Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

viernes, 8 de junio de 2018

325).-Derecho local en Francia.-a

La República Francesa, tiene tres territorios especiales, que rige  un derecho regional o local, como son Alsacia,  Mosela, y Francia de Ultramar.

FRANCIA DE ULTRAMAR.

FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



Francia de ultramar (en francés, France d'outre-mer) o territorios de ultramar, comprende los territorios de la República Francesa alejados de la Francia metropolitana o Francia continental, que es la situada en el continente europeo. Se habla igualmente de DROM-COM (departamentos y regiones de ultramar y colectividades de ultramar) o DOM-TOM (Departamentos y Territorios de Ultramar).
Originarios de los antiguos imperios coloniales franceses, estos territorios están situados en América, Oceanía, el océano Índico y la Antártida y están sujetos a regímenes administrativos y jurídicos muy diferentes.
Con una superficie de 120 369 km² (o 552 528 km² incluyendo Terre Adélie - Tierra Adelia) y una población de más de 2,8 millones de habitantes en 2019, los territorios de ultramar representan el 17,9 % del territorio francés y el 4 % de su población.

Estatutos constitucionales.

I.-Departamentos y regiones de ultramar.

Las regiones de ultramar tienen exactamente el mismo estatus que las regiones continentales de Francia. La Constitución francesa establece que, en general, las leyes y reglamentos franceses (código civil, código penal, derecho administrativo, leyes sociales, leyes fiscales, etc.) se aplican a las regiones francesas de ultramar igual que en la Francia metropolitana, pero pueden adaptarse según las necesidades particulares de la región. Por lo tanto, las administraciones locales de las regiones francesas de ultramar no pueden aprobar por sí mismas nuevas leyes.

1).-Guayana Francesa (desde 1946)
2).-Guadalupe (desde 1946)
3).-Martinica (desde 1946)
4).-Mayotte (desde 2011) 1976-2003: territorio de ultramar sui generis; 2001-2003: con la denominación de comunidad departamental; 2003-2011: comunidad de ultramar. En el referéndum en 2009,  votaron a favor de convertirse en un departamento de ultramar en 2011, lo que ocurrió el 31 de marzo de 2011.


5).-Reunión (desde 1946)

II.-Colectividades de ultramar.

La categoría de colectividad de ultramar (collectivité d'outre-mer o COM) fue creada por la reforma constitucional francesa del 28 de marzo de 2003. Cada colectividad de ultramar tiene sus propias leyes estatutarias.

A diferencia de los departamentos/regiones de ultramar, las colectividades de ultramar están facultadas para elaborar sus propias leyes, excepto en ciertas áreas reservadas al gobierno nacional francés (como la defensa, las relaciones internacionales, el comercio y la moneda, y el derecho judicial y administrativo). Las colectividades de ultramar son gobernadas por asambleas locales elegidas y por el Parlamento y el Gobierno franceses, con un miembro del gabinete, el Ministro de Ultramar, encargado de los asuntos relacionados con los territorios de ultramar.

1).-Polinesia Francesa (1946-2003: territorio de ultramar, desde 2003: colectividad de ultramar)
2).-San Bartolomé: En 2003, San Bartolomé votó para convertirse en una colectividad de ultramar de Francia. San Bartolomé no forma parte de la Unión Europea, habiendo cambiado el estatus a país o territorio de ultramar asociado a la Unión Europea en 2012.
3).-San Martín: En 2003, la población de San Martín votó a favor de la secesión de Guadalupe para convertirse en una colectividad de ultramar separada de Francia. El 7 de febrero de 2007, el Parlamento francés aprobó un proyecto de ley que concedía el estatus de COM a ambas jurisdicciones. 
4).-San Pedro y Miquelón (1976-85: departamento de ultramar, 1985-2003: territorio de ultramar sui generis, desde 2003: colectividad de ultramar). 
5).-Wallis y Futuna (1961-2003: territorio de ultramar, desde 2003: colectividad de ultramar). Se sigue denominando comúnmente como territorio (Territoire des îles Wallis et Futuna).

Colectividad sui generis

Nueva Caledonia tuvo el estatus de territorio de ultramar de 1946 a 1998, pero a raíz del Acuerdo de Numea de 1998 obtuvo un estatus especial (statut particulier o sui generis) en 1999.




mapa


 1).-Alsacia.

escudo de armas


La colectividad europea de Alsacia (CEA) (en francés: collectivité européenne d'Alsace y en alsaciano: D'Europäischa Gebiatskärwerschàft Elsàssest) es una colectividad territorial francesa que existe a partir del 1 de enero de 2021. Resulta de la fusión de los departamentos de Bajo Rin y de Alto Rin que continuarán existiendo como circunscripciones administrativas. Esta nueva colectividad, "sui generis" en Francia, dispone competencias específicas y particulares. Inscrita en una larga herencia de la región histórica y cultural de Alsacia, esta colectividad continúa siendo parte de la región Gran Este.

 Alsacia está compuesta por nueve Distritos — cinco están ubicados en Bajo Rin y cuatro en el Alto Rin — divididos en cuarenta cantones (23 en Bajo Rin y 17 en Alto Rin). El número de municipios se eleva a 880: 514 en Bajo Rin y 366 en Alto Rin. Existen diferentes áreas metropolitanas. La más importante es el área metropolitana de Estrasburgo.


2).-Mosela de la Región de Gran Este.



(en francés, Moselle) es un departamento francés situado en la región de Lorena. Debe su nombre al río que lo atraviesa, el Mosela. Subdivisiones 5 Distritos ; 27 Cantones ; y 725 Comunas.


Evolución territorial de Alsacia y Lorena.


Droit local en Alsace et en Moselle.

Alsacia y Mosela.

En Alsacia y en el departamento de Mosela (parte de Lorena que fue anexionada a Alemania junto con Alsacia), ciertas leyes del derecho francés no son aplicables, puesto que en los tres departamentos que componen esta parte de Francia, se aplica un Derecho Local (en francés: Droit local; en alsaciano : Lokàlracht)
El Derecho local de Alsacia y de Mosela es un régimen jurídico que conserva, en los antiguos territorios cedidos (1871-1918) (1940-1944) y posteriormente recuperados, las disposiciones establecidas por las autoridades alemanas que se consideraba que eran más favorables a los habitantes así como las disposiciones preexistentes que han sido entre tanto transformadas o suprimidas por la legislación francesa.
Afecta principalmente a la reglamentación profesional, a los establecimiento de crédito, al establecimiento de días festivos, a la legislación en materia de reembolso de los gastos sanitarios, a la ayuda social a los más desfavorecidos, a la organización de la justicia y de los tribunales, a los procedimientos de quiebra civil, al registro de la propiedad, al derecho de caza y al derecho de las asociaciones. También afecta al régimen de los cultos derogando la ley francesa de 1905 sobre la laicidad (separación Iglesia-Estado) y confiere a los municipios más poderes que en el resto de Francia.

Breve historia

Fue creado en 1919 tras el fin la Primera Guerra mundial, concierne a los departamentos alsacianos del Bajo Rin y del Alto Rin, y al departamento  de Mosela. Éstos fueron reagrupados bajo la denominación Alsacia-Mosela, y comporta:

  • Disposiciones de origen francés, mantenidas en vigor por las autoridades alemanas en 1870 (y abrogadas por las autoridades francesas durante el periodo de anexión), por ejemplo el Concordato de 1801;
  • Disposiciones de origen alemán (1871-1918) aplicables en el conjunto del "Reich", por ejemplo el Código local de las Profesiones de 1900;
  • Disposiciones propias al Territorio Imperial de Alsacia y Lorena (1871-1918) adoptadas por los órganos legislativos competentes, por ejemplo el régimen local de la caza (1881) o la ayuda social (1908);
  • Disposiciones francesas dispuestas desde 1918, pero únicamente aplicables estos los tres departamentos, por ejemplo, el Código de los seguros (1991).

La elección entre el derecho local o el derecho general francés fue adoptada por un comisario de la República cuya función era poner de nuevo en marcha la Administración; estas disposiciones originariamente fueron concebidas para ser temporales (algunos textos están todavía en alemán, lengua original del texto, y sólo estos se consideran legales). Dos leyes del 1 de junio de 1924 las volvieron permanentes.

Tras la ocupación nazi y anexión de facto de los tres departamentos, el derecho local fue suprimido. La ordenanza del 15 de septiembre de 1944 « relativa al restablecimiento de la legalidad republicana en los departamentos del Bajo Rin, del Alto Rin y de Mosela » lo restableció.

Debido a la complejidad de los orígenes del derecho local y por iniciativa de las autoridades públicas, sobre todo del Ministerio del Interior, en 1985 se creó el Instituto del Derecho Local Alsaciano-Moselano (IDLAM) bajo la forma de una asociación de derecho local para documentar, estudiar e informar sobre sus particularidades. Fue reconocido de utilidad pública en 1995.

Contenido:

En este contenido se resumen algunas de las disposiciones más populares y particulares de este derecho local, lo que ha provocado que ante la más mínima posibilidad de querer eliminarlo o modificarlo, la sociedad alsaciana y moselana salga en su defensa.

El régimen de los cultos.

La ley del 9 de diciembre de 1905 que concierne a la separación de las Iglesias y del Estado no es aplicable a Alsacia-Mosela que queda regida por la ley del 18 de germinal del año X (8 de abril de 1802) el que comprende el Concordato de 1801 y los Artículos Orgánicos de los cultos católico y protestantes.

En total, los cultos reconocidos son cuatro: el culto católico, ambos cultos protestantes (Iglesia Reformada de Alsacia-Lorena -ERAL- e Iglesia de la Confesión de Augsburgo de Alsacia y de Lorena -ECAAL-) y el culto israelita.

Los ministros del culto (sacerdotes, pastores, rabinos, etc.) de los cuatro cultos reciben una retribución del Estado y las colectividades territoriales participan en la financiación del culto parroquial.

La enseñanza religiosa es obligatoria en las escuelas primarias (ley del 15 de marzo de 1850 llamada ley Falloux, decreto del 3 de septiembre de 1974), así como en los centros de educación secundaria y técnicos, aunque se reconoce el derecho a la objeción de conciencia. Las universidades de Estrasburgo y Metz son las únicas universidades públicas francesas que ofertan cursos de teología.

El servicio de los cultos está unido al Ministerio del Interior con un subprefecto en Estrasburgo encargado de la oficina de los Cultos de los tres departamentos.

Derecho laboral local.

El mantenimiento de la remuneración en caso de ausencia al trabajo.

Los asalariados del sector privado tienen derecho al mantenimiento íntegro de su salario sin plazo de carencia y sin condición de antigüedad, cuando el asalariado se vea realmente afectado para realizar su trabajo:
por una causa personal ajena a su voluntad,
por un accidente del cuál no es culpable (traducción del alemán; el término accidente se refiere a cualquier evento fortuito, desafortunado)
También se mantiene la remuneración por enfermedad o accidente del asalariado pero también en otros casos, como en la muerte de un allegado.
El mantenimiento del salario se impone al empleador a partir del 1er día de parada, deducción hecha, si llegara el caso, un organismo de la Seguridad Social o en un sistema de seguros financiado por el empleador indemnizará al interesado.
No está subordinado a los resultados de una contravisita eventual por parte del empleador.

Reposo dominical y días festivos.

en la industria, está prohibido emplear a asalariados en domingo;
en el comercio, en cambio, la ley autoriza en principio una apertura dominical con una duración máxima de 5 horas, pero la existencia de estatutos municipales puede desembocar en una prohibición casi-general de la apertura. En las semanas anteriores a Navidad, mediante un decreto de la Prefectura, se podrán abrir los comercios con una duración máxima diez horas;
las actividades de hostelería-restauración, de puesto de bebidas, de entretenimiento y de transportes no están limitados « así como todos los trabajos que, debido a la naturaleza de la explotación concernida, no toleren un aplazamiento o una interrupción » (art. 105 i).
El artículo 105.c del código, precisa que en ciertos casos la prohibición de apertura no es aplicable (servicios de urgencia, tratamiento de materias perecederas...). Están excluidos de este reposo dominical, el personal de la tripulación de las naves que circulan por el río Rin.
dos días festivos suplementarios (con respecto al resto de Francia): el Viernes Santo y San Esteban (26 de diciembre).

Legislación social.

Seguridad social local.

La Reichsversicherungsordnung (reglamentación imperial de seguros) de 1911 imponía una mutua complementaria obligatoria. Hoy todavía, la tasa de cobertura base de la seguridad social alsaciana-moselana es del 90% (70% en el resto de Francia), de 80% para los medicamentos rembolsados (35% en el resto de Francia) y del 100% para la hospitalización (sin coste diario). Este régimen complementario está equilibrado (alternancia de periodos deficitarios y de excedentes) y pagado únicamente por una cotización suplementaria de los asalariados alsacianos y moselanos. (1,5% del salario bruto).
Del hecho de la existencia del régimen local obligatorio de la Seguridad Social, el precio de las mutuas complementarias es más barato en Alsacia-Mosela que en resto de Francia.

