Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

domingo, 29 de junio de 2014

196).-Roger Casement: humanista, mártir y nacionalista irlandés.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;Nelson gonzalez Urra ;Ana Karina Gonzalez Huenchuñir;  Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; 



“I am proud to be a rebel and shall cling to my rebellion with
 the last drop of my blood”. 
Roger Casement


Roger David Casement  (en irlandés: Ruairí Mac Easmainn; Sandycove, cerca de Dublín, Irlanda, 1 de septiembre de 1864-Londres, 3 de agosto de 1916) fue un diplomático irlandés que militó activamente en la causa del nacionalismo irlandés.
Es famoso por su actividad contra los abusos del sistema colonial en el Congo y en la Amazonia, así como por sus negociaciones con Alemania inmediatamente antes del Levantamiento de Pascua en Irlanda. Descubierto y detenido por las autoridades británicas en 1916, fue acusado de traición y condenado a la pena capital. 
Su padre, el capitán Roger Casement del Regimiento de Dragones (del Rey) , era hijo de un mercader naviero de Belfast en bancarrota , Hugh Casement, que más tarde se mudó a Australia. Su madre de Roger, Anne Jephson (o Jepson), de una familia anglicana de Dublín.



El 3 de agosto de 1916, Roger Casement fue ahorcado en la prisión londinense de Pentonville cuando tenía 51 años. En Europa, los relatos históricos siguen siendo nacionales y por eso la figura de Casement, que varios autores insisten en calificar de “romántica”, no es tan conocida como en su país natal, Irlanda.
Diversas peculiaridades y su trayectoria personal convierten a Casement en una figura histórica de gran interés. En el mundo de lengua española, un libro, “El sueño del celta” (2010), de Mario Vargas Llosa, rescató la memoria de Casement. Merece la pena recordarlo, el libro y la memoria del héroe irlandés, quien tuvo una muerte horrible y fue ejecutado en unas circunstancias muy sórdidas. La suya fue una ejecución más en la serie trágica que siguió a la rebelión irlandesa de 1916, la llamada “sublevación de Pascua”. Quince destacados líderes de la rebelión habían sido ejecutados antes, entre el 3 y el 12 de mayo de 1916; entre ellos, James Connolly, a quien el mando militar británico ordenó atar malherido a una silla antes de fusilarlo.
Para la mayoría de los habitantes de Irlanda, la Rebelión de Pascua había sido una más en la historia de las revueltas irlandesas contra el gobierno británico, periódicas a lo largo de siglos. Pero la inhumanidad inflexible y brutal con la que el poder de Londres llevó a cabo aquellas ejecuciones favoreció una rápida evolución emocional hacia la causa de los rebeldes. Los ejecutados se convirtieron en mártires de la causa republicana irlandesa.
Así que la de Casement no fue sino la ejecución número 16, aunque tuviera lugar –singularizada- meses más tarde que las de sus compañeros de infortunio.
Algunas instituciones internacionales y diversos intelectuales, como el poeta William Butler Yeats o los también escritores Arthur Conan Doyle y George Bernard Shaw, pidieron clemencia para el acusado Casement, quien estaba enfermo de malaria. También se pronunciaron a su favor el Vaticano, el Senado de los Estados Unidos de América y casi una treintena de parlamentarios británicos.

El juicio contra Roger Casement duró únicamente cuatro días. Tuvo una amplia repercusión en la prensa de entonces.
La condena se apoyó en una ley medieval bajo la acusación previa de “alta traición”. Lo condenaron a muerte “por una coma” del articulado de una ley de 1351 que –como es lógico desde el punto de vista histórico- estaba escrita en francés normando. De ahí, la polémica por la coma maldita en una frase jurídica que hubo que traducir al inglés moderno para que produjera el efecto deseado por la acusación.
El fiscal que lo acusó fue Frederick Edwin Smith, conservador inglés, amigo de los unionistas norirlandeses y enemigo declarado de la independencia de Irlanda. Smith no sólo acusó de traidor a Casement, sino que contribuyó a lanzar una sucia campaña de desprestigio contra él por su homosexualidad (entonces socialmente rechazable y legalmente punible). Esa campaña tuvo como objetivo desviar las simpatías que Casement despertaba entre amplios sectores de la opinión no sólo de Irlanda, sino también de la propia Gran Bretaña.
Mediante aquellas intrigas siniestras, también querían hacer olvidar dos características de Roger Casement: su carrera diplomática y administrativa, dentro del marco del funcionariado colonial británico, y sus denuncias de diversas brutalidades de las que había sido testigo.

