Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

domingo, 28 de febrero de 2016

260).-Abogados Famosos.-a

Mario Acuña Riquelme.
 Manuel  Guzman Vial.
Sidney Roy Korshak 

   Mario Acuña Riquelme.

 

                      



Consejo de guerra de Pisagua

Mario Acuña Riquelme participó en el 3er consejo de Guerra que se ejecutó en Pisagua, en esa oportunidad condenaron a muerte a Germán Palominos Lamas, El consejo de guerra fue conformado por el teniente coronel Luis Valenzuela Solís de Ovando, el mayor Jorge Feliú Madinogoitia; el mayor Sergio Parra Valladares; el capitán Florencio Tejos Martínez; el capitán Hugo Elzo Lagreze y el teniente Enrique Rosales E. 
Además participan corrientemente en estos tribunales el fiscal acusador Mario Acuña Riquelme y el auditor de guerra mayor Enrique Cid Coubles.

 


 El libro negro de la Justicia chilena
Capítulo IV - Los ritos del poder
La increíble historia del juez Acuña

Angel de la Cruz Venegas, El Lito, era bien conocido en Pisagua. Aseaba el retén de Carabineros en qué trabajaba su hermano, el sargento Juan de Dios de la Cruz.  En pleno Estado de Sitio, a él nadie le impedía llegar al cementerio.

Un día vio "a varias personas que corrían y les disparaban por la espalda. Estas eran como tres personas y luego que les dispararon, los ensacaron (...) Las personas que dispararon eran militares. También vi, en una ocasión, que en la Gobernación a varios detenidos les sacaban las uñas. Recuerdo que Mario Acuña, a quien ubico, era quien daba las órdenes" .

Se refería al juez Mario Acuña Riquelme. Este personaje inició su carrera en Santiago, y de su paso por los tribunales de San Miguel quedó la memoria de grandes defensores y severos detractores suyos. Había quienes lo calificaban de "brillante", pero la Corte Suprema acogió reclamos por su mala gestión y lo trasladó a Iquique al comenzar los '70.

Abogados que lo conocieron como titular del Primer Juzgado del crimen de la capital nortina afirman haberlo visto varias veces borracho en su oficina. Muchas otras muchas cosas vieron. El Consejo de Defensa del Estado incluyó su nombre, junto al del presidente de la Corte Iquiqueña, Ignacio Alarcón Alarcón,  y otros importantes magistrados, como parte de una lista de jueces vinculados con el narcotráfico.
En 1972, tras recibir la queja del CDE, la Corte encomendó al ministro Enrique Correa Labra que se trasladará al norte a investigar. El magistrado contó con la ayuda en Iquique del abogado Procurador Fiscal (el representante del CDE), Julio Cabezas Gazitúa. En Santiago, con  abogado Manuel Guzmán Vial. Agentes del Departamento de Investigaciones Aduaneras (DIA), entre otras entidades, también habían reunido información sobre los magistrados mientras buscaban desbaratar una red de  contrabando entre Chile y Bolivia.
Correa Labra estuvo ocho meses en el norte. Al volver, emitió un grueso informe y la Corte Suprema intervino destituyendo al presidente de la Corte iquiqueña y al fiscal de ese tribunal, Raúl Arancibia. Otro grupo, probablemente para no generar un escándalo, sólo fue trasladado o amonestado.
Manuel Acuña se salvó. Sin embargo, el magistrado sabía perfectamente que el abogado Cabezas había sido el promotor de las acusaciones en su contra y que todavía le quedaba carga por usar.
Julio Cabezas Gacitúa

Cabezas -45 años, casado, cuatro hijos- era considerado un abogado brillante, un funcionario "de dedicación ejemplar" , que actuaba además como jefe del Servicio de Asistencia Judicial en Iquique.
En 1973, Cabezas y el director de Odeplán, Freddy Taberna, tenían pruebas suficientes de los vínculos de Acuña Acuña, Mario con los dos poderosos narcotraficantes que dirigían las operaciones de  contrabando entre Chile y Bolivia y que, por su peso económico, incluso habían llegado a ser miembros de la Cámara de Comercio de Iquique: Nicolás Chánez y Doroteo Gutiérrez.
Ambos transportaban diariamente desde Santiago al norte toneladas de azúcar, café, harina, conservas, mantequilla, medias, ropa y medicinas, entre otros productos obtenidos ilícitamente. Era el tiempo de las colas y la escasez bajo el gobierno de la Unidad Popular.
Los camiones con la carga prohibida se dirigían a dos pueblos limítrofes: Cancosa y Colchane. Las inmensas bodegas en que la mercadería era almacenada dominaban el paisaje de ambos caseríos, cuyas poblaciones sumadas no llegaban a los 150 habitantes. En la frontera, los chilenos entregaban los insumos a traficantes bolivianos, quienes les pagaban con grandes cantidades de cocaína semielaborada. Los alimentos y medicinas se iban a Oruro y luego eran distribuidos en Santa Cruz y La Paz. El sulfato de cocaína era internado en Iquique para su elaboración
Antes del 11 de septiembre, Chánez y Gutiérrez fueron detenidos repetidamente por contrabando y narcotráfico, pero obtuvieron la libertad con facilidad gracias a sus vínculos con el ministro Alarcón, Ignacio Alarcón, el juez Acuña y su actuario Raúl Barraza. Este último Barraza había sido descubierto in fraganti por la policía trabajando de noche en el procesamiento de la cocaína en un laboratorio que tenía en su propia casa, en Wilson 151. Su superior, el juez Acuña, fue vinculado por la investigación policial con la gestión del tal laboratorio.

Pesaban en la carpeta que el CDE tenía sobre el magistrado otro tipo de corruptelas. Se comprobó que desde mayo de 1970 el magistrado cobraba asignación familiar por su cónyuge, aunque ésta no tenía derecho a ella, pues era funcionaria de la Corfo. Además, había informado al Servicio de Impuestos Internos que su esposa no trabajaba, con el solo fin de rebajar el pago de impuestos.
Acuña adquirió en forma fraudulenta varios automóviles, haciendo uso de una franquicia que por entonces era derecho exclusivo de los residentes en Arica. Y pagó parte de uno de esos vehículos con un cheque del comerciante Raúl Nazar, que estaba encausado por estafa en su propio tribunal y que quedó libre "por falta de méritos" justo después de extender ese documento.
El magistrado recibió regalos de navidad, ante testigos, de otro conocido narcotraficante iquiqueño, Francisco Manríquez Valenzuela, "El Gallina"
El abogado Julio Cabezas sabía también, y lo informó a la Corte Suprema, que el 7 de abril de 1972, el juez Acuña, Mario Acuña viajó junto al narcotraficante Pascual Gallardo a Santiago y que ambos abordaron un vehículo que los esperaba en el aeropuerto Pudahuel, con destino desconocido.
Gallardo había sido inculpado como parte de una banda de narcotraficantes descubierta en 1969 en una causa que tuvo en su poder el juez Acuña. Poco después, sospechosamente, se presentó en Santiago una querella por estafa en contra de uno de los encausados. Eso significaba que el proceso por narcotráfico debía salir del tribunal iquiqueño y ser enviado la capital. En el viaje, el actuario designado para trasladar el expediente lo perdió sin explicación plausible. Ya no importaba mucho. Los documentos que inculpaban a Gallardo se habían extraviado antes, desde las propias oficinas del juzgado iquiqueño.

Gallardo nunca fue procesado.

Pese a sus antecedentes, la Corte Suprema autorizó al juez Acuña, Mario Acuña para que, inmediatamente después del 11, se constituyera como fiscal en los Consejos de Guerra en el norte grande. Al personaje, le gustó, por supuesto, la nueva investidura. El mismo día del Golpe llegó vestido con uniforme de comando al tribunal, que siguió atendiendo paralelamente por un breve lapso. En ese período, sus subalternos también debían lucir trajes militares cuando lo acompañaban a la "fiscalía".
El juez Acuña fue uno de los pocos magistrados elegidos para tan inusual misión y él iba a aprovecharlo.
Mediante llamados radiales, el abogado Julio Cabezas fue convocado por bando para presentarse ante las nuevas autoridades militares junto a los más importantes dirigentes políticos de la zona. Cabezas, que no tenía militancia política ni "tendencia revolucionaria alguna" , se autodefinía entonces como simpatizante DC y, como tal, había sido un opositor al gobierno de Allende. Pero su nombre, para extrañeza de abogados y jueces, se repetía por las radios junto al de los máximos jerarcas de la Unidad Popular.
El 14 de septiembre, terminado el toque de queda absoluto, el profesional decidió entregarse. Ese día se reunió con un grupo de ocho profesionales que hacían su práctica profesional en el Servicio de Asistencia Judicial. En el segundo piso de los tribunales iquiqueños, Cabezas dio tareas a sus alumnos. Entre ellos estaban el actual ministro de la corte ariqueña Javier Moya y los abogados Valdemar de Lucky, Juan Rebollo, Ernesto Montoya, Enrique Castillo e Ismael Canales.

-Yo vengo luego. Sigan con los casos, que voy a revisar lo que han hecho a la vuelta -les dijo .

Cabezas no dejó reemplazante. Con una frazada en un brazo y un chaquetón de castilla en el otro salió caminando hacia la Sexta División de Ejército. Algunos de sus alumnos -con quienes le gustaba tener irónicas discusiones intelectuales, pues los jóvenes eran mayoritariamente partidarios de la UP- lo acompañaron hasta la puerta del regimiento. El abogado creía que su nombre había sido incluido por error y que quedaría libre de inmediato.

El error era suyo.

Fue hecho prisionero y trasladado al campamento en Pisagua. Sus celadores lo golpearon mientras permanecía colgado, le quemaron la piel con cigarrillos, lo lanzaron desde un cerro encogido dentro en un barril sin tapas, le quebraron un tobillo, le hicieron fusilamientos falsos. Cabezas presintió su muerte. Logró enviar un mensaje a Santiago pidiendo la intervención de sus colegas del Consejo de Defensa del Estado. La mayoría de los consejeros del CDE estaba en la oposición al gobierno de Allende y apoyaban la intervención militar, pero acogieron su súplica, pues sabían que Cabezas no era izquierdista.
Manuel Guzmán Vial fue el encargado de redactar un oficio al Jefe de Zona en Estado de Emergencia en la zona de Tarapacá, general de brigada Carlos Forestier El documento daba cuenta de la excelente calidad profesional del representante del CDE en Iquique y de sus cualidades como un hombre "de Paz".

Forestier no respondió.

El 10 de octubre el nombre de Julio Cabezas apareció en un nuevo comunicado. Esta vez, en una convocatoria a Consejo de Guerra.
El Colegio de Abogados había establecido un sistema de defensa gratuito para los prisioneros y le nombró un representante: su propio alumno en el consultorio jurídico, Ernesto Montoya. El joven viajó en una avioneta militar a Pisagua. La nave partió a las 19 horas. El Consejo estaba fijado al día siguiente, el 11 de Octubre, a las cinco de la madrugada.
El joven abogado esperaba poder entrevistarse con su profesor, pero se le dijo que estaba "incomunicado". Quiso ver el expediente, pero los militares estaban cenando. Sólo pasadas las 23 horas y por diez minutos, se le permitió examinar unas hojas que parecían ser una confesión de Cabezas ante el fiscal Acuña. Los papeles decían que Cabezas admitía su vinculación con el Plan Zeta (que luego se demostraría inexistente) y con el acopio de armas.
Montoya intentó una defensa. Alegó con vehemencia, pero los militares estaban borrachos y permanecieron indiferentes a sus argumentos. El Consejo de Guerra condenó a Cabezas a la pena de muerte.
El capellán de Pisagua se acercó a Montoya y le confesó que Cabezas ya estaba muerto. El abogado no quería creerlo, pero hacia fines de los '70, ante insistentes gestiones de la familia, las autoridades militares extendieron documentos oficiales en que reconocían la fecha real de la muerte y decían que Cabezas fue "ajusticiado" por "alta traición a la Patria" el 10 de Octubre, junto a otros cuatro detenidos. El expediente del supuesto Consejo de Guerra nunca apareció.