Ayuda social.

Desde 1908, los municipios de Alsacia-Mosela tienen la obligación de socorrer a cualquier persona sin recursos y que habite en su territorio. Cada municipio fija el techo de recursos condicionando al otorgamiento de la ayuda y elige la forma de la ayuda asignada (con dinero, con alojamiento, con alimentos, etc.)

Farmacias.

El numerus clausus (número limitado) para la creación de una farmacia es de 3 500 habitantes mientras que en el resto de Francia es de 2 500 a 3 000.

Registro de propiedad.

El catastro se rige por una ley local de 31 de mayo de 1884. El registro de la propiedad no está administrado, como en el resto de Francia, por el servicio de registro de la propiedad 
( por ejemplo, conservación de hipotecas, servicio dependiente de la dirección general de finanzas públicas); en Alsacia-Mosela, el servicio de catastro , presente en cada tribunal de distrito y totalmente informatizado desde 2008 , se encarga de esta tarea.
Por tanto, no depende del Ministerio de Hacienda sino del Ministerio de Justicia . La inscripción en el registro de la propiedad sugiere la existencia de un derecho de propiedad porque está controlado por el juez del registro de la propiedad .Cualquier persona que demuestre un interés legítimo puede consultar directamente los registros.

Justicia.

Tribunales de magistrados.

Los tribunales de distrito tienen competencias más amplias (mantenimiento de registros, importancia de las funciones gracia, certificado de herencia, competencia de atribución en materia civil y mercantil, control de la ejecución forzosa de bienes inmuebles).

Tribunales superiores.

Los tribunales superiores incluyen una sala especializada presidida por un magistrado profesional asistido por dos asesores (comerciantes elegidos por cuatro años) cuya función es reemplazar los tribunales comerciales inexistentes en los tres departamentos.

Tribunales de apelación.

El Tribunal de Apelación de Metz es la única área metropolitana que tiene jurisdicción sobre un solo departamento (Moselle).

Oficiales ministeriales.

Los cargos de notarios y alguaciles ( notaires et des huissiers ) se caracterizan por su no venalidad y la ausencia del derecho de presentación.
Para nombrar a estos funcionarios ministeriales , una comisión selecciona a tres candidatos entre los que el Guardián de los Sellos elige un nombre.
En los tres departamentos, los notarios y alguaciles ( notaires et des huissiers ) también son responsables de los subastadores judiciales.

Quiebra civil.

Alsacia y Moselle han tenido un marco para la quiebra civil durante más de ochenta años; de hecho, se dio la posibilidad a los deudores que no son comerciantes, artesanos ni agricultores de ir a la quiebra cuando se encontraban en un estado de insolvencia notoria (situación duradera e irremediablemente comprometida).

Instituto de Derecho local Alsacia-Mosela.

L'Institut du droit local alsacien-mosellan (IDLAM), creado en 1985 como una asociación registrada con arreglo al derecho local, tiene la tarea de promover un conocimiento más profundo de los múltiples componentes del derecho local y de aportar respuestas a la problemas legales planteados por su combinación con el derecho francés general. IDLAM tiene una misión de síntesis e impulso a disposición de las administraciones, los funcionarios electos, los profesionales del derecho y el público. Una circular del Primer Ministro de 30 de mayo de 1996 requiere que los ministerios interesados ​​consulten al IDLAM al codificar disposiciones relativas a la legislación local.

Ley municipal 

Las libertades comunales son más respetadas por la ley local. Los municipios de Alsacia-Mosela siguen siendo más autónomos que los del resto de Francia, aunque estos últimos se beneficiaron de las leyes de descentralización de 1982 que redujeron el control ejercido sobre sus acciones. La mayoría de las disposiciones se reproducen actualmente en el código general de autoridades locales .
Las reglas de funcionamiento del consejo municipal se refieren en particular a la frecuencia y funcionamiento de las reuniones. Así, un concejal municipal puede ser "automáticamente renunciado", por ejemplo, por falta de asistencia o por reiterados disturbios en el orden de las reuniones.
Los municipios tienen más poder, en particular pueden aplicar a los residentes un impuesto sobre los costos del primer establecimiento de carreteras municipales ( impuesto de residentes ).

Historia.

Alsacia fue habitada desde el paleolítico como testimonian los importantes yacimientos de la comuna de Achenheim. A partir del año 1500 a. C., los celtas comenzaron a establecerse en Alsacia como agricultores, asentándose conjuntamente con migraciones precedentes de iberos orientales y líjios.

Periodo romano: integración en la provincia de las Galias

La invasión de Alsacia por el caudillo suevo Ariovisto provoca la intervención de Julio César y el asentamiento hacia el año 58 a. C. de los romanos, quienes construyeron fortificaciones y campos militares a lo largo de la frontera o limes del río Rin, y que evolucionaron más tarde en varias comunidades que han sido habitadas constantemente hasta los tiempos modernos. Es el caso de la misma Estrasburgo, que se desarrolló a partir del campamento militar de Argentoratum

Invasiones germánicas y reino Franco

Durante el declive del Imperio Romano de Occidente, Alsacia fue ocupada por los alamanes en el siglo V que, dedicados a la agricultura, se instalaron principalmente en las tierras llanas, y su idioma constituyó la base para el dialecto alsaciano moderno. Tras el paso de los hunos, que destruyeron varias ciudades, los francos merovingios expulsaron a los alamanes, integrándose entonces en parte del Reino de Austrasia. Alsacia permaneció bajo control de los francos occidentales hasta la división del reino en el año 843 en virtud del Tratado de Verdún.

El Sacro Imperio Romano.

Durante la Edad Media se construyeron numerosas fortificaciones sobre puntos elevados de los Vosgos en la proximidad de la Planicie de Alsacia para vigilar y controlar las vías de comunicación que desde antiguo atraviesan Alsacia de norte a sur.
Con el tiempo, Alsacia se convirtió en parte del Sacro Imperio Romano Germánico, y había experimentado gran prosperidad durante los siglos XII y XIII durante el reinado de los emperadores Hohenstaufen, pero esta prosperidad vio su fin en el siglo XIV debido a una serie de duros inviernos, malas cosechas y la peste bubónica. Las duras condiciones fueron atribuidas a los judíos y se sucedieron matanzas desenfrenadas en 1336 y 1339. Durante el Renacimiento, la prosperidad regresó a Alsacia bajo la administración de los Habsburgo.

Guerra de los Treinta Años (1618-1648)

La Guerra de los Treinta Años que comenzó en 1618 fue solo la internacionalización de los conflictos religiosos que atravesaron el Sacro Imperio Germánico, desde la Reforma. De 1621 a 1648, Alsacia fue una de las regiones más devastadas de Europa y uno de los principales campos de batalla.
En 1621 , las tropas del conde de Mansfeld llegaron a la Baja Alsacia para intentar llegar a las posesiones de Hasburgos. Ocupan Lauterbourg , Wissembourg y Haguenau , que el conde quiere transformar en un principado protestante independiente. La nobleza de la Baja Alsacia obtuvo salvaguardas para sus territorios mostrando una neutralidad benévola y los luteranos les mostraron cierta simpatía. Pero los excesos de sus soldados pronto le enajenaron toda buena voluntad: incorporación de la fuerza de 6.000 jóvenes, saqueos y destrucción o pago de una gran contribución por parte de las ciudades católicas de Rosheim y Obernai, asedio de Saverne, pusieron en fuga. se refugió en ciudades fortificadas, principalmente Estrasburgo, que se declaró neutral en 1620.
En marzo de 1622, Mansfeld, liberado de su juramento por Frédéric V del Palatinado, abandonó Alsacia.
En 1627 , en virtud del Edicto de Restitución, el Emperador hizo expulsar a los luteranos de Sélestat y Wissembourg; los de Colmar, obligados a elegir entre conversión y exilio, se refugiaron en Riquewihr , Estrasburgo, Mulhouse y Basilea  ; Se convoca a la ciudad de Estrasburgo para que devuelva los edificios y bienes eclesiásticos en el plazo de dos meses. Mientras Mulhouse pide ayuda a los cantones protestantes suizos que reciben la promesa de ayuda de las tropas reales francesas, Estrasburgo se enfrenta a un asedio y Haguenau se retira por poco de un ataque repentino del rey de Francia.
Sin embargo, los protestantes se salvaron gracias a la intervención de sus aliados suecos, que invadieron los territorios germánicos y entraron en Alsacia por el puente Kehl , con el apoyo de la ciudad de Estrasburgo. El recuerdo de su ocupación, de 1632 a 1634, permanece fuertemente arraigado en la memoria oral. Desde Estrasburgo, las tropas suecas, ayudadas por los cañones de Estrasburgo, toman la fortaleza episcopal de Benfeld ; luego Erstein es tomado y saqueado a su vez. Como agradecimiento por su ayuda, Estrasburgo recibe del obispo dos ricos bailiwicks, Wantzenau y Kochersberg. La población rural huyó a los bosques, mientras que las tropas suecas destruyeron  las ciudades. Caen Obernai, Rosheim, Molsheim, Turckheim , Munster y Sélestat, así como Ensisheim . 

La burguesía protestante de Colmar se levanta y masacra a la guarnición imperial. Las tropas suecas terminan tomando Thann, Belfort y Haguenau. Estos avances, lamentablemente, también dan lugar a todos los excesos (profanación de iglesias, asesinatos de sacerdotes, saqueos, saqueos, etc.).
A principios de 1633 , todo lo que quedaba bajo el control católico en Alsacia era Saverne y la fortaleza episcopal de Dachstein, que estaban bajo la protección del duque de Lorena. Los católicos no se quedaron sin reacción, sin embargo, una revuelta de 4000 campesinos en el católico Sundgau tomó a Ferrette antes de devastar Belfort y Basilea. En la Baja Alsacia, el conde de Salm se trasladó de Saverne a Haguenau, que tomó con la ayuda de la burguesía católica. En 1634 , el conde de Salm, incapaz de resistir más a las fuerzas protestantes, entregó el control de Haguenau y Saverne al rey de Francia.
La derrota de los suecos en septiembre en la batalla de Nördlingen abrió un nuevo punto de inflexión en la guerra y apenas dos semanas después, las tropas imperiales y de Lorena regresaron a Alsacia. Es entonces cuando Richelieu decide intervenir por tratado el 1 er noviembre, está bien poner todas las fortalezas en poder de la sueca en Alsacia, excepto Benfeld . Las ciudades de Alsacia aceptan la protección real francesa porque desde el Edicto de Nantes de 1598 se reconocen los cultos católico y protestante y varios líderes militares son protestantes.
De 1635 a 1639 , Alsacia fue utilizada como punto de paso por los ejércitos francés, imperial y español que saquearon y destruyeron todo.
En julio de 1637, Bernard de Sajonia-Weimar, el nuevo comandante de las tropas protestantes y suecas, se instaló en Alsacia con el apoyo de Richelieu. Rápidamente se apoderó de Ensisheim y de todo el país hasta Benfeld antes de apoderarse de las ciudades suizas del Alto Rin . El 17 de diciembre de 1639 derribó Brisach , después de dos meses de asedio, que puso fin a la presencia imperial en Alsacia y Brisgau . Con el acuerdo francés se convierte en Landgrave de Haute-Alsace y Grand-Bailli de Haguenau, sucediendo todos los derechos y títulos de la Casa de Austria en Alsacia. Sin embargo, murió repentinamente de fiebre el 18 de julio de 1639 y Richelieu logró apoderarse económicamente de su ejército, lo que le permitió hacerse con el control de sus conquistas. Alsacia quedó bajo el control del ejército real francés y la mayor parte de la lucha se alejó.
Pero en todas partes aumenta el cansancio y los impuestos de guerra se vuelven insoportables, Francia incluso sufre una guerra civil (la Fronda ). El 24 de octubre de 1648, Mazarino y el emperador firmaron los tratados de Westfalia, en discusión desde 1644, que pusieron fin a la Guerra de los Treinta Años. Alsacia es incruenta, más de la mitad de la población rural ha desaparecido tras masacres, hambrunas y epidemias de peste y entre el 30 y el 60% del entorno construido ha desaparecido.

Soberanía francesa
Le blasonnement des armoiries d’Alsace est : parti : 1, de gueules, à la barre d’argent, coticée-fleuronnée du même ; 2, de gueules, à la bande d’or, accompagnée de six couronnes du mêmes, rangées en orle, les trois de la pointe renversées.
Ces armoiries sont l’association sous la forme d’un parti, entre d’un côté les armes historiques de Basse-Alsace, qui portées seules sont dans le sens de la bande et non de la barre, avec de l’autre celles de Haute-Alsace.