Tras trabajar en una empresa comercial británica (desde los 15 años) con intereses en aquel continente, fue enviado a África. Su curiosidad imbatible, le llevó a aprender varias lenguas africanas. Más tarde, en 1892, entró en el servicio colonial británico, donde ejerció diversos cargos diplomáticos.

Entonces, publicó un informe de 60 páginas –algunos lo consideran un investigador y reportero eficaz- en donde ofrecía los detalles del trato brutal que sufrían los trabajadores congoleños, y la población nativa en general, bajo el dominio de Leopoldo II, rey de los belgas. En sus escritos no hay sensacionalismo, sino reflejo de lo que veía y analizaba. En Sudáfrica, criticó a los boers por su forma de tratar a los habitantes negros del país; pero luego hizo lo mismo con sus conciudadanos británicos. Pocos años después, una comisión parlamentaria belga confirmaría lo referido en el informe Casement. Y parte de esa experiencia sería compartida y aprovechada por su amigo y escritor Joseph Conrad, quien –sin embargo- se negó a pedir clemencia por él cuando Casement fue juzgado.
En 1911, había obtenido el título de Sir por sus servicios en la Administración imperial. Era hijo de padre inglés, protestante y militar, y madre católica irlandesa. Huérfano de ambos cuando era un niño, lo criaron unos parientes como católico (su madre le había bautizado en secreto). Entonces, las discriminaciones por esa pertenencia comunitaria persistían en Irlanda. De modo que puede que fuera por esas circunstancias, por lo que Casement se inclinó siempre más tarde por los más explotados de la sociedad. Además de su informe del Congo, es conocido por haber hecho otro –cuando era cónsul en Perú- sobre las condiciones de los trabajadores indígenas en las plantaciones de caucho del río Putumayo. Algunos reportajes de denuncias en el mismo sentido tienen firmas que pueden esconder la autoría de Casement, ya que él como diplomático no podía asumir aquellas denuncias públicas. Su informe oficial, hecho público en 1912, tuvo un gran impacto en varios países.

Se retiró definitivamente en agosto de 1913, aunque ya lo había hecho parcialmente unos años antes. Depresivo, desilusionado y distante de las instancias oficiales, se unió a los Irish Volunteers tres meses después. Esos Voluntarios Irlandeses eran una organización paramilitar, vinculada a los grupos nacionalistas irlandeses, que surgió como autodefensa frente a los Ulster Volonteers, grupo paramilitar protestante norirlandés.
Casement terminaría sus días como un héroe trágico, como una víctima tanto de la represión política como del odio dominante hacia los intelectuales homosexuales de la época victoriana. Su inteligencia y valor escondían su fragilidad existencial. La acusación contra él utilizó un documento privado: los llamados Black Diaries, donde se supone que Casement había reflejado su vida sexual. Aunque fueron utilizados por el acusador público, y se filtraron extractos de esos textos para intoxicar a la opinión pública, los Black Diaries no fueron desclasificados por el Reino Unido hasta 1959.

La intención clara fue mostrarle antes los lectores de periódicos como “un degenerado” para restar simpatías a su causa personal y la de los rebeldes irlandeses. Ha existido una polémica sobre la verdadera autoría de esos diarios, pero durante los últimos años parece aceptarse que son auténticos. Lo importante es que los servicios británicos utilizaron su vida privada contra él, como lo hicieron en otros casos con figuras del nacionalismo irlandés.

Durante la I Guerra Mundial, Irlanda vivió las turbulencias de quienes favorecían o se oponían al reclutamiento de irlandeses para luchar con las tropas británicas en las trincheras de Europa. Fue en ese contexto en el que Roger Casement ayudó a crear los Irish Volunteers, que estaban por la independencia y contra la participación en la Gran Guerra.

Se encargó de viajar secretamente a Alemania para conseguir armas para los rebeldes de su isla de origen. Fue capturado tras desembarcar de un submarino alemán en una playa irlandesa del condado de Kerry (suroeste de Irlanda). Faltaban pocos días para la fecha fijada por los líderes de la rebelión para empezar las hostilidades contra el poder británico. Intentó en vano convencer a sus compañeros de que los preparativos y el armamento de que disponían eran insuficientes. Quiso detener la revuelta en marcha, pero no lo logró.

