Caricaturas de Barrister (Abogados) en revista inglesa Vanity Fair

domingo, 10 de enero de 2021

427).-Símbolos de la justicia.


LA BALANZA.

EL MAZO.

LA CAMPANILLA, INSTRUMENTO DE LA JUSTICIA ESPAÑOLA.

LOS FASCES.

Ana Karina Gonzalez Huenchuñir


Cuál es el origen de la balanza de la Justicia.



El símbolo más conocido de la Justicia es la balanza. O para ser más precisos, la de una mujer con los ojos tapados, que representa a la Justicia, y que porta en una mano una balanza. La balanza representa la igualdad con que la Justicia trata a todos. En la otra mano porta una espada, que es la fuerza, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de los que se sirve la Justicia para imponer sus decisiones.
Sin embargo, la balanza como símbolo de la Justicia no es moderno sino que se remonta al principio de la civilización humana. Concretamente al Antiguo Egipto. Como todos ustedes saben, cuando un egipcio moría se procedía a la momificación de su cuerpo. El único órgano que se dejaba era el corazón, que era la llave hacia el paraíso.


En el interior del sarcófago o a su lado se dejaba un rollo de papiro, conocido como “El libro de los muertos”. Estos textos eran de vital importancia para el Ba, el alma del difunto, en su camino hacia la otra vida. Porque para llegar a ella tenía que pasar por un peligroso lugar, habitado por monstruos de todo tipo.
Para superar todas las pruebas, el Ba, el alma del difunto, a guisa de un Indiana Jones cualquiera, se enfrentaba a todos los peligros haciendo uso de los conjuros contenidos en “El libro de los muertos”. Así, si el éxito le alumbraba, llegaba a la otra vida.
Pero llegar a Yarú, como se conocía a la otra vida en la civilización egipcia, no significaba el disfrute del paraíso eterno. Como aliciente, se dejaba que los familiares y los amigos difuntos lo recibieran y le dieran ánimos. Porque todavía quedaba por pasar la prueba más importante. Una prueba que tenía lugar en la Sala de las dos Verdades, ante tres dioses: Osiris, Tot y Anubis, al que recordarán por su cabeza de chacal.



Allí, el difunto entregaba a Anubis su corazón, con las buenas obras, y este lo colocaba sobre uno de los platos de una balanza. Sobre el otro ponía la “Pluma de Verdad”, una pluma de avestruz, que contenía las malas obras cometidas durante la vida terrenal.
Si el corazón pasaba la prueba, si pesaba más que la pluma, los tres dioses permitían al alma acceder al Yarú.
Si, por el contrario, la pluma pesaba más que el corazón aparecía el Devorador, un monstruo espantoso, mezcla de león, cocodrilo e hipopótamo. El Devorador se comía el corazón. Eso significaba que el Ba desaparecía en la nada porque en la religión egipcia no existía el infierno.
La balanza egipcia fue luego adoptada por los griegos, como accesorio identificativo para Themis, su diosa de la Justicia, significando su esencia: la igualdad con que todos los ciudadanos son tratados.

De Grecia la tomaron los romanos para Iustitia, su versión nacional de la justicia griego.

Y de ahí ha llegado hasta nosotros, en un largo periplo de más de cinco mil años desde la primera dinastía del Imperio Antiguo de Egipto, en el año 3.000 antes de Cristo, cuando el ser humano comenzó a forjarse a sí mismo.


EL MAZO.




El mazo, también llamado mallete, se utiliza en los países anglosajones, como Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos. Lo han visto en las películas.

Su origen, según los entendidos, es netamente masón y aunque no hay constancia de cuándo y cómo fue adoptado por esos sistemas de justicia, tanto en los tribunales como en el mundo de las logias masónicas tiene un mismo sentido: representa el poder y la autoridad.

El mazo o mallete se ha convertido hoy, junto con la balanza y la espada, en el símbolo más identificativo de la Justicia en todo el mundo.

Este simbolismo jurídico-legal está también muy presente en la Iglesia Católica.

Cuando muere un Papa el camarlengo, el hombre que administra los bienes de la Iglesia entre un Papa y otro, golpea tres veces con un pequeño mazo o martillo de plata y mango de marfil la frente del pontífice difunto y concluye diciendo “Papa mortuus est”.

En verdad, el Papa está muerto.



LA CAMPANILLA, INSTRUMENTO DE LA JUSTICIA ESPAÑOLA.





La campanilla, por otra parte, es el instrumento del que se sirven los jueces españoles para realizar esas mismas funciones que los anglosajones con el mazo, aunque es cierto que últimamente ha entrado en desuso.

Por ejemplo, el magistrado presidente del juicio por el proceso separatista no lo utiliza. Y como él muchos de sus compañeros.

La campanilla, es de conocimiento general, es un instrumento que se utiliza durante la misa y que suele tañir el acólito en el momento de la elevación.

Durante cientos de años los lugares en los que se celebraban los juicios en España fueron las puertas de las Iglesias y las catedrales.  Era lógico, por lo tanto, que, a la hora de optar por un instrumento que se escuchara bien, se eligiera la campanilla por proximidad, familiaridad y eficacia; el sonido de la campanilla es más agudo y claro que el del mazo.
El uso de la campanilla en la Iglesia es una derivación, en menor escala, de la utilización de las campanas.
En la época paleocristiana, las campanas se empleaban en las catacumbas para convocar a los fieles a misa.
Desde el siglo VI de nuestra era se convirtió en algo usual en monasterios y conventos.De esa forma fue adoptado como el método más eficaz de llamar a los cristianos, identificando su sonido con la presencia de Cristo y su protección bienhechora.