Al final de la Guerra de los Treinta Años en 1648, los tratados de Westfalia llevaron a la adhesión de parte de Alsacia a Francia: las posesiones de los Habsburgo agrupaban principalmente el sur de la región. Sin embargo, en medio de estos territorios, la República de Mulhouse (Stadtrepublik Mülhausen) conserva su estatus de ciudad independiente y Estrasburgo sigue siendo una ciudad imperial libre. Salvada por la guerra, la ciudad de Estrasburgo está aislada, debilitada financieramente y no tiene nada que esperar del derrotado Sacro Imperio .

La monarquía francesa inicialmente tendrá dificultades para establecer su autoridad en territorio alsaciano. Así, las dificultades de los franceses para conquistar Alsacia hicieron decir al general de Breisach:
 "No puedo evitar decir que la autoridad del rey se perderá absolutamente en Alsacia". Las diez ciudades, lejos de estar sometidas al rey, son casi enemigas. Me pareció un gran afecto por la independencia de su parte y un gran deseo de seguir siendo miembros del Imperio. La nobleza de Haute-Alsace sigue casi el mismo camino. Haguenau cerró insolentemente la puerta en la cara del Sr. Mazarino, y la pequeña ciudad de Münster lo ahuyentó vergonzosamente hace algún tiempo. Creo que el rey debería tomarse el tiempo que crea conveniente para hacer que Colmar y Haguenau entren en razón. "

Durante las guerras de la Fronda en Francia, el cardenal Mazarino quiso refugiarse en Alsacia pero dijo en estos términos:
 “Ningún pueblo de Alsacia podría recibirme, ya sea porque sean protestantes, o porque sean austriacos. De corazón, o porque sufrieron demasiado de las tropas francesas. "
La mortalidad durante los años de la guerra fue tal que Luis XIV invitó a los extranjeros, con la condición de ser católicos, a venir a la región para repoblarla, mediante un edicto de 1662. Así es como muchos pueblos adoptaron nombres que suenan franceses y no germánicos: por ejemplo, Diedolshausen se convirtió en Bonhomme, etc.
Sin embargo, Francia continuó las anexiones en Alsacia durante y fuera de las guerras. Así, el mariscal de Turenne derrotó a los imperiales en la batalla de Turckheim ( 1675 ) y el mariscal de Créquy hizo lo mismo en la batalla de Ortenbach ( 1678 ) que puso fin a la guerra en Holanda. 
Mientras que durante un período de paz, el 28 de septiembre de 1681, la ciudad de Estrasburgo fue sitiada por un ejército de 30.000 hombres al mando de Luis XIV y dos días después, tras rápidas negociaciones, Estrasburgo aceptó la rendición. Luego, el rey corta simbólicamente una sección de la fortificación de la ciudad y la catedral se devuelve a los católicos.
Alsacia, como todas las antiguas tierras del Sacro Imperio, está protegida de la revocación del Edicto de Nantes por los tratados de Westfalia que garantizan el culto protestante. Sin embargo, el protestantismo alsaciano sufrió una serie de medidas encaminadas a reducir su influencia y vitalidad y en 1684 el catolicismo era obligatorio para todos los funcionarios señoriales, incluso en territorio protestante.

Luis XIV

El Acuerdo de Ratisbona ( 1684 ) estipula, entre otras cosas, que las conquistas francesas en Alsacia, incluida Estrasburgo, deben ser devueltas al Imperio Germánico en 1704. Pero este acuerdo fue invalidado por la guerra de la Liga de Augsburgo que finalmente condujo en 1697 a la anexión definitiva a Francia de los territorios conquistados por el Tratado de Ryswick
Alsacia, con exclusión de la República de Mulhouse, será gobernada a partir de 1697 por un Intendente de Justicia, Policía y Finanzas con sede en Estrasburgo y por el Consejo Soberano de Alsacia en Colmar.
El 30 de enero de 1685, una decisión del Consejo de Estado ordenó a la administración utilizar únicamente el francés para la redacción de documentos oficiales y legales. Sin embargo, una disputa liderada por el Magistrado de Estrasburgo permite que el alemán se mantenga como idioma administrativo en Estrasburgo, en las antiguas ciudades imperiales, tribunales inferiores, gimnasios protestantes (como el Jean-Sturm Gymnasium , colegios y universidades).

El siglo  XVIII  fue marcado por un largo período de paz y prosperidad, que se refleja en la arquitectura de muchas poblaciones de los viñedos de Alsacia. El espíritu de tolerancia gana terreno y las luchas contra el protestantismo se estancan.
En 1711, el Consejo Soberano de Alsacia se transformó en parlamento como en las demás provincias francesas. En 1716, la Compagnie du Mississippi recuperó el monopolio de la Compagnie de la Louisiane de manos de Antoine Crozat , la primera fortuna en Francia , y decidió hacer un gran llamamiento a la importante emigración alsaciana . Los anuncios atraen en Luisiana a los alsacianos , que fundaron la ciudad de los alemanes (Luisiana) .
En 1730, el intendente real abrió la Real Fabricación de Armas Blandas en Klingenthal y en 1734 comenzó a extraer betún de Pechelbronn .
En 1746, la República de Mulhouse se inició temprano en la era industrial con la apertura de la primera fábrica india. La república libre experimentará entonces un crecimiento exponencial y se convertirá en uno de los principales polos industriales de Europa .
Había una comunidad relativamente grande de judíos en Alsacia , cuya situación era mejor que en el resto del Reino. Sin embargo, los judíos no eran del agrado de la población, a menudo debido a la usura ; en principio , los préstamos a interés estaban prohibidos en ese momento. En 1780 , la población judía de Alsacia era de 20.000 personas.




Conseil souverain d'Alsace.

El Consejo Soberano de Alsacia es un consejo creado en septiembre de 1657 por Luis XIV tras anexión de Alsacia con Francia por los Tratados de Westfalia de 1648 .


En 1657, Luis XIV comenzó creando un Consejo Soberano convirtiendo la Cámara Imperial de Justicia de ciudad de Speyer (creada bajo el Sacro Imperio Romano Germánico ) en una Cámara Real, que incluso fue reemplazada, por el Consejo Soberano de Alsacia.

El Consejo Soberano asumió el cargo en 1658 en Ensisheim con Charles Colbert de Croissy como su primer presidente. Por un edicto de noviembre de 1661, se redujo a un consejo provincial dependiente del parlamento de Metz . 

En 1674 fue trasladado a Breisach-am-Rhein. Por edicto de noviembre de 1679,recobró la jurisdicción soberana. 1681 , es trasladado de nuevo a Vieux-Brisach. Tras el Tratado de Nijmegen , se trasladó a Colmar. Se constituyó definitivamente en parlamento en 1711 .
Sus decisiones judiciales dictadas como último recurso sólo podían ser anulada, excepcionalmente, por el Consejo Privado del Rey, reunido en Versalles. Este fue particularmente el caso de la revisión del juicio de Hirtzel Lévy , ejecutado en la rueda el 31 de diciembre de 1754, cuya sentencia fue anulada por el Consejo Privado que devolvió el caso al Parlamento de Metz donde la víctima fue exonerada y rehabilitado.

consejo soberano


El consejo consta de 24 jueces y un primer presidente. Alrededor de sus miembros, existían todo un grupo de abogados, fiscales, intérpretes, alguaciles, escribanos y secretarios, todos católicos y la mayoría de ellos originarios de más allá de los Vosgos,

Es un tribunal de última instancia. 
En primera instancia, es competente para todos los asuntos personales (tanto nobles como eclesiásticos). 
Era ante este tribunal donde los funcionarios señoriales, los alguaciles, los prebostes e incluso los párrocos debían acreditar su religión católica y prestar juramento de obediencia al rey. Del mismo modo, es ante él que los señores con posesiones en Alsacia deben solicitar la investidura real para sus dominios.
En 1694, se introdujeron la venalidad y la herencia de los cargos, lo que ayudó a establecer una nobleza de toga en Colmar.


Alsacia en 1648. Mapa esquemático de los principales
territorios. Autor: AJ Lemaître, 2009 – Infografía: J.-P. Droux,
Taller de cartografía, CRESAT.



Autonomía en dependencia: el consejo soberano de Alsacia bajo Luis XIV.

Inseparable de las conquistas armadas y de la política diplomática de la monarquía francesa, la creación de los consejos soberanos, en el siglo XVII, tenía como objetivo hacer reconocer la soberanía del rey de Francia en los territorios recién incorporados al reino y hacerlos reinar. su justicia  
 En las fronteras en disputa del norte y el este del reino, pero también en las del suroeste de Francia, el acercamiento territorial se acelera con el triunfo de una monarquía que impone, en sus conquistas, la reagrupación de territorios que son, para unos, bajo dominación extranjera (en Haute-Alsace por ejemplo) y, para otros, que disfrutan de una gran autonomía (en Basse-Alsace en particular). Al mismo tiempo, la potencia conquistadora busca delimitar por la fuerza, la diplomacia y la interpretación de la ley, nuevas fronteras -lineales y no zonales- y prescribe métodos modernos de seguridad y tributación en el seno de un espacio europeo moldeado por la guerra y los tratados, condujo a la creación por Luis XIV en 1657 de un consejo soberano de Alsacia. 
En ese momento, sin embargo, esta institución no era más que un esbozo de la forma que tomaría definitivamente unos cuarenta años después. De hecho, inicialmente ubicado en Ensisheim, sede de la antigua cámara archiducal, el consejo se convirtió, en 1661, por voluntad del rey, en consejo provincial y presidencial dependiente del parlamento de Metz, antes de ver su sede trasladada a Brisach, en la orilla derecha del Rin. 
Luego, restablecida en 1679 como jurisdicción soberana, calificada como superior, para acelerar el proceso de las “reuniones”, fue trasladada en 1681 “a la nueva ciudad de Saint-Louis bajo Brisach en la isla del Rin”. Recién en 1698 encuentra finalmente su establecimiento definitivo en Colmar, establecimiento que va de la mano con la introducción de la venta de oficinas.

Por breves que sean, estos marcadores cronológicos plantean una serie de preguntas. 

Algunas se refieren, en primer lugar, a las circunstancias de su creación, en estrecha relación con los tratados de Westfalia que pusieron fin a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) 
Las segundas se refieren más bien a las modalidades de integración en el reino de los territorios que se encuentran bajo diferentes soberanías y su agregación en una nueva provincia, porque Alsacia no existía como entidad política antes de las conquistas de la monarquía: es una creación francesa. En tercer lugar, la geopolítica internacional no controla por sí sola el nombre y la función de esta institución en el seno del sistema monárquico: sus sucesivos nombres -consejo soberano, consejo provincial y presidencial, consejo superior- muestran claramente que responde a una política del monarca que , yendo solo más allá de Alsacia, también abarca Trois-Évêchés, Lorena y la extensión del reino en la margen derecha del Rin.

Creación del Consejo.

Como organismo de conquista al servicio del rey, el consejo soberano de Alsacia podría, por tanto, a primera vista, no destacarse de otros consejos del mismo tipo.
Pero tanto su estructura como su composición o el origen social de sus miembros, tanto su funcionamiento como su desarrollo revelan su singularidad en un país donde su jurisdicción sigue siendo incierta y donde se disputa la soberanía del rey.

Su creación aparece como una continuación lógica de los tratados de Westfalia y de la política de Luis XIII y Richelieu en Europa. El edicto de creación, dado en Metz el 15 de septiembre de 1657, no deja de rendir homenaje, a modo de preámbulo, a la labor realizada por la monarquía francesa para poner fin a este conflicto tanto por la violencia de Estado como por la diplomacia. :
"Todo el mundo sabe qué cuidado tuvo el difunto Rey [...] para el restablecimiento de la paz en Alemania, ya sea por embajadas famosas y negociaciones con el Emperador, los Príncipes y los Estados del Imperio, o por la fuerza de sus armas , cuando se vio obligado a emplearlos para la protección y defensa de los príncipes que estaban oprimidos.
Luis XIV también subrayó los objetivos de esta creación en términos de pacificación de las principales potencias involucradas en el conflicto:
  "dar tranquilidad al Imperio y al mismo tiempo fortalecer el de nuestro reino y los países estando en nuestra obediencia"
Finalmente, se refiere explícitamente a las cesiones concedidas por los representantes del Imperio en Münster el 24 de octubre de 1648, al tiempo que destaca las concesiones realizadas por Francia en la margen derecha del Rin:
“Aunque habíamos llevado nuestras armas lo suficientemente adentro de Alemania, y con suficiente éxito para retener grandes ventajas allí; sin embargo, como único y sincero deseo de obtener una paz sólida y de preservarnos los medios para que no se perturbe en el futuro […] Nos hemos contentado…”.


Portrait of Charles Colbert de Croissy (1625-1696)

Territorio jurisdiccional.