En 1990 el cuerpo de Julio Cabezas fue hallado en las fosas clandestinas descubiertas en Pisagua. Otra vez el abogado Montoya estuvo junto a su ex profesor. Como abogado del arzobispado, acompañó a los profesionales de la Vicaría de la Solidaridad que lograron la ubicación de las osamentas.
También murió en Pisagua el ex director de Odeplán, el socialista Freddy Taberna, quien había investigado al juez Acuña junto a Cabezas.

No fueron los únicos. Dos funcionarios del Departamento de Investigaciones Aduaneras (DIA) fueron ejecutados en el mismo campamento. Justo antes del Golpe de Estado, el DIA estaba precisamente tras los pasos del contrabando de cocaína por el corredor Oruro-Iquique. Ya entonces los profesionales, motejados por La Tercera como los "intocables chilenos" 26, creían que Chile se estaba convirtiendo en un "pasillo" para el contrabando del clorhidrato.

El grupo aduanero actuaba en coordinación con la agencia estadounidense antinarcóticos (DEA) y varios de sus miembros fueron entrenados en Estados Unidos, como parte de una de las pocas áreas de cooperación entre ambas naciones, cuando en Chile gobernaba Allende y en el país norteamericano, Richard Nixon. El Golpe sorprendió en el norte a unos ocho agentes de este servicio. Entre ellos, Juan Efraín Calderón militante socialista, quien fue ejecutado en un supuesto intento de fuga, junto a su colega y amigo, Juan Jiménez, pese a las intervenciones en su favor del delegado de la DEA en Chile, George Frangullie.

El cuerpo de Calderón apareció en las fosas en Pisagua amarrado de pies y manos y con una venda sobre los ojos. Testimonios de otros ex prisioneros permitieron determinar que los agentes no intentaron huir, sino que fueron escogidos de entre los presos para ser fusilados, sin expresión de causa.
Un grupo de narcotraficantes, que había formado parte de las investigaciones de la DIA, la policía y el CDE en los '70, también fue capturado en la asonada militar. Los detenidos, acusados de delitos comunes, fueron trasladados a Pisagua junto al resto de los prisioneros políticos. En el campamento, controlado en buena parte por el fiscal Acuña, recibieron un trato especial. Pero sólo por un tiempo.
En este grupo figuraba Francisco Manríquez, "El Gallina", quien había hecho regalos de Navidad a Mario Acuña y el poderoso Nicolás Chánez, la cabeza visible de opulenta red de narcotráfico Oruro-Iquique, varias veces liberado gracias a la benevolencia de los tribunales. Junto a ellos, cayeron prisioneros Hugo Martínez, Juan Mamani, Juan y Orlando Cabello.

José Ramón Steinberg, José Ramón, médico cirujano, reveló lo siguiente:

"En el mes de enero de 1974, llegaron a Pisagua diez personas de quienes se nos dijo eran traficantes de drogas. De estos diez, nueve fueron fusilados por el fiscal Acuña y su equipo integrado por los militares Aguirre, Fuentes y el carabinero Barraza y el teniente Muñoz. Estos fueron fusilados en el cementerio de Pisagua, siendo conducidos hasta ese lugar en un jeep militar, lo que yo vi y me consta por la información que me dio uno de los practicantes, quien me dijo que los mataban de a dos y esto lo presenciaban otros dos traficantes que serían fusilados después".

En 1990, los cuerpos de los "coqueros" fueron encontrados junto a los de los prisioneros políticos en las fosas en Pisagua.
El proceso iniciado por ese hallazgo permitió conocer otras acusaciones en contra de Acuña. El 26 de septiembre, un grupo de conscriptos allanó la casa del doctor Steinberg. Los militares lo arrestaron diciéndole que "el fiscal" quería hablar "unas palabritas" con él. Fue llevado al Regimiento Telecomunicaciones y luego al campamento de Pisagua.
"El día 12 de octubre de 1973 me tocó a mí el turno para ser interrogado y fui, igualmente, golpeado, sometido al 'fusilamiento simulado' y otras torturas, estando con la vista vendada e interrogado por el fiscal Acuña".

Cerca de las cuatro de la tarde del 16 de enero de 1974, llegó a Pisagua Isaías Higueras Zúñiga. Los uniformados a cargo del campamento le dieron "instrucción militar", obligándolo a realizar ejercicios físicos. Por la noche, lo interrogaron bajo torturas.
El doctor José Ramón Steinberg recuerda que cerca de la una de la mañana del 17, fue llamado de urgencia a la enfermería para que hiciera un chequeo médico a Higueras. Cuando preguntó qué le había pasado al prisionero, un suboficial le respondió: "Militarmente, se cayó".
El médico constató que el preso estaba sufriendo un infarto. Indicó a los enfermeros que le inyectaran un "vaso dilatador y un tranquilizante", pero el fiscal Acuña, después de preguntar a los militares qué efecto tendrían esos medicamentos, negó autorización para el tranquilizante.

-Es que tengo que seguir interrogándolo, -explicó.

-Pero no puede seguir interrogándolo en estas condiciones. El paciente debe permanecer en reposo absoluto, -replicó el médico.

Acuña se volvió hacia los enfermeros y les ordenó:

-Déjenlo aquí quince minutos. Después me lo llevan a la Fiscalía.

El médico volvió a su habitación. Cuatro horas más tarde los soldados lo despertaron otra vez y lo llevaron a la enfermería. Higueras había muerto.
Los enfermeros militares dijeron a Steinberg que cerca de las cinco de la mañana el prisionero había pedido permiso para ir a orinar y que cuando volvió a acostarse, murió. Le aseguraron que nunca lo llevaron de regreso a la fiscalía.
El doctor tomaba constancia del fallecimiento, cuando el  juez Mario Acuña apareció nuevamente en la enfermería.

-¿Qué pasa?
-Esta persona ha muerto -respondió el doctor.
-¿Usted sabe cuáles son las causas?
-Tal como le dije antes, esta persona sufrió un infarto.
-¿Usted puede certificarlo?
-Claro..., pero además habría que hacer una necropsia.
-No. Aquí no hay condiciones para eso.

Steinberg, José Ramón Steinberg extendió el certificado de defunción diciendo que la causa inmediata de la muerte había sido un "infarto del miocardio", provocado por "stress físico emocional". Esa fue su manera científica de describir las torturas.
Terminada su labor como fiscal, el juez Acuña se retiró del servicio y se dedicó al ejercicio libre de la profesión. Por esos años, se jactaba en el foro de su amistad con el general Carlos Forestier -Forestier "admiraba" a Acuña - y con el propio general Augusto Pinochet, asiduo visitante de Iquique.

Entre 1975 y 1976 no había quien discutiera su poder e influencia en la capital nortina. En 1988 el juez Raúl Mena lo encargó reo por el homicidio calificado del gendarme Villegas. El abogado Montoya representó a la familia del ex prisionero de Pisagua. A Acuña lo defendió su amigo, el ex presidente de la Corte iquiqueña, el destituido Ignacio Alarcón.
Cuando el caso llegó a la Corte de Apelaciones de Iquique, el tribunal nortino declaró que estaba cubierto por la Ley de Amnistía. La Vicaría de la Solidaridad presentó un recurso de queja ante la Corte Suprema, pero el proceso fue enviado a la justicia militar. Desde entonces no se ha vuelto a saber de Acuña en Iquique. Alarcón murió en 1997.
 Mario Acuña Riquelme falleció el 12 de Junio de 2000 en Santiago.


 MANUEL GUZMÁN VIAL.

 

 


Han fallecido recientemente un ilustres abogados que pertenecieron al Consejo de Defensa del Estado y que además tuvieron una destacada participación en la vida pública y en el foro.

En primer término, nos referiremos a Manuel Guzmán Vial, abogado, nacido el 25 de junio de 1925. Estudió en la Pontificia Universidad Católica, recibiéndose de abogado en 1950 aproximadamente. Poco después pasó a integrar la oficina del recordado jurista Eduardo Novoa Monreal. Esta asociación profesional duró hasta fines de la década de los 60 en que Manuel Guzmán se separa y forma una nueva oficina con varios abogados entre los cuales se encontraba Pedro Doren.
Manuel Guzmán fue docente en Derecho Penal en la Pontificia Universidad Católica, siendo primero ayudante, luego Profesor Auxiliar y finalmente Profesor Titular, en dicha casa de estudios.
Tuve la ocasión de conocerlo cuando efectué mi práctica profesional en el segundo semestre de 1959 en el Consultorio del Colegio de Abogados de Buin, donde Manuel se desempeñaba como Abogado Jefe de la Oficina. Así como era amigable y tenía un buen trato con los postulantes y patrocinados, era bastante estricto para exigir un buen rendimiento y además para defender las prerrogativas del abogado ante la judicatura. Al tener un buen desempeño en la práctica, en el año 1960, cuando ya me había recibido de abogado, Manuel me propuso y acepté reemplazarlo por seis meses como Jefe de la Oficina porque había pedido un permiso.

Abogado del consejo del Estado.

Ya en esa época Manuel Guzmán era Abogado del Consejo de Defensa del Estado, servicio al cual había ingresado como Abogado Auxiliar en 1954. A fines del año 1962 fue designado Consejero, siendo además asesor del Ministro de Justicia, Enrique Ortúzar. En tal carácter patrocinó al Gobierno en varias querellas por infracción a la Ley de Seguridad del Estado. En esos años, Manuel Guzmán tenía una posición política más bien de derecha, sin militar en ningún partido, pero posteriormente evolucionaría hacia la Democracia Cristiana.
Durante el Gobierno de Frei Montalva, había cuatro Consejeros proclives a la Democracia Cristiana: Manuel Guzmán Vial, Ignacio Echeverría Maroto, Raúl Oliva y Hernán Larraín Ríos. Ninguno de ellos tenía una actividad política, salvo Raúl Oliva que había sido candidato a diputado por la Falange en Valparaíso, el año 1945.
Manuel Guzmán tuvo una destacada actuación en varios procesos penales como abogado patrocinante del Consejo, recordándose especialmente el proceso que se siguió por malversación de caudales públicos en el Banco Central de Chile y que terminó hacia 1962 con la condena de Fernando Jaramillo Phillips. En dicho proceso obtuvo que la Corte Suprema aceptara la tesis de la comunicabilidad del delito de malversación a partícipes que no eran funcionarios públicos.
Otra actuación relevante que tuvo Manuel Guzmán estuvo relacionada con unas investigaciones en Iquique efectuadas en el año 1972, en que junto con el Abogado Procurador Fiscal Julio Cabezas, descubrieron una red de corrupción y de vinculación con el tráfico de drogas en que aparecían coludidos algunos funcionarios judiciales.
Manuel Guzmán viajó varias veces al norte y trabajó estrechamente con Julio Cabezas. Luego, el Consejo solicitó la intervención de la Corte Suprema que ordenó una investigación administrativa que se llevó a cabo por el Ministro de la Corte Suprema Enrique Correa, con la sanción de varios jueces y Ministros, incluyendo el traslado de algunos. Esta situación la seguí muy de cerca porque como abogado auxiliar también envié instrucciones al Procurador Fiscal para efectuar otras investigaciones en contra de traficantes y funcionarios judiciales. Recuerdo que fui a ver varias veces al Ministro Enrique Correa para expresarle la gravedad de lo que estaba ocurriendo e instándolo para que viajara prontamente al norte, viaje que se había visto retardado por problemas administrativos. 
Sin embargo, esta labor era paralela a la principal investigación que impulsaba el Consejero Manuel Guzmán.
Esta labor activa de Julio Cabezas y de Manuel Guzmán trajo consecuencias bastante graves para ambos, en especial para el primero que fue obligado a presentarse ante la autoridad militar el 11 de septiembre de 1973, siendo posteriormente fusilado luego de una condena sumaria de un Consejo de Guerra  en que el fiscal instructor fue un juez del crimen de Iquique que había sido investigado por el Consejo y que en represalia había prohibido ingresar al juzgado al Procurador Fiscal, motivando un reclamo del Consejo ante la Corte de Apelaciones de Iquique. El expediente del proceso en que se pronunció sentencia condenatoria en contra de Julio Cabezas nunca pudo ser ubicado por los funcionarios del Consejo y su caso fue conocido por la Comisión Rettig.
A Manuel Guzmán, como Presidente Subrogante y en representación del Consejo, le correspondió oficiar a la máxima autoridad militar de la I Región, intercediendo por Julio Cabezas por su excelencia funcionaria y para solicitar un debido proceso que defendiera sus derechos.
Además, en los meses siguientes, uno de los jueces sancionados por la Corte Suprema que había sido trasladado a la Región Metropolitana, en presencia de un abogado auxiliar que había pedido una audiencia sobre un asunto de interés del Consejo, profirió y envío claras amenazas en contra de Manuel Guzmán diciendo que le ocurriría lo mismo que a Julio Cabezas. Esto se conoció rápidamente en todo el Consejo y supe que este organismo había resuelto proteger a Manuel Guzmán, tomando contacto para estos efectos con las autoridades pertinentes del nuevo Gobierno y con la Corte Suprema.
Durante el período de la Unidad Popular, Manuel Guzmán estuvo en una postura abiertamente contraria al Gobierno de Salvador Allende. En efecto, en el día del Silencio Nacional, el 24 de octubre de 1972, Manuel y la mayoría de los Consejeros no concurrieron a la sesión de Consejo a la que sólo asistieron Eduardo Novoa, Raúl Oliva, Ignacio Echeverría y Hugo Pereira, junto con el Secretario Alejandro Monreal.

