Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

jueves, 17 de marzo de 2011

52).-El cerro Santa Lucía de Santiago.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson gonzalez Urra ; Paula Flores Vargas; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir;  Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig;Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán;




cerro santa lucia


Cerro

Ubicado a pasos del centro cívico de Santiago, el Cerro Santa Lucía es un icono histórico y cultural de la ciudad y la Región Metropolitana. Los mapuches lo llamaban Huelén, palabra que en mapudungún significa melancolía, tristeza o dolor. Es un cerro de 69 m. de altura, que abarca 65.300 m2 de extensión, originalmente era un peñón agreste que era utilizado como mirador porque desde su cima se tenía una visión panorámica del territorio. Tras la llegada de los españoles, Pedro de Valdivia lo rebautizó con el nombre de Santa Lucía y fundó a sus pies la ciudad de Santiago, el 12 de febrero de 1541

Parque
cerro


El cerro Santa Lucía es un parque urbano ubicado en el corazón de la ciudad de Santiago de Chile. Limita al sur con la Avenida Libertador General Bernardo O'Higgins, donde se encuentra la estación Santa Lucía del Metro de Santiago, al oeste con la calle Santa Lucía, al norte con la calle Merced y al este con la calle Victoria Subercaseaux. Tiene una altitud de 629 msnm, una altura de 69 m y una superficie de 65 300 m².

Toponimia

Se cree que los aborígenes lo llamaban Huelén, que significaría "dolor, desdicha", aunque su verdadera etimología aún no ha sido dilucidada y es controversial hasta el día de hoy. Otras posibilidades son que provenga de la palabra "welen", a su vez derivada de la voz "wele", pero con el significado de "desgracia, mal presagio". Es posible también que no sea una palabra de origen mapuche, sino que se trate de otra lengua local.​ Pedro de Valdivia lo bautizó como Santa Lucía por haber llegado él al punto del valle en que fundaría la ciudad el 13 de diciembre de 1540, día que recuerda a Santa Lucía de Siracusa. Según algunos historiadores, justo después de llegar, comienza el proceso de expropiación al cacique Huelén Huala, a quien manda a Apoquindo.

Fuente y escultura del dios Neptuno.

Vista panorámica de la plaza Pedro de Valdivia.

Antiguo cañón.

Frontis del castillo Hidalgo.

Fuente patio circular

José Victorino Lastarria, uno de los pensadores liberales más importantes del siglo XIX.

Monumento del arzobispo Manuel Vicuña Larraín.


Durante la Reconquista (1814-1817), en el gobierno de Casimiro Marcó del Pont (último gobernador español de la Capitanía General de Chile), es cuando el cerro adquiere mayor significado como elemento de resguardo militar, al construirse en él dos fuertes o castillos: la batería Marcó, luego Castillo González (donde actualmente está la plaza Caupolicán), y la batería Santa Lucía, luego Castillo Hidalgo. El Castillo Hidalgo recibió esa denominación tras la independencia en homenaje al valiente capitán Manuel Hidalgo, muerto en combate en la Batalla de Chacabuco.
El diseño y las obras de ingeniería bajo Barros Arana, Diego "Historia General de Chile". Tomo X. Editorial Universitaria. Santiago de Chile. 2000 quien además diseñó un edificio anexo para depósito de municiones y albergue de la guarnición. De ellas, sobreviven los sectores de arquitectura fortificada con troneras y almenas en el paseo, muy modificados con el paso de los siglos. Esas baterías quedaron inconclusas, pero fueron terminadas más tarde por el Gobierno Nacional, aunque en realidad jamás fueron utilizadas para su destino original de defensa.
En las primeras décadas de vida independiente de Chile como nación, la ciudad de Santiago presentaba un aspecto modesto y provinciano y el cerro Santa Lucía para 1872 era un montón de piedras, árido y rocoso. Aparte de los dos fuertes instalados por Marcó del Pont en la época de la Colonia, no había otros edificios significativos.
Entre 1872 y 1874, el intendente de la época, Benjamín Vicuña Mackenna, conduce el proyecto de transformación del cerro, dotándole de estanques, fuentes de agua, terrazas preparadas para vegetación, caminos para carruajes, jardines, una ermita, miradores, un edificio destinado para museo en el actual Castillo Hidalgo y construcciones propias de un parque urbano inspirado en el paisajismo francés que predominaba en la planificación de la época. Aunque la transformación de cerro seco a cerro verde con la vegetación que le conocemos hoy se va consolidando en años posteriores, la obra de Vicuña Mackenna es aún la transformación más importante que ha sufrido el cerro en beneficio de los habitantes de la ciudad que desde entonces cuentan con un bello e imponente paseo urbano. Cabe señalar que, en esa época, muchas edificaciones se emplazaban en las faldas del cerro sin solución de continuidad con el resto de la ciudad.
Algunos árboles nativos fueron plantados en el cerro con la intención de desarrollar jardines de este paseo público. Benjamín Vicuña Mackenna plantó el 23 de octubre de 1873 varios ejemplares de palma chilena (Jubaea chilensis) en el sector oriental del cerro traídas desde la Hacienda Cocalán, los que un año después describiría que ya empezaban a formar un bosque.
En el siglo XX, como parte de un gran proyecto de mejoras urbanas realizadas en Santiago con ocasión de la futura celebración del centenario de la República en 1910, se construyeron en el cerro nuevas obras, la más importante, la construcción del acceso monumental por el lado de la Alameda en 1903.
Monumento a los protestantes, ateos y suicidas.

