Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

miércoles, 31 de julio de 2013

168).-El Alma de la Toga (XXIII): DECÁLOGO DEL ABOGADO. a.-


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Paula Flores Vargas;Ana Karina Gonzalez Huenchuñir;  Soledad García Nannig;

la juez Soledad Garcia Nannig

DECÁLOGO  DEL ABOGADO.


En el capítulo final del libro el "Alma de la Toga", a manera de corolario, el autor escribió diez breves y profundas sentencias. Fruto de la experiencia en el foro, estos consejos están dirigidos al profesional del derecho, pero sobre todo, a la juventud deseosa de hacer de la abogacía un camino de vida. Dejemos que don Ángel Ossorio nos las comparta:

“I. No pases por encima de un estado de tu conciencia”.


“II. No afectes una convicción que no tengas”.


“III. No te rindas ante la popularidad ni adules a la tiranía”.


“IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti”.


“V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no consientas ser menos”.


“VI. Ten fe en la razón, que es lo que, en general, prevalece”.


“VII. Pon la moral por encima de las leyes”.


“VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común”.


“IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos”.


“X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu saber”.

Abogados en una sala


Comentario.


El señor  Ángel Ossorio y Gallardo

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aldo ahumada chu han

viernes, 26 de julio de 2013

167).-El Alma de la Toga (XXII): LA MUJER EN EL BUFETE. a.-


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Paula Flores Vargas; Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig;

CAMILA DEL CARMEN GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



23.- LA MUJER EN EL BUFETE.

Dos mujeres requieren especial consideración para el Abogado: la mujer propia y la mujer cliente.
La dulce tiranía femenina, que gravita sobre el hombre e influye en él por manera decisiva --pese a sus alardes de soberanía-- tiene mayor interés en las profesiones que el varón ejerce dentro de su hogar. Un empleado, un militar, un comerciante tiene la vida partida. En su casa están durante horas de dormir , las de comer, y acaso  otras pocas mas.  El resto del día, consagrado a vivir su oficio, lo pasan en un ambiente extraño, sometidos a otras influencias, en necesidad promiscuidad con amigos, compañeros y dependientes; y esa alteración de relaciones hace más  sencillas las obligaciones de los cónyuges, que pueden seguir su vidas respectivas aisladamente y apetecer los momentos de reunión.  

Los literatos, los notarios, los médicos de consulta y no de visita, los abogados, han de fundir en un mismo perímetro las exigencias de su carrera y el desenvolvimiento de su familia, cosas no muy sencillas de armonizar. El bufete es un hogar con independencia de oficina y una oficina con matriz de hogar. Si se advierte la rabieta de los chicos, los mandatos a la servidumbre o ajetreo de la limpieza , pierde el despacho su indispensable tinta de solemnidad y recato, apareciendo comprometidas la serenidad de su destino y la reserva profesional. Si, al revés, no se nota que allí hay, aunque invisible, una familia y no se percibe la magia inconfundible de un alma de mujer, el estudio ofrece fácilmente la sensación de las covachuelas curialescas o de las casas comerciales. Hallar el punto preciso para este condimento  no es  cosa sencilla, y suele estar reservada a seres dedicados.    
Esto en cuando a la exterioridad; que en punto a lo interno, por lo mismo que el Abogado actúa en su casa, la mujer ha de hacérsela singularmente apetecible, para que no corra a buscar fuera de ella el esparcimiento, reputándola lugar de  cautiverio en vez de remanso de placidez.

Un Abogado soltero, por talentudo y laborioso que sea, siempre resultará Abogado incompleto. 
Solo el matrimonio y mas aun la paternidad, y más especialmente todavía el avance en la paternidad misma, nos brindan una comprensión, una elevación, una serenidad que abren las fuentes de lo subconsciente y determinan en los hombres la plenitud de la piedad, de la transigencia, de la efusión. Los grandes dramas familiares, ni suelen ser confiado a quien no fundó familiar , ni, en caso de serlo, llegan a ser totalmente penetrado por el célibe.  Los verá con el cerebro, no con el corazón; y ya he dicho reiteradamente que el cerebro solo en bien pocas cosa para abogar.
La esposa de un intelectual ha de tomar un hondo interés en sus trabajos, reputar su función como admirable y nobilisima, facilitarle el reposo, la calma y los varios elementos accidentales que aquella requiere, auxiliarle hasta donde sus fuerzas lleguen y el esposo necesite, poner deseo en participar de las alegrías como de las depresiones, y, sin embargo, detenerse en el lindero de la curiosidad impertinente, ver los quehaceres de su compañero por la faceta glorificadora y no por el prosaísmo pecuniario, tomando al cerebro masculino y a su ocupación como simples maquinarias de provisión de la dispensa...
Vuelvo a una distinción otras veces expuesta. Los que no ejercen profesiones espirituales pueden pasarle sin compartir con sus compañeras la preocupación profesional....ya que para ellos casi no existe. Mas para quien, por deber continuo, tiene el alma llena de problemas, de obsesiones, de anhelo, de ilusión, no puede haber divorcio más amargo que el de contemplar ajena para todo aquello ¡que es su vida! a la compañera de su transito por el mundo.       
¿Concebís desengaño superior al de un novelista cuya mujer no lea sus novelas? Pues amargura igual sufren el médico y el Abogado cuando tropiezan con mujeres que crían muy bien a los hijos, que administran muy bien la casa, pero que no se   intrigar pocos ni muchos por el éxito de los litigios o por la salud de los enfermos.

Cierto que también hay casos en que la mujer pretende integrarse en las alternativas profesionales del marido y es éste quien la repele diciéndole groseramente:  
"¿Y a ti quien te mete?
¡Las mujeres no entendéis de esas cosas !"
Conste que lo que profieren esta delicada sentencia no son Abogados, sino guarda cantones con birrete.  
Ya iniciada la esposa en los negocios conyugales, hay dos puntos en que su dignidad y su entendimiento quedan puestos a definitiva prueba: en no pretender entrar nunca en el secreto profesional, que los Letrados debemos guardar con máxima intransigencia, y en no encelarse de las demás  mujeres que han de encerrarse con su marido y hacerle depositario de los más íntimos y graves secretos.

Existen señoras que tratan a los clientes, les dan conversación y acaban visitándose con sus familias. ¡No hay bufete que resista la intromisión de tales marisabidillas ! Otras no quieren ni enterarse de que existe el despacho.  A éstas, quien de fijo no las resiste en su marido.

Como este libro va  dedicado a compañeros principiante, les diré que importa mucho para vestir la toga (cuya bolsa, por cierto, debe ser bordada por la novia o la esposa ) casarse pronto y casarse bien.
¿Procedimiento ? Enamorarse mucho y de quien lo merezca.
¿Receta para encontrar esto ultimo? ¡Ah! Eso radica en los arcanos sentimentales. El  secreto se descubrirá  cuando algún sabio atine a reducir el amor a una definición.
 Nada más de la mujer. Vamos con las mujeres. 
Voy a hacer a mis jóvenes lectores una dramática declaración. El Abogado  no tiene sexo. Así, como suena.
Es decir, tenerle sí que le tiene... y, naturalmente, no le está vedado usar de él.  Pero en su estudio y en relación con las mujeres que en él entran, ha de poner tan alta su personalidad, ha de considerarla tan superior a la llamadas de la pasión y al espoleo de la carne, que su exaltación le conduzca a esta paradoja: el Abogado es un hombre superior al hombre.

No  se crea ésta es una postura de asceta presuntuoso o de dogmatizante a poca costa. No. Se pueden cumplir las bodas de plata con el oficio y sentir todavía el habito de la juventud. 
¿No os parece miserable o repugnante el confesor o el médico que se aprovechan de la situación excepcional que su ministerio les procura para plantear una insinuación amorosa a las mujeres que se les descubrieron porque no tenían más remedio que hacerlo así ?

Pues en caso semejante, no es menor  la villanía del Abogado. Si acaso, es mayor, porque suelen quedar en sus manos armas coactivas que los otros no tienen y que hacen que la vileza sea, además, cobarde.  
Se dan casos en que el Abogado no es iniciador del ataque, sino victima de un rapto previamente  concebido por la consultante. El que cae en esta red no se deshonra  por insolente, pero se desacredita por tonto.