La situación anterior provocó una abierta ruptura del Presidente del Consejo con la mayoría de los Consejeros y luego de un abortado intento de sumario administrativo, Eduardo Novoa decidió renunciar a la institución que más había apreciado en su vida profesional y presentó su expediente de jubilación. A la despedida de Eduardo Novoa, con quien había sido amigo y socio de oficina, asistió Manuel Guzmán junto con la mayoría de los Consejeros. Un tiempo después y con Eduardo Novoa en el exilio, tanto Manuel Guzmán como Guillermo Pumpin le habrían enviado cartas tratando de llegar a una reconciliación, lo que no habría tenido un resultado favorable.

La reconciliación de Eduardo Novoa con Manuel Guzmán se empezó a gestar a la vuelta del exilio cuando siendo Presidente del Colegio de Abogados Alejandro Hales, los convocó a su oficina para que se encontraran y allí se saludaron.
Cuando se retiró del Consejo, Eduardo Novoa fue designado a cargo de la Agencia de Chile para la Defensa del Cobre que funcionaba en Europa. Esta agencia tuvo grandes diferencias con la posición de la Comisión del Cobre que trabajaba bajo el alero del Consejo.
Este distanciamiento y otros problemas llevaron a los miembros de la Comisión del Cobre encabezados por Guillermo Pumpin y que integraban además Ricardo Rivadeneira, Juan Frontaura, Eugenio Valenzuela y Eustaquio Martínez, a solicitar una entrevista con el Presidente Allende en agosto de 1973, para presentar sus renuncias y ofrecer su colaboración para capacitar a sus reemplazantes. Este se negó a escuchar sus razones y luego los despidió abruptamente, aceptando las renuncias y poniendo término de inmediato a la reunión.
Estos acontecimientos y otros acaecidos durante 1973 acentuarían la posición muy crítica de la mayoría del Consejo en contra del régimen político de la UP y esto lo reconoce Ricardo Rivadeneira en una entrevista póstuma con el historiador Álvaro Góngora.
En la mañana del día 13 de septiembre de 1973, dos días después del pronunciamiento militar, cuando concurrí a las oficinas del Consejo para saber qué había ocurrido con las autoridades de este organismo, el grupo de abogados que estaba de acuerdo con el nuevo
Gobierno me informó que ya había estado en el lugar de las oficinas en Teatinos, el nuevo Presidente del CDE, Lorenzo de la Maza, que había sido elegido en una reunión informal de Consejeros efectuada fuera de las oficinas del Consejo, a la cual habían asistido todos, a excepción del ex Presidente Enrique Testa, de los Consejeros Hugo Pereira y Octavio Gutiérrez y del Secretario Alejandro Monreal. Me agregaron los entusiastas abogados que celebraban al nuevo Gobierno que ya se había decidido que los próximos Consejeros serían Eugenio Valenzuela y Ricardo Rivadeneira. 
Esta versión me fue ratificada varias veces por Octavio Gutiérrez, al cual no se le invitó porque no existía afinidad de éste con la mayoría del Consejo, en especial con Guillermo Pumpin. No se ha podido determinar la exacta fecha de la reunión informal de Consejeros y personalmente entendí que había sido días antes del 13 de septiembre de 1973, siguiendo la confidencia de Octavio Gutiérrez.
En los años posteriores a 1973, Manuel Guzmán empezó a distanciarse del Gobierno Militar, como muchos otros que si bien habían considerado que no había otra solución posible a la crisis política que la del pronunciamiento militar, estaban ahora en profundo desacuerdo con las violaciones a los derechos humanos que se estaban cometiendo. 
En más de una oportunidad, Manuel me expresó, que le era muy difícil permanecer en el Consejo colaborando con un Gobierno que violentaba los más elementales derechos fundamentales. Como dato ilustrativo en ese sentido, había firmado junto con Hugo Pereira un voto disidente en un informe sobre los efectos del Decreto Ley Nº 175 de 10 de diciembre de 1973, que regulaba la cancelación de la nacionalidad chilena por los atentados graves que se cometieran en el extranjero.
 En dicho informe, emitido el 24 de abril de 1974, los disidentes opinan que “la privación de la nacionalidad sólo puede concebirse por una gravísima afrenta al Estado mismo en su estructura fundamental y no por otros ataques a la vida política por perturbadores que ellos sean
Esta situación junto con la falta de sintonía con el nuevo Presidente Renato Damilano, provocó su renuncia al Consejo en el segundo semestre de 1976, poniendo término a su carrera funcionaria luego de veintidós años en el servicio.

Abogado penal.

Una vez retirado del Consejo, Manuel Guzmán ejerció activamente la profesión en materia penal, incluso en causas en que los inculpados habían sido imputados de delitos que eran perseguidos por el Consejo, en representación del Estado. Así recuerdo que defendió a varios inculpados en los procesos bancarios que se iniciaron a contar de 1982 por la intervención masiva de varios bancos. Algunos no entendieron esta actuación, pero personalmente la consideré legítima porque estaba de acuerdo al derecho fundamental de ejercer la profesión en asuntos sucedidos con posterioridad a su alejamiento del Consejo y en los cuales Manuel Guzmán no había tenido ninguna intervención cuando había desempeñado sus funciones en este organismo.
Además, Manuel Guzmán patrocinó la denuncia deducida en 1984 por un posible fraude en el caso de la parcela de El Melocotón, proceso en el cual no participó el Consejo de Defensa del Estado porque, por mayoría de votos, acordó no hacerse parte. En los círculos del Consejo y de los abogados, se comentó que Manuel Guzmán se había entrevistado con el juez por su falta de decisión en investigar el posible fraude y en un momento muy enardecido e indignado le había enrostrado su falta de independencia. De igual forma, el proceso fue archivado sin resultados.
Como activo litigante en materia penal, Manuel Guzmán me había confidenciado que estaba muy a disgusto con el sistema procesal penal antiguo y me contaba de muchas situaciones negativas que había presenciado a nivel de actuarios y policías. 

Esto explica que cuando se formó el Foro Procesal Penal hacia 1993, Manuel se incorporara activamente apoyando las ideas de un proceso penal acusatorio profundamente reformado. También asistió a numerosos seminarios que preparaban la futura reforma procesal penal, aportando muchas ideas de su experiencia profesional. En una oportunidad me confidenció que era partidario de no dar más recursos al sistema antiguo por las distintas corruptelas y denegaciones de justicia.
Cabe destacar también la labor de Manuel Guzmán como Consejero del Consejo General del Colegio de Abogados, siendo su Vicepresidente entre los años 1987 y 1989, en el período de Alejandro Hales como Presidente, y siendo elegido posteriormente varias veces como Consejero.

También corresponde referirse a lo que ocurrió en abril o mayo de 1993, en que el Presidente de la República Patricio Aylwin, le ofreció la Presidencia del Consejo de Defensa del Estado, ante mi negativa a continuar como Presidente de la entidad luego del vencimiento de mi período el 30 de abril de 1993, pero Manuel Guzmán declinó este ofrecimiento y ni siquiera lo meditó mayormente, cumpliéndose así una especie de profecía que casi no tiene excepciones en el sentido de que “los que se van del Consejo nunca más vuelven”.
En cuanto a su vinculación política, tengo entendido que Manuel Guzmán era de entera confianza de los dirigentes de la DC y estuvo dispuesto a defender a personeros de ese partido en distintos procesos penales, sin embargo no participó en la política contingente ni en las discusiones que usualmente se llevan a cabo en los partidos políticos.
Entre 1997 y 1999, Manuel Guzmán estimó que bien valía la pena aspirar a un alto cargo en la administración de justicia, como un punto culminante de su carrera jurídica.
Es así que en 1997, cuando se promulga la reforma constitucional de la Ley Nº 19.541 y se crean varios cargos de Ministros externos de la Corte Suprema, Manuel Guzmán decide presentarse a los concursos que fueron dos y conversó con todos los Ministros de la Corte Suprema, quedando muy desilusionado por no haber obtenido ningún voto en el primer concurso y sólo un voto en el segundo.
 A esa fecha, Manuel ya tenía 72 años y puede ser que ello haya influido en la votación de la Corte, porque a los 75 años los Ministros debían retirarse a consecuencia de la misma reforma constitucional10.
Dos años después, Manuel decide nuevamente postular, ahora al más alto cargo del nuevo Ministerio Público, aspirando a ser elegido como el Primer Fiscal Nacional en el nuevo sistema procesal penal. Su postulación estaba avalada por su participación en el Foro Procesal Penal, su cercanía con la Ministra Soledad Alvear y el abierto apoyo de la directiva de la Democracia Cristiana. Sin embargo, a fines de 1999, Manuel Guzmán ya tenía 74 años, lo que significaba que si hubiera sido elegido habría tenido que retirarse el año 2000  porque en la reforma constitucional de la Ley Nº 20.050 se limitó la edad del Fiscal Nacional a los 75 años y de esa manera no habría cumplido enteramente su período.
Manuel Guzmán obtuvo una votación de 9 votos en la Corte Suprema, en el cuarto lugar de la quina, en empate con Luis Bates y recuerdo que su exposición ante la Corte fue muy clara y precisa.
En las negociaciones con los Senadores, Manuel Guzmán tenía la preferencia del Gobierno de Frei Ruiz-Tagle, pero no logró ser propuesto porque no habría contado con los votos de un sector de la oposición.
En todo caso, durante el concurso conversamos muchas veces como amigos y con mucha lealtad.
Posteriormente, Manuel Guzmán colaboró con una Comisión que ayudó en la presentación de un proyecto de nuevo Código Penal auspiciado por el Ministerio de Justicia de la época.
Durante los años 2000 y siguientes, tuvimos poco contacto con Manuel Guzmán, pero sí recuerdo una hermosa iniciativa suya cuando me llamó en el año 2000 –yo era Fiscal Nacional– para visitar al ex Consejero Juan Frontaura que había estado gravemente enfermo y así concurrimos a su casa donde nos recibió Juan con su señora. Juan Frontaura estaba tan emocionado que casi no habló en nuestra visita.
Los últimos años de vida de Manuel Guzmán Vial fueron muy dolorosos para él y su familia y tuvo que retirarse del ejercicio de la profesión, por una enfermedad cruel e irreversible. Falleció el 19 de mayo del 2011.
Esta es la breve reseña que puedo hacer de un gran Consejero y amigo, Manuel Guzmán Vial.


Guillermo Piedrabuena Richard


 

Sidney Roy Korshak 

 




(6 de junio de 1907 - 20 de enero de 1996) fue abogado y  "fixer"  de empresarios en las altas esferas del poder y del  Outfit de Chicago en los Estados Unidos. Su reputación como el hombre de la mafia de Chicago en Los Ángeles lo convirtió en uno de los arregladores más legendarios e influyentes de Hollywood . Su asociación con los mafiosos de Chicago lo llevó a ser nombrado "... el abogado más poderoso del mundo" ("...the most powerful lawyer in the world") por el FBI .