Inmediatamente después de estas consideraciones diplomáticas, el edicto enumera los territorios que integran la jurisdicción del consejo soberano, pero esta delimitación espacial se revela, de entrada, imprecisa y problemática.
 En efecto, el rey da, en el texto del edicto, como únicos límites de su jurisdicción los landgraviates de la Alta y Baja Alsacia, Sundgau, la prefectura de las diez ciudades imperiales  y la ciudad de Brisach y sus dependencias. Las palabras utilizadas son inmediatamente confusas. 
Si consideramos el término “landgraviate”, vemos que no cubre las mismas realidades para el rey o para el imperio. Para el rey de Francia, landgraviate designa una unidad geográfica: los landgraviates de la Alta y la Baja Alsacia se sitúan, por tanto, en el mismo nivel en el edicto. Pero mientras que el Landgraviate de la Alta Alsacia designa legalmente un territorio homogéneo bajo el Archiduque de Austria (que es el Landgrave), el Landgraviate de la Baja Alsacia no tiene realidad territorial. Compuesto por un grupo de señoríos, está en manos de señores que gozan de inmediatez hacia el emperador, sin pasar por el landgrave que no es otro que el obispo de Estrasburgo.

Sin embargo, esta primavera también sufrirá varias modificaciones importantes. Algunas estaban perfectamente controladas por la monarquía ya que el ámbito del consejo soberano era aumentar, por resoluciones de las asambleas de 1680 y 1681, las dependencias del Mundate de Wissembourg, de las tierras dependientes de los obispados de Estrasburgo y Speyer, de las abadías de Murbach, Lure y Andlau, los condados de Horbourg, Hanau-Lichtenberg y Lützelstein, territorios pertenecientes a la nobleza de la Baja Alsacia, así como los de la ciudad de Estrasburgo y sus tres bailiwicks  

Los demás siguen siendo motivo permanente de disputa con los príncipes vecinos en el marco de los tratados internacionales y, en particular, la paz de Ryswick que no permitió aclarar las fronteras septentrionales de la nueva provincia: si el artículo 4 concede al rey de Francia todas las tierras situadas en Alsacia, los artículos 8 y 9 del mismo tratado devuelven al Elector Palatino la alguacilazgo de Germersheim y sus dependencias, y al rey de Suecia, conde palatino del Rin, el antiguo ducado de Dos Puentes. Estos “bailazgos en disputa”, en los que el rey finalmente no recaudaba impuestos reales, permanecieron prácticamente como estaban hasta el final del Antiguo Régimen.

Limite jurisdiccional.  

Es un problema fundamental que aquí se plantea puesto que mira, en primer lugar, a los límites de la soberanía del Rey de Francia. Sin embargo, estas disputas permitirán comprender, por otro lado, a lo largo del siglo XVIII, que los conflictos de poderes no sólo enfrentan a dos actores políticos -el monarca y los príncipes extranjeros-, sino a tres poderes, a saber, el monarca , el consejo soberano y los príncipes posedores, siendo posibles todas las combinaciones y alianzas ocasionales y efímeras. Si su interés lo requiere, el monarca defiende a los príncipes poseedores contra el consejo soberano de Alsacia; si por el contrario sus pretensiones le indisponen, confirma las apelaciones a su favor  

Por el contrario, los príncipes poseedores pueden hacer valer la soberanía del rey para escapar de la sanción financiera del Concilio Áulico.

La indefinición de la jurisdicción del consejo soberano no es el menor de los problemas a los que se enfrenta la monarquía francesa tras las anexiones. La cesión reconocida en Münster estipula, por supuesto, que es "sin reservas y con todo tipo de jurisdicción y soberanía". Pero las condiciones diplomáticas y la cultura jurídica de los plenipotenciarios de las dos partes involucradas -Francia y el Imperio- llevaron a los redactores del tratado, en otra cláusula, a hacer restricciones a la soberanía : según los mismos términos utilizados, ciertas unidades territoriales, incluida la prefectura imperial de Haguenau, conservan su inmediatez con respecto al Imperio, sin que esto desvíe en modo alguno del dominio supremo de Su Majestad el Rey de Francia.

Estas son, pues, las cláusulas de la Paz de Westfalia , firmado en 1648, que plantean un problema para la integración de los territorios en el reino por la contradicción fundamental de dos artículos del tratado. En efecto, el artículo 74 consagra la soberanía del Rey de Francia sobre los dos landgraviates "de tal manera que ningún Emperador o Príncipe alguno de la Casa de Austria puede ni debe usurpar o incluso reclamar ningún derecho y poder sobre dicho país, tanto más allá y de este lado del Rin"  

Pero el artículo 87 del mismo tratado especifica una impresionante lista de notorias excepciones al estipular:

“Que el Rey Cristianísimo esté obligado a dejar no sólo a los obispos de Estrasburgo y de Basilea y de la ciudad de Estrasburgo, sino también a los demás Estados u Órdenes que estén en una u otra Alsacia inmediatamente sujetas al Imperio Romano […]  en esa libertad de posesión de inmediatez con respecto al Imperio Romano que han disfrutado hasta ahora de tal manera que en lo sucesivo no puede reclamar ninguna soberanía real sobre ellos” 

Esta ambigüedad permanecerá de hecho hasta el final del Antiguo Régimen y Alsacia ofrece aquí un formidable contra modelo a la concepción de la soberanía por parte de la monarquía absoluta! Ahora bien, de estos límites como de estos esguinces a un principio secular y casi sagrado, los contemporáneos muestran una aguda conciencia. 
Christian-Frédéric  Pfeffel , nacido el 3 de octubre de 1726 en Colmar ( Alto Rin ) y murió el19 de marzo de 1807en París , es un jurisconsulto y diplomático alsaciano .


Así, en un memorándum fundamental redactado a principios del reinado de Luis XVI, Chrétien-Frédéric Pfeffel, que ocupa el cargo de jurisconsulto de derecho germánico, adscrito a la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, entendió perfectamente desde Versalles la situación particular territorios anexionados y el carácter excepcional de las relaciones entre la monarquía y esta provincia:
“Aunque la soberanía real, escribió, es una y la misma en todo el reino y en su principio y en sus efectos, puede decirse que esta máxima fundamental de nuestro derecho público adolece de una especie de excepción en Alsacia”  
En principio, para los teóricos franceses, soberanía designa el poder susceptible de ser impuesto unilateralmente por el propio soberano. En otras palabras, la voluntad del monarca es exclusiva de cualquier otra y se impone a todas: no admite a ninguna otra, ni por encima de él ni en competencia con él. Se rige ante todo por un principio de unidad: el soberano -considerado aquí no como persona privada sino como persona pública- es el único autor de los actos de poder. Jean Bodin en su Methodus explica que consta de cinco atributos esenciales:
“La primera y más importante es nombrar a los más altos magistrados y definir su cargo para cada uno; el segundo es promulgar o derogar leyes; el tercero para declarar la guerra y concluir la paz; el cuarto para juzgar en última instancia sobre todos los magistrados y el último para tener derecho de vida o muerte en los mismos lugares donde la ley no se presta a la clemencia”  
Tiene también una segunda característica ya que todos los juristas de la monarquía, y en primer lugar Bodin, Loyseau o Cardin le Bret, subrayan su indivisibilidad La soberanía no sólo reside en un único titular -el rey- sino que sólo debe ser ejercida por él: 
“La indivisibilidad de la soberanía está ligada a la unicidad de su ejercicio”  Finalmente, el ejercicio del poder soberano se resume en un principio que es “la facultad de dar la ley a todos en general y a cada uno en particular […] sin consentimiento de mayores, ni iguales, ni menores que uno mismo. » 
El soberano puede hacer todo en el orden de la ley que establece y de la cual es autor exclusivo. En el Sacro Imperio, en cambio, la construcción es fundamentalmente diferente e incluso antitética: la soberanía se imputa al conjunto formado por el Emperador y los diferentes órganos del Imperio. No se comparte allí, pero los diferentes componentes, los Estados, la Dieta son co-soberanos: Bodin entendió y analizó muy bien esta especificidad política del Sacro Imperio en los Seis Libros de la República  :
“Sin embargo, la majestad soberana de este imperio no reside en la persona del emperador, sino en la asamblea de los estados del imperio, que pueden dar leyes al emperador, y a cada príncipe en particular: de modo que el emperador no tiene poder para hacer edicto alguno, ni de paz ni de guerra, ni gravar a los súbditos del imperio con un solo impuesto, ni pasar por alto el llamamiento hecho por él a los estados"  
Y el mismo Luis XIV, en el edicto de creación del consejo soberano de Alsacia, se preocupó de distinguir varias veces asociándolos “al Emperador, a los Príncipes y Estados del Imperio”. Mientras que en Francia el principio de indivisibilidad adquiere un significado político, en el Sacro Imperio ya no es más que una proposición puramente analítica.

Sin embargo, estas diferentes concepciones de la soberanía y finalmente del derecho público encuentran en Alsacia un campo de confrontación cuando los territorios conquistados están constituidos por provincias, por el principio de superioridad territorial (Landeshoheit) del que gozan los señores, laicos o eclesiásticos. Imperio, y que les permite, si son inmediatos, ser cada uno en su propio Estado "emperador en su tierra". En consecuencia, ejercen jurisdicción y tienen derecho a establecer justicia y nombrar jueces. 

Esta inmediatez (Reichsfreiheit) es el que ha prevalecido durante siglos, principalmente en los señoríos de la Baja Alsacia, mientras que los situados en la Alta Alsacia se denominan "mediatos", es decir sujetos a la superioridad territorial de la Casa de Austria que, es inmediata. La superioridad territorial, sin embargo, se diferencia de la soberanía porque encuentra límites en la sumisión de los Estados a las leyes dadas por el emperador y el imperio como un cuerpo, y por las prerrogativas ligadas a la persona misma del emperador, como los privilegios que él puede conceder y los ennoblecimientos a que procede. Deseando contribuir al debilitamiento del emperador, los vencedores que concluyeron la Paz de Westfalia reactivaron lógicamente el principio de superioridad territorial al otorgar a los príncipes y señores prerrogativas más regias como el derecho a hacer la guerra y concertar la paz para debilitar al emperador. Pero al hacerlo, esta paz planteó un problema para el rey de Francia en la constitución de estos territorios como provincias y su agregación al reino.

  De hecho, los redactores han afirmado, con gran habilidad jurídica, que ciertos territorios, incluida la Prefectura Imperial de Haguenau, conservaron su inmediatez con respecto al imperio, sin que esto derogara en modo alguno el dominio supremo esta paz planteó un problema al rey de Francia en la constitución de estos territorios en provincia y su agregación en el reino. 

El  dominio supremo (jus supremi dominii) de Su Majestad el Rey de Francia en estos territorios. Cualquiera que sea la interpretación que se le dé, ninguna cláusula, ningún término desde el punto de vista francés niega al rey el derecho de introducir en los territorios que el Imperio le cede las formas administrativas en uso en sus Estados, tanto para garantizar la seguridad de sus pueblos y recaudar impuestos y administrar justicia. Con el gobernador y el intendente que tiene su asiento en Estrasburgo.

Miembros del Consejo Soberano.

El establecimiento del consejo soberano de Alsacia está injertado en la complejidad de las instituciones y redes judiciales vigentes en el momento de la conquista, y debe tener en cuenta conceptos y prácticas jurídicas radicalmente diferentes a las del reino, una fragmentación del territorio que se convierte en enredo, situaciones políticas excepcionales, como el Sacro Imperio, complejidad reforzada por un mosaico religioso dominado por la Confesión de Augsburgo y compuesto también por iglesias reformadas, comunidades anabaptistas y judíos, enfrentados a católicos.
La singularidad del Soberano Consejo de Alsacia se manifiesta aún más en su composición que plantea un problema para la monarquía porque debe tener en cuenta tanto su propia dinámica administrativa como, sobre todo, las condiciones sociales que se dan en la nueva provincia. Es en el primer registro donde la solución escogida por Luis XIV es la más común, y sin duda la más fácil, ya que opta por destituir al gobernador de la presidencia del consejo entregándosela al intendente:
“Entendemos que el Gobernador y Teniente General para Nosotros en ambas Alsacia no puede ser considerado ni considerado Presidente de dicho Soberano Consejo, sino sólo por la dignidad y autoridad de su cargo, y siguiendo el ejemplo de esto que se practica en cualquier provincia de nuestro reino, el dicho gobernador y nuestro teniente general en la alta y baja Alsacia tienen entrada, sesión y voz deliberante en dicho consejo, siempre que quiera estar allí. que detalla una serie de prohibiciones -el gobernador no puede recoger votos allí, firmar las actas del consejo soberano, ni actuar como presidente-, pero una decisión cargada de significado ya que al conferir al gobernador honores sin poderes, la monarquía louis -quatorzienne elige dejar de lado la nobleza en la conducción de los asuntos de Alsacia. 
Sin duda el gobernador está llamado, según los términos del edicto, en caso de necesidad y con el fin de "asegurar la ejecución de las sentencias, decretos y demás sentencias de dicho Consejo", así como el mantenimiento de la "buen gobierno, seguridad y conservación de dicho país bajo nuestra obediencia y protección", pero sí está excluido en los hechos del consejo soberano.