Mujer clienta


Sed, pues, castos, jóvenes colegas... si podéis. Y si no, derrochad vuestro conatos amatorios fuera del despacho. Debajo de la toga no se concibe a don Juan Tenorio, sino a don Juan de Lanuza. 

Vera Valdes Francia Carolina. 
No miréis la cara de vuestras clientes. Por hermosas que sean, siempre hay algo más atractivo que examinar en ellas: el juicio.
¿Es por superioridad de inteligencia o de cultura ?
Ciertamente no. Será por intuición nativa, o por tendencia a la desconfianza, o por mayor esmero en la defensa de los intereses... Será por lo que sea, pero es lo cierto que, generalmente, las mujeres dan en todos los asuntos una asombrosa nota de clarividencia. Diríase que olfatean el peligro instintivamente, o que tienen privilegios de adivinación.
Ellas no razonarán el porque de su tendencia; pero cuando dicen que se vaya por aquí o que no se vaya por allá, hay que tomarlo en cuenta con gran esmero porque rara vez dejan de acertar.
Hasta tal punto creo en la influencia, en la saludable influencia de la opinión femenina, que  suele inquirirla aun sin conocer a la mujer. Mas de cuatro veces he sorprendido a un consultante que me confiaba un problema abstruso, preguntándole: 
   "¿Es usted casado ? "
Y añadiendo, ante su respuesta afirmativa: " ¿ Que piensa su mujer de usted. ? " Pasada la estupefacción del primer instante, el consultante reaccionara, hurga en su memoria ¡ y casi siempre se encuentra materia aprovechable en el dictamen femenino!  
Una vez dice la esposa que no se asocie con Fulano, porque no es de fiar, otra, que liquide la industria, porque  necesariamente irá de mal en peor; otra, ceda ante la exigencia de A y no se rinda ante la B; otra, que compre o venda tales o cuales valores.
Casi nunca llega en sus argumentos más allá de me lo da el corazón, ¡pero casi nunca se equivoca!

Consideremos, pues, a todas las mujeres, y reverenciemos de modo expreso a las madres. ¡Oh las madres en el bufete! Dudo que en ninguna otra parte se manifieste con igual intensidad su grandeza moral. Nadie como ellas concibe y disculpa los extravíos;  nadie como ellas se desprende de los bienes materiales; nadie como ellas pelea; nadie como ellas perdona. Quien no ha visto a una madre sostener la posesión de los hijos en medio de un laberinto litigioso, no sabe de lo que una madre es capaz. El ardid, el sacrificio, la abnegación, la violencia, el enredo...todo es para ella hacedero con tal de defender al hijo. Ante su ingenio sucumben los más avisados, ante su energía se rinden los más valerosos. Ni el imperio de la ley, ni la fuerza material de sus ministros valen nada ante una madre. En el curso de nuestra  carrera se denominan muchas dificultades y se vencen muchos adversarios; pero nada se puede frente a las madres. Y lo de menos es que tengan o no tengan razón. ¡Son madres y lo atropellan todo! Si bien se mira, ¿puede haber una razón mayor?   

Algún  colega, con la experiencia de que se suele alardear entre los veinte y los veinticinco años, guiñará el ojo, entre malicioso y compasivo, y preguntara:    
--De modo que, a juicio de este señor, ¿hay que creer en la mujer?

Y este señor le responde con un fervor desbordante:  --¡ Hay que creer ! Porque el desventurado que no crea en la mujer, ¿adonde irá a buscar el reposo del alma? 


Comentario.
CAMILA DEL CARMEN GONZÁLEZ HUENCHUÑIR



El señor  Ángel Ossorio y Gallardo

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miércoles, 17 de julio de 2013

166).-Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y Zaragoza.

Ana Karina Gonzalez Huenchuñir; Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortés Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain;Katherine Alejandra  Lafoy Guzmán;  Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson Gonzalez Urra ; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; Paula Flores Vargas; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán;


Consejo General de la Abogacía Española.



El Consejo General de la Abogacía Española es una corporación profesional de derecho público​ que agrupa a los colegios profesionales de abogados de España. Entre sus funciones, según sus estatutos, destaca la ordenación de la actividad profesional, la defensa del prestigio de la profesión, exigir a Colegios y abogados el cumplimiento de los deberes profesionales y deontológicos, buscar una justicia ágil, moderna y eficaz o evitar el intrusismo laboral.​

El Consejo General de la Abogacía Española, es creado  en 1942, a propuesta de Emilio Laguna Azorín, a la sazón decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, el colegio de abogados más antiguo de España. El Ministerio de Justicia  aprueba las disposiciones legales al año siguiente. En concreto, aprueba el Decreto de 19 de junio de 1943 por el que se crea una primera corporación de colegios de abogados, el Consejo General de los Ilustres Colegios de Abogados de España, desarrollado por Orden Ministerial de 14 de octubre de 1943. 
Se organiza internamente a través de una Junta General, formada por todos los 83 colegios profesionales, que se celebra al menos una vez al año y elige en voto directo y secreto, cada cinco años, a una Junta de Gobierno formada por diez diputados, un Tesorero, un Bibliotecario, un Secretario y regida por un Presidente.
La sede principal del Consejo se sitúa en el edificio conocido como el palacio del Marqués de Alcañices, en el Paseo de Recoletos, 13, de Madrid.

Listado de Colegios de abogados de España.

Existen 83 Colegios de Abogados en España que agrupan en la actualidad a un total de 122.182 abogados ejercientes y 39.786 no ejercientes (datos diciembre de 2009), así como 10 Consejos Autonómicos de Colegios de Abogados.

A CORUÑA
ALAVA
ALBACETE
ALCALA DE HENARES
ALCIRA
ALCOY
ALICANTE
ALMERIA
ANTEQUERA
AVILA
BADAJOZ
BALEARES
BARCELONA
BURGOS
CACERES
CADIZ
CANTABRIA
CARTAGENA
CASTELLON
CIUDAD REAL
CORDOBA
CUENCA
ELCHE
ESTELLA
FERROL
FIGUERES
GIJON
GIRONA
GRANADA
GRANOLLERS
GUADALAJARA
GUIPUZCOA
HUELVA
HUESCA
JAEN
JEREZ DE LA FRONTERA
LA RIOJA
LANZAROTE
LAS PALMAS
LEON
LLEIDA
LORCA
LUCENA
LUGO
MADRID
MALAGA
MANRESA
MATARO
MURCIA
ORIHUELA
OURENSE
OVIEDO S
PALENCIA
PAMPLONA
PONTEVEDRA
REUS
SABADELL
SALAMANCA
SANT FELIU DE LLOBREGAT
SANTA CRUZ DE LA PALMA
SANTA CRUZ DE TENERIFE
SANTIAGO DE COMPOSTELA
SEGOVIA
SEVILLA
SORIA
SUECA
TAFALLA
TALAVERA DE LA REINA
TARRAGONA
TERRASSA
TERUEL
TOLEDO
TORTOSA
TUDELA
VALENCIA
VALLADOLID
VIGO
VIZCAYA
ZAMORA
ZARAGOZA

CEUTA
MELILLA



Ilustre  Colegio de Abogados de Madrid.



 

Primer emblema

El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid es una corporación profesional de derecho público​ que agrupa a los abogados, sean ejercientes o no, cuya principal actividad profesional se desarrolle en la comunidad de Madrid, a excepción de Alcalá de Henares, que cuenta con su propio Colegio. La colegiación es obligatoria.​ Entre sus funciones, según sus estatutos, destaca la ordenación de la actividad profesional, la organización y gestión de los servicios jurídicos gratuitos como el turno de oficio o la asistencia letrada al detenido, promover la imagen de la abogacía así como evitar el intrusismo laboral.​ Fue fundado en 1596 por un grupo de treinta y siete abogados de la Corte de Felipe II.