 Otra transformación importante ocurre en la década de 1930. Luego de la expropiación de los edificios construidos en el costado poniente, hacia la calle Santa Lucía, se crea allí un jardín, se mantiene la casa para el administrador del parque y se ensancha la calle. Luego, en 1939, se expropia el borde sur hacia la Alameda y hacia 1940 se construye el actual mirador en el peñón más alto del cerro. En 1954 se construyó el Jardín Japonés, ubicado en el sector oriente del cerro, con ayuda de la embajada de dicho país.




Alrededores del castillo Hidalgo.




Monumento a don pedro de Valdivia, fundador de Santiago.

 
Monumento a Pedro de Valdivia.

Lista con el nombre de cada uno de los fundadores
de la ciudad de Santiago en el primer cabildo abierto.

«La fundación de Santiago», óleo de Pedro Lira (1858). La obra muestra al conquistador español Pedro de Valdivia proclamando la fundación de la ciudad el 12 de febrero de 1541




Mural en homenaje a la poetisa Gabriela Mistral.




Homenaje de la ciudad de Santiago a Gabriela Mistral, es una obra de arte realizada en 1970 o 1971 por el artista Fernando Daza Osorio, por encargo de Manuel Fernández Díaz, alcalde de Santiago en aquel momento. Como indica su nombre es una obra dedicada a la escritora chilena Gabriela Mistral, premio Nobel de literatura 1945.

Historia de la obra



El mural, realizado en cerámica, fue pintado en 15 días y el diseño se quemó en los hornos la empresa Fanaloza a 1.300 grados centígrados, vaporizando los colores y dejando solo los tonos fríos.​ Fue inaugurado en octubre de 1970, según indica la obra,​ habiendo fuentes que plantean la fecha de la ceremonia inaugural como el 25 de octubre, mismo día del fallecimiento del General René Schneider, motivo por el que habrían asistido muy pocas personas, entre ellas el alcalde de Santiago, y con otros invitados como el Presidente de la República Eduardo Frei Montalva​ que sencillamente se abrían restado de la celebración en virtud de los acontecimientos vertiginosos que se desarrollaban en el país. Muchas fuentes ubican la fecha de inauguración distinta, en octubre de 1971, creando una controversia sobre cuál sería la versión verídica.
El mural recibió restauraciones entre 1996 y 1997, siendo reinaugurado en 1997 con motivo del centenario de las realizaciones diplomáticas entre Chile y Japón, hecho recordado por una placa conmemorativa ubicada en el lugar. 