El segundo registro es más complejo ya que el rey debe decidir sobre la composición de un consejo sin poder depender de la jerarquía social de la nueva provincia, y sin depender principalmente de su nobleza. Se consideraron tres opciones. El primero fue proceder con un reclutamiento exclusivamente alemán. Habría obedecido a criterios funcionales desde la administración en su conjunto, los títulos y las poblaciones  eran alemanes. Pero el rey de Francia temía, no sin razón, los tradicionales vínculos de eclesiásticos y caballeros con la Casa de Austria que habrían perjudicado los intereses de la monarquía: 

"no podía esperar que esta cámara aprovechara oportunidades favorables para aumentar sus derechos de soberanía, ni siquiera que la mantendría en posesión de los que la sucesión de los tiempos hubiera podido usurpar a la Casa de Austria  .
La segunda opción era elegir asesores exclusivamente Francés. Pero tres principios de realidad se oponían a esta solución: 
¿Qué hubiera sido, en primer lugar, una fidelidad sin redes ni relevos?
 ¿Cómo, entonces, estos asesores podrían haber contribuido a transformar a los pueblos de sometidos a la condición de súbditos?

 Finalmente, ¿dónde podría haber encontrado el rey suficientes consejeros que entendieran, hablaran y escribieran alemán?

 Hacia una tercera solución se dirigió la monarquía francesa al detallarla en el edicto de creación. Tras detener a un miembro del personal del partido, el rey eligió a un presidente francés y guardián de los sellos, un abad y un caballero de Alsacia, dos asesores del parlamento de Metz elegidos por el rey, en espera del nombramiento de otros dos "François de Nation". , un Doctor alemán que entendería francés, un fiscal general del rey francés con derecho a voto y un abogado general alemán. Eso es un total de cuatro franceses y tres alemanes… tal es la composición del consejo soberano en 1661, de acuerdo con el edicto de 1657, cuando fue puesto bajo la presidencia de Colbert de Croissy , intendente de Alsacia, al que se añade el personal de menor rango: un escribiente, cinco intérpretes y dos ujieres.

 Si ponemos nombres junto a estas funciones, nos damos cuenta de que la monarquía constituyó para la instalación de la institución un verdadero grupo que se dedica a ella. Además de las redes de Colbert, se nombra para los naturales de Alsacia al abad de Lucelle (Lutzelen), orden de Cîteaux: sin ser príncipe del imperio, a diferencia de los abades de Munster y Murbach, dependía sin embargo de la Casa de Austria. Es "director del orden eclesiástico en las tierras cedidas al rey". La elección del caballero consejero no supuso ningún problema para el monarca: el cargo recayó fácilmente en Georges Frédéric d'Andlau, que presidía la cámara de cuentas de la antigua institución archiducal. Hombre arruinado por la guerra y considerado "de la mejor casa del país", era sensible a los favores económicos que le reservaba la monarquía  

La elección de nombres para los tres nombramientos de asesores doctorales resultó ser más delicada. 
¿A quién designar en efecto en el lugar de "consejero doctor en derecho de nación alemana que será versado en lengua francesa" como especifica el edicto? Después de consultar con el elector de Mainz y el elector de Trêves, Colbert da su preferencia a Jean-Jacques Gallinger, fiscal fiscal de la antigua cámara de cuentas. Finalmente, el futuro presidente optó por Bénigne Bossuet para uno de los puestos de consejero, y por Jean Favier, teniente general en el bailliage y presidial court de Toul, para el otro.
Para el pueblo del rey, el cargo de fiscal recayó primero en Humbert Bassand, natural de Suiza, y luego en Charles Colbert, consejero del rey y presidente de la sede presidencial de Reims. El rey de Francia se cuidó de no introducir cargos en un país recién sometido y aún incierto: todos los consejeros y el pueblo del rey disfrutaban de una comisión. 
La venalidad de los cargos solo fue introducida por un edicto dado en Versalles en abril de 1694:
"Estamos muy contentos, siguiendo el ejemplo de lo que se acaba de hacer por los Parlamentos del condado de Borgoña y Tournai, por el Consejo Provincial de Artois, y los de Luxemburgo y Pignerol, y de darles testimonios de nuestro cariño, a permitirles enajenar dichos cargos y, al efecto, hacerlos hereditarios […], a cambio de una hacienda fijada en proporción a la importancia del cargo”  
En comparación con otras cortes soberanas, la composición del Consejo Soberano de Alsacia es numéricamente más modesta, incluso si su número aumenta significativamente bajo el reinado de Luis XIV. En 1715 tenía un primer y un segundo presidente, veinte consejeros laicos y dos consejeros clericales, seis consejeros caballeros de honor incluidos dos de Iglesia y cuatro de espada, dos escribanos principales, un fiscal general, dos abogados generales y dos suplentes.  
Son, por tanto, mucho menos numerosos que los parlamentarios que se sientan en Rennes, Rouen o Toulouse, pero en un número mucho mayor que los del consejo de Rosellón. Pero es en el origen social de sus miembros en lo que más se diferencia el consejo soberano de la sociedad parlamentaria de los siglos XVII y XVIII 

Cuando el parlamento de Bretaña cuenta sólo con nobles, cuando la nobleza ocupa más del 80% de los cargos en el parlamento de París, el consejo soberano aparece como una corte esencialmente plebeya con unos pocos caballeros de otras tierras: ¿Cómo podríamos haber estado allí? traer a una mayoría de la nobleza del imperio?
“Son sólo los hijos o parientes de alguaciles y demás oficiales de justicia dependientes de la nobleza, sin ilustración, sin principios, guiados sólo por el orgullo que les inspira su lugar y que se apoderan sin miramientos de todos los caminos que se les presentan para hacer olvidar su extracción”  
Se plantea así con particular agudeza, debido a esta situación de crisis que constituye la anexión, la cuestión de la centralización y la modernización del Estado en una sociedad orgánica ajena al reino. El rey tuvo que forjar lazos estrechos con sus nuevos súbditos y sacar su poder del apoyo que todos tenían para darle. Pero, ¿con quién podía contar? Seguramente sobre un puñado de hombres al frente de la mayordomía, seguramente sobre el clero católico, probablemente sobre ciertos alguaciles...

Las ciudades libres y los príncipes poseedores.

Pero ¿qué pasa con las ciudades, las de la Decápolis por supuesto, pero también Estrasburgo, que capituló recién en 1681, realeza? ¿ciudad libre? ¿Y los príncipes poseedores?

La soberanía del rey se ve frustrada permanentemente por la de los señores del imperio cuyos derechos reales o casi reales están garantizados por el Tratado de Munster. Las “reuniones” de los años 1680-1681 ratificadas por el consejo soberano de Alsacia sólo constituyen una respuesta parcial y fragmentaria a la inmediatez. Sin embargo, por el tratado de Ryswick, en su artículo 4, el rey está obligado a renunciar a estas anexiones: la superioridad territorial de los príncipes es restaurada por ley. A partir de entonces, el cara a cara entre el rey de Francia y los príncipes poseedores no fue, en el siglo XVIII, que una serie de compromisos.

 A partir de 1700, la negociación entre el conde de Hanau-Lichtenberg y Luis XIV es un buen ejemplo de ello. El príncipe en cuestión asume el principio de la supremacía real pero el rey se compromete a reconocerle mediante cartas patentes el pleno ejercicio de su superioridad territorial y el goce de sus antiguos derechos e ingresos. Vasallo, pero no súbdito del rey, el príncipe ve reconocidos sus privilegios imperiales por el soberano que le asegura su protección  

Las cartas patentes registradas por el consejo soberano, que codifican el ejercicio de las diversas soberanías sobre un territorio dado, fueron el instrumento privilegiado, a lo largo del siglo, de la "sumisión" de los príncipes, obtenida por el rey, aunque ciertas d entre ellos persistió en eludir el reconocimiento de la soberanía del rey de Francia, llegando incluso a rechazar el juramento feudal impuesto a la accesión de Luis XV.

Por lo tanto, coexisten dos concepciones sobre cuestiones territoriales y legales en Alsacia, una proveniente del imperio, la otra de Francia. Quienes se refieren a las tradiciones del imperio consideran sobre todo el carácter sinalagmático de un contrato feudal, garantizado por los tratados de paz: el reconocimiento de la soberanía francesa va de la mano con la afirmación sine qua non de la integridad de los dominios y derechos soberanos. de príncipes poseedores. Esta concepción subraya categóricamente que el vínculo feudal contraído entre los príncipes y el rey, codificado por cartas patentes, no puede romperse sin el consentimiento de ambas partes, y por otra parte muestra su apego al principio de inalienabilidad de los componentes del régimen. 
Imperio, que invalida la soberanía francesa sobre los territorios anexionados. Para los teóricos de la monarquía francesa, por el contrario, como para los plenipotenciarios, el gobierno o el consejo soberano de Alsacia, esta reciprocidad feudal es nula y sin efecto. Todos afirman, por parte francesa, que los derechos de los príncipes están condicionados y sujetos al ejercicio de la soberanía del monarca que conserva toda posibilidad de cambiar los términos si entran en conflicto con los derechos del rey, sujeto a compensación.

El conflicto entre la monarquía y los príncipes poseedores revela finalmente una tercera particularidad del consejo soberano de Alsacia: a saber, la legislación. ¿Qué legislación seguir? 
¿Qué leyes, costumbres y ordenanzas deben observarse? 
Si el edicto de creación de 1657 le confiere la potestad de "conocer, decidir y juzgar soberanamente y en última instancia de todas las causas civiles y criminales", es para recordarle inmediatamente que debe obrar "conforme a las leyes, costumbres, usos generales y particulares y privilegios de los lugares, sin novedad alguna”. Y el propio Jean-Baptiste Colbert afirma “que no se puede hacer nada mejor que seguir lo que se ha practicado hasta ahora, es decir, la ley escrita, las costumbres locales […] ] y las ordenanzas de los Archiduques, predecesores de Su Majestad" 

Si nos alejamos de los principios para considerar la realpolitik , podemos imaginar las dificultades de tal misión.
 ¿Respetar las costumbres? 

Ciertamente… aunque sólo sea por necesidad o impotencia administrativa. Pero la dificultad surge inmediatamente porque, a pesar de la introducción del derecho romano en las jurisdicciones superiores, la justicia civil y la justicia penal muestran un acentuado carácter local que se revela en la primera lectura de las leyes consuetudinarias: ninguna regla de uniformidad rige ni en la composición ni en la conducta. de los tribunales inferiores. Y entonces, la sociedad rural en estos territorios fragmentados se resiste al trabajo del poder en el dominio privado. ¿No tomó las armas en varias ocasiones contra las violaciones de sus derechos  ?

La monarquía francesa sin duda buscó, como lo había hecho la Casa de Austria desde finales del siglo XVI , resolver la complejidad de estas jurisdicciones. De hecho, los territorios de la margen izquierda del Rin habían acabado aceptando las reformas llevadas a cabo por los emperadores o los archiduques. El intento de unificación debido a Carlos V en 1532 con la Constitutio criminalis Carolina, que pretende adaptar el derecho romano y el derecho canónico a las realidades del Imperio es un ejemplo de ello. Asimismo, los archiduques habían realizado una importante labor legislativa en el campo de las aguas y los bosques, en materia económica y financiera –gestión de cuentas, legislación económica, leyes suntuarias– o en materia religiosa reforzando la protección de la religión católica. 
Pero tocar el derecho privado para un poder central sigue siendo un asunto delicado y modificaciones significativas en esta área seguramente se habrían constituido en el siglo XVII .siglo, tanto para el campesinado como para la burguesía, una revolución mucho más profunda y peligrosa para la monarquía francesa que la cesión de soberanía en sí misma o los modelos administrativos provenientes de Francia. Por eso el rey de Francia optó por insertar las nuevas prescripciones en el edicto de creación y “remitirse por lo demás a las ordenanzas de los archiduques”. El edicto, por tanto, ignora las cuestiones relativas al personal, las cuestiones militares, la policía, las minas o las aguas y los bosques... resistencias de los pueblos o de los señores: la nobleza de la Baja Alsacia obtuvo la confirmación de sus privilegios .

FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR


El propio Consejero Goetzmann en su Traite du droit common des feefs , publicado entre 1768 y 1776, precisaba en la advertencia de su obra que su objetivo era dar a conocer “aquellas interpretaciones de textos oscuros que han fijado la jurisprudencia de los tribunales superiores del Imperio […] que debe ser la del Consejo Superior de Alsacia”  

Legislación.