Pereció en la horca, como si fuera un vulgar malhechor, y no fusilado como James Connolly y otros rebeldes irlandeses.
En 1965, la República de Irlanda repatrió sus restos, que seguían en territorio inglés. La ciudad de Dublín vivió una gran ceremonia pública, con presencia de multitudes en las calles, en una serie de actos de homenaje encabezados por el presidente Éamon de Valera, único líder de la Rebelión de Pascua que aún seguía vivo. Hoy, 3 de agosto de 2016, y cuando acabo de escribir estas líneas, leo que ciudadanos congoleños residentes en la República de Irlanda se han sumado a los actos de memoria que recuerdan la figura de Roger Casement, aquel rebelde humanista que fue ejecutado hace cien años.




Juicio y apelación.









Historia de Irlanda Contemporánea, y Independencia de corona Británica  

En 1800, los parlamentos de Irlanda y de Gran Bretaña decidieron unirse en lo que se denominó el Acta de Unión. Ese año se eliminó la legislatura irlandesa y emergió el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Después de un fallido intento, la ley que promulgaba la unión fue finalmente sancionada en el parlamento irlandés, si bien tras un soborno masivo a los miembros de ambas cámaras, a quienes les fueron otorgados títulos de nobleza británicos, tierras y otras prebendas.
Parte de la atracción de la Unión para los católicos fue que prometía la abolición de las leyes penales que discriminaban en su contra y otorgaba su emancipación civil y participación en el parlamento británico con 100 comunes. Sin embargo, el rey Jorge III bloqueó dicha emancipación con el argumento de que este acto iría en contra de su juramento de defender la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo bajo el liderazgo de Daniel O'Connell dicha emancipación se logró en 1829, lo cual permitió a los católicos formar parte del parlamento. Más tarde, O'Connell trató de restaurar un gobierno irlandés independiente, rechazando el Acta de la Unión, lo cual no logró.
Durante el siglo XIX Irlanda experimentó alzas y bajas en el plano económico; desde un "boom" durante las Guerras Napoleónicas bajando a severas crisis entre las que se cuentan una serie de hambrunas, de las que la peor, fue la acaecida entre 1846-1848, en la cual un millón de personas murieron, y otro millón se vio obligado a emigrar.
Los problemas económicos provenían principalmente de lo pequeño que eran el tamaño de las tierras cultivadas. De hecho, la ley, y la tradición social causaron el problema; al conceder a todos los hijos ser herederos de iguales porciones de tierra, lo cual ocasionaba una continua reducción del tamaño de las huertas. Al punto que una cosecha de patatas era únicamente suficiente para alimentar una familia y sólo podía recogerse una vez al año. Además, existían muchas tierras mal administradas por latifundistas que estaban ausentes la mayor parte del año.
Cuando en 1846 se produjo una plaga que arruinó la cosecha de patata, la mayor parte de la población rural se quedó sin alimentos. Lamentablemente, los políticos británicos, como el Primer Ministro Robert Peel, seguían en aquel entonces un estricta política de "laissez-faire", la cual estaba en contra de cualquier intervención del estado en materia económica. Mientras se recaudaban enormes sumas de dinero por individuos para socorrer a las víctimas de ésta catástrofe, la Reina Victoria sólo aportó el equivalente de 100.000 dólares. La situación fue tan grave que provocó la desaparición de obreros del campo.
La hambruna produjo la primera emigración masiva a los Estados Unidos, y también a Inglaterra, Escocia, Canadá y Australia. Esto, a su vez, ocasionó una larga e influyente diáspora, particularmente en los Estados Unidos, en donde se financió y apoyo el movimiento independentista irlandés. En 1858, se creó el movimiento independentista Hermandad Republicana Irlandesa (IRB) (también conocidos "Fenianos"), una organización secreta dedicada a la rebelión armada en contra de los británicos. Sin embargo, a pesar del apoyo que recibía desde los Estados Unidos, en aquella época, el movimiento separatista tenía poca fuerza.