Hasta el siglo XIX era reconocido como el Colegio de Abogados de la Corte, con una proyección nacional que favoreció la extensión de su modelo organizativo al resto de Colegios creados a partir del siglo XVIII.
Se organiza internamente a través de una Junta General, formada por todos los colegiados, que se celebra al menos dos veces al año y elige en voto directo y secreto, cada cinco años, a una Junta de Gobierno formada por diez diputados, un Tesorero, un Bibliotecario, un Secretario y presidida por un Decano.​ El actual decano es José María Alonso Puig.​ Forma parte del Consejo General de la Abogacía Española que reúne a los Colegios de Abogados de toda España.



Segundo emblema

Historia

Es el tercer Colegio de Abogados más antiguo de España tras los de Zaragoza y de Valladolid.10​ A lo largo del siglo XVI distintos grupos de abogados se reunieron en cofradías de carácter religioso que fueron el antecedente de la corporación; el 13 de agosto de 1595 treinta y siete abogados se reunieron en el convento de San Felipe para fundar la congregación madrileña, si bien no fue oficialmente establecida hasta el 15 de julio de 1596 por una Real Provisión de Felipe II en el que se aprobaban las "Ordenanzas de la Congregación de Abogados de la Corte". Hasta los estatutos de 1732 no se reguló el acceso a la profesión por primera vez y se implantaron los requisitos que ya se venían exigiendo de forma oficiosa desde 1684, como las pruebas limpieza de sangre que no se abolieron hasta 1835 o la obligatoriedad de colegiarse para atender asuntos en la Corte.

Su posición como "Colegio de la Corte" le dio un papel predominante en la profesionalización de la abogacía durante los siglos XVII y XVIII. Sus estatutos de 1732 y la regulación básica de los denominados como abogados de pobres sirvieron como base para la mayor parte de los Colegios que se crearon en este siglo que llegaron a denominarse incluso "como filiales del de Madrid". De esta forma, y al menos hasta el siglo XIX, el Colegio se configuró desde una doble perspectiva: la base asociativa local y una proyección nacional desde el centro de la Corte.

En 1838 se promulgó primera regulación estatal que afectaba por igual a todos los Colegios de Abogados. Los nuevos estatutos de 1838, de cumplimiento para todas las corporaciones del país, simplificaron los requisitos de inscripción: se eliminó cualquier referencia a la genealogía o a la moral de los pretendientes al que se exigía solamente el título de abogado o certificación de pertenecer a otro Colegio. A partir de este momento se desarrollan las instituciones internas del Colegio como las Juntas de Gobierno o las sociedades de socorros mutuos.

 Manuel Cortina.

El desarrollo del Colegio en el siglo XIX se vio determinado por la figura de Manuel Cortina, decano entre 1847 y 1878. Su larga permanencia en el decanato y su actividad política permitieron que el Colegio tuviera un papel destacado en el desarrollo jurídico del régimen liberal español.16​ Asimismo durante su mandato se consolidó el funcionamiento interno de la corporación y se creó, en 1852, la Biblioteca del Colegio.​ A lo largo de todo este periodo destaca la participación de los juristas del Colegio en la labor codificadora iniciada a principios de siglo.
Los estatutos de 1920 se aplicaron solo al Colegio de Madrid por primera vez desde los de 1732. Los nuevos estatutos permitieron la incorporación de las mujeres: Carmen López Bonilla fue la primera en iniciar los trámites, en 1921, si bien no los completó hasta 1930. La primera mujer en incorporarse de forma efectiva en la corporación fue Victoria Kent en 1925.​ Después de la guerra civil y tras el nombramiento de una junta de gobierno provisional por la Falange se llevó a cabo un proceso de depuración que conllevó la expulsión de los desafectos al nuevo régimen. Aunque la junta de la Falange abandono sus funciones en julio de 1939 hasta 1951 no se volvió a elegir al Decano de forma directa por los colegiados. En los años cuarenta la corporación participó en la creación de un organismo que englobara a todos los Colegios de España, lo que se concretó en 1943 con la creación del Consejo General de la Abogacía Española.


En el final de franquismo la corporación también participó en las turbulencias políticas del momento, con una importante participación de colegiados en la oposición antifranquista. El Gobierno franquista llegó a intervenir en 1972 para evitar varias candidaturas a la junta de gobierno del Colegio de opositores como Enrique Tierno Galván, Pablo Castellano o José María Gil-Robles lo que llevó a la suspensión de las elecciones por la retirada del resto de candidatos. Pedrol Rius, que ocupó el cargo de Decano desde 1972 hasta 1992, adaptó las instituciones de la corporación al nuevo marco constitucional.En el mandato de su sucesor Luis Martí Mingarro se aprobaron los últimos estatutos vigentes del Colegio, de 2007.En 2012, Sonia Gumpert Melgosa ganó las elecciones para decana, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar el cargo en la corporación madrileña.
 Durante su mandato se organizó en abril de 2015 el I Congreso de la Abogacía Madrileña​ y se avanzó en la descentralización de la corporación con la apertura de una nueva sede en Móstoles para la zona sur de Madrid.​ 

Imagen corporativa

El primer escudo y sello del Colegio aparece en el siglo XVIII, sin quedar constancia de la fecha exacta de su diseño, si bien se señala un fecha aproximada entre 1732 y 1772, cuando ya aparece oficialmente reflejado en los estatutos. El escudo aparece en la base con una luneta, una media luna con rostro mirando hacia abajo. Sobre esta luneta nace un tronco sin ramas ni raíces sosteniendo un sol con rostro humano rodeado por dos círculos concéntricos. El escudo está timbrado con una corona de nobleza.

Existen dos interpretaciones sobre el sentido del escudo original, denominadas por Eugenio Lostau como popular y erudita.​
La popular y más común entiende que el escudo es una variación del árbol de la ciencia como el abogado, así es "la representación del asunto oscuro que llega al Abogado, quien por su sabiduría lo esclarece, que brilla como el sol, tan claro como el viril en el que se expone la sagrada adoración de los creyentes".​ 
En cuanto a la erudita, se centra más en una análisis heráldico y en el origen del Colegio de Abogados como congregación religiosa; descarta la idea del árbol de la ciencia, sosteniendo "que se trata simplemente de una palmera que representa a la Virgen patrona del Colegio, recordando que el 'Eclesiástico' y el Apocalipsis significan a la Virgen con una Palmera, y que hasta el patrón del Colegio, el olvidado San Ivo de Kermartin, podría estar representado por la Palmera".

El escudo y sello del colegio se mantuvo prácticamente sin alterar hasta los años 2000, cuando se retiró la corona, en un debate sobre su interpretación como mero símbolo monárquico o, como defienden los estudios heráldicos, una representación de la ley. 

En 2014, en el decanato de Sonia Gumpert, se realizó el cambio más profundo, simplificando la heráldica del escudo con la idea de "modernizar y al tiempo respetar el peso institucional e histórico de una marca de más de cuatro siglos de Historia": se restauró la corona, el tronco pasó a ser una columna de corte clásico, se incluye el nombre de la institución y desaparecen las palmas que rodeaban el escudo.
 Al mismo tiempo se adaptó en el borde del escudo el cambio de color corporativo que se reflejó también tanto en la página web como en las comunicaciones internas y externas.

Primera página de la Real Provisión de Felipe II de 15 de julio de 1596 por 
las que se aprueban y confirman las Ordenanzas de la Congregación de
 los Abogados de la Corte.


El Colegio de Abogados ofrece servicios tantos a sus miembros como a la ciudadanía como por ejemplo a través de los servicios de asistencia letrada al detenido y el turno de oficio, sufragado por la Comunidad de Madrid pero gestionado y organizado por la corporación. Los servicios al colegiado incluyen un Centro de Estudios que también realiza cursos externos en colaboración con universidades e instituciones, servicios de deontología, arbitraje y honorarios así como una bolsa de trabajo. Por otra parte dentro de la estructura de la corporación se encuentra la Institución Protectora de Huérfanos de la Abogacía, creada en 1931 siendo decano Ángel Ossorio y Gallardo. En la actualidad su labor de ayuda se realiza de forma conjunta con el Colegio de Procuradores de Madrid y el Colegio de Abogados de Alcalá de Henares. Hasta 2013 se incluía un Servicio Médico propio, pero entre 2011 y 2013 se acordó el traspaso a una mutualidad externa de nueva creación.