Mural en homenaje a Gabriela Mistral de Fernando Daza Osorio



Arte y Ciudad: El homenaje de la ciudad de Santiago a Gabriela Mistral
Por Equipo Plataforma Urbana



A los pies del cerro Santa Lucía, en plena Alameda, se encuentra un mural que rinde un homenaje a la poetisa Gabriela Mistral y que fue hecho por Fernando Daza, un destacado muralista chileno.
Quizás lo has visto miles de veces… pero ¿te has detenido alguna vez a mirar sus detalles?
 En este artículo te contamos todo sobre este mural.

Este mural, ubicado en la Alameda, en un costado de la entrada monumental al cerro Santa Lucía, corresponde al principal homenaje a la poeta chilena Gabriela Mistral, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945.

El encargo estuvo en manos del alcalde de ese entonces, Manuel Fernández Díaz, y fue realizado por Fernando Daza (1930), uno de los muralistas más importantes de Chile que se caracteriza por realizar obras monumentales, de tono épico, impregnadas de la influencia del muralismo mexicano en Chile.

Su estilo está marcado por el corte social de los años sesenta e influenciado por la visita durante los años cuarenta de los muralistas mexicanos Xavier Guerrero y David Alfaro Siqueiros. Manuel Fernández, sintiéndose atraído por el trabajo de Daza, le encargó un mural originalmente de Domingo Faustino Sarmiento, petición que cambiaría al de Gabriela Mistral.

Este mural fue realizado con piezas de cerámica, dibujado en 15 días y enviado a la Empresa Cerámica Fanaloza, cuyo diseño se quemó en sus hornos a 1.300 ºC, cuestión que explica los colores fríos de la composición.
En el mural, Gabriela Mistral está representada en el centro vistiendo un traje de muchos pliegues y una capa que comienza en el cuello y se extiende largamente con el efecto del viento, hasta perderse en la estructura arquitectónica. Una de sus manos la extiende a un niño frente a ella y con la otra sostiene un libro. Al lado derecho y frente a una montaña, una mujer indígena sostiene un niño. A la izquierda, grupos de hombres realizan trabajos, en primer plano trabajan el trigo, atrás, en la industria. Los niños que salen de la faena son los únicos despiertos, los demás duermen.
La poeta también aparece dormida bajo tierra abrazando a su sobrino Juan Miguel, conocido como “Yin Yin”. Ambos están bajo el avance industrial y la explotación de los recursos naturales y de los obreros: el cuidado a la tierra es lo que se debe enseñar a los niños. Bajo el mural aparece la inscripción“ La ciudad de Santiago a Gabriela Mistral”.
El mural fue inaugurado el 25 de octubre de 1971, el mismo día en que fue asesinado el General René Shneider, razón por la cual, cuenta Daza, asistieron solo el alcalde y algunas personas y no todas las autoridades correspondientes, que incluían al Presidente Eduardo Frei Montalva.

Gabriela Mistral”

Autor: Fernando Daza
Material: Cerámica
Fecha de inauguración: 25 octubre 1971
Ubicación: Entrada monumental al Cerro Santa Lucía



La Ermita del cerro Santa Lucía



La Ermita del cerro Santa Lucía es un templo católico ubicado en la cumbre de dicho cerro, en el centro de la ciudad de Santiago, Chile. En su interior se encuentra el sepulcro del intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna, principal promotor de la transformación del cerro en un parque urbano, y de su familia.

Historia

La construcción de la ermita fue parte del plan de construcción de un parque urbano en el cerro en 1870, con miras a la celebración del centenario del país, por parte de Benjamín Vicuña Mackenna.
El diseño de la ermita fue obra de los arquitectos Manuel Aldunate y Lucien Hénault, y fue construida en el año 1872, gracias al aporte de Domingo Fernández Concha y de limosnas recogidas.







Descripción

La edificación fue construida en albañilería de ladrillo, con techumbre de madera, y revestimientos exteriores de piedra canteada rosada de Pelequén. Presenta una nave cubierta por una bóveda que descansa en los muros laterales, y una torre central. Sobre el altar hay un rosetón y ventanas ojivales laterales.