Cabe señalar, sin embargo, que ciertas normas del derecho romano y ciertas costumbres locales fueron modificadas por ordenanzas o jurisprudencia francesa, especialmente, y lógicamente, en el ámbito del derecho público  Y es aquí donde la acción del consejo soberano es notable. Ciertas ordenanzas importantes del reinado de Luis XIV nunca fueron enviadas ni registradas en el consejo soberano de Alsacia: este es el caso de la ordenanza de 1667 sobre procedimiento civil y la de 1670 sobre procedimiento penal. Pero el consejo buscó sistemáticamente aplicarlos siempre que los artículos no contradijeran las costumbres locales o la capitulación de Estrasburgo, que vino después. Además, la comunidad de abogados confirma en 1732: 
"que en cuanto al estilo y el orden judicial, la instrucción y la forma del procedimiento, se siguen estas ordenanzas en el Consejo" 
Ex-libris Alsace CORBERON Nicolas de, Moeder



Este esfuerzo de normalización también se manifiesta en el establecimiento y publicación sistemáticos de reales edictos y ordenanzas aplicables en Alsacia por parte de los presidentes del consejo soberano. Nicolás Corberon inició esta empresa publicando una Colección de Reales Órdenes y Reglamentos del Soberano Consejo de Alsacia desde su creación hasta la actualidad (1657-1737)  ; François-Henri de Boug retoma y continúa este trabajo publicando a su vez una Colección de edictos, declaraciones, patentes, sentencias del Consejo de Estado y del Consejo Soberano de Alsacia, ordenanzas y reglamentos relativos a esta provincia, con observaciones... (1657-1770)

Titulatura del anverso: NIC. DE. CORBERON. PR. PRESIDENT. D. ALSACE. FRANCOISE. SUZANNE. DE .LAVDREAV.
Descripción del anverso: Armes de Nicolas de Corberon et Françoise Suzanne de Laudreau.
REVERSO
Titulatura del reverso: ARDEMUS. EODEM ; À L'EXERGUE : 1730.
Descripción del reverso: Deux flambeaux posés en sautoir.


Soberano, se crea este consejo como tal. Esto significa que las villas y ciudades de la nueva provincia que habían tenido, en el Sacro Imperio, que tratar con un emperador lejano o incluso con una Dieta compartida, cuentan ahora con una monarquía absolutista que, en la construcción del Estado moderno, no acomodar la dispersión de poderes. A pesar de las resistencias, esta monarquía mostró de inmediato su deseo de uniformidad al hacer del consejo soberano una jurisdicción de apelación, civil y penal, sobre todas las jurisdicciones urbanas, señoriales o eclesiásticas.
 Los términos de esta creación revelan un formidable conocimiento de la ciencia política, el Imperio y un gran dominio de la táctica: al tiempo que integra una historia que no es la suya –la legislación de los archiduques– al tiempo que pretende respetar las costumbres de Alsacia, se basa en elementos de un aparato político y judicial existente y se las arregla, al mismo tiempo, de acuerdo con su concepción de soberanía, todas las aperturas necesarias para el cambio

. Nótese que la monarquía no creara un parlamento como en Metz, ni el consejo soberano de Alsacia, sino un consejo soberano . 

Es por tanto una cámara de menor alcance que un parlamento, que a priori presenta mayor flexibilidad y muestra más docilidad. La elección del artículo indefinido se hizo por razones diplomáticas, permitiendo al Rey de Francia no ofender ni a sus aliados, ni a sus vasallos, ni a los señores, ni al Imperio, ni a los cantones suizos... Sin embargo, la voluntad del monarca casi paradójicamente, choca continuamente con las cláusulas de los tratados de paz que le permiten establecer su soberanía sobre sus conquistas. 
También choca, a partir de 1694 en particular, con la defensa por parte del consejo soberano de Alsacia de sus prerrogativas. Sin duda el concilio no esperó a la introducción de la venalidad y la herencia de los oficios para proclamar y recordar, incluido al rey, su soberanía... Pero el oficio nos parece haber cambiado significativamente las relaciones de poder con la monarquía. , e interviene en todos los conflictos entre el consejo soberano, el obispo de Estrasburgo y los príncipes poseedores y, finalmente, los tratados de paz firmados con potencias extranjeras, por otro lado, incluida la capitulación de Estrasburgo y el tratado de Ryswick.

Si aparece como una organización de conquista y la expresión de la centralización monárquica, el consejo soberano de Alsacia participa en la construcción de una identidad provincial, aún incierta, apenas esbozada desde el desmoronamiento feudal, característico del Imperio. La idea de provincia triunfa. Contrariamente a la intendencia, que sigue siendo un organismo ajeno a la provincia, más bien replegado en su propia dinámica administrativa, el cabildo encuentra un lugar en las instituciones corporativas provinciales. Las sentencias de transacción dictadas sobre la acusación del fiscal general del rey contribuyen a definir la originalidad de la jurisdicción y el entorno de vida de los súbditos.

 Está dotado de competencias en materia de mantenimiento del orden, seguridad, vigilancia de fronteras y extranjería, sanidad, sin sustituir las importantes funciones policiales ejercidas, más que en otros lugares del reino, por ciudades que han perpetuado su independencia durante siglos. 

Dejó definitivamente de lado a los grandes vencidos: el derrocamiento del gobernador -en primer lugar del Conde de Harcourt- y la elección de los primeros miembros del consejo soberano de Alsacia marginó de hecho a la nobleza alsaciana que tuvo que ceder sobre sus poderes. ¿Cómo pudo esta nobleza haberse inclinado ante la institución más común del reino, ella que, en la antigua cámara archiducal de Ensisheim, pudo someterse al Landvogt de la antigua nobleza y reconocerse en los Estados?





Príncipes poseedores
Princes possessionnés d'Alsace.

Los príncipes poseedores son príncipes alemanes que habían mantenido feudos enclavados en el reino de Francia , especialmente después de las anexiones de Alsacia ( tratados de Westfalia de 1648 y tratado de Ryswick de 1697) y del Ducado de Lorena (1766). Para algunos, estas posesiones dependían del reino de Francia, aunque gobernadas por príncipes extranjeros; para otros, los tratados estipulaban que no dependían de la ley francesa, sino que eran territorios del Sacro Imperio Romano Germánico.

Durante la Revolución Francesa , la República quiso instaurar la unidad del territorio nacional (diríamos hoy la continuidad territorial ). Estos súbditos o príncipes del Imperio se dispusieron entonces a defender legalmente sus propiedades, a menudo importantes señorías, contra iniciativas revolucionarias. Muchos de estos territorios estaban ubicados en Alsacia , pero también en Lorena y Franco Condado .

La 4 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente deroga los derechos feudales y 2 de noviembre en el mismo año, nacionalizó los bienes del clero . Estos dos decretos se aplican en todo el territorio francés; su aplicación se extiende a los pocos enclaves extranjeros supervivientes. Los príncipes poseedores, obispos y laicos, protestan en nombre de tratados internacionales, que no pueden ser modificados en tiempos de paz sin negociación previa.
La Asamblea Constituyente se basa en la noción de soberanía nacional . Los decretos se aplican a todo el pueblo francés, porque fueron votados por los representantes del pueblo soberano. En esta ocasión, las Constituyentes plantearon un nuevo derecho llamado a un futuro rico, el derecho de los pueblos a la autodeterminación , es decir, el derecho a la autodeterminación . La 31 de octubre de 1790, el diputado Merlín de Douai declara: 
“El pueblo alsaciano se unió al pueblo francés porque lo quería, por lo tanto es su voluntad sola y no el tratado de Münster lo que legitimó esta unión. El discurso de Merlín implica la definición de nación  : una asociación voluntaria de ciudadanos libres.

Las negociaciones emprendidas para resolver esta disputa no han tenido éxito. Los emperadores José II y Leopoldo II incluso planean intervenir para defender los derechos de los príncipes alemanes. Este asunto juega un papel importante en la hostilidad de los soberanos de Austria y Prusia frente a la Revolución Francesa . En Abril 1792, la Francia revolucionaria va a la guerra contra el Imperio . La cuestión de príncipes tener posesiones definitivamente cae en desuso, pero los nuevos principios de la ley internacional que ha generado son un fermento de los movimientos de las nacionalidades del siglo XIX
Las anexiones a la República fueron ratificadas por ciertas disposiciones del Tratado de Lunéville en 1801, y (con las conquistas revolucionarias y napoleónicas) condujeron al receso del Imperio que redistribuyó en particular las ricas posesiones señoriales alemanas de la Iglesia a los principales germanos. príncipes heridos por la pérdida de sus posesiones francesas.

Liste de princes possessionnés en Alsace et en Lorraine

1.-Charles-Frédéric, margrave de Bade (1728 – 1811)

duc de Deux-Ponts


2.-Charles II, duc de Deux-Ponts
3.-Ernest, baron de Gemmingen-Hornberg
4.-Maximilien-Auguste Bleikaard, comte de Helmstatt
5.-Louis IX, landgrave de Hesse-Darmstadt (1719 – 1790)
6.-Joseph, prince de Hohenlohe

7.-Chrétien, prince de Hohenlohe-Waldenbourg-Bartenstein (frère du précédent)
8.-Frédéric-Charles-Woldemar, prince de "Linange-Dabo" ("Leiningen-Dagsburg") (1724 – 1807)
9.-Dominique-Constantin, prince de Lœwenstein-Wertheim-Rochefort (1762 – 1814)
10.-Louis, prince de Nassau-Sarrebruck, comte de Sarrewerden (bailliage de Harskirchen) (1745 – 1794)

11.-Frédéric-Guillaume, prince de Nassau-Weilbourg, comte de Sarrewerden (bailliage de Neuf-Sarrewerden) (1768 – 1794)
12.-Jean-Bernard-Joseph-Georges de Reissenbach
13.-Charles-Louis-Guillaume-Théodore, rhingrave de Salm-Grumbach (1720 – 1799)
14.-Frédéric-Othon-François-Christian-Philippe-Henri, prince de Salm-Kyrbourg (1744 – 1794)
15.-Constantin-Alexandre-Joseph, prince de Salm-Salm (1762 – 1828)
16.-Casimir, comte de Sickingen (mort en 1795)
17.-Damien-Auguste-Philippe-Charles, comte de Limburg-Styrum par la naissance, prince de Bruchsal par sa fonction de prince-évêque de Spire (1721 – 1797)
18.-Charles-Frédéric, baron et comte Schenck de Waldenbourg
19.-Christian Louis, prince de WIed-Runkel, comte de Créhange (1732 – 1791)

Louis René Éduard de Rohan (París, 25 de septiembre de 1734 – Ettenheim, 16 de febrero de 1803), príncipe de Rohan, obispo francés de Estrasburgo, político, cardenal de la iglesia católica y cadete de la familia Rohan (que remonta sus orígenes a los reyes de Bretaña); célebre por su implicación en el asunto del collar.


Junto a estos 18 príncipes cuyos señoríos se encuentran en la Baja Alsacia, cabe señalar también al príncipe-obispo de Estrasburgo, el célebre cardenal de Rohan (que estuvo implicado en el asunto del collar de la reina ), cuyos orígenes los franceses hacen que la Constituyente se resista a lo consideran como un príncipe poseídor, así como los señores de Haute-Alsace: el duque de Württemberg, el príncipe-obispo de Basilea y, en cierta medida, el Grimaldis de Mónaco (el duque de Valentinois).
Más de una quinta parte de los dominios del mosaico territorial alsaciano en 1789, integrado en varias etapas en el reino de Francia por los tratados de Westfalia y Ryswick , está en posesión de príncipes que viven la mayor parte del tiempo al otro lado del Rin, donde se encuentra la mayor parte de sus señorías, aunque tienen magníficos castillos en Alsacia (el castillo de Senones del príncipe de Salm-Salm, el del Landgrave de Hesse-Darmstadt en Bouxwiller , o incluso el del príncipe de Hohenlohe-Bartenstein en Oberbronn ) o mansiones en Estrasburgo ( la del Landgrave de Hesse-Darmstadt o los Duques de Deux-Ponts rue Brûlée, la del Príncipe de Hohenlohe-Bartenstein rue des Frères).


Cuadro geopolítico de la Baja Alsacia en 1789 

Es particularmente difícil evaluar la forma en que las diferentes soberanías presentes en Alsacia se unen después de los Tratados de Westfalia . Esta dificultad surgió de las diferencias en la interpretación del oscuro artículo 87 del Tratado de Münster  : este reconoce la supremacía del rey de Francia sobre la provincia ( supremum dominium , dominio supremo), mientras que preserva la inmediatez de los príncipes del Imperio ( immedietas , superioridad territorial ). 

. A partir de entonces, la soberanía sobre los distintos feudos alsacianos fue objeto de largos debates, que sólo terminarían poco antes de la Revolución .(1787, fecha en que el duque de Deux-Ponts reconoce la soberanía del rey de Francia sobre su bailía de Cleebourg). 