Biblioteca
Manuel Cortina y Arenzana (Sevilla, 20 de agosto de 1802-Madrid, 12
 de abril de 1879), fue un político español, de formación abogado.
 Aunque su profesión no era la de militar, participó activamente en 
la Primera Guerra Carlista y otras acciones bélicas en Andalucía, del lado de los liberales.

Fundada en 1852 por el decano Cortina cuenta con más de 115000 títulos en su catálogo. Por su fondo es considerada una de las mayores bibliotecas especializadas en derecho, incluyendo libros de carácter jurídico desde incunables del siglo XVI en adelante. En los últimos años se ha ampliado la adquisición de libros electrónicos y accesos a bases digitales jurídicas. Existe además un Archivo Histórico adscrito a la Biblioteca, conservando documentos desde la fundación del Colegio, especialmente los registros de incorporaciones.


Casa-palacio del Marqués de Portago, Madrid

CAMILA DEL CARMEN GONZÁLEZ HUENCHUÑIR


Casa-palacio del Marqués de Portago es un edificio del siglo XIX, construido por el arquitecto Joaquín Saldaña, arquitecto de moda entre la aristocracia madrileña de finales del XIX y principios del XX, levantó este palacete, cuyo piso principal estuvo destinado a la vivienda del propietario y los superiores a viviendas particulares de gran superficie.
Situado en el Barrio de Salamanca, conocido entonces como el ensanche madrileño, el palacio destaca por sus fuertes influencias de la arquitectura francesa, tan en auge en aquellos años. Entre sus elementos característicos se encuentran sus torreones cubiertos de pizarra y los amplios ventanales rematados en arcos de medio punto y decorados con guirnaldas de piedra.
Tras su restauración por Alvear Criado en 1977, fue convertido en las oficinas de una entidad bancaria y actualmente alberga la sede del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. 

El marquesado de Portago es un título nobiliario español creado el 13 de octubre de 1744 por el rey Felipe V de España a favor de José Gómez de Terán y Delgado, tesorero general de Hacienda y ministro del Consejo.Este título fue elevado a la grandeza de España el 15 de marzo de 1909 por el rey Alfonso XIII de España, siendo marqués de Portago Vicente Cabeza de Vaca y Fernández de Córdoba, senador del Reino, ministro de Instrucción Pública, alcalde de Madrid, etc.



Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza.







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El Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza es el único de los españoles honrado con el título honorífico de "Real" por concesión de Carlos III. Es el más antiguo de los que se tiene conocimiento en España, datando sus primeras Ordenanzas del 15 de mayo de 1578 y existiendo constancia de su origen desde 1399.

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En la mitad del reinado de Jaime I, entre los años 1247 y 1252, se dictaron normas en Aragón dirigidas a regular también la actividad de los abogados, recogidas, de un lado, en los propios Fueros de Aragón, aprobados en Cortes de Huesca y, de otro, en el "Vidal Mayor", debido a la mano del Obispo oscense don Vidal de Canellas. Uno y otro textos forman un marco de obligaciones y prohibiciones de carácter profesional para su actuación ante el tribunal o con relación a sus clientes.

El Fuero primero De Advocatis (Huesca, 1247) deja muy claro el principio de libre designación: "Puede nombrarse abogado para una sola hora, un solo día o para toda una causa". En el Vidal Mayor se describen y condenan conductas reprochables a los abogados, como la colusión o la prevaricación, que pueden suponer la pérdida del oficio y graves sanciones pecuniarias y también se detallan los deberes de cortesía, respeto al Juez, paciencia y recto sentido de la Justicia. La regulación, que se inicia en la mitad del siglo XIII, va a continuar durante los reinados de Jaime II y Pedro IV, ya en la centuria siguiente. Es indudable que el poder real y el del reino quisieron establecer un control sobre el ejercicio de las profesiones jurídicas y fruto de esa presión e interés van a nacer congregaciones profesionales o cofradías que los reúnen.

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A pesar de que en el año 1311 -durante el reinado de Jaime II y en Cortes de Daroca- se aprobara el Fuero único Ut monopolia, et confratiae inter ministrales de caetero non fiant, lo cierto es que las profesiones jurídicas no fueron finalmente afectadas por la prohibición, ya que tanto abogados como procuradores y notarios constituyeron sus propias agrupaciones.

Los abogados de la ciudad de Zaragoza eligieron a un santo bretón Yves de Hélori como patrón y modelo profesional para crear su congregación profesional. Este personaje de noble cuna, nacido en la aldea Ker Martin de la ciudad de Tréguier en 1250, tuvo una cuidada formación, siendo bachiller en Artes por la Universidad de Paris en 1270 e iniciando entonces sus estudios de Teología y Derecho Canónico en las respectivas Facultades de La Sorbona. En estos primeros años de su formación coincide con una de las etapas como profesor de Tomás de Aquino en Paris. Ivo Hélori permaneció allí hasta su marcha a la Universidad de Orléans, donde completó su formación jurídica estudiando especialmente Derecho Civil. En 1279 comienza su labor como Oficial-Juez, primero del Arcediano de Rennes y luego del Obispo de Tréguier en 1281. En 1284 es ordenado sacerdote y después párroco de Trédez, aunque siguió en su labor de Juez eclesiástico hasta el año 1300, en que pidió licencia para dejar su cargo como Magistrado y dedicarse a la defensa de los menos favorecidos.

La actividad de la Cofradía de los Abogados de Zaragoza ha dejado alguna muestra de actuaciones de orden económico y artístico. Así, para financiar su fiesta anual decidió adquirir por 2.200 sueldos jaqueses, el día 4 noviembre de 1545, un censal a la villa de Erla de 110 sueldos dineros jaqueses de pensión anual, escritura que fue intervenida por el Notario de Zaragoza don Juan Díaz de Altarriba Menor, y que se ha podido encontrar y transcribir del Archivo Histórico de Protocolos. La Cofradía-Colegio tenía su sede en el Convento de San Agustín y mantenía una capilla bajo la advocación de San Ivo, con rejado y ornamentos, que en 1649 fue dotada de un retablo y un cuadro del santo tregorrés que supuso un importante desembolso para el Colegio.

La renta censal de la Cofradía en Erla se vino disfrutando al menos hasta 1650, y hasta bien entrado el siglo XVIII los Decanos del Colegio de Abogados seguían participando en la designación de los Capellanes de la Capilla de San Jaime, en Santa María de Bordón.

Los últimos esfuerzos de la investigación llevada adelante han conseguido establecer la identidad de cuarenta Mayordomos o Decanos de la Cofradía-Colegio entre 1550 y 1699; se ha logrado elaborar una relación cronológica de abogados de Zaragoza entre 1467 y 1624 con más de trescientos nombres. Sin embargo, y a pesar de estos avances los Estatutos de la Cofradía y de nuestro antiguo Colegio de los siglos XIV y XVI siguen esperando a ser encontrados en algún archivo civil o eclesiástico entre Zaragoza y Roma.

Ya había practicado, como letrado, años atrás en los tribunales señoriales, incluso cuando era Juez eclesiástico. Como abogado de pobres, viudas y menesterosos creció su prestigio de hombre justo y nació la leyenda, que se incrementó hasta mayo de 1303 momento de su muerte y siguió después. Fue canonizado por el Papa Clemente VI el 19 de mayo de 1347.

La fama y ejemplaridad de Ivo de Tréguier como hombre al servicio de la justicia y de la caridad se extendió por Bretaña y Francia en el siglo XIV, y también llegó a Aragón, posiblemente de la mano de la Orden de los Agustinos que enviaba a sus miembros a estudiar a esas grandes Univerisades. La Orden Agustiniana se había establecido en Zaragoza poco antes de 1260. En el Convento de San Agustín de Zaragoza fue fundada y residió varios siglos la Cofradía de San Ivo, denominada, unas veces de Letrados y otras de Doctores en Leyes y Cánones, y que fue el precedente del Colegio de Abogados. La primera noticia de la existencia de la Cofradía es indirecta, ya que en la guerra napoleónica -enero de 1809- el Convento fue bombardeado y sufrió combates durísimos y un incendio, que acabó con la mayor parte de los archivos, documentos y biblioteca, tanto de esa casa de agustinos como del entonces ya conocido como Real Colegio de Abogados de Zaragoza. Por ello, el hallazgo de documentación del propio Colegio, de los siglos XVII y XVIII en fondos sin catalogar, ha servido para reabrir la investigación debiendo seguir curiosos indicios.