Santa Lucía.




(Siracusa, 283-ibídem, 304) fue una mártir cristiana, que padeció el martirio durante la persecución de Diocleciano. Es venerada en la Iglesia católica, ortodoxa y luterana.

Nacida en Siracusa, ciudad de la provincia romana de Sicilia, de acuerdo con la tradición Lucía era de padres nobles y ricos, hija de Eutiquia; del padre se dice que murió cuando Lucía era joven. Probablemente se llamaba Lucio, dada la costumbre romana de poner a las hijas el nombre del padre. Según algunos, está inspirado en el texto paulino, «Los hijos de la luz». Lucía ciertamente significa "Luz" o "la que lleva luz". Fue educada en la fe cristiana. Consagró su vida a Dios e hizo un voto de virginidad. Su madre, que estaba enferma, la comprometió a casarse con un joven pagano y ella, para que se librase de ese compromiso, la persuadió para que fuese a rezar a la tumba de Águeda de Catania a fin de curar su enfermedad. Como su madre sanó, Lucía le pidió que la liberara del compromiso, le dejara consagrar su vida a Dios y donara su fortuna a los más pobres. Su madre accedió. Pero su pretendiente la acusó ante el procónsul Pascasio debido a que era cristiana, en tiempos del emperador Diocleciano.


Juicio de Santa Lucía

El martirio de Lucía no está atestiguado por fuentes contemporáneas o inmediatamente posteriores a la persecución de Diocleciano, sino por relatos hagiográficos. El más antiguo de estos relatos es un martyrion griego (BHG 995), y su redacción latina correspondiente (BHL 4992)​ es al menos un siglo más tardía.
Cuando Lucía fue arrestada bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le ordenó que hiciera sacrificios a los dioses. Entonces Lucía dijo:
"Sacrificio puro delante de Dios es visitar a las viudas, los huérfanos y los peregrinos que pagan en la angustia y en la necesidad, y ya es el tercer año que me ofrecen sacrificios a Dios en Jesucristo entregando todos mis bienes".


 Irritado Pascasio, ordenó a sus soldados a que la llevaran a un prostíbulo para que la violaran y luego se dirigió a Lucía diciéndole: 
"Te llevaré a un lugar de perdición así se alejará el Espíritu Santo". 

Los soldados la tomaron para llevársela, la ataron con cuerdas en las manos y en los pies, pero por más que se esforzaban no podían moverla: la muchacha permanecía rígida como una roca. Al enterarse de lo sucedido, Pascasio ordenó someterla a suplicio con aceite y pez hirviendo, pero no logró hacerla desistir. Condenada a ser martirizada, antes de morir profetizó su canonización y su patronazgo como protectora de Siracusa, junto con la caída de Diocleciano y Maximiano.
El relato griego —que data del siglo V— y el relato latino —datado del siglo VI al VII— son idénticos en lo fundamental, aunque difieren en algunos detalles finales: según el martiryon griego Lucía fue decapitada, en tanto que según la passio latina, fue martirizada por uno o varios golpes de espada.
Fue sepultada en el mismo lugar donde en el año 313 se construyó un santuario dedicado a ella, que fue lugar de destino de las peregrinaciones en su honor. Según la tradición, su historia se divulgó por toda Siciliaː
 "consagró su virginidad con el martirio, pues a Dios agrada tu pureza y santidad".



La Fuente de Neptuno.

La terraza Neptuno, en el Cerro Santa Lucía.


La Fuente de Neptuno es una fuente monumental ubicada en el cerro Santa Lucía, en la comuna chilena de Santiago Centro, dedicada al dios romano de los mares, Neptuno. Fue construida entre 1897 y 1903 como la principal ornamentación del ingreso al cerro desde la Alameda, como parte de las obras de embellecimiento de la ciudad. Años después fue colocada en la ubicación actual durante el primer siglo del Chile independiente, diferenciándose en el estilo arquitectónico del Chile colonial. El diseño inicial de la obra fue encargada al arquitecto francés Victor Henri Villeneuve, para luego ser finalizada por el chileno Benjamín Marambio.
Existe otra fuente de Neptuno y su esposa Anfítrite por la entrada del cerro hacia calle Merced, de menores dimensiones y situada a un costado de la calle. Esta obra fue donada por Matías Cousiño a la ciudad de Santiago. Ambas fuentes fueron restauradas en 2012 como parte de las obras del Bicentenario de Chile.