Sidney nació en una familia judía, con cuatro hermanos, en el vecindario West Side Lawndale de Chicago , el 6 de junio de 1907. Sus padres eran Harry Korshak (1876-1931)  y Rebecca Beatrice Lash (Lashkovitz, Laskowitz) (1883– 1963), que se casaron el 15 de julio de 1902 en Chicago. 
El padre de Sidney, Harry, era un rico contratista de Chicago.  El hermano menor de Sidney, Morris Jerome "Marshall" Korshak (1910-1996) se convirtió en un antiguo político de Chicago, tesorero de la ciudad y senador estatal. Sidney asistió a la escuela primaria Herzl, la Universidad de Wisconsin-Madison.y obtuvo su título de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad DePaul .

La práctica legal de Korshak lo puso en contacto con muchos mafiosos, como Al Capone, Frank Nitti, Sam Giancana, Tony Accardo y Moe Dalitz. Sus servicios fueron utilizados por los rangos superiores de negocios legítimos e ilegítimos en los Estados Unidos.
Korshak contaba entre sus amigos con muchas celebridades de Hollywood y figuras destacadas de la industria del entretenimiento, incluidos los jefes de MCA / Universal Jules C. Stein y Lew Wasserman, el abogado de entretenimiento Paul Ziffren (la fuerza impulsora detrás de traer los Juegos Olímpicos de 1984 a Los Ángeles ), el director de MGM Kirk Kerkorian , el fundador de Gulf + Western Charles Bluhdorn , Frank Sinatra , Ronald Reagan , William French Smith (abogado laboral y futuro Fiscal General de los Estados Unidos ), gobernador de CaliforniaEdmund "Pat" Brown y su hijo, el gobernador de California Edmund "Jerry" Brown , futuro gobernador de California Gray Davis , el productor Robert Evans , Warren Beatty , Barron Hilton y Hugh Hefner .



Korshak tuvo un gran éxito en el campo de la consultoría y las negociaciones laborales, y su lista de clientes incluía Hilton Hotels , Hyatt Hotels , MGM , Playboy , MCA / Universal y Diner's Club. Uno de sus clientes era Jimmy Hoffa , conocido director de la Hermandad Internacional de Camioneros ; Korshak estuvo muy involucrado en las operaciones de la costa oeste de los Teamsters durante una época en la que el trabajo organizado estaba en la cima de su actividad.
Korshak fue abogado de varios elementos de Chicago Outfit . Korshak compró JP Seeburg Corporation e inmediatamente antes las acciones de la compañía subieron de $ 35 a $ 141,50 por acción. Luego vendió 143.000 acciones a figuras fundamentales en el mercado de valores, incluido Bernard Cornfeld , propietario de FOF Property Fund, en Suiza . Korshak recibió $ 5 millones del trato. 

Sidney Korshak se casó con Bernice Stewart (nacida en 1920) en algún momento a mediados de la década de 1940 y tuvieron tres hijos, Harry Stuart Korshak  (nacido en 1945), Stuart R. Korshak [8] (nacido en 1947) y Katherine "Katy" Korshak. La residencia principal de los Korshaks fue una mansión en Beverly Hills, California durante muchos años, con una casa secundaria en Palm Springs, California .
Fue Korshak quien sugirió a la actriz Jill St. John para Eon Productions para la película de James Bond , Diamonds Are Forever . Korshak tuvo aventuras simultáneas con St. John y la actriz Stella Stevens. 
Sidney Korshak murió el 20 de enero de 1996, sin haber tenido nunca una condena penal en su contra (ni siquiera una acusación , según su obituario del New York Times ). Fue enterrado en el Hillside Memorial Park en Culver City, California. Marshall Korshak falleció antes que su hermano por un día.

Nota Periodística

El 20 de enero de 1996, Sidney Korshak, un abogado que aprovechó su conocimiento de la ley para evitar el arresto o la acusación mientras llevaba una carrera rentable en el crimen organizado estadounidense, murió a la edad de 88 años.
 En la primera de una serie de investigaciones artículos sobre él, en 1976, The New York Times señaló que, "Para decenas de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley federales, estatales y locales, el Sr. Korshak es el vínculo más importante entre el crimen organizado y las empresas legítimas".

Con su papel como abogado de algunos de los sindicatos más grandes del país, su reputación entre la mafia de Chicago como "nuestro hombre" y sus conexiones en las industrias del entretenimiento y hotelería, Korshak se hizo conocido como un "reparador", alguien que aparentemente podía hacer acuerdos imposibles se materializan y la amenaza de huelgas paralizantes se evapora mágicamente.
Escribiendo sobre su amigo cercano en sus memorias de 1994, el ex director de Paramount Pictures, Robert Evans, lo expresó así: 

"Digamos que un guiño de Korshak, y los camioneros cambian de dirección. Un guiño de Korshak, y Santa Anita [hipódromo] cierra. Un asentimiento de Korshak, y Vegas se apaga. Un asentimiento de Korshak, y los Dodgers de repente pueden jugar béisbol nocturno "
Cómo atrapar a un senador

Sidney Roy Korshak nació el 6 de junio de 1907 en Chicago. Su padre, Harry Korshak, era un judío nacido en Kiev que había triunfado como contratista de obras en Chicago. Su madre era la ex Rebecca Beatrice Lashkovitz, nacida en Odessa.
El hermano mayor de Sidney, Theodore, se convirtió en un delincuente y drogadicto de poca monta de Chicago, que murió en la oscuridad en 1971. Su hermano menor, Marshall, también se convirtió en abogado, pero siguió una carrera en la política de Chicago y en el estado de Illinois. Senado, que era al menos nominalmente diferente de una carrera en el crimen organizado.
Al crecer en el vecindario Lawndale de Chicago, Sidney asistió a la escuela primaria Theodore Herzl, Marshall High School, la Universidad de Wisconsin (donde fue campeón de boxeo) y la Universidad DePaul, donde obtuvo su título de abogado en 1930
En unos meses, Korshak estaba defendiendo a miembros del sindicato del crimen de Al Capone. Cuando fuera necesario, haría arreglos para que se pagara a un juez para garantizar el veredicto deseado. Además, como dijo un ex juez de Chicago al New York Times, “Sidney siempre tuvo contacto con chicas de clase alta. No tu chica de 50 dólares, sino chicas que cuestan 250 dólares o más ".

También fue Korshak, según una fuente entrevistada por The Times, quien arregló que el senador Estes Kefauver, que había venido a Chicago en 1952 para tomar testimonio para su comisión contra el crimen organizado, fuera atrapado por una prostituta (y una cámara oculta). en el Hotel Drake. Frente a las imágenes, Kefauver abandonó apresuradamente la ciudad sin escuchar a un solo testigo.
La fuerza secreta de Korshak era su capacidad para mediar entre sus clientes legítimos, que incluían a Hilton y Hyatt, Los Angeles Dodgers, Max Factor y General Dynamics, y las organizaciones criminales y los poderosos sindicatos con los que estaba involucrado.
Fue él, por ejemplo, quien organizó todos los fondos de pensiones del enorme sindicato Teamsters bajo un mismo techo. Luego utilizó los ahorros para la jubilación recolectados por los camioneros como banco privado para préstamos fuera de los libros a la industria del cine y la floreciente escena hotelera en Las Vegas. No fue por gentileza que el jefe de los Teamsters, Jimmy Hoffa, dejó vacante la suite presidencial en el Hotel Riviera en Las Vegas para ir a Korshak, cuando este último llegó para un cónclave de abogados de los Teamsters en 1961.

Y, según un largo artículo en Vanity Fair que se publicó poco después de la muerte de Korshak , él fue el hombre que hizo la llamada telefónica al propietario de MGM, Kirk Kerkorian, que lo convenció de que su estudio debería liberar al actor Al Pacino de otra película para que pudiera aparecer en El "padrino" de Paramount. Según los informes, Korshak le había preguntado a Kerkorian, un magnate hotelero, si realmente quería terminar la construcción de su próximo hotel.

Sidney Korshak murió de un ataque al corazón en su casa de Beverly Hills, solo un día después de que su hermano menor, Marshall, muriera en Chicago, a los 85 años. 

 

 


ABRIL DE 1997
EL HOMBRE QUE GUARDÓ LOS SECRETOS
vanity fair sidney roy korshak

Muchos pensaban que el abogado Sidney Korshak, una de las grandes figuras ocultas del crimen organizado del siglo XX, era el hombre más poderoso de Hollywood durante el último medio siglo. Hasta su muerte el año pasado, siguió siendo un enigma impecablemente vestido cuyo poder llegó hasta lo más profundo de las vidas de Jimmy Hoffa, Frank Sinatra, Lew Wasserman y Ronald Reagan.
POR NICK TOSCHE S
6 DE ABRIL DE 1997

Esta es la historia de un niño, un sueño, un título en derecho y una pistola. No tiene principio ni fin, pero se abre en el desierto de Estados Unidos un día de octubre de 1961, con un automóvil emergiendo como un resplandor bajo el sol. En el coche está Sidney Korshak.

Da la casualidad de que es el día de la fiesta de Santa Teresa, que probó el gran amor de Dios con la boca abierta, y “Runaround Sue” de Dion está subiendo rápidamente en las listas de éxitos. Esta serendipia sirve como una conmoción orquestal tan distinta como cualquiera que pudiera idear para este cuento, que se revela solo en destellos luminosos. Imagínese un cuento que nunca tuvo la intención de ser contado. Imagínese una red brillante de complejidades disolviéndose finalmente en la oscuridad.

Hollywood fue en gran parte una invención de los inmigrantes judíos de Europa del Este y sus hijos. El crimen organizado del siglo XX en Estados Unidos fue una coalición principalmente judío-italiana que compartía las sensibilidades pero carecía de la pureza étnica de la verdadera mafia siciliana. En Estados Unidos, Unterwelt y Mafia eran uno, y fue en el crimen organizado donde el mito del gran crisol americano se hizo realidad. El crimen organizado en Estados Unidos era democracia en acción.

Louis B. Mayer y Meyer Lansky vinieron de la Rusia Blanca a la tierra de los sueños, y ambos fueron pioneros en el negocio de la nueva tierra, cada uno a su manera. Harry Cohn y Mickey Cohen nacieron de judíos rusos en Nueva York, y ambos se fueron jóvenes a California. Uno se convirtió en el temible director de Columbia Pictures, el otro en el temible renegado del crimen de Hollywood.

Aunque Hollywood estaba mucho más segregado que el crimen organizado, no todos en el negocio cinematográfico eran judíos. Frank Capra, el director cuyo trabajo más reflejó e influyó en el romance del Sueño Americano, era de Palermo. Él y Lucky Luciano, un cinéfilo habitual, nacieron en Sicilia en el mismo año, 1897. Uno traficaba con la fuga a través de una fábula parpadeante, el otro a través de la droga, el alcohol y las chicas.

Fue la diáspora de Europa del Este en América, y el abrazo de judíos e italianos, lo que provocó el matrimonio de la tierra de las sombras y la tierra de los sueños, primero en Hollywood, luego, como Howard M. Sachar escribe en A History of the Jewish in America, en ese “Nueva y aún más chillona capital del placer en el cercano desierto de Nevada” desarrollada por “otra cofradía de judíos”.

Sidney Korshak, el tipo del auto que es el brillo con el que empezamos, era hijo de esa diáspora, y de ese abrazo. Pasó la mayor parte de su vida en la encrucijada cambiante de la tierra de las sombras y la tierra de los sueños. Él pudo haber sido la encrucijada de todo.

Luciano fue deportado de Estados Unidos en 1946, el año de Capra's It's a Wonderful Life, el año de la inauguración en Las Vegas de Ben Siegel's Flamingo, una flor de cactus fluorescente solitaria en un tramo desolado de la autopista 91 conocido como The Strip.

Kay Kyser estaba en el aire. El "Ole Buttermilk Sky" del líder de la banda fue el número uno cuando Bugsy preparó el Flamingo ese diciembre. Lew Wasserman, que había comenzado con Kyser, era un gran problema en Hollywood ahora.

También lo fue Korshak. Pero recordó ese cielo de suero de leche.