En una pieza testamentaria del matrimonio de infanzones de la villa de Bordón (Teruel), Juan Pérez Usón y Toda Falcón, está la clave de esta noticia. La escritura, otorgada en Bordón ante el Notario de Mirambel Bartolomé de Birat el día 10 de mayo de 1399, contiene la fundación de un beneficio eclesiástico: una capellanía bajo las advocaciones de San Jaime, Santa Lucía, Santa María Magdalena y San Nicolás, en la Iglesia parroquial de Santa María de Bordón, dotada con 450 sueldos jaqueses anuales. Nombran los fundadores a los Patrones de tal capellanía, que deben elegir los sucesivos capellanes que han de disfrutar y servir el beneficio y entre ellos se cita como patrón al Pavostre o Mayordomo de la Cofradía de San Ivo de Zaragoza. Se ha podido comprobar recientemente en el Archivo Diocesano de Zaragoza, a través de documentación procesal del siglo XVI sobre esta capellanía de Bordón, la exacta noticia de la fundación de este beneficio y la actuación de los Mayordomos de la Cofradía de San Ivo de Zaragoza, y después Decanos del Colegio de Abogados, en la elección de los sucesivos capellanes hasta ya entrado el siglo XVIII.

Tuvo relevancia esta Cofradía de Letrados, cuya fecha exacta de fundación todavía es desconocida, pues el día de San Ivo se declaró inhábil y festivo, como ordenó el Fuero único De Feriis bajo Juan II en Cortes de Calatayud de 1461.

placa

Beneficio de Don Juan Pérez de Usson y doña Toda Falcon.

   

       "In Dei nomine Amen. Sea á todos manifiesto, como Nosotros D. Juan Perez Usson, y Dª Toda Falcon, coniuges, estatuimos, y ordenamos de los bienes nuestros designados, nombrados, confrontados, una capellania perpetuamente celebradera en la Yglesia Parroquial de Santa Maria de Bordon de la Diócesi de Zaragoza en asi que de las rentas et emolumentos que de aquellos serán por tiempo vivan et haian vida et sustentacionel clerigo, ó clerigos que aquellas cantarán, et celebrarán et qui sia tenido el Clerigo, que la cantará de sostener, et fer arder una lampara con olio, que arda continuamente en una Capilla, et altar, que Nos de gracias hemos feito, et constituido en la dicha Yglesia de Santa Maria de Bordon, et semblantment sea tenido sostener candela en taula que arda á las horas en el dito altar, el qual Nos en dita capilla hemos constituido, et posado duis las advocaciones de San Jayme, et de Santa Lucia, et Santa Maria Magdalena et de San Nicolau, es sostener el dito altar de los arneses, y cosas necesarias, segun lo trovará arnesado, como Nos y ayamos guarnido aquel, ya de Caliz de plata, et ampollas, ara, ó lapida, corporales, misal, vestiment de fustan blanco, camissa, manipulo, estola, cinta, sudario, sobrepelliz, una casulla, et caxa de almaticas de fustan negro para revestir de difuntis, paños de lino para el altar, sobrecobertor, campanita, blandon que arde de la consagracion finis que el Corpus Christi sea sumido, candelobres, lampeda que iarda continuament, misal, et de todas otras cosas á la dita capilla et altar necesarias, en la qual institucion de presente capellania nuestra ponemos, esleimos, et ordenamos Patrones, et defensores de aquella, es a saber el honrado Don Anton de Castellon, sabio en dreito, vecino de la Villa de Alcañiz et Gracia Perez filia nostra legitima, et Don Juan Morella, Vicario de Villarluengo, Don Domingo Lasmenas, Vicario de Tronchon, et el sobreviviente de qualquiera de Nos, los quales Patrones por Nos esleidos son ausentes, et finidos los dias de los ditos Patrones, y nosotros, esleimos, posamos, y ordenamos Patrones de aquella presente nuestra Capellania los Jurados del Lugar de Bordon, el Vicario de Bordon, qui son, o por tiempo será n, el Prior, o Maioral, ó Pavostre, ó Regidor de la Cofradia de San Tivo de Zaragoza, qui por tiempo será á los quales ditos Patrones nuestros, et á todos ensemble, ó á la maior partida de aquellos damos, et otorgamos todo aquel poder, como Patrones legitimos esleidos de fuero, ó dreito canonico o civil, del uso, ó de la costumbre del Reyno aver puedan, o deven et haian pleno poder de presentar Capellan, ó capellanes a la dita Capellania, et estinguir et cumplir todas las ditas cosas por Nos de part de susos ordenados, á la qual Capellania nuestra damos, y asignamos, et dotamos, et obligamos quatrocientos, et cincuenta sueldos dineros jaqueses de aquellos setecientos cincuenta sueldos que los Jurados de Concello, et Universidad, et singulara de las menas de Cañart, et de la Villa de Castellot nos facem, et son tenidos, et obligados de facer de Cens, et de tributo perpetuo á Nos, et a los Nuestros sobre todos los bienes sitios, et mobles de la dita Universidad et de los singulares de aquella, segun que mas largament parece por Carta publica de vendicion del dito censal por el dito Concello, et Universidad, et de los singulares de aquella á Nos feita, et otorgada en el dito Lugar de las Cuevas á veintiocho dias del mes de Maio anno á nativitate Domini millessimo trecentessimo octuagessimo sexto, et por Matheu Santa Notario publico por todo el Reyno de Aragon.... "

De toda la antigua documentación del Colegio; así como del propio libro de Latassa, resulta que este Colegio se distinguía con el nombre de "Real (título que le concedió Carlos III) Colegio de Abogados de Zaragoza", y más tarde se concedió el título de "Ilustre" a todos los Colegios de Abogados de España.



Tiempo 



Her Grace Margaret Cavendish, Duchess of Newcastle-upon-Tyne.



Retrato de Margaret Cavendish (1617-1673), esposa de William Cavendish (1592-1676)


Margaret Cavendish (1623 -1673), duquesa de Newcastle, fue una aristócrata inglesa, filósofa, poeta, científica, escritora de ficción y dramaturga. Escribió un gran número de obras, en las que deja constancia de su pensamiento liberal y lucha por el reconocimiento de la mujer.
Fue una pensadora epistemologicamente imposible de clasificar. Defendía una teoría que se encontraba entre el racionalismo y el empirismo, las dos corrientes más relevantes de la Edad Moderna.

Biografía

Margaret Cavendish nació como Margaret Lucas en 1623. Sus padres eran Thomas Lucas y Elizabeth Leighton Lucas. Mayor de ocho hermanos, nació en el seno de una familia aristocrática, adinerada y con alto estatus social.
Recibió una educación típica para las mujeres de la época—enfocada en el cuidado del hogar y los niños. Por lo tanto, a pesar de su interés temprano en el estudio, no pudo obtener ningún conocimiento en ciencia, filosofía, latín o griego. No obstante, debido a su estatus, pudo acceder a las grandes bibliotecas privadas de Inglaterra y superar su falta de enseñanza formal en dichos temas. Su hermano John, futuro padre fundador de la Royal Society, fue de gran ayuda en su educación informal puesto que era un estudioso de las ciencias y humanidades.
Tuvo que huir a Oxford con su hermana cuando tenía 17 años por el estallido de la guerra civil inglesa en 1640—mismo sitio donde se encontraban Carlos I y su corte en exilio. Fue dama de la reina Enriqueta María de Francia, acompañándola en su exilio a Francia debido a la derrota de las fuerzas realistas en 1644, viviendo cierto tiempo en la corte de Luis XIV. Alrededor de este tiempo se separa de su hermana por primera vez—un tema que se convertiría recurrente en su literatura. En París, conoció a su futuro esposo y se casó con 22 años en 1655, convirtiéndose en la segunda esposa de Sir William Cavendish, Barón de Ogle, Primer Marqués de Newcastle y posteriormente Primer duque de Newcastle (1592-1676), treinta y un años mayor que ella.
Durante su matrimonio, vivieron en Róterdam y en Amberes, y regresaron a Inglaterra con la llegada de la restauración. Mientras, Margaret Cavendish obtuvo una enseñanza informal de ciencia y filosofía tanto de su marido como del hermano de este, Sir Charles Cavendish.
Era conocida como “Mag Madge” debido a que era una dama bastante excéntrica, según sus contemporáneos, e incluso a veces también la llamaban “la loca Madge”.