En la tradición occidental, fueron los egipcios -¿cómo no iba a ser así?- los que comenzaron a emplearlas en las fiestas consagradas a Osiris, después la adoptaron los griegos en sus fiestas dionisiacas y los romanos en sus procesiones.
En todos los casos confiriéndole un sentido positivo, considerando que su sonido atraía las buenas influencias y alejaba las perniciosas.
Las nuevas generaciones de jueces españoles hacen hoy un menor uso de la campanilla que la que hacían sus mayores. Algunos, incluso han adoptado el uso del mazo, lo han podido ver a través de la televisión.

Sin embargo, buena parte de ellos coincide en que la herramienta más poderosa para imponer la autoridad no es ni la campanilla ni el mazo.




Los fasces.




Los fasces (masculino plural según enmienda de la vigésima tercera edición de la Real Academia Española, palabra plurale tantum proveniente del latín fascis, «haz», «manojo») o haz de lictores eran la unión de 30 varas (generalmente de abedul u olmo, una por cada curia de la Antigua Roma), atadas de manera ritual con una cinta de cuero rojo formando un cilindro que sujeta un hacha común o una labrys.

Origen

En origen era el emblema del poder militar de los reyes etruscos, adoptado igualmente por los monarcas romanos, que pervivió durante la república y parte del imperio. Tradicionalmente, significa poder, por el haz de varas, «la unión hace la fuerza», puesto que es más fácil quebrar una vara sola que quebrar un haz, y por el hacha, la justicia implacable sobre la vida y la muerte.

Desde los comienzos de la República romana, los fasces eran llevados al hombro por un número variable de lictores, fasces lictoriae, que acompañaban a los magistrados curules como símbolo de la autoridad de su imperium y su capacidad para ejercer la justicia, como poder de coerción y castigo (el haz de varas para la flagelación y el hacha para la pena de muerte). Sin embargo, después de las leyes de las Doce Tablas, ningún magistrado romano podía ejecutar sumariamente a un ciudadano romano.


Dentro del pomerium, el límite sagrado de Roma, los fasces no podían llevar el hacha, indicando que dentro de la ciudad los magistrados curules tenían derecho de castigar, pero no de ejecutar. Tan sólo al dictador le estaba permitida la inserción del hacha.


Lictor 


(plural lictores) era un funcionario público que durante el periodo republicano de la Roma clásica se encargaba de escoltar a los magistrados curules, marchando delante de ellos, e incluso de garantizar el orden público y custodia de prisioneros, desempeñando funciones que hoy se podrían identificar con la policía.
​ Los lictores debían ser ciudadanos romanos de pleno derecho, aunque el sueldo y la condición social del cargo debieron de ser más bien escasos. El oficio de los lictores consistía sobre todo en ejecutar a los reos cuando estos eran ciudadanos romanos. Los extranjeros y los esclavos eran castigados por mano del verdugo (carnifex). Los lictores precedían también probablemente a la ejecución de los juicios dictados en materia civil. 
Además avisaban a los que encontraban por los caminos, para que prestasen el homenaje debido a los magistrados a quienes precedían, homenaje que consistía en echar pie a tierra los que iban a caballo y en apartarse y descubrirse la cabeza los peones.

De origen etrusco, eran los portadores simbólicos del imperium, es decir, de los derechos y prerrogativas inherentes a una autoridad concreta, constituyendo uno de los elementos más característicos del simbolismo constitucional romano. El derecho a ser escoltado pasó de los reyes a los magistrados con imperium.


Fuera de Roma, los lictores vestían túnica escarlata, ceñida por un ancho cinturón de cuero negro claveteado con latón, y portaban sobre el hombro izquierdo un haz de varas (fasces), en el que se encontraban insertas una o dos hachas, lo que simbolizaba la capacidad del magistrado cum imperium para castigar y ejecutar. En cambio, cuando se hallaban dentro del pomerium (la frontera sagrada de la ciudad de Roma), los lictores vestían toga blanca y fasces sin hachas, simbolizando la limitación del poder, pues no podían ejecutar a ningún ciudadano (aunque sí azotar).

Si bien se desconoce su número total, muy posiblemente fueran dos o tres centenares. Se hallaban agrupados y organizados en un colegio o agrupación, dentro de la cual se organizaban en decurias con un prefecto al mando de cada una y varios presidentes por encima de los prefectos.

El número de lictores indicaba el grado del imperium: el dictador tenía 12 (24 a partir de Sila) y la potestad para llevar hachas dentro del pomerium; los cónsules y procónsules, 12; pretores y propretores, 6; ediles curules 2. El último lictor de la fila que acompañaba al magistrado en cuestión era el proximus lictor, y solía ser un hombre de confianza. Además, el flamen dialis era también acompañado por e1 lictor.


En un principio los lictores eran escogidos entre las clases inferiores del pueblo (plebs); pero más tarde parece que este empleo perteneció generalmente a los emancipados, probablemente a esclavos antiguos del magistrado y adictos a él. Los lictores pertenecían casi exclusivamente a los primeros magistrados de la república. Sin embargo , algunas veces se otorgaba esta escolta honorífica a ciertas personas ya como muestra de respeto, ya como protección. Así vemos que una ley de los triunviros ordenó que las vestales no saliesen sin ir acompañadas de un lictor y también se concedió uno o dos lictores a las mujeres de la sangre imperial.

