Paula Flores Vargas;Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo; Soledad García Nannig;
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Iglesia de Santo Domingo.
plazuela de santo domingo |
La posada de Santo Domingo, y después Plazuela de la Santo Domingo
La esquina de calle 21 de Mayo con Santo Domingo, en centro de santiago arrastra sobre el recuerdo urbano una historia mucho más interesante de lo que podría pensarse hoy en día, mirando esa pequeña plazoleta con fuente de aguas al centro, opacada por la majestuosidad de la antigua iglesia dominicana que se yergue al frente. El terreno de este solar primitivo sería el origen de la posterior posada que existirá allí durante la Colonia y la República. Aun cuando no siempre funcionó como centro de recreación u hostal, sino también como tienda o talleres durante algunos períodos, quedó inmortalizado en el recuerdo popular y en la narración histórica como la Posada de Santo Domingo.
Después de la destrucción de la posada, entonces, el terreno de la esquina y el de la pequeña explanada frente al templo fueron ocupados por la actual Plazuela de la Santo Domingo, con su característica fuente francesa Ducel et fils cercada por los actuales edificios del entorno, período del que hablaremos en una próxima entrada para que sirva como segunda parte de ésta.
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Historia.
Fundados por Domingo de Guzmán en el siglo xiii, los dominicos fueron la tercera congregación que llegó a Chile, luego de los mercedarios y los franciscanos.
Fundaron su casa religiosa en 1557, con un templo dedicado a Nuestra Señora del Rosario, obra de Juan de Lepe y Anton Mallorquín con acceso por calle Puente, construido en ladrillo y cal. Esta capilla fue destruida por el terremoto de 1575.
El segundo templo fue construido el año 1606 por el maestro cantero Juan González en estilo colonial. Tenía tres naves separadas por doce arcos de ladrillo, un arco toral en la capilla mayor, muros de piedra y techumbre de madera, pero fue derrumbado por el terremoto de 1647.
Misma suerte corrió el tercer templo, inaugurado en 1677 y edificado en ladrillo, que fue destruido por el terremoto de 1730.
La cuarta y definitiva iglesia comenzó su construcción en el año 1747 bajo diseño del cantero Juan de los Santos Vasconcellos, quien contrató a canteros portugueses para la obra. Fue inaugurada en 1771, pero sus obras fueron seguidas por el arquitecto Joaquín Toesca entre 1795 y 1796. Con el levantamiento de las dos torres se dieron por finalizadas las obras en el año 1808.
En 1897 sus muros de piedra fueron recubiertos con yeso, pero el incendio de septiembre de 1963 dañó el interior del templo, por lo que quedó a descubierto nuevamente la sillería luego de la restauración llevada a cabo por Carlos Cruz Montt y Escipión Munizaga.
La iglesia es de estilo neoclásico con reminiscencias neobarrocas, y su construcción es de bloques de piedra a la vista sin recubrimiento, extraídas desde el cerro Blanco.
La fachada principal tiene varias molduras y pilastras con cuatro esculturas en hornacinas, que representan a los dominicos san Pío V y santa Catalina de Siena, santo Tomás de Aquino y santa Rosa de Lima, y una inscripción que dice Hic est domus Domini firmiter aedificata. Anno Domini 1808 («Ésta es la casa del Señor sólidamente edificada. Año del Señor 1808»). En el ático presenta otras tres esculturas, al centro la de Nuestra Señora del Rosario y las de san Francisco y santo Domingo a los costados. Todas las esculturas de la fachada principal fueron realizadas en 1878 por el escultor italiano Carlucci.
Tiene dos torres a ambos lados hechas de ladrillo estucado, y tres puertas de arco de medio punto. Además, la fachada principal presenta tres vanos, uno central en forma de rectángulo y dos laterales en forma de dodecágono.
La fachada lateral presenta vanos en arco de medio punto, y deja a la vista varios contrafuertes, y la cubierta es de hierro cubierto por tejas.
Cuenta con una planta basilical con tres naves. La nave central es más amplia, y cuenta con un ábside y crucero, y está construida con una bóveda de cañón. Está separada de las naves laterales por medio de pilares que sostienen arcos de medio punto, en donde hay lámparas para la iluminación interior. Las naves laterales están construidas por dinteles de madera a la vista, y sus muros presentan ventanas abocinadas para la iluminación desde el exterior.
En las naves laterales hay hornacinas realizadas en la misma construcción de piedra que son utilizados como altares, separados por contrafuertes constructivos. En la nave lateral izquierda se encuentran las figuras de la Virgen del Carmen, san Martín de Porres, y contiguo al altar mayor, las figuras de san Francisco, santa Rosa de Lima y santo Domingo. En la nave lateral derecha se encuentran las figuras de la Crucifixión, san Pancracio, santa Teresa de Los Andes, y contiguo al altar mayor, un altar dedicado al Santísimo Sacramento.
En el altar mayor se encuentra una figura de Nuestra Señora del Rosario, conocida también como la Virgen de Pompeya, coronada con una figura de Cristo crucificado que cuelga desde el techo, al lado de la claraboya central.
Historia
Historia
La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O.P.), conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la cruzada albigense y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216.
La orden dominica destacó en el campo de la teología y doctrina al abrigo de figuras como Alberto Magno o Tomás de Aquino. Algunos de sus miembros integraron la Inquisición medieval. La orden fundó la Escuela de Salamanca de teología, filosofía y economía. Alcanzó su mayor número de miembros durante la expansión del catolicismo en los territorios de América, África y Asia incorporados a las coronas de España y Portugal, donde se reconoce la labor de personajes como Bartolomé de las Casas por su contribución temprana a la defensa de los derechos humanos.
La orden tuvo un declive en la modernidad hasta el siglo XIX, pero pudo recuperar su influencia con el impulso de teólogos como Enrique Lacordaire, participando activamente en el Concilio Vaticano II y, desde entonces, contribuyendo al desarrollo del catolicismo contemporáneo. El lema principal de la orden es "Veritas", 'Verdad' en castellano. Otros lemas son: Laudare, benedicere, praedicare (‘alabar, bendecir y predicar’).
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