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En 1651, Margaret regresó a Inglaterra y durante este periodo escribió su primer libro. Se trata de una colección de poemas titulada Poemas y Fantasías. La publicación de este libro provocó gran número de críticas por parte de la alta sociedad inglesa de la época, que consideraba que una mujer de su clase debía dedicarse únicamente a sus labores; también por su ortografía, así como por su género narrativo, ya que era un estilo caracterizado por la ficción. Además, se le criticó su lenguaje coloquial, ya que tenía un conocimiento del inglés culto algo limitado.
La Restauración de 1660 trajo como premio a la fidelidad a Carlos II de Inglaterra por parte de su marido la conversión de su marquesado en ducado de Newcastle-upon-Tyne.
Interesada en todo tipo de ciencias, fue la primera mujer en ser recibida en la Royal Society de Londres, tras muchos años de desplantes y desprecios hacia su persona. De hecho, sus diversas colecciones particulares (principalmente, de telescopios) estaban mucho mejor provistas que las de la propia institución. Tras una obstinada insistencia, la duquesa consiguió asistir a una sesión de experimentos de Robert Boyle en la Royal Society en 1667.
Tampoco dudó en realizar declaraciones tales como "Las mujeres viven como murciélagos o búhos, trabajan como bestias y mueren como gusanos", a pesar de las críticas, de la presión social y de la política contemporáneas.
Retirada en las posesiones de su marido, en Welbeck Abbey (Nottinghamshire), Margaret Lucas-Cavendish falleció súbitamente el 15 de diciembre de 1673, con tan sólo 50 años y con 14 obras publicadas. Tal era su prestigio, que Carlos II dispuso que fuera sepultada con honores en la Abadía de Westminster (Londres), privilegio que se concedía a los personajes más relevantes del país.
El duque de Newcastle, viudo y aquejado de la enfermedad de Parkinson, moriría tres años después, en 1676, a la edad de 84 años.

Obra

Margaret tuvo gran importancia literaria: fue una autora prolífica que publicó tanto poemas, obras de teatro o críticas literarias como obras sobre filosofía natural. A pesar de las numerosas críticas recibidas nunca abandonó sus ideales; por este motivo no dejó de escribir. Escribió veintidós obras durante su vida. Cabe destacar que Margaret Cavendish introdujo en su obra el diálogo, un recurso que utilizó para que los nuevos conocimientos que iban dirigidos, principalmente, a un público nuevo, calaran y fueran entendidos con claridad. El diálogo permitía seguir con más facilidad las nuevas ideas.
Participó en discusiones sobre la materia y el movimiento, la existencia del vacío, la percepción y el conocimiento. También en la formulación de las primeras teorías moleculares. Llegó a escribir diez libros de filosofía natural (lo que hoy se conoce como Física).
La obra de Cavendish, sin embargo, no se considera actualmente científica al presentar términos obsoletos, como las ideas atomistas de Cavendish, compartidas por la mayoría de sus contemporáneos.  
También se sabe que Margaret Cavendish insistió en poner su nombre y retrato en cada una de sus obras publicadas. Esto lo hacía para dejar constancia de que era una mujer y que era ella la que realizaba dicha obra.
A menudo se considera su obra The Blazing World como la primera novela de ciencia ficción,​ pero no es cierto (la primera es la Historia verdadera de Luciano de Samósata, del siglo II d. C.). También se afirma que es la primera obra firmada por una mujer en toda Europa, lo cual es absurdo: Safo de Lesbos, Santa Teresa de Jesús o María de Zayas son solo algunos ejemplos de autoras anteriores a Cavendish.

Trabajos destacados.

En 1653 realiza la obra Poems and Fancies. Esta obra es una recopilación de varios poemas, epístolas y algunas prosas. Destaca debido a que el principio del libro contiene varios poemas sobre los átomos y explica varios fenómenos naturales. Los otros poemas tienen la vida, la muerte, el amor, etc, como protagonistas.
En 1655 escribe Philosophical and Physical Opinions. En esta obra, Margaret discute la variedad que existe en la naturaleza y la posibilidad de conocer esa naturaleza.
De 1662 es Orations of Divers Sorts. Esta obra es una colección sobre todo aquello que tiene que ver con una sociedad ficticia que está al borde de una guerra civil. El discurso expone los pros y los contras de la paz y de la guerra como son la recaudación de impuestos, la libertad, los robos, etc. Por último, también indaga sobre la posición de la mujer en la sociedad y el porqué de la posición de sumisión que tiene ante el hombre.
En 1664 publica Philosophical Letters. El trabajo presenta la filosofía natural de Cavendish y se relaciona con las ideas de Hobbes, Descartes, Henry More, J.B. Van Helmont y otros filósofos del siglo XVII como Robert Boyle y William Harvey. Por ejemplo, Cavendish analiza sus explicaciones mecánicas de la percepción, la luz y los colores, la opinión de que el movimiento puede transferirse y sus puntos de vista sobre las sustancias inmateriales. También discute los límites del conocimiento humano. El trabajo a menudo se interpreta como una respuesta crítica a estos filósofos.
En 1666 aparece The Blazing World. En ella narra un viaje a un mundo oculto en el interior de la Tierra al que se accedía desde el Polo Norte.
The Life of William (1667) es una biografía de su esposo, William Cavendish, el primer duque de Newcastle. La biografía se hizo muy popular y se reimprimió varias veces.
En 1668 redacta Grounds of Natural Philosophy. Se trata de la tercera edición de Philosophical and Physical Opinions, Cavendish da su visión sobre la filosofía natural y sus implicaciones para una variedad de fenómenos naturales, como la percepción, la reproducción animal y humana, los apetitos y pasiones, los sueños humanos, la enfermedad, etc. También discute fenómenos naturales tales como fuego, mareas, viento, los movimientos de los planetas, etc. La obra incluye cinco apéndices sobre los temas de los espíritus inmateriales, la posibilidad de otros mundos, etc.

Relación de obras.

Entre sus catorce obras, destacan:
  • Poems and Fancies, 1653
  • Philosophical Fancies 1653.
  • The World’s Olio, 1655.
  • Philosophical and Physical Opinions, 1655
  • Nature’s Pictures drawn by Fancy’s Pencil to the Life, 1656
  • A True Relation of my Birth, Breeding, and Life, 1656 (autobiografía)
  • Playes & Orations of Divers Persons, 1662
  • Orations of Divers Sorts 1662.
  • Philosophical Letters, 1664. En ellas rebate todo el Leviathan de Hobbes.
  • The Blazing World, 1666 (traducido como El mundo resplandeciente)
  • The Convent of Pleasure.
  • The Life of William Cavendish, 1667 (biografía de su marido)
  • Observations upon Experimental Philosophy, 1668
  • Grounds of Natural Philosophy, 1668, obra en la que refuta todo el pensamiento racionalista de Descartes.

Margaret Cavendish: la duquesa filósofa que escribió ciencia ficción y retó a los sabios del siglo XVII.


Arms of Lucas of Little Saxham, Suffolk and Shenfield,
 Essex: Argent, a fess between six annulets gules


A contracorriente del pensamiento dominante, esta mujer del siglo XVII defendió que la razón no era exclusiva de los hombres y se abrió paso en el mundo del conocimiento sin pedir permiso.