Francia, presente en la provincia, a través de la figura del intendente y del Consejo Soberano de Alsacia, se ve pues frustrada en su soberanía por la existencia de la de los grandes señores del Imperio, cuyos derechos cuasi-regio están garantizados por el Tratado de Münster , en un momento en que la monarquía absolutista no tolera ninguna soberanía en el reino que no sea la del rey. Luis XIV trató de poner fin a esta ambigüedad procediendo entre 1680 y 1682 a "  reuniones  " de todos los dominios soberanos sobre los que el rey sólo ejercía la supremacía que le había transferido el emperador en 1648,bailiwicks en disputa del norte de Alsacia.

Sin embargo, Luis XIV tuvo que abandonar su proyecto en 1697, cuando el artículo 4 del Tratado de Ryswick restableció la superioridad territorial de los príncipes poseedores. Por otra parte, ya en 1700, el conde de Hanau-Lichtenberg decidió emprender un intercambio de cortesías con Luis XIV: su sumisión a la supremacía real a cambio del reconocimiento mediante cartas patentes del ejercicio de su superioridad territorial y del disfrute de sus antiguos derechos e ingresos. Este príncipe poseído acepta así convertirse no en súbdito sino en vasallo del rey de Francia, quien le asegura su protección reconociendo sus privilegios particulares. 
El ejercicio de las distintas soberanías, reales y principescas, fue así codificado en el siglo XVIII . siglo mediante cartas patentes, obtenidas por los príncipes a cambio de su "sumisión", realizadas en varias fechas dependiendo de los señores, quienes a menudo, para los más francófobos entre ellos, se niegan a prestar el juramento feudal de buena gana, exigido cuando el nuevo El rey Luis XV ascendió al trono en 1715. 
Los príncipes intentan con mayor frecuencia eludir el reconocimiento de la soberanía francesa: el ejemplo más representativo sobre este tema es la toma de posesión del preboste de Wissembourg, en 1719, por el enviado Príncipe-Obispo de Speyer. , que convocó el Capítulo de la Iglesia a escondidas. Cuando la información llega a Versalles, se fija el secuestro temporal de los dominios alsacianos del príncipe-obispo a modo de represalia.

Otros puntos de discordia permanecieron a lo largo del siglo xviii, en  particular la cuestión del límite de Alsacia con el Ducado de Deux-Ponts y el Palatinado, en otras palabras, la de los "bailazgos en disputa" debajo del Queich. Esta cuestión no encontró su arreglo diplomático hasta 1786, cuando un acuerdo cedió al Ducado de Deux-Ponts la sede de Schambourg a cambio del reconocimiento de la soberanía francesa sobre los bailiwicks en disputa, un posible tratado que no recibiría su ejecución solo tras la muerte del Elector Palatino, lo que no ocurrió hasta después de la Revolución .

Así, en 1789, dos concepciones jurídicas, una germánica, la otra francesa, siguen siendo paralelas a las cuestiones alsacianas. La visión alemana es la de un contrato feudal sinalagmático, cuyos tratados de paz son la base para el reconocimiento de la soberanía francesa con, como condición sine qua non, el mantenimiento de la integridad de los dominios y los derechos soberanos de los príncipes poseedores. Parte de la certeza de que el nuevo vínculo feudal entre los príncipes y el rey, codificado por letras patentes, no puede romperse sin el consentimiento de las dos partes contratantes, pero recuerda en el fondo el principio de inalienabilidad de los componentes del Imperio, dejando en cualquier caso obsoleta la soberanía francesa sobre Alsacia y los tratados, cuya aplicación es sólo temporal en el expectativa de un retorno de Alsacia al Imperio, inadmisible. 
Por el contrario, el punto de vista francés de los asuntos de Alsacia no reconoce esta dimensión de reciprocidad feudal, y considera que de acuerdo con las letras patentes emanadas de la libre voluntad del rey, los derechos de los príncipes están condicionados y sujetos a el ejercicio de la soberanía del rey que se reserva la posibilidad de cambiar los términos si se oponen a ella, sin perjuicio de una justa compensación. Este duelo jurídico franco-alemán recobrará su pleno sentido en 1789, cuando se tratará de la abolición de los derechos soberanos de los príncipes y de todo feudalismo en Francia. Alsacia no reconoce esta dimensión de la reciprocidad feudal, y considera que de acuerdo con las letras patentes emanadas de la libre voluntad del rey, los derechos de los príncipes están condicionados y sujetos al ejercicio de la soberanía del rey que se reserva la posibilidad de cambiar los términos si se oponen, sujeto a una compensación justa. 

Este duelo jurídico franco-alemán recobrará su pleno sentido en 1789, cuando se tratará de la abolición de los derechos soberanos de los príncipes y de todo feudalismo en Francia. Alsacia no reconoce esta dimensión de la reciprocidad feudal, y considera que de acuerdo con las letras patentes emanadas de la libre voluntad del rey, los derechos de los príncipes están condicionados y sujetos al ejercicio de la soberanía del rey que se reserva la posibilidad de cambiar los términos si se oponen, sujeto a una compensación justa. Este duelo jurídico franco-alemán recobrará su pleno sentido en 1789, cuando se tratará de la abolición de los derechos soberanos de los príncipes y de todo feudalismo en Francia.

El estudio de los cuadernos de agravios alsacianos muestra que la mayor parte de los habitantes de la provincia consideran como responsable de sus dificultades y de sus privaciones a la tributación real, cuyas exacciones, que se superponen a impuestos señoriales más numerosos que pesados, están en curso de forma exponencial, aunque exijan más justicia e igualdad fiscal en perjuicio de los príncipes, hasta ahora exentos de impuestos, y que consumen en el extranjero las rentas de sus dominios y las rentas del trabajo alsaciano. Las tensiones en torno a los príncipes poseedores, mucho más perceptibles en los cuadernos antiseñoriales del verano de 1789, se radicalizó especialmente a partir de julio y se manifestó en violentas exacciones contra los agentes señoriales, particularmente en la región de Outre-Forêt , donde la fragmentación feudal y la densidad de príncipes poseedores alcanzaron proporciones sin precedentes.

Por tanto, la Revolución desencadenó en 1789 un asunto pesado con antecedentes geopolíticos y legales complejos, al tiempo que reavivó las pasiones políticas en ambos lados del Rin.



escudo de Alsacia Lorena

Revolución

La Revolución fue recibida con entusiasmo por los alsacianos que se levantaron contra la nobleza local. La herencia revolucionaria sella el vínculo geopolítico de los alsacianos con Francia.
En 1787, la Asamblea Provincial de Alsacia, el parlamento local, adoptó el principio de división administrativa en distritos (excepto Estrasburgo) que amenazaba directamente ciertos privilegios fiscales de la nobleza. Durante las elecciones ( sufragio censal ) de 1788, se eligieron los municipios opuestos al poder señorial y partidarios de la reforma distrital. La gama de demandas locales en los libros de quejas en 1789 es tan amplia como en el resto de Francia y los 24 diputados que representan a Alsacia en Versalles para los Estados Generales son en su mayoría moderados. Nobles y ultraconservadores y prelados constituyen el grueso de la delegación, incluso para ciertos diputados del tercer estado .

Sin embargo, la agitación no se debilita en las provincias: se producen disturbios en Alsacia, Estrasburgo, Haguenau y Colmar, así como jacqueries en el campo de la Alta Alsacia y saqueos en la Baja Alsacia.

Frente a la violencia provincial, la Asamblea Nacional reaccionó aboliendo los privilegios , los derechos feudales , la venalidad de los cargos y las desigualdades fiscales la noche del 4 de agosto de 1789. Fue el fin de la empresa del Antiguo Régimen y de la 'Alsacia por su privilegios locales. A partir de septiembre de 1789, la Asamblea votó los primeros artículos de la futura constitución que limitan el poder real. En noviembre se vota la secularización de la propiedad eclesiástica, votación que será seguida en julio de 1790 por la constitución civil del clero, dos reformas que afectan únicamente a los católicos y sin efecto sobre los protestantes.

En 1790, Alsacia se dividió en dos departamentos, Bas-Rhin y Haut-Rhin . Estrasburgo se convierte en la sede de prefectura de Bas-Rhin y Colmar en Haut-Rhin y en octubre de este año las fronteras aduaneras se trasladan al Rin. La organización de las diócesis se basa en unidades administrativas. La emigración religiosa, de la nobleza y de los grandes aristócratas es importante como para el resto de Francia, pero estos emigrantes se congregan preferentemente cerca de las fronteras. Este es también el caso de sus ejércitos, con el ejército de Condé cerca de Alsacia , financiado por Rohan , en el norte, el de los Príncipes en Coblenza o incluso la Legión Negra. 1790 también ve la elección de los primeros alcaldes de las ciudades francesas.
En septiembre de 1791, los judíos también obtuvieron los mismos derechos cívicos que otros ciudadanos franceses.
Muchos territorios todavía pertenecían a señores, la mayoría de las veces del Imperio, que reconocían la soberanía del rey de Francia. Esta particularidad de los príncipes poseedores fue, además, una de las causas de la declaración de guerra contra Austria en abril de 1792 . Los emigrados, aliados con los austro - prusianos, inician las hostilidades para recuperar el poder en Francia. Ante esta agresión, los voluntarios para el alistamiento se multiplican, en dos meses Bas-Rhin puede formar cinco nuevos batallones, y los municipios fronterizos organizan patrullas en las orillas del Rin. El 26 de abril, la futura Marsellesa fue cantada por primera vez en Estrasburgo por su compositor Claude Joseph Rouget de Lisle .
En septiembre de 1792, destacamentos de la Guardia Nacional del Alto Rin tomaron Montbéliard , capital de un condado en la casa de Württemberg. Este mismo mes tiene lugar la batalla de Valmy que ve la victoria de las tropas francesas.

En 1793, los territorios extranjeros encerrados en los departamentos, pertenecientes a la nobleza germánica (los "  príncipes poseedores  "), fueron anexados a Francia por la Convención Nacional . 
Sin embargo, Alsacia está lidiando con serios problemas de suministro, es para resolverlos que el gobierno revolucionario envía a Philippe-François-Joseph Le Bas y Louis Antoine de Saint-Just, quienes aplican drásticas medidas de seguridad pública e instituyen una comisión especial y revolucionaria que castiga implacablemente las faltas. y deserciones (62 condenas a muerte en cuatro meses, por ejemplo). Sin embargo, en octubre, las tropas austriacas rompieron las líneas fortificadas de Wissembourg y Lauter , luego fue el turno de Haguenau de caer. La lucha entre las tropas de la República Francesa y los austro-prusianos finalmente se estabilizó en un frente de Hœnheim - Griesheim-sur-Souffel - Dingsheim , a las puertas de Estrasburgo.
 El saqueo resultante de este avance parece casi un mal menor para las poblaciones frente a la violencia revolucionaria del Terror . Reelaborado por Lebas y Saint-Just y bajo el mando del general Hoche , el Ejército del Rin finalmente logró hacer retroceder a los austro-prusianos hacia Wissembourg en diciembre. Después de las batallas de Wissembourg y Geisberg, Alsacia finalmente estuvo completamente bajo control francés nuevamente en enero de 1794.
El referéndum sobre la Constitución del Año III en 1795 reveló que la moderación ahora prevalece en los cantones alsacianos abrumados por los excesos revolucionarios.
En 1796, las hostilidades se reanudaron esta vez por iniciativa de los franceses: fue en junio cuando se reanudaron los combates en el lado de Alsacia. De hecho, el general Moreau se lleva a Kehl con 70.000 hombres de su ejército de Rhine-et-Moselle . Dos meses después, la Guardia Nacional de Estrasburgo rechaza a los austriacos que intentan retomar Kehl. Tendrán más éxito en diciembre cuando el asedio de Kehl termine con su victoria.
Con la captura de Huningue y Kehl, las tropas austriacas estaban listas para cruzar el Rin de nuevo a principios de 1797. Afortunadamente, el general Napoleón Bonaparte logró obligar a los austríacos a firmar un armisticio en la primavera de 1797. Elecciones para el Consejo de la El directorio hasta el otoño terminó con la elección de un gran número de conservadores, incluso monárquicos. Esta elección se hizo más por cansancio que por elección política real, con una fuerte caída de la participación, que todavía era inferior al 30% de las elecciones de 1795.
En 1798, Mulhouse , entonces aliado de la Confederación Suiza, votó su Reunión en la República Francesa , que tuvo lugar el 4 de enero de 1798, en el momento del Directorio . El Stadtrepublik Mülhausen se convierte en el municipio de Mulhausen . Alsacia es ahora completamente francesa. En el mismo año, la comunidad judía de Dornach escribió el Memorbuch del mismo nombre. Contiene oraciones en memoria de las víctimas de persecución en Alemania, Austria , Bohemia , España , Polonia y Holanda .