También había otros lictores, en número de treinta, que se llamaban lictores curiati, los cuales tenían por oficio llamar al pueblo a los comicios por curias, y cuando estas asambleas no fueron ya más que una formalidad o poco más, los treinta lictores representaban en ellos los sufragios del pueblo.​

Al carecer de agentes militares o civiles para hacer respetar la ley, Roma solía obligar al colegio de lictores a aportar miembros del mismo para todo tipo de extrañas tareas. Contaría el organismo con unos trescientos, todos de gran estatura, mal pagados por el Senado y, por consiguiente, dependientes de la generosidad de aquellos a quienes servían. Residían en un edificio con un reducido terreno detrás del templo de los Lares Praestites en la Vía Sacra, residencia que ellos encontraban agradable por el solo hecho de estar situada detrás de la estructura alargada de la mejor posada de Roma, a la que siempre podían llegarse a echar un trago. Los lictores escoltaban a los magistrados con imperium y se disputaban la suerte de servir en el séquito de un gobernador destinado al extranjero, porque así compartían los botines y confiscaciones propios del cargo. Los lictores representaban a las trece divisiones de Roma, llamadas curiae, y estaban obligados a prestar servicio de guardia en la Lautumiae o en el cercano Tullianum, en el que los condenados a muerte pasaban las últimas horas antes de ser estrangulados. Aquel servicio de guardia era la tarea más denigrante que asignaba a los lictores el jefe de un grupo de diez; era un servicio que no les reportaba propinas, sobornos ni nada. La hoja de servicio estipulaba que tenían que vigilar la puerta, y, ¡por Júpiter!, que más no pensaban hacer.


Imperium. 


Imperium es un término latino (imperĭum) que se traduce como «dominio» y cuyo significado moderno es el poder público. En la Antigua Roma significaba el poder de mando y castigo, de índole militar, del gobernante sobre los ciudadanos convocados a la guerra y el dominio sobre los territorios conquistados. No existe una traducción exacta al español, dado que el sistema político moderno de división de poderes difiere del romano antiguo, pero es similar al concepto de "soberanía".

Antigua Roma

En su origen etrusco se trataba de la facultad y el derecho reconocido a una persona (dictador) o un conjunto de ellas, para ejercer con autoridad el poder militar. Y así fue en sus inicios en la Antigua Roma. De acuerdo a la tradición, fueron los dioses los que, en la fundación de Roma, concedieron el imperium a los reyes. El imperium no era la única forma de autoridad existente para los romanos. También estaban la auctoritas y la potestas. La especificidad del imperium radica en el plano militar. El imperium consistía esencialmente en el mando de los ciudadanos en armas, lo cual incluía la capacidad de dictar sentencias de azotamiento o de muerte.

Durante la República pasa a ser una atribución de los funcionarios superiores, elegidos por la asamblea militar (comicia curiata): los magistrados curules (cónsulespretores, ediles curules), los promagistrados (procónsules o propretores) y el dictador. Se atribuía, bien como imperium domi bien como imperium militae. El primero tenía más un carácter de poder civil y se ejercía dentro de la ciudad; el segundo era más difuso, en algunos casos con poderes que alcanzaban la autoridad civil y militar, pero quedaba relegado a ejercerse fuera de Roma e incluía la posilidad de dictar penas de muerte sobre los legionarios. 
A diferencia de la monarquía y posteriormente del imperio, en la República el imperium era un poder temporalmente fijado por la duración del cargo y era compartido con otros magistrados. El imperium no podía ser usado arbitrariamente por el magistrado contra los conciudadanos a su mando, porque al término de su gestión el magistrado volvía a ser uno más entre ellos y podía ser llevado a juicio. Hacia el final de la república, la diferenciación entre los dos tipos de imperium ('domi' y 'militae') se había diluido y su diferenciación se estableció en función del cargo que ocupaba quien lo ostentaba. Así surgen el imperium consular, el pretoriano, el proconsular
El imperio proconsular era ejercido en una provincia y daba lugar a grandes abusos porque los habitantes que no tenían la ciudadanía romana estaban a merced del pro-magistrado.



Temis (mitología)