Para el 61, el Strip se había convertido en la meca soñada de las delicias mundanas, el dinero rápido y las mujeres rápidas, revelada de manera tan seductora a las masas el año anterior en la clásica película de Rat Pack Ocean's Eleven. Debajo de la fantasía del tecnicolor se esconde la verdad, prohibida y abrumadora. Cada articulación tenía sus secretos manchados de sangre, sus cábalas ocultas de propiedad sub-rosa y saqueos. Korshak los conocía a todos.

"Estamos hoy al borde de una nueva frontera", había dicho John F. Kennedy al aceptar la nominación de su partido en 1960. La sonrisa de ese primer presidente hecho para la televisión se cernía sobre esta tierra prometida, donde la Nueva Frontera no era insípida. metáfora, pero una alfombra ya en descomposición. Pronto esa sonrisa hueca de Jack-o'lantern se iría al infierno, y Korshak también sabría algo al respecto.

Su automóvil avanza rápido en el asfalto de tres carriles en dirección norte de la autopista dividida. Al otro lado de la carretera, a la izquierda, apenas se puede vislumbrar la Hacienda, el empalme más al sur de la Franja. Los lugares más grandes se ciernen más adelante. Para Korshak, el crecimiento de este lugar es tan familiar que hace mucho que dejó de mirarlo, hace mucho que dejó de considerarlo como algo más que un testimonio limitado de las sutilezas de su propia destreza. Para él, simplemente está ahí ahora y parece especialmente plano a la luz del día, cuando los demonios duermen.

Por la noche, son pocos los que la ciudad no puede asombrar. Al anochecer, los grandes pétalos dentados de la monstruosa fuente en forma de tulipán del Tropicana iluminan el cielo con destellos de neón de rosa y agua. El gigantesco sultán de fibra de vidrio mal nacido a horcajadas sobre las Dunas brilla con los brazos en jarras. El flamenco renacido, el Sands, el Desert Inn, cobran vida mágicamente con guiños de relámpagos, ondulaciones serpentinas de luz pastel. La impía extensión de neón, bombillas incandescentes, plexiglás y láminas de metal que es la fachada del Stardust, de más de 200 pies de ancho, se convertirá , como por fiat lux de algunos Demiurge-in-Shades, en nada menos que su propio deslumbramiento. , galaxia espeluznante. Más allá, los alcaudones de neón del Thunderbird se agitan bajo la luna y, al sur de los límites de la ciudad, la torre del Sahara se alza en llamas. Pero Korshak ya no está cautivado.


Su coche entra sin problemas en la porte cochère de la Riviera, deteniéndose a la sombra del dosel. Construido al estilo de Miami con dinero de Miami, el hotel es el primer rascacielos del Strip, nueve pisos de hormigón de color coral que se levantó seis años antes, en 1955, el año en que James R. Hoffa, vicepresidente de la Hermandad Internacional de Teamsters, puntajes consolidados de pequeños fondos de pensiones en 22 estados en el Fondo de Pensiones de las Áreas Central States, Sureste y Suroeste. Bajo Hoffa, quien ahora es el presidente de los Teamsters, el Fondo se ha convertido en el cofre de oro de la mafia en Las Vegas, con activos calculados en mil millones.

La Riviera, con sus paredes empapeladas con flores de lis y sus estilos de Fontainebleau, está repleta de enjambres de hombres de Hoffa, conspicuos en medio de la arrogancia de Ban-Lon y esbeltas corbatas iridiscentes, de mohair de cabrito y piel de tiburón cortados en la cintura sin cinturón, solapa estrecha. aspecto genial conocido como "Continental". Los hombres de Hoffa son una presencia subyugante con trajes monótonos, botones y cortes de pelo para ir a la iglesia. No es la multitud habitual de Teamster, son abogados reunidos para la décima reunión anual de la conferencia de abogados de Teamster. Pocas chicas fiesteras se mezclan. Hoffa, con 180 libras de músculos comprimidos en menos de cinco pies y medio, frunce el ceño debajo de su corte de pelo a los que están atrapados por las trampas de la lujuria. Se le conoce por salir de un porro al redoble de los tambores de un striptease y ahora está convencido de que el gobierno está utilizando mujeres para despojar a sus hombres de los secretos del sindicato.

Hoy, Hoffa ocupa la Suite Presidencial, la mejor de la Riviera. Pero acusado la semana anterior por el presunto abuso de los fondos de Teamster, no está contento. Aunque ha declarado públicamente que la acusación no afectará a la conferencia, hay una cierta gravedad ominosa en el aire.

La Riviera, promocionada como “¡ DIVERSIÓN las 24 horas!”, Mantiene su ambiente festivo: Juliet Prowse en el Salón Versailles; los Vagabonds, las Personalidades, los Tunesters en el Starlight Room. Sin embargo, el alma de Hoffa se filtra.

Todo el mundo lo conoce. Ha aparecido en las portadas de Time y Newsweek dos veces. Su némesis, Robert Kennedy, el fiscal general punk, ha descrito su poder como superado solo por el del presidente de los Estados Unidos.

Prácticamente nadie, por otro lado, conoce a Korshak, quien se adentra en el vestíbulo con aire acondicionado de la Riviera en este caluroso día de otoño. Es un hombre alto de unos 50 años. Los rostros de algunos adquieren carácter con la edad, pero el suyo no. Algo apuesto en su juventud, ahora tiene orejas grandes y papada: una cabeza casi sin rasgos de arcilla pálida. Su amplio hocico, en lugar de distinguir sus alrededores anodinos, parece simplemente el basurero de una mayor llanura.

Viste bien, como quien cree que en la gran carrera, en última instancia, es el conservador quien anota. Los azules y negros de los abogados del Teamster no son de su gusto: la tela, el tejido y la textura de sus calcetines son más finos que los de los trajes en los que enterrarán a estos tipos. Es más que frío, distinguido, seguro de sí mismo, pero —como su nombre, un borrón étnico— esencialmente anodino. Sidney Korshak no suena con notas altas.

Nada sobre el hombre es obvio. Sin embargo, momentos después de su inesperada llegada, Hoffa es trasladado apresuradamente a un alojamiento más humilde y Korshak se eleva, con escoltas, a la suite presidencial. Hoffa, que comprende la dinámica de todo, cumple. Hoffa, que tiene una batería de 150 expertos legales, incluido Edward Bennett Williams, es muy consciente de que el hombre que ha reclamado su alojamiento es un abogado de otro tipo.

Para Hoffa, no había nada indescriptible en Korshak, cuya aura era suya, solo suya. Con Korshak, Hoffa lo sabía bien, la carne estaba en segundo lugar después de la fábula, la fantasía y el hecho formidable del hombre.

Como fue en Las Vegas, así fue en Hollywood. Dominick Dunne, quien se mudó al oeste en 1957, recuerda su primer encuentro con Sidney Korshak varios años después en la casa de Paul Ziffren, el abogado de entretenimiento y ex fiscal federal adjunto que alguna vez fue considerado la fuerza más importante del Partido Demócrata de California. Los Ziffren, me dijo Dunne, “tenían esta fantástica casa en la playa, y solían dar estas fiestas los domingos por la noche, y esta fue, creo, para el escritor Romain Gary, que era el cónsul francés en Los Ángeles, y su esposa, Jean Seberg, la actriz, ya sabes, que más tarde tuvo esa terrible muerte ". (Se suicidó después de años de acoso por parte del FBI y el fracaso de su carrera). “Sidney estaba allí, y recuerdo que Natalie Wood estaba allí. Quiero decir, era un grupo de jazz de los domingos por la noche ".

Dunne, que disfrutaba tomando instantáneas sociales, era bien conocido por llevar su cámara Rollei a las fiestas. "Sin saber que el hombre nunca fue fotografiado", Dunne tomó casualmente una foto de Korshak esa noche desde el otro lado de la habitación. “Podía escuchar este grito colectivo. No sabía lo que había hecho, y luego alguien dijo: '¡No tomes una foto de Sidney!'

"Él era una presencia en una habitación", dijo Dunne. Hubo esos susurros sobre él. Vegas. . . . Mafia. Siempre me pareció algo irreal. Simplemente se sumó al glamour de la misma. . . . Siempre existe esa maravillosa sensación de ”—y aquí susurró el propio Dunne—“ conocer a alguien en el inframundo. Especialmente en Hollywood.

"Por alguna razón, que nunca entendí, siempre fue amable conmigo". Dunne se encontró invitado a la casa de Korshak, en 10624 Chalón Road, en Bel Air, donde Sidney y su esposa, Bernice, generalmente llamada Bee, organizaban una fiesta exclusiva cada Nochebuena. Los Korshak vivían en un lujo fabuloso incluso para los estándares de Bel Air. Chagalls y Renoirs adornaron sus paredes. Su bodega fue considerada una de las mejores de Los Ángeles. Pero el complejo también era un bastión con una cámara acorazada secreta y un sistema de seguridad sofisticado y elaborado.

"Esa fue la primera casa a la que fui en mi vida donde había un guardia con una pistola en la puerta", dijo Dunne. “Me dio escalofríos, si quieres saber la verdad. . . . Fui a visitar a Phyllis McGuire una vez en Las Vegas, una mujer increíble. Un tipo con una ametralladora abrió su puerta. Pero fue en Sidney's donde vi eso por primera vez ".

Dunne dijo que Sidney y Bee Korshak tuvieron “un matrimonio estupendo. Quiero decir, ¿quién sabe? Tenía el aspecto de un matrimonio estupendo ". Un amigo de Bee vio una unión que no era tan estupenda. Sidney, dijo el amigo, era "sólo un bastardo" que invitaba a sus amantes a fiestas familiares. El amigo interpretó esto como una prueba de que Korshak no era "propiedad de la mafia". Una observación perspicaz e informada, pero que también plantea la posibilidad de que Korshak, como muchos sospechaban, no estaba entre los dueños, sino entre los dueños, un hombre por encima de las reglas del decoro.

En la tierra de los sueños, Sidney Korshak era una sombra entre sombras, una voluta de humo que se enroscaba alrededor de las luces más brillantes. Lo que los Eisner, los Ovitz y los Geffens son para todo lo que brilla ahora, Sidney Korshak lo era para todo lo que estaba oscuro. Su leyenda sedujo a los legendarios. El suyo era el misterio oculto en el corazón del horno de la ilusión y el engaño. Para algunos, era la encarnación del mal; para otros, el tipo más agradable del mundo.

Era abogado, sí, una serpiente de la barra, y en muchos aspectos puede ser considerado como un ejemplo de la especie en su forma más evolucionada, pero esa es una etiqueta demasiado conveniente para definirlo o descartarlo, para su dominio. estaba más allá de la imaginación de la mayoría de los miembros de su profesión. Pero, ¿cuán vasto e imponente era su dominio? En realidad, entonces, ¿quién o qué era Sidney Korshak?

Cuando murió, el 20 de enero de 1996, en su casa de Beverly Hills, la verdad seguía siendo en gran parte desconocida. SIDNEY KORSHAK, 88, MUERE; FIJADOR FABLADO PARA CHICAGO MOB. De ahí el titular de su obituario del New York Times . Y así el Timesde Los Ángeles: SIDNEY KORSHAK, SUPUESTO ENLACE DE LA MAFIA CON HOLLYWOOD, MUERE A LOS 88. En lo que respecta a las figuras del hampa, en lo que respecta a los potentados de Hollywood, incluso en lo que respecta a los abogados, el nombre de Sidney Korshak significaba poco para las masas. Pero en los santuarios internos del inframundo, Hollywood y la ley, entre aquellos cuyos célebres ojos y oídos las masas conocen y reverencian, el nombre significaba mucho. Invocaba el mito y el misterio del hombre que se cree que representó la ley de la mafia al oeste de Chicago, el hombre que se cree que controlaba el funcionamiento interno de Hollywood, Las Vegas y sólo Dios sabe qué más.