El Territorio Imperial de Alsacia-Lorena. 
Wappen des Reichslandes Elsass-Lothringen




(en alemán: Reichsland Elsaß-Lothringen, generalmente Elsass-Lothringen) fue uno de los Reichsland del Imperio alemán, formado en cumplimiento del Acta de delimitación de fronteras del 26 de febrero de 1871, ratificado por el Tratado de Fráncfort de 18 de mayo, con el que se puso fin a la Guerra franco-prusiana de 1871, y se anexionó parte de los territorios de las regiones hasta entonces francesas de Alsacia y de Lorena.

La creación del Reichsland alemán supuso una reorganización territorial en Francia, al incorporarse al Imperio los departamentos de Bajo Rin, en su totalidad, y de Alto Rin, a excepción de la ciudad de Belfort, es decir, el 93 % del territorio de Alsacia, mientras que de la región de Lorena se incorporó el 26 % de su extensión, casi todo el departamento de Mosela, a excepción de algunas de sus comunas, que fueron integradas por la administración francesa en el existente departamento de Meurthe, rebautizado como Meurthe y Mosela. Belfort y sus comunas dependientes pasaron a formar un nuevo departamento con la denominación de Territorio de Belfort.
La integración de la nueva provincia en el Segundo Imperio Alemán, basada en la condición de su carácter germánico según los nuevos administradores, supuso un cambio progresivo en los usos y costumbres de la sociedad, a menudo con la oposición manifiesta de algunos sectores que se aglutinaron en torno al movimiento autonomista que floreció a partir de la década de 1880. En 1911, como resultado de la influencia de los sectores regionalistas, el Reichsland adoptó una Constitución que, ratificada por el Emperador, reconocía una autonomía parcial a la provincia.
Mientras tanto, se había desarrollado en Alemania y Francia un sentimiento nacionalista fuertemente reivindicativo que, en el caso francés, se articuló políticamente en torno al concepto del revanchismo, mientras que en el alemán favoreció la afirmación del pangermanismo, siendo el carácter irreconciliable de ambas posturas una de las causas que desembocaron en la tragedia de la Primera Guerra Mundial.
Con el colapso del Imperio y la abdicación del Emperador Guillermo II en noviembre de 1918, en vísperas del armisticio, una parte de la sociedad –con el apoyo de algunas unidades militares– se unió al movimiento insurreccional de la Revolución de Noviembre y declaró el 11 de noviembre de 1918 la República Independiente de Alsacia y Lorena.
La ocupación progresiva de las ciudades por las tropas francesas disolvió el breve periodo de independencia y reincorporó, a pesar de lo estipulado en el artículo 5.º de la Convención del armisticio, por Decreto del 15 de noviembre la totalidad del territorio a la soberanía francesa, que tomaría el nombre de Alsacia-Mosela.

Reichsland, Territorio Imperial

Tras la Guerra franco-prusiana de 1870-1871, la parte norte de Lorena fue integrada en el nuevo Imperio alemán junto con Alsacia como resultado de la aplicación de los acuerdos de fin de hostilidades a la derrotada Francia.
La integración, que afectaba a las áreas de población germánica, supuso la ruptura de la unidad territorial de las antiguas provincias y así Belfort, hasta entonces parte de Alsacia y su área circundante permanecieron bajo soberanía francesa, siendo organizadas en el nuevo departamento de Territorio de Belfort.
El área anexada correspondía a los departamentos franceses de Bajo Rin (en su totalidad), Alto Rin (excepto la zona de Belfort y Montbéliard), y una pequeña zona en el noreste del departamento de los Vosgos, todos los cuales conformaban Alsacia, y los departamentos de Mosela (cuatro quintos de él) y el noreste de Meurthe (un tercio de Meurthe), que se encontraban en la parte oriental de Lorena.
Los restos del departamento de Meurthe fueron unidos con la parte occidental de Mosela que se había escapado de la anexión con Alemania para constituir el nuevo departamento de Meurthe y Mosela.
La nueva frontera entre Francia y Alemania seguía básicamente la división geolingüística entre los dialectos romances y germánicos, excepto en unos pocos valles del lado alsaciano de los Montes Vosgos, la ciudad de Metz y en el área de Château-Salins (anteriormente en el departamento de Meurthe), que fueron anexados por Alemania a pesar del hecho de que la gente hablaba francés. En 1900 el 11,6 % de la población de Alsacia-Lorena hablaba francés como lengua materna (11 % en 1905, 10,9 % en 1910). El hecho de que pequeñas áreas francoparlantes resultaran afectadas fue usado en Francia para denunciar a la nueva frontera como hipocresía, ya que Alemania los había justificado por los dialectos germanos nativos y la cultura de los habitantes, que estaban presentes en la mayor parte de Alsacia-Lorena. No obstante, la administración alemana fue tolerante ante el uso de la lengua francesa y el francés fue autorizado como lengua oficial y lengua en las escuelas en aquellas zonas donde era hablado por una mayoría (esta política relativamente tolerante contrastó con la política de las autoridades francesas contra el uso del alemán después de la Primera Guerra Mundial).
El Tratado de Fráncfort​ acordado entre el canciller alemán Otto von Bismarck y el jefe de gobierno francés Adolphe Thiers, concedió a los residentes de la región un plazo hasta el 1 de octubre de 1872 para decidir entre emigrar a Francia o permanecer en la región y tener su nacionalidad legalmente cambiada a alemana. Para 1876, cerca de 100 000 (5 %) de los residentes de Alsacia-Lorena habían emigrado a Francia.
Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados de Alsacia-Lorena fueron enviados principalmente al Frente Oriental o a la Kaiserliche Marine (marina imperial) a fin de evitarles posibles confrontaciones con sus parientes en Francia.
En octubre de 1918, la Marina Imperial Alemana, que había pasado la mayor parte de la guerra desde la Batalla de Jutlandia en puerto, fue mandada a combatir, a fin de debilitar a la Armada Real Británica para el tiempo después de la guerra. Sin embargo, los marineros se negaron a obedecer. En ese tiempo, cerca de 15 000 alsacianos y lorenenses habían sido incorporados a la marina imperial. Algunos de ellos se unieron a la insurrección y a la Revolución de Noviembre, y decidieron regresar a su tierra natal para rebelarse contra la monarquía del Emperador.
El 8 de noviembre, la proclamación de una República Soviética en Baviera fue dada a conocer en Estrasburgo, la capital de Alsacia. Al día siguiente, el 9 de noviembre, miles de manifestantes se reunieron en Estrasburgo para aclamar a los primeros soldados que regresaban a sus casas desde el norte de Alemania. Un tren controlado por insurgentes fue bloqueado en el puente de Kehl, y un comandante realista ordenó disparar dentro del tren. Un insurgente fue asesinado, pero sus compañeros tomaron el control de la ciudad de Kehl.

El mismo día, el Kaiser Guillermo II abdicó y Philipp Scheidemann declaró a Alemania una república en un discurso desde el Reichstag.

La región tras la caída del Segundo Imperio Alemán

Ya que Alsacia-Lorena había sido administrada por Berlín y el Emperador, y no tenía un gobierno ni un monarca como otros Estados alemanes, la abdicación del Emperador dejó un vacío de poder incluso mayor.
De forma similar a otras áreas de Alemania, los antiguos marineros crearon un Consejo de Soldados de Estrasburgo y tomaron el control de la ciudad. Se constituyó entonces el consejo de trabajadores y soldados que estaba presidido por el líder de la unión de trabajadores cerveceros. Su lema era: "Ni Alemania ni Francia ni neutrales".
El 11 de noviembre se firmó el Armisticio con Alemania (Compiègne), terminando la guerra. El mismo día, el Régimen de Estrasburgo proclamó la República Independiente de Alsacia-Lorena. El Parlamento se proclamó a sí mismo el "Consejo Nacional de Alsacia-Lorena" y la única autoridad legal de la nación. Al día siguiente, el Consejo Nacional tomó el mando de todas las funciones del Statthalter y de la Secretaría del Estado, y proclamó la soberanía de Alsacia-Lorena. Eugen Ricklin y Jacques Peirotes estaban a cargo.
Sin embargo, la independencia fue muy corta, ya que los franceses ocuparon Mulhouse el 17 de noviembre. Tomaron Colmar y Metz en los días siguientes, y, el 21 de noviembre, las tropas francesas llegaron a Estrasburgo. Después de once días de independencia, Alsacia-Lorena fue ocupada e incorporada a Francia. La región perdió su autonomía recientemente adquirida, regresando al sistema centralizado francés. Fue dividida en los departamentos del Alto Rin, Bajo Rin y Mosela (la misma estructura política que antes de la anexión y como fue creada en la Revolución Francesa, con los límites un poco diferentes).
No obstante, aún hoy en día el territorio disfruta de leyes en ciertas zonas que son significativamente diferentes a las del resto de Francia, por ejemplo, el estatuto de Alsacia-Mosela.
El departamento de Meurthe y Mosela fue mantenido incluso después de que Francia recuperara Alsacia-Lorena en 1919. La región de Belfort obtuvo un estatus especial y no fue reintegrada al Alto Rin en 1919, pero en lugar de eso fue convertida en un departamento en 1922 con el nombre de Territorio de Belfort.
El gobierno francés inició inmediatamente una campaña de "afrancesamiento" que incluía la deportación forzada de todos los alemanes que se habían establecido en la zona después de 1870. Por ese motivo, la población fue dividida en cuatro categorías, que iban de la A a la D. Los periódicos alsacianos escritos en alemán también fueron suprimidos.
Después de que Francia fuera derrotada en la primavera de 1940, el área fue administrada desde Berlín por el Régimen nazi hasta la capitulación en 1945. Durante la ocupación, todos los habitantes de edad militar podían ser llamados al servicio militar obligatorio en el ejército alemán, y en algunos casos dentro de alguna represión contra los ciudadanos franceses durante la Segunda Guerra Mundial (por ejemplo la Matanza de Oradour-sur-Glane).

Muchos jóvenes de Alsacia-Lorena fueron reclutados o se ofrecieron voluntariamente para servir en la Wehrmacht o las Waffen-SS durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando Alsacia-Lorena regresó a Francia después de la guerra, este hecho causó tensiones entre Alsacia-Lorena y otras partes de Francia, llevando a numerosos problemas y recriminaciones.


Joseph Philipp Carl Edler von Stichaner

Wappen der Edlen von Stichaner (Grabstein
des Bruders Philibert, Alter Friedhof Speyer)


Joseph Philipp Carl Edler von Stichaner (1838-1889) fue un alto funcionario del Imperio Alemán, que fue funcionario en Alsacia Lorena.


La reconciliación y la construcción europea

Después de la guerra, Alsacia se recupera rápidamente de las ruinas, impulsada principalmente por su posición geográfica. La amistad franco-alemana por primera vez en la historia establece una paz duradera en la región.

La alternancia de la dominación franco-alemana, el hecho de que la región hubiese estado siempre a la vanguardia de la confrontación de estas dos grandes potencias europeas, el temor constante de la guerra, las medidas tomadas por los franceses y los alemanes para «controlar» a la población alsaciana, las represiones, las depuraciones, las continuas anexiones, las deportaciones, y las penurias en tiempos de guerra han dejado huellas profundas en la población. Por su parte, los Malgré Nous fueron considerados como traidores.
Actualmente, en algunos territorios existen leyes locales que son significativamente diferentes con respecto al resto de territorios de Francia. Se aplica un Derecho Local (en francés : Droit local; en alsaciano : Lokàlracht). Se resume en los siguientes aspectos: el régimen de los cultos, el Derecho laboral local (el mantenimiento de la remuneración en caso de ausencia al trabajo, y el reposo dominical y días festivos), y la legislación social (seguridad social local, ayuda social y farmacias).
En los últimos años, el dialecto alsaciano ha vuelto a ser promovido por las autoridades locales, nacionales y europeas como elemento de identidad cultural. Es enseñado en las instituciones educativas, aunque no es obligatorio, y es considerado como una de las lenguas regionales de Francia. Asimismo, el alemán, es enseñado como lengua extranjera. Sin embargo, en la Constitución Francesa, se considera que la única lengua oficial de la República es el francés.
Con respecto a los territorios que componen Alsacia: Alto Rin y Bajo Rin forman parte de un mismo territorio; por su parte el territorio de Belfort se ha incorporado dentro de la formación Borgoña-Franco Condado.
Como respuesta a una historia a caballo entre Alemania y Francia, se ha fundado el Museo Alsaciano que responde a la voluntad de proteger y hacer visible la identidad alsaciana

FABIOLA DEL PILAR GONZÁLEZ HUENCHUÑIR

1 comentario:

  1. Francia, un pais centralizado, también tiene leyes locales por razones historicas, como alsacia y territorios de ultramar.

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