Bacciarelli Themis


En la mitología griega, Temis (en griego Θέμις Themis, que significa ‘ley de la naturaleza’ más que 'autoridad humana’) es una diosa preolímpica que representa la justicia y la equidad. Suele representarse con la balanza y la espada, y en la mayoría de las ocasiones con los ojos vendados. ​Es mencionada por Hesíodo entre los seis hermanos y las seis hermanas hijos de Gea y Urano. ​Higino la imagina como hija del Éter y la Tierra, y no la incluye como parte de los titanes. Temis tenía varios templos en Grecia, aunque los autores antiguos no los describen con gran detalle. Uno de ellos se ubicaba en el santuario oracular de Zeus en Dodona, Tanagra. ​En Atenas poseía otro templo cerca de la acrópolis.
Entre estos titanes del mito primordial, pocos fueron venerados en santuarios específicos en la época clásica, y Temis era tan antigua que los seguidores de Zeus afirmaban que fue con él con quien tuvo a las tres Moiras. ​Efectivamente en el catálogo de esposas de Zeus, Temis ocupa el segundo lugar, a continuación de Metis. Un fragmento de Píndaro, sin embargo, cuenta que las Moiras ya estuvieron presentes en las nupcias de Zeus y Temis, y que de hecho brotaron con Temis de los manantiales del Océano que circundaba el mundo, y lo acompañaron por el brillante camino solar a ver a Zeus en el Olimpo.
​Con Zeus concibió a las Horas, Eunomia, Dice e Irene. Temis estuvo presente en Delos como testigo del nacimiento de Apolo. De hecho en un himno homérico a Temis se la denomina explícitamente como Icnea, entendida como la «que persigue o rastrea» (a aquellos que transgredan las leyes).​Temis, junto con las Moiras, una vez impidió que Zeus matara a unos ladrones que intentaban robar miel de la cueva sagrada en el monte Dicte, ya que se consideraría impío que alguien muriera en el recinto sagrado. En vez de eso, Zeus convirtió a los ladrones en pájaros.


Temis, la del ‘buen consejo’, era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres. De hecho en la Ilíada leemos que ella se encarga de reunir a los otros dioses para participar en las asambleas de Zeus. Cuando se le hace caso omiso, Némesis trae el justo y colérico castigo. Temis no era colérica: ella, ‘la de preciosas mejillas’, fue la primera en ofrecer a Hera una copa cuando volvió al Olimpo afligida por las amenazas de Zeus.​ Temis presidía la correcta relación entre hombre y mujer, la base de la familia legítima y ordenada, y la familia era el pilar del dimos. Los jueces eran a menudo llamados themistopoloi, ‘sirvientes de Temis’. Tal era la base del orden en el Olimpo también. Hera se dirigía a ella con mucho respeto, llamándola como la «señora Temis».
El nombre de Temis podría haber sido sustituido por Adrastea («ineludible») al nacer Zeus en Creta. Construyó el Oráculo de Delfos, y ella misma era pitonisa. Temis fue una de las deidades que estaban tras el Oráculo de Delfos, que recibió de Gea; más tarde Temis lo cedería a su hermana Febe, abuela de Apolo. Otros dicen que Temis ayudó a Apolo a fundar el oráculo, con el propósito de beneficiar a la humanidad.
​Temis siguió aconsejando con sus profecías, así alertó a los otros dioses de la inminente guerra que se cernía sobre Tebas. En otro episodio es precisamente Temis quien avisa a Zeus y Poseidón acerca del destino de la nereida Tetis, que alumbraría a un hijo destinado a eclipsar a su padre.​Temis también estuvo presente cuando Leto alumbró a Apolo, y se encargó personalmente de alimentarle con néctar y ambrosía.​O puede que Temis también estuviese presente en el alumbramiento de Zeus, y se encargó, junto con la ninfa Amaltea, de criar al pequeño.​En los textos órficos se nos dice que Temis permanecerá virgen hasta el día que Rea alumbre a sus hijos.

Temis está relacionada con Jápeto de manera implícita, lo que indica que pudieron estar unidos como hermanos. Esquilo imagina a Prometeo como hijo de Temis, pero añade que esta también pudiera ser Gea.​Las hijas astrales de Zeus y Temis, ninfas del Erídano​ o las Hespérides,​ son tradicionalmente hijas de Atlante, otro hijo de Jápeto. A Temis precisamente fue a quienes acudieron directamente Deucalión y Pirra, sangre de Jápeto. Temis les aconsejó para que lanzaran las piedras para así poder renovar la humanidad.​ Graves por algún motivo la empareja con Eurimedonte, y dice que ambos rigen el planeta de la ley, Júpiter.
La equivalente romana de uno de los aspectos de la helénica Temis, como la personificación del derecho divino de la ley, fue Iustitia (trad. «Justicia»). Sus orígenes están en las abstracciones civiles de la forma de pensar romana, más que en la mitología arcaica, por lo que intentar comparaciones no resulta del todo apropiado. Representada como una mujer impasible, con los ojos vendados y llevando una balanza y una cornucopia, la imagen esculpida a la entrada de los juzgados es Iustitia, no Temis. Se la representa sobre un león para señalar que la justicia debe estar acompañada de la fuerza



Justicia (mitología)






Justicia (latín: Iustitia) es la diosa romana de la Justicia, una personificación alegórica de la fuerza moral en los sistemas judiciales. Es equivalente a la diosa griega Dice.

Descripción

La personificación de la justicia equilibrando la balanza de la verdad y la justicia se remonta a la diosa Maat, y más tarde Isis, del antiguo Egipto. Las deidades helénicas Temis y Dice fueron posteriormente diosas de la justicia. Temis era la encarnación del un orden divino, el derecho y las buenas costumbres, en su aspecto como la personificación de la justicia divina de la ley. Sin embargo, una conexión más directa es a Dice, hija de Temis, quien fue retratada llevando balanzas.
"Si algún dios hubiera estado sosteniendo el nivel de la balanza de Dice" es un fragmento sobreviviente de la poesía de Baquílides. La Antigua Roma adoptó la imagen de una diosa femenina de la justicia, que se llamaba Iustitia. Desde tiempos romanos, Iustitia ha sido frecuentemente representada llevando una balanza y una espada, con los ojos vendados. Su iconografía moderna adorna con frecuencia juzgados y tribunales, y combina los atributos de varias diosas que encarnaban la regla adecuada para los griegos y los romanos, mezclándose los ojos vendados de la diosa romana Fortuna (la suerte), con la griega Tique (el destino), y la espada de Némesis (la venganza).
Justicia es más a menudo representada con una balanza típicamente suspendida de su mano izquierda, en la que se mide la fuerza de apoyo de un caso y la oposición. Ella también es a menudo vista llevando una espada de dos filos en su mano derecha, simboliza el poder de la razón y la justicia, que puede ser ejercido a favor o en contra de cualquiera de las partes.

