yungay-Barrancas y el Túnel Matucana que conecta con la Estación Alameda; lo cual la convirtieron en una de las estaciones más concurridas de la época. Destacados arquitectos construyen casas que marcan hitos en el barrio, además se construyen los cité como las calles Hurtado Rodríguez, Adriana Cousiño y Lucrecia Valdés, los cuales son elementos característicos del barrio hasta hoy. Las migraciones del siglo XX En 1940 se producen dos fenómenos que marcan un cambio absoluto en los habitantes de la ciudad. Se inician los loteos en la comuna de Providencia y se traslada la Escuela Militar a un predio del fundo San Luis. Estos hitos marcan el inicio de la expansión de la clase alta de Santiago hacia el oriente. De esta manera y al igual que el Barrio República, el Barrio Yungay comenzó a vivir un progresivo éxodo de las familias más acomodadas que por tradición buscaban tener un hijo en las Fuerzas Armadas, quienes se ubicarían hacia el oriente de la ciudad. Sin embargo, el barrio no sería abandonado, sino que por el contrario, comenzaron a llegar nuevos habitantes quienes le han dado el sello especial por el cual este barrio es identificado. Después del terremoto de 1985, la antigüedad de muchas construcciones y la falta de mantención por diversos motivos dañó muchas construcciones. Esto marcó un segundo cambio, esta vez menor y más progresivo, de habitantes de la comuna, el cual hasta 1990 generó un paulatino descenso de la población, lo cual llevó al alcalde de la época, Jaime Ravinet, a proponer un plan de reconversión urbana para la comuna con la construcción de grandes torres de departamentos. Sin embargo, fue insospechado el efecto que trajo una transformación urbana de ese tipo en un barrio de características tan peculiares históricamente. La defensa del Barrio Yungay A diferencia de otros barrios típicos de la ciudad que han quedado destruidos como entidades, los vecinos de este sector organizaron un Comité para conseguir que el barrio fuera reconocido como zona típica por el Consejo de Monumentos Nacionales, liderados por la historiadora, vecina y actual concejala de la comuna, Rosario Carvajal, lograron su objetivo en 2009. La lucha fue en respuesta al intento del municipio de modificar el Plan Regulador Comunal en el sector Parque Portales para construir edificios en altura imponiendo un modelo de ciudad donde la comunidad no tenía derecho a decidir sobre su entorno, sin embargo el éxito de este barrio tuvo repercusiones en muchos otros lugares con semejantes problemas.
Se pasó de la protesta a la propuesta generando una experiencia inédita de participación ciudadana a través de una serie de instancias democráticas, como la realización de tres Cabildos barriales denominados “Por el Barrio que soñamos”, seminarios, festivales “por la defensa de nuestro patrimonio”, la celebración del “día del Roto chileno, el Roto Sudaca”, campeonatos deportivos, mingas barriales, medios de comunicación comunitarios, Terremoto de 2010 Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, el Barrio Yungay y su organización ha sido ejemplo nacional de cómo enfrentar la catástrofe, constituyéndose a pocas horas las Brigadas de Emergencia Patrimonial que lograron enfrentar con cerca de 1.000 voluntarios las primeras horas de la emergencia. Gracias a la acción de la organización, no hubo ninguna demolición total y luego se desarrolló la campaña “Yo restauro mi Barrio”, con objeto de recuperar el patrimonio arquitectónico del barrio con "mingas" barriales (jornadas de trabajos voluntarios) y la creación de la Escuela Taller de Artes y Oficios Fermín Vivaceta. La respuesta vecinal de Yungay y de sus propios dirigentes, más allá de esperar la ayuda de la administración central, consolidan una identidad de barrio y de conservación de su patrimonio. Cultura La mixtura de elementos logrados por las familias que habitan en el barrio, en el cual logran convivir personas de diversos orígenes y estatus socioeconómicos, han permitido que desde su nacimiento se destaque la cultura. El Barrio Yungay ha sido cuna y desarrollo de hombres, mujeres y familias que han liderado el desarrollo educacional, cultural, político e institucional del país, personajes como Ignacio Domeyko, Domingo Faustino Sarmiento y Baldomero Lillo entre otros. El barrio en la literatura y el arte El barrio fue retratado por la literatura en obras como Juana Lucero (1902) del novelista Augusto d'Halmar, La sangre y la esperanza (1943) de Nicomedes Guzmán, y Vidas mínimas de José Santos González Vera. En Barrio Yungay, Imágenes de poesía (2012), libro de poemas de Miguel Alvarado Natali, canta y describe con vibrante ritmo la presencia y entorno de un barrio que nació para exaltar la legendaria figura del Roto chileno, describe y denuncia las precariedades de su sector. |
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