Bill Roemer consideraba que Korshak había sido nada menos que "el contacto más importante que tenía la mafia para legitimar negocios, trabajo, Hollywood y Las Vegas". Roemer tenía 24 años, era un campeón de boxeo universitario y un infante de marina que se unió al FBI, que bajo J. Edgar Hoover negó oficialmente la existencia del crimen organizado en Estados Unidos. En el otoño de 1957, cuando la policía del estado de Nueva York rompió un cónclave de 70 líderes de la mafia que se habían reunido para una conferencia nacional en la casa de campo del presidente nacido en Sicilia de la Canada Dry Bottling Company, los titulares que siguieron hicieron insostenible la posición de Hoover . Trece días después, una directiva de Hoover declaró la guerra a los gánsteres. Bill Roemer, asignado a las investigaciones del crimen organizado en Chicago, plantó el primer error en la historia del FBI: en Celano's Custom Tailors, en 620 North Michigan Avenue,


Roemer, que no fumaba, murió de cáncer de pulmón en junio pasado, sin revelar a sus amigos que el final estaba cerca. Cuando lo encontré en su casa en Tucson, me explicó que tenía la fuerza para hablar solo por las mañanas, pero que quería ayudarme. En varias conversaciones me contó con amabilidad y lucidez lo que sabía de Sidney Korshak.

Roemer recordó la fecha exacta en que se plantó el insecto: 29 de julio de 1959. “Jimmy Celano tenía una oficina privada en la que tenía una barra, un sofá, un escritorio, un par de sillones, una caja fuerte, etc. Este era el lugar de encuentro, mañanas y tardes, de la mafia de Chicago ".

El dispositivo que instalaron Roemer y sus hombres “era un micrófono antiguo de la Segunda Guerra Mundial. Hoy tienen micrófonos del tamaño de una uña que no tienen que estar conectados. Éste era del tamaño de una piña y era difícil de ocultar. Lo pusimos detrás del radiador, luego tuvimos que cablearlo fuera del edificio a un lugar donde pudiéramos monitorear, a cinco millas de distancia, en nuestra oficina ". (La idea de cinco millas de cable encubierto me hizo pensar. Una fuente explicó: "Usamos las líneas telefónicas. En otras palabras, lo conectamos a la computadora central y la compañía telefónica cooperó").

Le pregunté a Roemer si se había asustado al entrar. Hubo ansiedad. Escuchamos y sospechamos que había un guardia adentro con una escopeta, y si nos escuchaba tenía todo el derecho, legalmente, de dispararnos cuando entramos ”.

La piña, apodada Little Al, funcionó durante casi seis años, incluido el verano de 1965. A través de ella, las voces de los potentados de la tierra de las sombras de Chicago (Tony Accardo, Gus Alex, Murray Humphreys, Sam Giancana) ayudaron a revelar a Roemer y al FBI: el funcionamiento interno de sus empresas familiares, un mundo en cuyo centro acechaba la presencia de Sidney Korshak.

Pero la voz de Korshak no estaba entre las que se escuchaban. "Creo que fue lo suficientemente inteligente como para saber que tarde o temprano Celano sería identificado como la sede de la mafia", dijo Roemer. “No creo que él quisiera que lo vieran allí, y no creo que quisiera que lo vieran en su bufete de abogados en 134 North LaSalle. Creo que se conocieron subrepticiamente ".

Sin embargo, hubo referencias veladas a Korshak, así como mensajes telefónicos igualmente crípticos dejados en su oficina por personas que llamaron desde Celano. Roemer mencionó un nombre en clave, Sr. Lincoln, pero no estaba seguro de si se refería a Korshak oa una de las personas que llamaban, un hombre llamado Murray Humphreys. Conocido como el Camel, más a menudo como el Hump, este barrio nacido en Gran Bretaña, que murió en 1965, fue considerado como un estadista mayor de la élite gobernante de la mafia de Chicago. “Lo recuerdo [Humphreys] llamando a la oficina de Korshak y preguntando por el Sr. Lincoln. O no, perdón, le dijo a la secretaria de Korshak que era el señor Lincoln quien llamaba.

Había un archivo de control del FBI sobre Korshak: No. 92-789. El prefijo, 92, explicó Roemer, designaba crimen organizado; el número 789 era un número de identificación asignado secuencialmente. “En otras palabras, después de que establecimos el programa de Chicago en 1957, Korshak fue el archivo 789 que abrimos bajo ese programa. Sam Giancana, por ejemplo, tenía 92-349 años ".

Pero "que yo sepa", dijo Roemer, "nunca salimos y realizamos una investigación real sobre Korshak". La razón fue que "simplemente nunca investigamos a los abogados en esos días". La oficina, por supuesto, estaba compuesta predominantemente por abogados.

Korshak ya era más grande que Chicago cuando se instaló Little Al. Aunque mantuvo un lugar en 2970 Lake Shore Drive y su oficina en 134 North LaSalle Street, en 1959 también tenía residencias en Las Vegas, en el hotel Essex House en Nueva York y en Los Ángeles, donde había una suite permanente en el Hotel Beverly Hills. También había una casa de verano en París y una villa en el Ocotillo Lodge en Palm Springs. Se retuvo una casa en Van Nuys, California, a nombre de su esposa. La casa de Bel Air se convirtió en suya en la primavera de 1960.

En 1958, Bill Roemer fue enviado por el comité de estafas del Senado para entregar una citación al gángster de Chicago Gus Alex, un asociado de Korshak que entonces se escondía. El 14 de julio de 1958, Roemer visitó a Korshak, a quien descubrió que era "un tipo refinado y delicado" que "vestía muy, muy bien" y "se tenía a sí mismo bajo control". Korshak le dijo pacientemente a Roemer que, aunque conocía a Gussie, era solo porque sus esposas eran amigas. Roemer sugirió que, si esto fuera cierto, tal vez debería estar hablando con la esposa de Korshak, Bernice.

"Dejas a mi esposa fuera de esto", dijo Korshak.

Roemer le dijo con calma que si podían encontrar al Sr. Alex en los próximos días, no habría necesidad de molestar a Bernice.

Cuando no pasó nada, Roemer telefoneó a Korshak: “Bueno, señor Roemer”, comenzó el abogado, “supongo que entonces tendrá que hablar con Bernice. Te diré dónde puedes localizarla esta noche. Ella estará en el Mocambo en Sunset Boulevard en Los Ángeles cenando con Peter Lawford y su esposa ".

Como sabía Roemer, la esposa de Lawford era Patricia Kennedy, una de las hermanas de Jack y Bobby Kennedy. Jack era miembro del comité de raquetas, Bobby era su principal abogado.

Roemer llamó a la oficina en Washington y le dijo a su supervisor dónde y con quién se podía encontrar a Bernice Korshak esa noche.

¿Estás bromeando, Roemer? No tocarían eso con un poste de 10 pies ".

Aunque Korshak se movía en secreto en el mundo de las sombras, se movía abiertamente en el mundo de los sueños. Él era "probablemente el hombre más importante socialmente aquí", dijo entusiasmada la columnista de Hollywood Joyce Haber. "Si no te invitan a su fiesta de Navidad, es un desastre".

Su magia demostró ser tan potente en Los Ángeles como en Chicago. El productor Robert Evans era un habitual de las fiestas de Korshak. Nick Dunne dijo que "Bob no era tan idiota en esos días". Él "era muy bueno, y Sidney lo adoraba, absolutamente lo adoraba".

Cuando Charles Bluhdorn, el inmigrante austriaco que transformó un pequeño negocio de parachoques de automóviles de Michigan en Gulf & Western, se hizo cargo de Paramount Pictures en 1966 y trajo a Evans para que lo dirigiera, ambos eran forasteros, inconformistas. Como me dijo una mujer que desea ser identificada solo como una “socialité de Beverly Hills y esposa de un magnate del cine jubilado”, Bluhdorn “compró Paramount para echar un polvo. Fue así de simple ". Bluhdorn y Evans tuvieron un gran éxito en 1970 con una pieza de schmaltz llamada Love Story.. Para entonces, Bluhdorn estaba involucrado con el infame financiero siciliano Michele Sindona, quien moriría en prisión en circunstancias misteriosas. (La propia muerte de Bluhdorn, durante un vuelo internacional en 1983, también sería considerada por muchos como misteriosa). Korshak no era ajeno a Bluhdorn. Evans los reunió en los días previos a Love Story .

Sin Korshak, El Padrino , la gloria suprema del reinado de Bluhdorn-Evans en Paramount, no habría sido lo que fue. Ni Francis Coppola, el director de la película, ni su estrella, Marlon Brando, pudieron imaginar la película sin Al Pacino como Michael Corleone. Pero Pacino estaba obligado por contrato a hacer otra película en MGM, cuyos altos mandos se negaron a liberarlo. Casualmente, los problemas amenazaron la construcción del MGM Grand Hotel en Las Vegas. Korshak acordó interceder en nombre de Paramount. En 20 minutos, Pacino estaba libre y MGM esperaba un mañana más brillante. Evans ha descrito a Korshak como "mi consigliere " , como "mi padrino".

De hecho, se ha creído durante mucho tiempo que el personaje del consigliere interpretado por Robert Duvall en El padrino —el abogado que hizo que pusieran la cabeza de ese caballo en la cama del productor— se basaba en Korshak.

Le pregunté a Mario Puzo, que escribió la novela original, sobre esto. Dijo que cuando escribió El padrino, "nunca había oído hablar de Sidney Korshak". Como tantas otras cosas en la novela y la película, fue un invento fantasioso y romántico que la imaginación de Estados Unidos aceptó como un hecho. “La palabra 'padrino' nunca se había usado en un sentido mafioso”, dijo Puzo. Pero después del libro y la película, "incluso empezaron a llamarse padrinos". Puzo rió con su risa amistosa. "Es un cuento de hadas".

Sin embargo, el autor finalmente llegó a saber quién era Korshak. "Era obvio", dijo, "que él era el abogado de los chicos de Chicago".

En el cuento de hadas, las cosas son simples, claras y vívidas: la cabeza ensangrentada del caballo se coloca debajo de la sábana de seda sin despertar al productor. No cuestionamos esto, y eso es todo. En el mundo real y mucho más increíble de Sidney Korshak y sus asociados, las cosas son más complejas. Cada movimiento, cada momento, es un nexo de mayores complejidades, cada una de las cuales finalmente se desentraña, al parecer infinitamente, en la oscuridad.

Korshak cruza a grandes zancadas el vestíbulo de la Riviera en un caluroso día de otoño y Jimmy Hoffa se hace a un lado en silencio. Korshak coge un teléfono años después y se resuelven los problemas de * El Padrino *. Bastante simple, hasta que uno se pregunta cómo y por qué.

La Riviera estaba controlada clandestinamente por un consorcio. Moe Dalitz representó a Mayfield Road Gang, predominantemente italiana, con sede en Cleveland, y su contraparte predominantemente judía, el Sindicato de Cleveland. (Dalitz, que una vez enumeró su religión como "preferiblemente judía", fue miembro fundador de esta última.) Meyer Lansky habló por sí mismo y sus asociados de Nueva York. Los chicos de Chicago hablaron por sí mismos y por sus amigos en casa. La unión de este triunvirato, no solo en la Riviera sino también en el Stardust y Desert Inn, se estableció el 5 de enero de 1961, cuando Dalitz se reunió en Chicago con dos de los señores criminales de ese pueblo, Tony Accardo y Sam Giancana.

“Korshak negoció más como el abogado y Wasserman negociaron como parte de las negociaciones. Si Lew no lo hacía, llamarían a Sidney ".

Antes de llegar a Cleveland, Dalitz, nacido en Boston en la víspera de Navidad de 1899, había sido miembro de la Banda Púrpura de Detroit. Fue en Detroit donde conoció a un joven germano-irlandés llamado Jimmy Hoffa, que se había mudado allí desde Indiana con su madre viuda en 1925. Hoffa se convirtió en presidente del Local 299 de Detroit y en 1936 se casó con una chica polaca. Pero a pesar de sus posteriores inclinaciones puritanas, Hoffa tenía una amante llamada Sylvia Pagano. Ella lo reunió con Dalitz, quien le dio su primera recompensa. Paul “Red” Dorfman, un ex asociado de Al Capone, lo presentó a los muchachos de Chicago que eventualmente lo ayudaron a ganar la presidencia de los Teamsters. El fondo de pensiones Teamster con sede en Chicago estaba en el momento del ascenso de Hoffa "administrado" por Dorfman. Contratos lucrativos para el seguro del sindicato fueron a una agencia creada por la familia Dorfman,

Los cientos de millones prestados por el Fondo a los casinos de Las Vegas y otras empresas de la mafia fueron organizados en gran parte por Korshak, quien cobró una tarifa generosa por cada trato realizado. Cuando Korshak entró en la Riviera ese día, no fue solo como una de las fuerzas que la gobernaba. También fue un representante de los que gobernaron Hoffa y el Fondo. En cierto modo, no solo era dueño del porro, también era dueño de Hoffa.