La venda

Desde el siglo XV, la Dama de la Justicia ha sido a menudo representada con los ojos vendados. La venda en los ojos representa la fe en que la justicia es, o debería ser, impuesta objetivamente, sin miedo ni favoritismos, independientemente de la identidad, el dinero, el poder o debilidad; la justicia ciega e imparcial. 


Las primeras monedas romanas representan a Iustitia con la espada en una mano y la balanza en la otra, pero con los ojos descubiertos.​ Iustitia sólo se representa comúnmente como "ciega" desde fines del siglo XV. 

La estatua de tamaño natural en el pilar es Iustitia ,, la personificación de la justicia . Se la representa de pie en un gracioso contrapeso sosteniendo sus atributos tradicionales : la espada de la justicia en la mano derecha, una balanza en la mano izquierda y una venda sobre los ojos. Su traje está confeccionado a la manera antigua,  con los pies calzados con sandalias, una rodilla descubierta, vistiendo una armadura dorada decorativa adornada con arabescos en bajorrelieve sobre sus túnicas azules. A los pies de la Justicia, cuatro bustos más pequeños abarrotan el pedestal: un Papa, un Emperador, un Sultán y un Schultheiss. Todas las figuras han cerrado los ojos como en sumisión. Representan los Cuatro Poderes Terrestres , las cuatro formas de gobierno según el humanismo renacentista : la teocracia (el Papa), la monarquía (el Emperador), la autocracia (el Sultán) y la república (los Schultheiss). 



La primera representación conocida de Iustitia ciega es la estatua de Hans Giengen de 1543 en el Gerechtigkeitsbrunnen (Fuente de la Justicia) en Berna.



En lugar de utilizar el enfoque de Jano, muchas esculturas simplemente dejan a un lado la venda de los ojos por completo. Por ejemplo, en la cima de la corte de Old Bailey de Londres, una estatua de la Dama de la Justicia está, sin los ojos vendados,​ los folletos del tribunal explican que esto se debe a que la Dama de la Justicia no estaba originalmente con los ojos vendados, y debido a su "forma de doncella" se supone que garantiza su imparcialidad, haciendo de la venda algo redundante.​ 
Corte del Condado de Shelby


Otra variante consiste en representar a la Dama de la Justicia con los ojos vendados a escala humana, pesando las demandas opuestas en cada mano. Un ejemplo de esto puede verse en la Corte del Condado de Shelby, en Memphis, Tennessee.



Isaac Parker, juez que condenó a la horca a más de 300 personas.




Viejo Oeste, antiguo Oeste, salvaje Oeste, lejano Oeste o la Frontera. (en inglés Old West, Wild West, Far West o The Frontier) son los términos con que se denomina popularmente a los hechos históricos (con sus personajes protagonistas) que tuvieron lugar entre el siglo XIX y principios del siglo XX durante la expansión de la frontera de los Estados Unidos hacia la costa del océano Pacífico. Aunque la colonización del territorio comenzó en el siglo XVI con la llegada de los primeros europeos, principalmente españoles, el objetivo de alcanzar la costa oeste se debió principalmente a la iniciativa gubernamental del presidente Thomas Jefferson, tras la compra de Luisiana en 1803. La expansión de la frontera fue considerada como una búsqueda de oportunidades y progreso para la burguesía blanca y los desposeídos.
Esta incesante y prolongada migración de personas hacia el oeste desplazó culturas ancestrales y oprimió a pueblos originarios del subcontinente norteamericano. En contraste, el período suscitó importantes avances en la industria, las comunicaciones y la agricultura, a costa en muchos casos de una intensa explotación de los recursos humanos y naturales.
Estos eventos históricos, origen de un mito nacional en los Estados Unidos (conocido como «Mito de la Frontera»), inspirado en la llamada Doctrina del destino manifiesto, han sido recreados por diversas manifestaciones del arte, agrupadas bajo el género wéstern.Este género narra historias de cowboys, pioneros, amerindios, gambusinos, empresarios, etc.; historias de gentes de variada condición que emprendieron la aventura del oeste con la esperanza de alcanzar el éxito personal, pero que acabaron, no pocas veces, enfrentadas a la justicia o a la fatalidad del destino. Los estudios actuales consideran que detrás de esta mitificación se esconde una realidad más compleja, por lo que se tiende a replantear el papel de todos los actores que participaron en aquella coyuntura social, económica y cultural que fue la frontera estadounidense en el siglo XIX y principios del siglo XX.

El wéstern.