Iconografía

El conjunto monumental se encuentra dentro de una terraza que tiene en el centro la fuente circular, con la escultura hecha en bronce del dios Neptuno en su parte más alta, quien se encuentra sentado sosteniendo un tridente. A los lados cuenta con dos escaleras paralelas para ascender hasta un arco del triunfo que contiene cuatro columnas jónicas centrales y diversas ornamentaciones propias del estilo arquitectónico.




Miscelánea

Tradicionalmente, desde 1825, se ha disparado una salva de cañón desde la cima del cerro para anunciar el mediodía. Sin embargo, en varias ocasiones este cañonazo ha sido suspendido por distintas razones. Entre ellas, se destacan las quejas por ruidos molestos que llevaron, la última vez en 1996, a que se decretara la suspensión por cuatro meses de la actividad. Por otro lado, después del terremoto ocurrido el año 2010, el cañonazo fue suspendido para evitar posibles derrumbes del castillo Hidalgo.




El Brigadier del Real Cuerpo de Ingenieros Manuel Olaguer Feliú, diseñó y construyó en el cerro Santa Lucia, dos fuertes o castillos, uno al norte y otro al sur del cerro y con capacidad para colocar ocho o doce cañones cada uno.


El Castillo Hidalgo es una edificación ubicada en la cima del cerro Santa Lucía, en la ciudad de Santiago, Chile. Fue construido el año 1816 por orden del gobernador de Chile durante la Reconquista, Casimiro Marcó del Pont, para la defensa de la ciudad, con el nombre de Batería Santa Lucía. El diseño y las obras de ingeniería del fuerte o castillo estuvieron bajo la dirección del Brigadier del Real Cuerpos de Ingenieros Manuel Olaguer Feliú.
Luego de la independencia del país, tomó el nombre de Manuel Hidalgo, capitán caído en la Batalla de Chacabuco.


En 1872, siendo intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna inició la remodelación urbana y forestación del cerro, siendo así como en 1874 el Castillo Hidalgo se convirtió en sede de un museo histórico que exhibía la Exposición del Coloniaje. Tras la muerte de Vicuña Mackenna la colección del edificio fue repartida en diversos inmuebles de la ciudad y el inmueble convertido en bodega municipal.



Carta de Pedro de Valdivia.

Piedra grabada con la carta de Pedro de Valdivia.

En la ladera sur del cerro Santa Lucía, existe un monumento que consiste en una piedra de dos metros de altura labrada con un párrafo extractado del texto de la carta que envió Pedro de Valdivia al emperador Carlos V el 4 de septiembre de 1545, en la que describe las bondades de la nueva tierra conquistada:

Y para que haga saber a los mercaderes y gentes que se quiesen venir a avecindar que vengan; porque esta tierra es tal que para vivir en ella y perpetuarse, no la hay mejor en el mundo, digolo porque es muy llana. Sanisima de mucho contento; tiene cuatro meses de invierno no más que ellos si no es cuando hace cuarto la luna que llueve un día o dos todos los demás hacen tan lindos soles que no hay para que llegarse al fuego, el verano es tan templado y corren tan deleitosos aires que todo el día se puede el hombre andar al sol que no le es importuno. Es la más abundante de pasto y sementeras y para darse todo género de ganado y plantas que se puede pintar mucha e muy linda madera para hacer casas infinidad otra de leña para servicio dellas y las minas riquísimas de oro e toda la tierra está llena dello y donde quieran que quisieren sacarlo allí hallaran en que sembrar y con que edificar. Y agua. Leña y yerba para sus ganados, que parece la crio Dios a posta para poderlo tener todo a la mano.