Después de la hambruna, los campesinos iniciaron una lucha para lograr derechos de posesión y distribución de tierras. El origen del conflicto estriba en que desde el siglo XVII, los terratenientes irlandeses eran principalmente protestantes, descendientes de ingleses y con una fuerte identidad británica. Los irlandeses reclamaban que la tierra había sido injustamente robada a sus ancestros y concedida a los ingleses de ascendencia protestante durante la conquista del país por parte de Inglaterra.
La Liga Irlandesa de la Tierra se formó para defender los intereses de los agricultores, siendo Michael Davitt y Charles Stewart Parnell unos de sus principales dirigentes. La táctica más efectiva fue el boicot (esta palabra tiene su origen en este conflicto) que los irlandeses aplicaron a los terratenientes de origen inglés, llegando con frecuencia a la violencia. Bajo el gobierno del Primer Ministro británico Benjamin Disraeli, Davitt y Parnell fueron apresados temporalmente, llegando a ser acusados de ser responsables de la violencia desatada. El nuevo gobierno de William Gladstone, sin embargo, logró contener dicha violencia expandiendo los derechos de los agricultores en la posesión de tierras y en la compra de éstas a los terratenientes anglo-irlandeses. Esto ocasionó una gran masa de pequeños terratenientes y disipó el poder que hasta entonces tenían las clases más privilegiadas de anglo-irlandeses. Sin embargo, no disipó los sentimientos nacionalistas de los irlandeses tal y como esperaba el gobierno británico.
Hasta la década de los 1870, los irlandeses elegían a los miembros del Parlamento británico entre los miembros de los partidos políticos de Gran Bretaña. Una significante minoría también eligió a los partidarios de la Unión, que resistían ferozmente cualquier cambio en el Acta de la Unión. En esa década un abogado conservador y exmiembro de la sociedad Orange, Isaac Butt, estableció un nuevo movimiento llamado Liga de la Autonomía. Después de su muerte, William Shaw y un joven y radical terrateniente protestante llamado Charles Stewart Parnell convirtieron la Liga en un partido político llamado Partido Parlamentario Irlandés, el cual se convirtió en una dominante fuerza política, dejando al lado a los antiguos partidos Liberales, Conservadores y Unionistas. La fuerza del nuevo partido se hizo evidente en las elecciones de 1880, en las que ganó 63 escaños en el parlamento.
En 1885 incrementó esta cifra a 86 escaños. Parnell atrajo diversas corrientes, desde los terratenientes conservadores a los liberales de la Liga de la Autonomía. Estos últimos abogaban por la reforma de la tenencia de las tierras, por cuanto la mayoría eran latifundios de los cuales eran dueños aristócratas quienes arrendaban las tierras a los pequeños agricultores.
A pesar que Parnell abogaba por una Irlanda gobernada autónomamente dentro del Reino Unido, en contraste con la posición de O'Connell —que era rechazar totalmente el Acta de la Unión—, encontró también fuerte oposición de una minoría significativa de unionistas, principalmente, pero no enteramente, residentes en Ulster. Estos temían que un Parlamento en Dublín controlado por los católicos y nacionalistas los discriminara y que impusiera tarifas sobre el comercio con Gran Bretaña. Hay que considerar que si bien la mayor parte de Irlanda era agrícola, en Ulster, al noroeste de Irlanda, se concentraba la industria pesada de la isla y se vería afectada por cualquier restricción sobre el comercio con Gran Bretaña.
En 1886 y 1893 el gobierno liberal de William Gladstone introdujo dos proyectos de ley para otorgar autonomía a Irlanda, pero ninguno de ellos fue exitoso. En 1912 otro proyecto similar fue aprobado por la Cámara de los Comunes, pero rechazado por la Cámara de los Lores. Sin embargo, esta Cámara había perdido su poder de vetar leyes y solo podía posponer su aprobación dos años. Durante este periodo la amenaza de guerra civil se cernía sobre Irlanda con la creación de los Voluntarios del Ulster en el norte y los Voluntarios Irlandeses en el sur. Estos dos grupos se armaron fuertemente importando miles de rifles y munición desde la Alemania Imperial. 
En 1914 la Cámara de los Comunes finalmente adoptó la autonomía, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial significó que el proyecto de ley fue pospuesto por la duración de la guerra. Los Voluntarios del Ulster y gran parte de los Voluntarios Irlandeses se unieron al ejército británico y sufrieron considerables bajas. Ambos bandos pensaban que Londres los favorecería después de la guerra.