El wéstern o películas del Oeste es un género cinematográfico típico del cine estadounidense que se ambienta por lo general en el viejo Oeste estadounidense, en la frontera estadounidense entre la Fiebre del oro de California de 1849 y el cierre de la frontera en 1890, y comúnmente asociada con cuentos populares del Oeste estadounidense, en particular del Suroeste de Estados Unidos, así como de México y el Oeste de Canadá.
La frontera solía denominarse «Viejo Oeste» o «Salvaje Oeste» y se representaba en los medios de comunicación del wéstern como una región hostil y poco poblada, patrullada por vaqueros, forajidos, sheriffs y otros muchos personajes tipo de «pistoleros». Las narrativas del wéstern suelen tener que ver con intentos graduales de domar el Oeste estadounidense, plagado de delincuencia, usando temas más amplios de justicia, libertad, individualismo rudo, destino manifiesto y la historia e identidad nacionales de los Estados Unidos.
La palabra «wéstern» es originariamente un adjetivo derivado del inglés west («oeste»), pero se sustantivó para hacer referencia fundamentalmente a obras cinematográficas, aunque también existe en la literatura (novela del Oeste). Wéstern es un extranjerismo adaptado al español e incorporado en el Diccionario de la lengua española de la Asociación de Academias de la Lengua Española. A estas obras cinematográficas también se les suele llamar películas de vaqueros.
Originado en la herencia vaquera y la ficción wéstern, el género popularizó el estilo de vida del Oeste, la música country-wéstern y la moda western en todo el mundo. A lo largo de la historia del género, ha conocido renacimientos populares y se ha incorporado a varios subgéneros.

Características

En principio una película se incluiría en este género simplemente por estar situada su acción en un contexto determinado: la exploración y el desarrollo del territorio occidental de los Estados Unidos durante el siglo XIX, sin embargo, con el tiempo las características de dicho contexto histórico se fueron extendiendo a los personajes de esas historias, condicionando su modo de vida y definiendo su idiosincrasia.
Muchas veces, las películas del Oeste están ambientadas en territorios inexplorados o indómitos, bajo la amenaza latente del ataque de los indios, o en ciudades sin ley en las que los bandidos campaban a sus anchas. Por ello, el género se fue enfocando hacia la confrontación de los diversos personajes, adquiriendo un carácter cada vez más psicológico. Lo habitual es también que algunos de esos personajes representasen el bien sin ambages, aquella gente que viajaba esperanzada a esas tierras con la utopía de forjar un hogar y vivir en paz y en libertad, y otros representasen por el contrario el lado malvado, aquellos que se aprovechaban de los indefensos para hacer su propia vida más fácil. Es por toda esta serie de temas fundamentales y rasgos comunes que no se considera necesario que una película esté ambientada en el Oeste estadounidense para poder calificarla de wéstern, aunque ello pueda ser siempre una apreciación algo sui generis.
El wéstern ha sido usado a menudo por el cine estadounidense para escribir la épica de su propio país, una narración legendaria del proceso de fundación de los Estados Unidos protagonizada por héroes que encarnan algunos de los valores más arraigados de su cultura, siempre bajo la inspiración del destino manifiesto y con una iconografía característica (sombrero tejano, pistolas, chalecos, caballos, desierto, ciudades-calle, saloon, ranchos, diligencias e indios).
Dentro del wéstern es habitual diferenciar diversas tendencias o subgéneros, tales como el llamado western crepuscular o "revisionista" (Arthur Penn y Pequeño gran hombre; Sam Peckinpah y Mayor Dundee; Clint Eastwood y Unforgiven o Lawrence Kasdan y Silverado), el spaghetti western, cuyo más señalado director fue Sergio Leone (El bueno, el feo y el malo, Once Upon a Time in the West, etc.).
Algunos directores y actores se especializaron en el género hasta el punto de convertirse en iconos modernos de este tipo de cine, como por ejemplo el director John Ford o los actores Harry Carey, Tom Mix, Randolph Scott, John Wayne o Clint Eastwood.

Historias y personajes.

El western clásico es un tipo de moralidad centrada en el conflicto entre la naturaleza salvaje y la civilización.Las historias suelen centrarse en la vida de un vagabundo blanco y nómada, usualmente un vaquero o pistolero que monta a caballo y va armado con un revólver o un rifle. Los personajes masculinos suelen llevar sombreros stetson de ala ancha y copa alta, pañuelos o bandanas al cuello, chalecos y botas vaqueras con espuelas. Aunque muchos usan camisas y pantalones convencionales, otras usan ropa de pieles o guardapolvos.
Las mujeres en el wéstern clásico suelen desempeñar papeles secundarios, como interés romántico para el protagonista masculino, o papeles de reparto, como meseras de cantina, prostitutas o esposas de pioneros y colonos (el personaje de la esposa suele proporcionar una cierta pausa cómica). Otros personajes recurrentes son indios de varias tribus, afroamericanos, sinoestadounidenses, mexicanos, agentes del orden, cazarrecompensas, forajidos, taberneros, comerciantes, tahúres, soldados (especialmente de caballería) y colonos (granjeros, rancheros o simples ciudadanos).
La ambientación suele estar marcada por una banda sonora de música wéstern, que incluye música folclórica estadounidense (p. ej., country, música indígena norteamericana o música de Nuevo México), así como música folclórica española o mexicana (p. ej., rancheras).