Carta enviada por el Gobernador de Chile don Pedro de Valdivia a S.M. el rey Carlos V el 4 de septiembre de 1545.



La plaza Benjamín Vicuña Mackenna

La plaza Benjamín Vicuña Mackenna es una plaza ubicada en el sector céntrico de la ciudad de Santiago, Chile, a un costado del cerro Santa Lucía. Fue construida en 1901 y su nombre es en honor al político e historiador Benjamín Vicuña Mackenna. En el centro de la misma se encuentra una estatua de bronce de Vicuña Mackenna, obra del escultor francés Jules-Félix Coutan.

Historia

El terreno que ocupa la plaza era propiedad de Rodrigo de Quiroga, quien lo habilitó como lugar de descanso para las carretas que efectuaban viajes largos. Años más tarde, en 1607, se construyó una ermita en honor a San Saturnino, patrono de la ciudad ante los sismos que la afectaban.​ Sin embargo, la iglesia se derrumbó en 1609 debido a una crecida del río Mapocho. En 1723 se construyó en el lugar una casa de recogidas, cuyo objetivo era corregir las costumbres de las mujeres que se alejaban de lo considerado moralmente correcto por la Iglesia católica; la casa funcionó durante algunas décadas sin mucho éxito. A comienzos del siglo XIX el edificio fue ocupado como banco de sangre y posteriormente como cuartel de artillería.
​ El cuartel fue escenario del llamado motín de Urriola, efectuado el 20 de abril de 1851, y llevado a cabo por opositores al gobierno de Manuel Bulnes y la candidatura de Manuel Montt. La toma del cuartel fue evitada, y el coronel insurgente Pedro Urriola murió durante el enfrentamiento.
El edificio fue demolido en 1901, año en que se construyó la actual plaza. La decisión de erigir una estatua de Benjamín Vicuña Mackenna había sido adoptada por la Municipalidad de Santiago en 1886, mismo año en que falleció el político. Se creó una comisión civil que estuvo a cargo de elegir al escultor que realizaría la obra. Entre los candidatos estuvo Auguste Rodin, quien envió una maqueta de yeso, pero la comisión no la aceptó. En 1902 se optó por el modelo del escultor francés Jules-Félix Coutan, quien creó la estatua que fue inaugurada el 17 de septiembre de 1908. En la obra, Vicuña Mackenna se encuentra sobre un pedestal de granito rojo, sujetando un lápiz en su mano derecha y unas hojas en la izquierda. A su alrededor se instalaron símbolos y alegorías relativas a su actividad. La estatua se encuentra en el centro de una fuente, la cual a su vez está ubicada en el centro de la plaza.6​7​
La plaza fue remodelada en 2012 junto a la calle Miraflores como parte del "Plan de Recuperación del Casco Histórico de Santiago".

Biografía de Benjamín Vicuña Mackenna

Monumento a Vicuña Mackenna, por Jules-Félix Coutan.



Benjamín Vicuña Mackenna fue una persona multifacética: historiador, político liberal, periodista, intendente, parlamentario, candidato a la Presidencia de la República, viajero, literato, crítico y bombero. Durante su vida, luchó por las libertades cívicas y el progreso del país.
En parte de su Casa Quinta se encuentra hoy el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, que alberga gran parte de su obra bibliográfica, junto a una colección de objetos únicos que le pertenecieron a él y a su familia: pinturas, esculturas, muebles, manuscritos, fotografías, vestimentas y utensilios de uso doméstico.