Hasta 1918, el Partido Parlamentario Irlandés era la fuerza política dominante. Sin embargo, el escándalo que ocasionó la acusación de que Parnell, el dirigente político más popular en Irlanda, había vivido varios años con la esposa de uno de sus correligionarios y miembro del parlamento, dio pie a que el Partido Pro-Unión forzara al primer ministro británico W.E. Gladstone a que abandonara sus esfuerzos en favor de la autonomía mientras el "adúltero" Parnell fuera el líder del IPP. Esto ocasionó también una profunda división entre los partidarios de Parnell y los oponentes.


Separatismo militante
La Proclamación de Pascua. Fue protagonizada
 por los líderes del Alzamiento de Pascua.

En 1916, una pequeña banda de nacionalistas intentó llevar a cabo una rebelión que se llamó la Rebelión de Pascua bajo el liderazgo de Padraig Pearse y James Connolly. La rebelión no fue bien acogida al principio en los medios nacionalistas del país, considerando que había un número considerable de irlandeses en las tropas británicas que luchaban en Europa. De hecho algunos periódicos pedían la ejecución de Pearse y demás dirigentes de la rebelión. Sin embargo, fue precisamente la ejecución sumaria de dirigentes rebeldes que llevaron a cabo lo que promovió la ola de simpatía por ellos y su causa.
El gobierno británico erróneamente acusó a Sinn Féin (en aquel entonces un pequeño partido monárquico con poco respaldo popular) como los promotores de la rebelión. Este error resultó caro, pues los que sobrevivieron a la rebelión, muy notablemente Éamon de Valera, al regresar de su encarcelamiento en Inglaterra, se unieron en gran número al partido y radicalizaron su posición.
Hasta 1917 Sinn Féin abogaba por una monarquía en donde Irlanda y Gran Bretaña compartiesen el mismo rey, al estilo del imperio Austrohúngaro. Sin embargo, debido a la disidencia entre monárquicos y republicanos, el partido decidió promover la causa de la independencia, dejando a los irlandeses elegir, una vez obtenida ésta, votar por la república o por la monarquía, entendiéndose que en esta última el rey no pertenecería a la casa real británica.
Durante 1917 y 1918, Sinn Féin y el Partido Parlamentario Irlandés se envolvieron en una batalla electoral inconclusa, pues se alternaron en ganar unas elecciones y perder otras. La balanza se inclinó finalmente a favor de Sinn Féin cuando el gobierno británico trató de imponer una ley de reclutamiento militar, sin considerar el aporte voluntario que había hecho Irlanda al ejército británico. Ante esta situación inclusive el PPI se vio obligado a retirar sus legisladores del Parlamento de Westminster.
En diciembre de 1918, en una elección general, Sinn Féin obtuvo 73 escaños de los 105 que le correspondían a Irlanda. Sin embargo, los nuevos parlamentarios rehusaron sentarse en el Parlamento británico. En su lugar se reunieron en la Mansion House de Dublín estableciendo el Dáil Éireann o parlamento revolucionario irlandés. A continuación proclamaron la República Irlandesa e intentaron establecer un sistema de gobierno.

Guerra de Independencia

En el periodo de 1919 a 1921, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) luchó en guerra de guerrillas contra el ejército británico y las unidades paramilitares conocidas como Black and Tans (Negros y Quemados). Ambos bandos desarrollaron una lucha brutal; los Black and Tans quemaban pueblos completos y torturaban a los civiles. El IRA, por su parte, mataba a aquellos civiles que sospechaba que ayudaban o eran informantes de los británicos o destruían lugares históricos en respuesta a los ataques de los británicos contra las casas de los republicanos, reales o sospechosos. Esta lucha se denominó "Guerra de Independencia" o "Guerra Anglo-Irlandesa".
En 1920 se publicó una nueva ley que pretendía dividir a Irlanda en dos regiones autónomas: Irlanda del Norte e Irlanda del Sur. La Irlanda del Norte se constituyó sólidamente, pero no así la del Sur, la cual fue boicoteada por los nacionalistas y nunca llegó a tomar la forma de un gobierno real. Finalmente se llamó a un cese del fuego y las negociaciones entre los irlandeses y los británicos produjeron el Tratado Anglo-Irlandés. Bajo este tratado a Irlanda del Sur y Occidental se le daba un carácter autónomo que excedía las exigencias de Parnell y del Partido Parlamentario Irlandés, adoptando una forma de gobierno y autonomía similar a la del Dominio de Canadá.