Lugares

Las películas wéstern suelen hacer hincapié en la dureza de las tierras salvajes y con frecuencia sitúan la acción en paisajes áridos y desolados de desiertos y montañas. A menudo, el vasto paisaje desempeña un papel importante, presentando una «visión mítica de los llanos y desiertos del Oeste estadounidense».​Escenarios específicos incluyen ranchos, pequeños pueblos fronterizos, cantinas (saloons), ferrocarriles, tierras salvajes y fuertes militares aislados del Salvaje Oeste. Muchas películas wéstern utilizan el mismo argumento, mostrando un crimen, luego mostrando la persecución del malhechor y concluyendo en la venganza y el castigo, a menudo mediante un tiroteo o un duelo a quién desenfunde primero.

Temas

El género del wéstern retrata a veces la conquista de las tierras salvajes y la subordinación de la naturaleza en nombre de la civilización o la confiscación de los derechos territoriales de los habitantes originales de la frontera, los nativos norteamericanos. El wéstern describe una sociedad organizada en torno a códigos de honor y justicia por la propia mano, directa o privada—«justicia de la frontera»—que es impartida mediante tiroteos. Estos códigos de honor suelen representarse a través de enemistades o de individuos que buscan venganza personal o retribución contra alguien que les ha hecho daño (por ejemplo, la venganza y la retribución son temas principales en True Grit). 
Esta representación en el wéstern de la justicia personal contrasta fuertemente con sistemas de justicia organizados en torno a la ley racionalista y abstracta que existen en las ciudades, en las que el orden social se mantiene predominantemente a través de instituciones relativamente impersonales como tribunales. La percepción popular del wéstern es la de una historia centrada en la vida de un vagabundo seminómada, normalmente un vaquero o un pistolero.Un cliché en la concepción popular de las películas wésterm es un duelo en pleno mediodía protagonizado por dos o más pistoleros.
En cierto modo, tales protagonistas pueden considerarse los descendientes literarios de los caballeros andantes, que fueron el centro de géneros amplios más tempranos como los romances artúricos.Al igual que el vaquero o el pistolero de las películas wéstern, el caballero andante de los cuentos y poesías europeos tempranos erraba de un lugar a otro a lomos de su caballo, luchando contra villanos de diversa índole y sin estar sujeto a estructuras sociales fijas, sino únicamente a su propio código de honor innato. Al igual que los caballeros andantes, los héroes de las películas wéstern suelen rescatar a damiselas en apuros. Del mismo modo, los protagonistas errantes de las películas wéstern comparten muchas características con los ronin de la cultura japonesa moderna.

El wéstern suele tomar estos elementos y utilizarlos para contar simples historias de moralidad, aunque algunos ejemplos notables son más ambiguos moralmente (por ejemplo, los últimos westerns de John Ford o Unforgiven, de Clint Eastwood, sobre un viejo asesino a sueldo). Las películas wéstern suelen hacer hincapié en la dureza y el aislamiento de las tierras salvajes, y con frecuencia sitúan la acción en paisaje áridos y desolados. Suelen tener escenarios específicos, como ranchos aislados, aldeas de indios o pequeños pueblos fronterizos con un saloon.
A menudo, estos escenarios aparecen desiertos y sin mucha estructura. Aparte de las tierras salvajes, el saloon suele poner de relieve que estamos en el Lejano Oeste: es el lugar al que hay que ir para escuchar música (pianos estridentes), a encontrarse con mujeres (a menudo prostitutas), a jugar (al póquer o al póquer descubierto), a beber (cerveza, whisky o tequila si se ambienta en México), a pelearse a golpes y a disparar. En algunos wésterns, donde la civilización ha llegado, el pueblo tiene una iglesia, un almacén, un banco y una escuela. En otros, donde las reglas de la frontera aún prevalecen, es, como dijo Sergio Leone, «donde la vida no tiene valor».

Tramas.

El escritor y guionista Frank Gruber identificó siete tramas básicas en las películas wéstern:
  • La historia Union Pacific: La trama gira en torno a la construcción de un ferrocarril, una línea telegráfica o algún otro tipo de tecnología moderna en la salvaje frontera. Las historias de caravanas entran en esta categoría.
  • Las historias de ranchos: Rancheros que protegen su rancho familiar de los cuatreros o de grandes terratenientes que intentan expulsar a los propietarios.
  • Las historias de imperios: La trama consiste en construir un imperio ganadero o petrolífero desde cero, una trama clásica de «de mendigo a millonario», que a menudo implica conflictos por recursos como el agua o minerales.
  • Las historias de venganza: La trama suele consistir en la persecución de un individuo agraviado, pero también puede incluir elementos de las historias de misterio clásicas.
  • Las historias de indios y caballería: La trama gira en torno a la «domesticación» de las tierras salvajes para los colonos blancos o la lucha contra los nativos norteamericanos.
  • Las historias de forajidos: Las bandas de forajidos dominan la acción.
  • Las historias de marshals: El agente del orden público y sus desafíos dirigen la trama.
Gruber afirma que los buenos escritores utilizan el diálogo y el desarrollo de la trama para convertir estos argumentos básicos en historias creíbles.

Fin del viejo oeste.