Eugenio Manuel Fernández Aguilar
Físico, escritor y divulgador científico. Director de Muy Interesante Digital
Creado: 27.07.2025

A lo largo de la historia, muchas mujeres se vieron obligadas a esconder su inteligencia tras pseudónimos o el anonimato. Pero Margaret Cavendish, duquesa de Newcastle-upon-Tyne, se negó rotundamente a eso. Escribió bajo su propio nombre, firmó con orgullo, se retrató en sus portadas y expresó ideas que incomodaron a científicos, filósofos y moralistas. Nacida en la alta nobleza inglesa, decidió que su voz merecía ser escuchada y, para lograrlo, utilizó lo único que no podían arrebatarle: su pluma.
Cavendish fue una de las primeras mujeres que se atrevió a teorizar públicamente sobre ciencia, filosofía, literatura y poder, temas reservados casi exclusivamente a los hombres. También fue una de las pioneras de la ciencia ficción, con su obra The Blazing World, publicada en 1666. Su legado, que durante siglos fue subestimado o ridiculizado, ha resurgido en tiempos recientes como un ejemplo temprano y extraordinario de pensamiento femenino audaz y creativo.

Orígenes nobles y una educación singular.

Margaret Lucas nació en 1623 en Colchester, Essex, Inglaterra, siendo la menor de ocho hermanos. Su padre, Sir Thomas Lucas, falleció cuando ella era niña, y su madre, Elizabeth Leighton, crió sola a la familia, una rareza en la época. Aunque Margaret no recibió una educación formal como sus hermanos, tuvo acceso a libros, tutores particulares y tiempo para la lectura y la observación, lo que formó la base de su curiosidad intelectual.
De niña, ya mostraba una actitud introspectiva, y su carácter reservado la acompañaría durante toda su vida. En su autobiografía A True Relation of My Birth, Breeding, and Life, ella misma describe su timidez como una forma de “melancolía”, que a veces se expresaba con palidez, tartamudeo y ansiedad social.
En su adolescencia, entró como dama de compañía al servicio de la reina Henrietta Maria, acompañándola al exilio en Francia durante la guerra civil inglesa. Allí comenzó a tener contacto con círculos intelectuales europeos y conoció al que sería su esposo.

Un matrimonio poco común: amor y colaboración intelectual.

En 1645, Margaret se casó con William Cavendish, entonces marqués de Newcastle y militar realista. Él ya tenía hijos de un matrimonio anterior y era considerablemente mayor que ella, pero compartían una fuerte afinidad intelectual. William fue su mayor defensor y, lejos de eclipsarla, la animó a publicar y desarrollar su pensamiento.
Tuvieron una relación basada en el respeto y la colaboración. Margaret decía que él era el único hombre del que se había enamorado, no por su estatus ni fortuna, sino por su “mérito y virtud”. Aunque no pudieron tener hijos, ambos valoraban más sus intercambios intelectuales que la expectativa de una descendencia.
Durante el exilio de la pareja, primero en París y luego en Amberes, Margaret escribió intensamente. Cuando regresaron a Inglaterra tras la Restauración en 1660, ella ya había publicado varios libros.

Obra filosófica y literaria: escribir como forma de existir

Margaret Cavendish escribió con una libertad que desconcertaba a muchos. Firmó más de 21 obras originales, entre poesía, tratados científicos, novelas utópicas y obras de teatro.
Algunos de sus títulos más destacados incluyen Poems and Fancies (1653), Philosophical and Physical Opinions (1655), Observations upon Experimental Philosophy (1666) y The Description of a New World, Called the Blazing World (1666), considerada una de las primeras novelas de ciencia ficción.
En su escritura, mezclaba ciencia con fantasía, filosofía con ficción, y siempre encontraba espacio para reflexionar sobre el rol de las mujeres. No tenía formación científica formal, pero eso no le impidió debatir ideas de grandes pensadores como Descartes, Hobbes y Boyle. Incluso asistió a una sesión de la Royal Society en 1667, algo impensable para una mujer en ese momento.
Su filosofía proponía que toda la materia estaba viva y dotada de razón. Rechazaba la visión mecánica del universo y apostaba por un modelo vitalista, donde incluso los elementos inertes tenían voluntad. Estas ideas fueron criticadas, pero también fascinantes por su originalidad.

La Blazing World y la ciencia ficción feminista.

Entre todas sus obras, The Blazing World destaca no solo por su calidad literaria, sino por su carácter visionario. En ella, una mujer viaja a un mundo paralelo y se convierte en emperatriz, rodeada de animales-hombres que la sirven y la obedecen. A través de este mundo imaginario, Cavendish critica el papel subordinado de la mujer en la ciencia y el poder, y se proyecta como “Margaret la Primera”, una versión idealizada de sí misma con autoridad absoluta.
Esta obra ha sido considerada una de las primeras piezas de ciencia ficción escrita por una mujer, y ha sido reivindicada por estudios feministas contemporáneos como un ejemplo temprano de literatura especulativa con conciencia de género.

Estilo, fama y excentricidad

Cavendish era consciente de su singularidad. En sus textos reflexiona sobre su forma de vestir, de pensar y de expresarse, asegurando que quería ser diferente. “No me gusta llevar lo que otras mujeres llevan”, decía. También admitía su deseo de fama, algo inusual para las mujeres de su tiempo. Creía que no era un defecto querer ser recordada, sino una forma legítima de aspirar a la inmortalidad.
Su estilo era a menudo desordenado, confuso y redundante, pero también apasionado, curioso y lleno de metáforas vivas. Algunos contemporáneos la despreciaban: el escritor Samuel Pepys la llamó "ridícula", y otros la acusaban de vanidad. Sin embargo, también tuvo admiradores como John Dryden y Constantijn Huygens.

Últimos años

Margaret Cavendish murió el 16 de diciembre de 1673 en Londres, a los 50 años. Fue enterrada con honores en la Abadía de Westminster, un privilegio reservado a grandes figuras públicas. Su esposo, William, mandó erigir un monumento en su honor, con una inscripción que la celebraba como “virtuosa y valiente”.
Durante siglos, su figura cayó en el olvido o fue considerada un caso curioso más que una mente brillante. Solo a partir del siglo XX, y especialmente con el auge de los estudios de género y literatura, se ha comenzado a valorar su audacia intelectual.
En los últimos años, su obra ha sido reeditada, adaptada al teatro y objeto de estudio en universidades de todo el mundo. Hoy se reconoce que Cavendish no solo fue una escritora extraordinaria, sino una precursora del pensamiento moderno, capaz de cuestionar desde la aristocracia los dogmas científicos, filosóficos y sociales de su tiempo.




 
Frases de Margaret Cavendish.

El amor y la amistad son los dos apoyos principales de la felicidad del ser humano.

La libertad de expresión es vital para el progreso humano.

La imaginación es el puente que conecta lo posible con lo imposible.

La ciencia sin ética es simplemente conocimiento vacío.

La curiosidad es el alimento de la mente.

Fortalezca su mente en cualquier momento y lugar.

La verdadera grandeza no está en el poder, sino en la perspectiva.

Un buen libro es como un espejo que refleja el alma.

Los sueños son el lenguaje del subconsciente, escuchemos atentamente.

La naturaleza es el más sabio de los maestros.

Margaret Cavendish

La paciencia es la piedra angular de la sabiduría.

La pasión y la creatividad son los motores del arte.

El tiempo no es una medida absoluta, sino relativa a nuestra percepción.

La honestidad es la base de cualquier relación duradera.

La esperanza es la llama que nos guía en los momentos oscuros.

La felicidad no se encuentra en las cosas materiales, sino en las experiencias.

Margaret Cavendish

El conocimiento es el arma más poderosa que tenemos.

La belleza está en los ojos del que mira.

La confianza es el cimiento de cualquier relación exitosa.

La naturaleza es un libro abierto, sólo tenemos que leerlo.

El arte nos permite ver el mundo desde una perspectiva diferente.

La razón y la intuición deben trabajar juntas para tomar decisiones informadas.

El viaje de la vida es tan importante como el destino final.

La justicia no puede existir sin empatía.

El equilibrio es la clave para una vida armoniosa.

La verdadera belleza está en la diversidad.

La pasión por el conocimiento nos hace humanos.

El respeto es la clave para una convivencia pacífica.