Irlanda del Norte quedaba formando parte del Reino Unido, con representación en el parlamento de Londres. Se nombró una comisión para establecer las líneas fronterizas entre Irlanda del Norte, también llamada Ulster (aunque en rigor esta región está constituida por solo seis de los nueve condados del Ulster histórico), y el nuevo estado irlandés.


Escudo de armas de Roger Casement.

Sir Roger Casement.





 Son muy poco del simbolismo en su escudo de armas se aplica a su vida y carrera. Sin embargo, da pistas perfectas sobre la vida y la carrera de su primo ancestral a quien se le otorgaron las armas el 17 de abril de 1826. Su nombre era Maj-.Gen. Sir William Casement (1778-1844). Entonces, para explicar el escudo de armas de Sir Roger Casement, debemos analizar la vida de Sir William. Al observar varios elementos en el escudo, podemos ver un tema militar: el león, la espada, la torre y las almenas. Todos son elementos comunes para un militar como Sir William. 
También podemos deducir dónde vio su servicio militar. Los elefantes lo regalan. Sir William sirvió con la 23a Infantería nativa de Bengala. Más tarde se convirtió en Secretario Militar del Gobernador General de la India, y miembro del Consejo Supremo de la India. Para representar a este último, su cresta contiene lo que se llama una corona mural, una corona hecha de mampostería, que es un símbolo heráldico común de una conexión política o municipal.

El lema "Dum spiro spero" se traduce como "Mientras respiro, espero".

Como es habitual, el nuevo escudo de armas de Sir William se otorgó a sí mismo y se extendió para su uso por los descendientes masculinos apropiados de su abuelo paterno. La estrella que ves en el cofre del león probablemente indica que Sir William no era el hijo mayor, ya que es una marca común indicar un hijo menor, que era.

El tigre en la cimera es un "arenque rojo". No formaba parte del escudo de armas de Sir William en 1826. Tenía un león como el del escudo. En 1860, el primo de Sir William, Thomas Casement del condado de Antrim (el heredero principal del abuelo paterno antes mencionado), recibió una confirmación de la Oficina de Armas del Ulster de las armas de Sir William con varias alteraciones. Quizás en reconocimiento del servicio militar de William, Thomas eligió un tigre de Bengala para su cimera. Otra alteración fue el trasfondo de los elefantes. Sir William dividió su fondo en rojo en la mitad izquierda y azul en la derecha. Thomas adoptó un fondo rojo completo.

Esta confirmación de armas fue dada a Thomas Casement y su rama de la familia es la heredada por Sir Roger Casement. Para distinguir su escudo de armas completo de los otros miembros masculinos de su familia que también heredaron estas armas, Sir Roger tenía derecho a exhibir las insignias de sus honores debajo del escudo. En 1905 recibió el CMG (Compañero de la Orden de San Miguel y San Jorge). Detrás del escudo, habría mostrado el círculo de la orden con el lema de la orden, "Auspicium Melioris Aevi", que se traduce como "Señal de una mejor edad". Los honores otorgados en la Orden de San Miguel y San Jorge se otorgan específicamente por servicios a intereses extranjeros británicos o relaciones diplomáticas. Sir Roger recibió su CMG por servicios con respecto al informe que reveló problemas de derechos humanos en el Congo belga.

A su izquierda está la insignia de un Knight Bachelor, que Roger recibió en 1911 para revelar las atrocidades infligidas a las tribus nativas peruanas. Además, como caballero, podía mostrar su casco con la visera abierta.
Sabemos lo que sucedió posteriormente. Por su participación en el Levantamiento de Pascua de 1916, Sir Roger Casement fue arrestado y juzgado por traición. Fue encontrado culpable y ejecutado. Todos sus honores, su caballería y CMG fueron anulados como si nunca hubieran sido entregados. Habrían sido retirados de su escudo de armas.

A pesar de que Sir Roger nunca ha sido indultado y sus honores no han sido restaurados póstumamente, creo que es correcto mostrar el logro completo que tendría derecho a usar antes de su condena. Cuando sus restos fueron repatriados a Irlanda en 1965, en los registros del gobierno del Reino Unido se lo llamó "Sir Roger Casement". Hasta cierto punto, esto nos da la autoridad para restaurar sus honores.

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