En cuanto a la llamada que resolvió tanto a MGM como a El Padrino: el amigo de Korshak, Kirk Kerkorian, el ex vendedor de autos usados ​​que se había hecho cargo de MGM, ha estado involucrado en Las Vegas desde los días de Bugsy Siegel. El terreno en el que Kerkorian erigió el MGM Grand fue comprado a Moe Dalitz. Cuando Kerkorian vendiera sus intereses en Las Vegas, sería a la organización Hilton, cuyo vicepresidente ejecutivo de la división de casino-hotel tenía vínculos con Lansky, Dalitz y el hijastro de Red Dorfman, Allen. El Hilton fue una de las muchas corporaciones de las que Korshak obtuvo colaboradores de consultoría.

La financiación y construcción del Grand implicó un complicado acuerdo de arrendamiento de películas y bienes raíces entre Kerkorian de MGM, Bluhdorn de Gulf & Western y Lew Wasserman, ahora director de MCA. El trato sería mediado, en el otoño de 1973, por su amigo común Sidney Korshak. El ascenso de Wasserman lo había puesto en contacto con los inframundos de Cleveland y Chicago; El ascenso de MCA en Hollywood a finales de los años 30 fue simultáneo con la infiltración de la mafia de Chicago, a través del control sindical, del negocio del cine, y con el propio traslado de Sidney Korshak a la costa. Wasserman fue quizás la figura más poderosa y venerada de Hollywood, y Sidney Korshak fue quizás su mejor amigo.

En la vida de Sidney Korshak, estos son meros momentos que permiten vislumbrar el espectro, la sombra y el poder de él. Son destellos que iluminan una telaraña de notables complejidades, un patrón de asociaciones que finalmente se disuelve en la oscuridad. Desde Gulf & Western hasta Hilton y Hyatt, Max Factor hasta Schenley, los Dodgers de Los Ángeles hasta los Chargers de San Diego, Diners 'Club y Madison Square Garden Corporation, Korshak representaba a más de cien clientes corporativos, cuyos asuntos a veces giraba inextricablemente y a menudo de forma imperceptible con los de los clientes que vivían en lugares menos públicos. Una cosa está clara: todos los caminos conducen de regreso a la ciudad de Chicago, donde se originó la web.

Harry Korshak, un inmigrante judío de Kiev, Rusia, llegó al West Side de Chicago a fines del siglo pasado. Allí se casó con Rebecca Lashkovitz, también inmigrante, de Odessa. Tuvieron tres hijos. El mayor, Theodore, nacido en 1903, no sería reconocido públicamente en años posteriores por sus hermanos menores, Sidney y Marshall. El primer arresto conocido de Ted, por alteración del orden público, se produjo en 1925. Bajo su nombre legítimo y varios alias (Fred Korshak, Phillip Korshak, Phil Cohen, la lista continúa), su historial, principalmente por infracciones de narcóticos, se extendió durante los siguientes 30 años . La mayoría de estos enfrentamientos terminaron con descargas. En enero de 1950, luego de una redada por narcóticos por parte de un lugarteniente de la oficina del fiscal del estado de Illinois, fue sentenciado a un año en la Casa Correccional. La última mención de él en un memorando de la Comisión del Crimen de Chicago de septiembre de 1955, establece que se creía que Ted Korshak vivía, de vez en cuando, en el Park Shore Hotel, 1765 East 55th Street. Se le dijo que “era un adicto a los narcóticos y algo así como un hombre de confianza. Cuando era necesario, obtenía el pan de cada día de sus dos hermanos o de su madre ". Ted murió en Chicago en septiembre de 1971.

Sidney Roy Korshak nació el 6 de junio de 1907. Asistió a Marshall High School, donde disfrutó de cierta reputación como jugador de baloncesto, y a la Universidad de Wisconsin, donde, como Bill Roemer en Notre Dame, fue campeón universitario de boxeo. . Se graduó en 1930 de la facultad de derecho de la Universidad DePaul en Chicago y siguió los pasos de su tío Max, quien se había desempeñado como abogado asistente de corporaciones de Chicago de 1911 a 1915. Sin embargo, la propia carrera de Sidney como abogado de la ciudad no duró mucho. largo.

Nuestro primer vistazo público de Sidney Korshak, en mayo de 1931, está en un informe de su arresto, con su hermano Ted, luego de una pelea matutina en un club nocturno llamado Show Boat, en Clark y Lake Streets in the Loop. Según un informe, "La policía que registró a los hermanos más tarde en la oficina de detectives dijo que encontraron un arma en el bolsillo de Sidney". Registrado bajo cargos de portar un arma oculta y conducta desordenada, fue liberado, pendiente de lectura de cargos, con una fianza de $ 2,400. Ted, previamente programado para comparecer ante un tribunal de delitos graves dos días después por un cargo de hurto, fue puesto en libertad sin derecho a fianza. En la lectura de cargos de Sidney, se retiraron los cargos.

La documentación más antigua de la práctica privada de Korshak apareció poco después de su arresto: en dos informes judiciales escritos a mano, de septiembre y octubre de 1931, SR Korshak figura como abogado defensor en el juicio en el tribunal de un par de jóvenes encapuchados acusados ​​de un robo. Chrysler. Korshak perdió el caso.

El columnista de Hollywood James Bacon trabajó para Associated Press en Chicago en la década de 1940. Durante esta era, un juez de cruzada había comenzado la práctica de usar arrestos por vagabundos para acosar a gángsters ricos. “Fue entonces cuando me enteré por primera vez de Korshak”, dijo Bacon. “Arrestarían a estos tipos por vagancia. Podrían tener 20 de los grandes, pero serían arrestados por vagabundeo. Sidney siempre fue el abogado que los defendía. Recuerdo que había un tipo, Sam 'Golf Bag' Hunt, que siempre llevaba una ametralladora en una bolsa de golf en lugar de un estuche de violín ".

Bacon, quien también conocería a Korshak en sus días dorados en Los Ángeles, dijo que era "muy encantador y de voz suave", un hombre "muy agradable", "un tipo muy agradable". Ciertamente no parecía una figura de la mafia. "Si lo hubieras conocido, te habría gustado", me dijo Bacon. "Él era ese tipo de chico".

James Bacon se imagina que fue Jake "Greasy Thumb" Guzik quien llevó a Korshak al redil de la mafia. Esto se hace eco de lo que me dijo Bill Roemer, que fue Guzik "quien desarrolló Korshak". Guzik, dijo Roemer, era “el líder original de los chicos de conexión. Los llamamos el escuadrón de la corrupción. Se llamaban a sí mismos los chicos de la conexión ". Eran los lazos entre los que estaban en las sombras y los que estaban en la luz.

El protegido mortal de Guzik, Gussie Alex, asumirá más tarde el papel de su mentor como el hombre de conexión de la mafia. Alex, nacido en 1916 y ahora encarcelado, ha sido descrito como "el solucionador político y el poder detrás de los políticos del Primer Distrito" y como un "asesino despiadado y despiadado" a quien la policía de Chicago reconoció como "uno de los delincuentes más astutos y hábiles" de la ciudad. .

En 1956, cuando Guzik murió, Alex, según Roemer, "asumió la responsabilidad de Korshak en la mafia". Roemer dijo que después de la muerte de Humphreys en 1965, Alex se convirtió en el tipo de conexión principal "hasta los 90, hasta que fue condenado y fue a prisión". (Alex, ahora de 80 años, un hombre con un largo historial de crisis mentales, está programado para ser liberado en la primavera de 2006).

Cuando Alex solicitó alquilar un apartamento en el exclusivo Lake Shore Drive, en 1957, envió una carta de Korshak, quien recomendó a Alex como un hombre de "excelente responsabilidad financiera" que estaba seguro de que sería un "excelente inquilino".

Un informe confidencial que se encuentra en los archivos de la Comisión del Crimen de Chicago afirma que "los documentos relacionados con Marshall Korshak [el tercer hermano de Korshak] y Gus Alex fueron descubiertos por primera vez por John McShane del Comité de Raquetas del Senado y que Bob Kennedy fue informado completamente sobre el contenido . " Sin embargo, "durante las audiencias había sido política de Kennedy evitar los asuntos relacionados con la posible corrupción política".

Jerry Gladden, el investigador jefe de la Comisión del Crimen de Chicago, había sido sargento en la unidad de inteligencia del departamento de policía de Chicago. Poco antes de su jubilación el otoño pasado, me dijo que la política de Bobby Kennedy era la política de Chicago. "No miramos a ningún político si queríamos permanecer en la unidad".

En la era de Guzik, dijo Gladden, “todos ganaban dinero y nadie iba a la cárcel. En aquellos días, a Guzik le costaba cien dólares caminar por el Loop. No hizo nada al respecto. Había ciertos policías que solían caminar por Loop, Michigan Avenue, Main Street, buscándolo. . . . Los fiadores, para devolver favores, hacían fiestas una vez al mes, y tenían a todas las chicas allí, y la bebida y lo que sea, y sus jueces, abogados y policías favoritos estarían en estas cosas. Todo estaba a la venta. Vendían asesinatos por diez mil dólares ”.

Las fiestas de Korshak en estos años fueron muy recordadas. Se ha citado a un ex juez de Chicago diciendo: “Sidney siempre tuvo contacto con chicas de clase alta. No tu chica de cincuenta dólares, sino chicas que cuestan doscientos cincuenta dólares o más ".

Capone tenía 21 años cuando llegó a Chicago desde Brooklyn a principios de 1921, traído a la ciudad por su ídolo de la infancia, Johnny Torrio, un exlíder de una pandilla de Brooklyn que había sido importado en 1909 por Big Jim Colosimo, el libertino vice señor de las tierras baldías del lado sur. . La compañera de Colosimo en el crimen era su esposa, una señora descuidada llamada Victoria Moresco. Según Richard Lindberg, el autor de Chicago by Gaslight , Jake Guzik y su hermano Harry ya estaban trabajando para Colosimo como proxenetas y encargados de burdeles en 1910, el año en que abrió el lujoso Colosimo's Café en South Wabash.

Colosimo fue asesinado en la primavera de 1920 a la edad de 43 años, luego de divorciarse de Victoria y volverse a casar con uno de los cantantes de su café.

Torrio tomó el control de Chicago hasta 1925, cuando, luego de un atentado contra su vida y un período en la cárcel, se "retiró" a Nueva York, donde se convirtió en la eminencia gris, estadista mayor y asesor de un grupo de hombres más jóvenes que incluían Frank Costello, Lucky Luciano y Meyer Lansky. Capone ocupó Chicago de 1925 a 1931, cuando fue acusado, juzgado y encarcelado por evasión del impuesto sobre la renta. Durante esos años, Jake Guzik fue su aliado más cercano.

En cierto modo, Sidney Korshak no solo era dueño de Riviera, también era dueño de Jimmy Hoffa.

Bajo y regordete, con ojos hundidos y saltones, Guzik no era violento ni de palabra ni de hecho. Irving Cutler, el autor de Los judíos de Chicago, me contó que Guzik irrumpió en la oficina del Jewish Daily Forward un día, provocando un infierno sobre un artículo que implicaba que era un gángster. El editor preguntó por qué Guzik estaba enojado con el Forward cuando el Chicago Tribune publicaba cosas mucho peores sobre él con mucha más frecuencia. "Porque mi madre lee tu periódico", gritó. Más tarde, en 1928, cuando su madre murió, Guzik, que se detuvo en una limusina negra en la sinagoga ortodoxa en 30th y Wabash, pagó al rabino $ 500 para asegurarse de que su alma no fuera estafada durante 30 días completos de Kadish .