Nació en Santiago el 25 de agosto de 1831. Descendiente de importantes miembros de la elite nacional, como su abuelo materno Juan Mackenna O´Reilly, general del Ejército en la independencia chilena, y su abuelo paterno, Francisco Ramón Vicuña Larraín, Presidente de la República (interino) entre julio y octubre de1829. Se casó con su prima Victoria Subercaseaux, con quien tuvo ocho hijos.
Ingresó joven a la política. A los 19 años fue secretario de la Sociedad de La Igualdad, creada en 1850 con el fin de integrar a los artesanos dentro del proyecto político liberal.
Junto con Santiago Arcos, Francisco Bilbao y sectores populares, participó activamente en la Guerra Civil de 1851, que los liberales lucharon contra el poder conservador. Fue encarcelado por su intervención en el levantamiento del 20 de abril de ese año, conocido como el Motín de Urriola. Vestido de mujer, escapó y huyó del país.
Durante su huida, recorrió México, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Irlanda, Francia y Argentina. En esta travesía se entrevistó con destacados personajes como Claudio Gay, Alexander Humboldt, los intelectuales y políticos argentinos Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento y plasmó su experiencia en su Diario de tres años de viajes.
En 1855 regresó a Chile gracias a Ley de Amnistía, y junto a otros liberales se opuso al gobierno de Manuel Montt a través de manifestaciones públicas y desde la tribuna que tenía en el periódico La Asamblea Constituyente. Producto de ello, fue arrestado nuevamente en 1858 y desterrado un año después a Inglaterra.
En Europa recopiló archivos documentales que le sirvieron para elaborar sus numerosas obras historiográficas.

En 1861 desafió su prohibición de retornar a Chile, y se reintegró a la vida política y social del país, gracias al arribo a la presidencia del liberal José Joaquín Pérez.

Fue diputado y senador en distintos períodos entre 1864 a 1885. A lo largo de esta trayectoria integró las comisiones de Gobierno, Relaciones Exteriores, Educación y Beneficencia.
La llamada Guerra contra España, luego de la intervención de ese país en Perú (1864) y Chile (1865), despertó en Benjamín Vicuña Mackenna la solidaridad americana. Fue enviado por el gobierno a una misión diplomática secreta en Estados Unidos (1865). Se detuvo en Perú y Panamá donde desarrolló una activa labor de propaganda.
En Nueva York organizó diversas manifestaciones, adquirió barcos y armas para la escuadra nacional hizo campaña por la independencia de Cuba y Puerto Rico. Creó La voz de América, periódico destinado a fomentar el apoyo norteamericano a la causa independentista de esos países (Orrego, 1939: pp. 127-128).
La intervención de España llevó a varios personajes ilustrados de Chile a formar la Sociedad de la Unión Americana, de la cual Vicuña Mackenna fue fundador.
En 1872 fue nombrado Intendente de Santiago por el Presidente Federico Errázuriz Zañartu. Su esfuerzo se centró en modernizar la ciudad y transformarla en el "París de América". Para ello propuso 20 medidas, destacando el Paseo del cerro Santa Lucía.
Vicuña Mackenna dimitió al cargo para ser el candidato a la Presidencia del nuevo Partido Liberal Democrático. Presentó su programa en un Manifiesto, proponiendo entre otras medidas, abolir los fueros eclesiástico y civil, democratizar al país restringiendo algunas facultades del Ejecutivo y promover la descentralización política y administrativa. Empezó una gira electoral en las provincias del sur, conocida como "La Campaña de los Pueblos". Esta fue la primera campaña chilena que se alejó de los salones aristocráticos y oligárquicos e integró a la clase media y a los sectores populares a través de un viaje al sur, que Vicuña Mackenna realizó en tren, y luego plasmó en el libro El viaje del señor Benjamín Vicuña Mackenna a las provincias del sur.

Su candidatura provocó mucho entusiasmo en el pueblo, sin embargo renunció antes de los comicios, debido a la intervención del gobierno liberal de Federico Errázuriz. En la contienda ganó las elecciones el candidato oficialista Aníbal Pinto.
Falleció el 25 de enero de 1886 en su hacienda de Santa Rosa de Colmo, cerca de Concón, dónde pasó los últimos años de su vida.

"Lala nación [...] La prensa enlutó sus columnas. Los edificios públicos levantaron la bandera chilena a media asta. Las gentes exteriorizaban su pesar" (Orrego Vicuña, 1951: p. 420). noticia del fallecimiento [...] consternó al país. Fue íntegramente un duelo de toda 





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