La vida es una obra de arte en constante evolución.

El coraje es la fuerza que nos impulsa a superar los obstáculos.

El amor es el lazo invisible que une a la humanidad.



Poemas de Margaret Cavendish.

Un mundo hecho de átomos

Pequeños átomos pueden hacer un mundo de sí mismos
y de cada figura, al ser tan tenues;
y mientras danzan por todas partes, encuentran lugares apropiados
cuyas formas, como mejor coincidan, forjan a cada especie,
como cuando construimos una casa de piedra y de ladrillo
colocándolos uno a uno, de manera regular:
y cuando encontramos una grieta, ya sea grande o pequeña,
buscamos piedras para cubrir ese espacio por completo.
Pues, mientras no calcen, por ser demasiado grandes o pequeñas
se desmoronan y no pueden sostenerse para que las veamos.
Cuando danzan, los átomos encuentran un lugar apropiado,
ahí persisten, yacen cercanos y rápidamente se unen.
Los que no son apropiados forman un resto que vaga por todas partes,
nunca se separan, hasta que los expulsan.
Así, por sus movimientos y sus formas,
son como algunos trabajadores aptos para otros cambios.
Y así, por azar, puede crearse un nuevo mundo…
u otro predestinado para labrar mi destino.

A World made by Atomes

Small Atomes of themselves a World may make,
As being subtle, and of every shape:
And as they dance about, fit places finde,
Such Formes as best agree, make every kinde.
For when we build a house of Bricke, and Stone,
We lay them even, every one by one:
And when we finde a gap that’s big, or small,
We seeke out Stones, to fit that place withall.
For when not fit, too big, or little be,
They fall away, and cannot stay we see.
So Atomes, as they dance, finde places fit,
They there remaine, lye close, and fast will sticke.
Those that unfit, the rest that rove about,
Do never leave, untill they thrust them out.
Thus by their severall Motions, and their Formes,
As severall work-men serve each others turnes.
And thus, by chance, may a New World create:
Or else predestined to worke my Fate.

 

De átomos aéreos

Los átomos largos, que producen las corrientes de aire,
son huecos, por lo que toman la suave forma del aire.
Esto hace que el aire y el agua nunca coincidan
porque ambos están en el vacío.
Pues los átomos de aire están hechos como tubos,
y los átomos de agua, circulares, parecen un cimbal.
A pesar de que uno es largo y el otro circular,
aún en medio se puede encontrar un vacío.
Lo que nos hace pensar que el agua se vuelve aire
y el aire suele transformarse en agua.
Como dos gemelos, que son a menudo confundidos,
porque su vacío hace a ambos suaves.

Of Aiery Atomes

The Atomes long, which streaming Aire makes,
Are hollow, from which Forme Aire softnesse takes.
This makes that Aire, and water neer agree,
Because in hollownesse alike they be.
For Aiery Atomes made are like a Pipe,
And watry Atomes, Round, and Cimball like.
Although the one is Long, the other Round;
Yet in the midst, a hollownesse is found.
This makes us thinke, water turnes into Aire,
And Aire often runs into water faire.
And like two Twins, mistaken they are oft;
Because their hollownesse makes both them soft.

 

Del tamaño de los átomos

Cuando digo pequeños átomos, tan pequeños como puedan ser,
me refiero a la concordancia entre la cantidad, calidad y el peso,
no por su figura, pues algunos pueden parecer
más grandes y otros más pequeños: así
el agua fluye y el hielo es sólido,
aunque el peso sea similar y el volumen no sea el mismo.
Así algunos átomos son suaves, otros más compactos
de acuerdo a la figura de cada uno.
Los átomos circulares y largos son huecos, más quietos
que los planos o puntiagudos, pues ellos son más compactos:
al ser huecos, se expanden de manera más fina,
que otros átomos que se encuentran demasiado cerca:
y los átomos que son finos se aproximan demasiado,
pues aquellos que están más cerca son más rígidos.

The Bignesse of Atomes

When I say Atomes small, as small can bee;
I mean Quantity, quality, and Weight agree
Not in the Figure, for some may shew
Much bigger, and some lesser: so
Take Water fluid, and Ice thats firme,
Though the Weight be just the Bulke is not the same.
So Atomes are some soft, others more knit,
According as each Atome’s Figured;
Round and Long Atomes hollow are, more slacke
Then Flat, or Sharpe, for they are more compact:
And being hollow they are spread more thin,
Then other Atomes which are close within:
And Atomes which are thin more tender far,
For those that are more close, they harder are.

 

De la sutileza del movimiento

Podríamos conocer los diversos movimientos de la vida,
las sutiles sinuosidades y las maneras en que se desplazan:
debemos adorar más a Dios y no entrar en conflicto,
cómo ellos lo hicieron y cómo este buen Dios puede hacerlo.
Pero nosotros nos movemos en la ignorancia
para conocer los fines y cómo empezaron al principio.
Pasamos la vida que nos dio el Dios de la Naturaleza
para adorarlo con sus maravillas,
con improductivos, vanos e imposibles pasatiempos
en escuelas, lecturas y querellantes disputas.
Pero nunca le agradecemos lo que ha hecho con nosotros,
orgullosos, como pequeños dioses, tal como nos consideramos.

Of the Subtlety of Motion

Could we the severall Motions of Life know,
The Subtle windings, and the waies they go:
We should adore God more, and not dispute,
How they are done, but that great God can doe’t.
But we with Ignorance about do run,
To know the Ends, and how they first begun.
Spending that Life, which Natures God did give
Us to adore him, and his wonders with,
With fruitlesse, vaine, impossible pursuites,
In Schooles, Lectures, and quarrelling Disputes.
But never give him thanks that did us make,
Proudly, as petty Gods, our selves do take.

 

* Poemas pertenecientes a Poemas atómicos, de Margaret Cavendish; edición, traducción y prólogo de Lucas Margarit (Santiago de Chile, Descontexto, 2021).






William Cavendish, I duque de Newcastle-upon-Tyne (Yorkshire, 6 de diciembre de 1592-Nottinghamshire, 25 de diciembre de 1676) fue un erudito inglés perteneciente a la aristocracia, que fue poeta, jinete ecuestre, dramaturgo, espadachín, político, arquitecto, diplomático y militar. Nacido en el seno de la rica familia Cavendish, en Handsworth en el condado de Yorkshire. La familia de William tenía una buena relación con la Casa de Estuardo, la monarquía reinante y comenzó a amasar fortuna después de ser investido como caballero de la antigua Orden del Baño y pronto heredó de su padre fincas en el norte de Inglaterra. Entró en la órbita del rey Jacobo I de Inglaterra como cortesano, para más adelante, entablar amistad con su hijo, el futuro Carlos I de Inglaterra y su esposa Enriqueta María de Francia a quienes sirvió de anfitrión en banquetes lujosos y profusos festines. 
Se le asignó el título de marqués de Newcastle-upon-Tyne, de nueva creación, y se le encargó la educación del hijo de la pareja real, el futuro Carlos II de Inglaterra. Cavendish fue un acérrimo monárquico, como así lo demuestra la financiación al rey en su guerra de los obispos y posteriormente durante la guerra civil inglesa, donde fue nombrado general para la lucha en el norte de Inglaterra contra los parlamentarios. Después de la derrota en la batalla de Marston Moor, Cavendish se autoimpuso el exilio, del que sólo regresó con la Restauración, momento en el cual se le reconoce su lealtad, creándosele el título de duque de Newcastle-upon-Tyne.

Familia

Descendiente de la famosa familia Cavendish, hijo de Sir Charles Cavendish y Catherine Ogle (hija del VII barón Ogle. Por el lado paterno de su familia, los abuelos fueron Bess de Hardwick y el cortesano William Cavendish. Poco después del nacimiento de William, su único hermano, Charles, vino al mundo (aunque no se conoce exactamente cuándo). Fueron educados en la universidad de Cambridge, más concretamente en St John's College.

Newcastle upon Tyne, conocida comúnmente como Newcastle, es una ciudad y distrito metropolitano del condado de Tyne y Wear, en la región Nordeste de Inglaterra (Reino Unido), situada a orillas del río Tyne.