Joe Kraus, de la Sociedad Histórica Judía de Chicago, cree que fue Guzik quien trajo a Sidney Korshak. Pero también se refiere a las conexiones políticas de la familia Korshak: el tío de Sidney, Max M. Korshak, a quien Sidney usó como referencia en su solicitud de membresía en el Colegio de Abogados de Chicago, era un maestro en la cancillería de la corte de circuito y un primo, Don Korshak. , fue un asistente del fiscal del estado. En una ciudad donde el crimen y la política estaban tan inextricablemente entrelazados, pudo haber sido a través de la familia que el joven Sidney entró en las sombras. Quizás la conexión decisiva fue la de barrio, la de Magen David.

En la época del reinado de Capone, Guzik vivía cómodamente en un suburbio respetable. Pero había crecido, según Richard Lindberg, “en un barrio judío a lo largo de Roosevelt Road, un poco al oeste de Maxwell Street. Esto abarca un área de Chicago llamada Douglas Park. Era una extensión del gueto original en Maxwell Street que fue habitado por varios judíos de Europa del Este que llegaron en las décadas de 1880 y 1890 ".

Esta parte del West Side, conocida tanto como Douglas Park como Lawndale, también fue el lugar donde se estableció y vivió la familia Korshak. La evidencia sugiere que el padre de Sidney y el tío Max estaban en Chicago en la década de 1880, y Max, nacido en 1884, pudo haber sido estadounidense de nacimiento. En cualquier caso, estuvieron allí antes que Guzik y tenían aproximadamente la edad de Guzik. Es posible que comenzaran en el gueto original de Maxwell Street y, a medida que prosperaban —Harry en el negocio de la construcción, Max como abogado— se mudaron a mejores lugares. La casa de Korshak, donde crecieron Sidney y sus hermanos, estaba en 3112 Douglas Park Boulevard, en una parte preferida del vecindario.

Cicerón, el cuartel general de Capone, se encontraba al oeste de Lawndale, y se rumorea que, cuando era estudiante, el joven Sidney Korshak trabajaba ocasionalmente como chófer de Capone. Pero es poco probable que los dos se hayan conocido. Capone fue sentenciado a 11 años el 24 de octubre de 1931, cinco días después de que los primeros clientes conocidos de Korshak fueran sentenciados. Aunque Frank Nitti se convirtió en la figura decorativa de la mafia de Chicago cuando Capone se fue, los verdaderos poderes eran Tony Accardo, Paul Ricca, el primo de Capone, Charlie Fischetti y Guzik. Estos fueron los hombres que controlaron Chicago durante los siguientes 20 años, y Sidney Korshak los conocía y trabajaba con todos ellos.

En aquellos días, Korshak tenía una gran figura. Alto y delgado, tenía profundos ojos color avellana y cabello negro, peinado hacia atrás en una ola completa y solitaria. Excepto por los reveladores recordatorios del trabajo bajo sus ojos, parecía más un playboy de la sociedad que el joven hijo abogado de un inmigrante.

Fue con un toque de glamour que Chicago en general lo conoció. Siguiendo el precedente de Nueva York, en junio de 1935 se prohibieron en Illinois las demandas por incumplimiento de promesas relacionadas con la ruptura de esponsales. En la mañana del 29 de junio, se presentaron una serie de siete demandas de este tipo antes de que la prohibición entrara en vigencia. Uno fue presentado por la estrella de cine y teatro Dorothy Appleby contra el heredero de muebles de Chicago Sidney M. Spiegel Jr.

Appleby, de 29 años, fue descrito en un perfil de la New York Review de 1930 como "uno de nuestros flappers más destacados". En 1925 parecía estar casada con Teddy Weinstein, un personaje de Broadway que también se llamaba Teddy Hayes y que le decía a la gente que era el entrenador de Jack Dempsey. Reveló su matrimonio como una farsa durante su noviazgo con Ruby Keeler (antes de su matrimonio con Al Jolson). En 1931, en lo que el Daily Mirror de Nueva York llamó "una rabieta romántica", Appleby se casó con Morgan Galloway, un kentuckiano. Una semana después, intentó suicidarse en el lago de Central Park.

Tres años después de su divorcio en 1932, conoció a Spiegel, de quien dijo que se ganó su corazón en un torbellino de noviazgo en Hollywood. En su demanda de Chicago contra él, que ingresó recién saliendo de un arresto por conducir en estado de ebriedad en Maine, buscó un cuarto de millón, alegando que él había prometido casarse con ella a bordo de la Île de France. La demanda fue presentada en su nombre por Philip R. Davis, para cuyo bufete de abogados, en 188 West Randolph Street, trabajaba Sidney Korshak.

La demanda, a cargo de Korshak, se resolvió fuera de los tribunales en septiembre. El abogado de Spiegel sostuvo que la futura novia ganó un gran premio, pero la cobertura que la acompañaba no tenía precio para la actriz. Korshak también aprovechó esa publicidad para convertirla en celebridad local.

DOROTHY PARA CASARSE CON SU ABOGADO, proclamó un titular de Chicago del 19 de septiembre de 1935. La historia que siguió mencionaba lo que probablemente fue el primer viaje de Korshak a Los Ángeles: "Korshak estaba de camino a casa ayer con la promesa de la señorita Appleby después de visitarla en Hollywood". Debajo de una foto de Korshak, apuesto y un tanto descuidado, estaba la frase en cursiva Gana la mano del cliente. Se informó que "Miss Appleby, jugando en la nueva imagen de Jean Harlow, confirmó el compromiso".

La película de Harlow, Riffraff, no fue notable. Pero fue el año de la visita de Korshak a Hollywood. Harlow era el amante de Abner “Longie” Zwillman, un gángster de la costa este vinculado tanto a Moe Dalitz como al grupo de Chicago. En Hollywood, el hombre que la vigilaba por Zwillman era Johnny Rosselli, un hombre de Capone antes de unir fuerzas con Jack Dragna, la presencia criminal preeminente de Los Ángeles.

Cuando la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales (IATSE) buscó mejores salarios y condiciones en 1933, los jefes de los estudios llamaron a Rosselli como "negociador laboral", un papel para el que la destreza de Sidney Korshak se convertiría en legendaria. El presidente de la alianza, George Browne, había sido uno de los líderes locales de segunda categoría de la mafia de Chicago. Su asistente, Willie Bioff, era un proxeneta, un matón y un matón controlado por los herederos de Capone.

En una reunión de 1934 en Chicago (Browne y Bioff no fueron invitados), Rosselli explicó la estructura de ganancias de la industria del cine y se trazó un plan para una operación de extorsión al por mayor de los principales estudios a través de IATSE. Rosselli operaría como el titiritero de Browne y Bioff. Con un nuevo golpe, contra los teatros Paramount, en el otoño de 1935, IATSE asestó su primer golpe. Pronto los miembros del sindicato también se vieron afectados, con un impuesto del 2 por ciento sobre todo el salario, una represión que los gobernantes de IATSE designaron como seguro de huelga. En seis meses, el chantaje se refinó: los principales estudios contribuirían cada uno con 50 mil dólares al año a IATSE a cambio de la paz laboral.

El compromiso de Korshak con Appleby todavía estaba en las noticias en Chicago cuando 1935 se acercaba a su fin. “Voy a pasar la Navidad en Palm Springs, California, y el día de Año Nuevo en México con la señorita Appleby”, dijo el abogado. Según un informe, agregó que México sería un "buen lugar para una ceremonia de boda".

En el verano de 1938, cuando el Chicago Daily Times informó que una discusión "alrededor de $ 150" se había convertido en una pelea a puñetazos entre Korshak y un alguacil fuera de la sede de la policía en South State Street, se describió al abogado como "supuestamente" todavía "comprometido con la película la actriz Dorothy Appleby ". Después de eso, no hay más mención de ella en la vida de Sidney Korshak.

El hermano menor de Korshak, Marshall, nacido en 1910, había seguido una carrera política después de graduarse de la Facultad de Derecho John Marshall en Chicago. Sus oficinas incluirían concejal y senador estatal (1950-1962). "Marshall fue un importante legislador y político", me dijo Bill Roemer, "y, por supuesto, siempre sentimos que lo pusieron allí porque era el hermano menor de Sidney".

Marshall era una figura en ascenso en la maquinaria demócrata de la ciudad cuando, en febrero de 1939, el propio Sidney tuvo un breve coqueteo con un cargo político, como candidato en el Distrito 48. Tom Courtney, su patrocinador, era un fiscal estatal cuyo reinado en el West Side se mantuvo en estrecha connivencia con Guzik y otras figuras del hampa.

Una semana después de una boda que el Daily Mirror llamó "una rabieta romántica", Dorothy Appleby intentó suicidarse en el lago de Central Park.

En diciembre de 1939, Korshak formó una sociedad con Harry A. Ash, un ex abogado de impuestos a la herencia del condado de Cook y ex asistente del fiscal general de Illinois. Sus oficinas estaban ubicadas en 100 North LaSalle, que también era la dirección de la sede de los demócratas de First Ward, el frente de los chicos de conexión de la mafia — Guzik, Humphreys, Alex — y los testaferros políticos a su alcance.

De vuelta en California, Bioff y Browne se encaminaban a tener problemas. Los lugareños habían perdido su autonomía y los miembros del sindicato que se atrevieron a protestar terminaron sin trabajo y, a menudo, golpeados. Un abogado de Los Ángeles, Carey McWilliams, conmovió a un comité de la asamblea de la legislatura de California para investigar IATSE. Dos días antes de que se abrieran las audiencias públicas, en noviembre de 1937, Bioff pagó un "anticipo" de $ 5,000 a un coronel William Neblett, quien estaba asociado en la práctica de la abogacía con William Mosley Jones, presidente de la asamblea de California. La investigación que siguió fue una farsa: poco entusiasta, de corta duración y no concluyente. El dominio de Chicago sobre Hollywood parecía invencible.

En 1938, sin embargo, se presentó una queja formal contra IATSE ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales en nombre del Comité de Técnicos Cinematográficos.

El gobierno estaba construyendo su caso.

Afines de 1939, cuando Korshak y Ash abrieron su práctica en LaSalle Street, Bioff fue extraditado de Los Ángeles a Chicago para enfrentarse a un destacado rap complaciente de 1922. A su regreso a Chicago, varios hombres llegaron a su habitación en el Hotel Bismarck, en Randolph Street, frente al Ayuntamiento ya la vuelta de la esquina de la oficina de Korshak. Entre ellos estaba Charles "Cherry Nose" Gioe, un grupo de 35 años de Tony Accardo, que había estado involucrado en los planes originales de adquisición de IATSE. Con gafas, un mentón con hoyuelos profundos, una línea de cabello que retrocede y una sonrisa nada desagradable, Gioe le presentó a Bioff a otro hombre relativamente joven con una sonrisa nada desagradable.

“Willie”, dijo, “te presento a Sidney Korshak. El es nuestro hombre. Quiero que prestes atención a Korshak. Cuando te dice algo, sabe de lo que está hablando. Cualquier mensaje que pueda enviarte es un mensaje nuestro ".



 

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2 comentarios:

  1. Enrique Rafael Felipe Cid Coubles

    Mayor de ejército falleció en Mayo de 2001

    Este oficial participo en el 3er consejo de Guerra que se ejecuto en Pisagua, en esa oportunidad condenaron a muerte a German Palominos Lamas, El consejo de guerra fue conformado por el teniente coronel Luis Valenzuela Solís de Ovando, el mayor Jorge Feliú Madinogoitia; el mayor Sergio Parra Valladares; el capitán Florencio Tejos Martínez; el capitán Hugo Elzo Lagreze y el teniente Enrique Rosales E. Además participan corrientemente en estos seudos tribunales el fiscal acusador Mario Acuña Riquelme y el auditor de guerra mayor Enrique Cid Coubles.

    German Palominos Lamas era un carpintero mueblista de la ciudad de Iquique y militante del Partido Socialista. Detenido el 23 de septiembre de 1973 por personal de Ejército, llevado al Regimiento de Telecomunicaciones y desde allí al Campo de Prisioneros de Pisagua.

    El cuerpo de German Palominos Lamas, fue encontrado en 1990 en la fosa de Pisagua. Sus familiares habían recibido la comunicación del Ejército, ya aludida, por la cual se les informaba que al ejecutado se le había dado cristiana sepultura en el Cementerio de Pisagua.

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