Esa es una pregunta difícil. Fue una progresión realmente lenta. Poco a poco, los campos abiertos se fueron vendiendo como parcelas hasta la década de 1890 o principios de 1900. Pero el estilo de vida era básicamente el mismo hasta que los automóviles y caminos se popularizaron. El último robo de diligencia ocurrió en 1916. El último robo de tren ocurrió en Texas en 1937. Es difícil decir cuándo terminó el "salvaje oeste", pero así fue. La vida continuó durante un tiempo en el campo, pero se modernizó más rápido en las ciudades.
Tras el censo estadounidense de 1890, oficina del censo anunció que ya no existía una línea clara de avance de asentamiento y, por lo tanto, una frontera contigua en el territorio continental de Estados Unidos. Sin embargo, al examinar los resultados de la distribución de la población del censo estadounidense de 1900, la línea fronteriza contigua sí se mantiene. Sin embargo, para el censo estadounidense de 1910, sólo quedaban algunas zonas de la frontera sin una línea clara hacia el oeste, lo que permitía viajar a través del continente sin cruzar nunca una línea fronteriza.
Las tierras agrícolas vírgenes eran cada vez más difíciles de encontrar después de 1890, aunque los ferrocarriles anunciaban algunas en el este de Montana.
Bicha muestra que casi 600.000 agricultores estadounidenses buscaron tierras baratas mudándose a la frontera de las praderas del oeste canadiense de 1897 a 1914. Sin embargo, alrededor de dos tercios de ellos se desilusionaron y regresaron a los EE. UU. A pesar de esto, los colonos reclamaron más tierras en las primeras dos décadas del siglo XX que en el siglo XIX. Las Leyes de Homestead y la proliferación de ferrocarriles a menudo se atribuyen como factores importantes en la reducción de la frontera, al traer eficientemente colonos y la infraestructura requerida.
 El aumento del tamaño de las concesiones de tierras de 160 a 320 acres en 1909 y luego de los pastizales a 640 acres en 1916 aceleró este proceso.  También se razona que el alambre de púas reduce el rango abierto tradicional. Además, la creciente adopción de automóviles y su necesaria red de caminos adecuados, inicialmente subsidiada por el gobierno federal mediante la Ley de Ayuda Federal para Carreteras de 1916, consolidaron el fin de la frontera. Todavia habia guardabosques (forest ranger) en las zonas rurales del estado de Idaho que se enfrentaban con pistoleros, incluso en año 1950. Es una locura pensar que los pistoleros supervivientes (surviving gunslingers) todavía andaban por ahí incluso en los años 50. Incluso había lugares muy apartados habían pistoleros e indios y el estilo de vida del salvaje oeste, incluso hasta los años 60.

La admisión de Oklahoma como estado en 1907, tras la fusión del Territorio de Oklahoma y el último Territorio Indio restante, y de los territorios de Arizona y Nuevo México como estados en 1912, marca el fin de la historia fronteriza para muchos académicos. Sin embargo, debido a la baja y desigual densidad poblacional durante este período, el territorio fronterizo se mantuvo por el momento. Por supuesto, se produjeron algunos episodios típicos de la frontera, como el último robo de diligencia ocurrido en la frontera restante de Nevada en diciembre de 1916. Un período conocido como la "Guerra Civil de Incorporación del Oeste", a menudo violento, duró desde la década de 1850 hasta 1919.
La Revolución Mexicana también provocó un conflicto significativo que se extendió a través de la frontera entre Estados Unidos y México, que aún se encontraba mayoritariamente dentro del territorio fronterizo, conocido como la Guerra Fronteriza Mexicana (1910-1919). La Guerra de los Bandidos (1915-1919) incluyó ataques dirigidos contra colonos texanos. Además, se produjeron escaramuzas con indígenas incluso en la Guerra de Bluff (1914-1915) y la Guerra de Posey (1923).

El lejano oeste empezó a terminar con la expansión del ferrocarril transcontinental. Terminó definitivamente con la construcción del sistema nacional de carreteras. Ambas permitieron a los militares y a las fuerzas del orden cubrir un área más amplia y dieron a los bandidos menos lugares seguros donde esconderse. Por supuesto, todavía hay bandidos, bandas y demás por todas partes, pero las travesuras fronterizas que caracterizamos como el lejano oeste terminaron cuando las ciudades fronterizas se conectaron a la infraestructura nacional y las fuerzas del orden pudieron extender su control sobre la mayor parte del territorio que nominalmente reclamaban como suyo.

La  Justicia.

A medida que el dominio de los Estados Unidos se iba extendiendo hacia el oeste durante el siglo XIX, la cuestión de la administración de justicia en los nuevos territorios constituyó un serio problema como consecuencia de la falta de un sistema judicial y policial que pudiera acercarse al que regía en las más civilizadas regiones del este del país.
No obstante, hubo un juez que sí tenía una sólida formación jurídica y que imponía justicia de manera tan estricta que se ganó el sobrenombre de «El Juez de la Horca». Este juez fue Isaac Parker. Nacido en 1838 en Ohio ejercía como abogado cuando estalló la Guerra de Secesión. Después del conflicto retomó su carrera y en 1875 fue designado por el presidente Grant juez del distrito en Fort Smith, Arkansas. En aquella época los delincuentes campaban a sus anchas por el territorio asaltando a granjeros y ganaderos.

Influido en su sentido de la justicia por sus creencias religiosas metodistas, a los dos meses de tomar posesión de su cargo había procesado a 91 abogados por deslealtad en la defensa de sus clientes.
Parker ejerció su cargo en Fort Smith durante veintiún años, en los que celebraba juicios de lunes a sábado. Se estima que instruyó más de trece mil procesos, con 344 condenas a muerte, aunque no todas se cumplieron, porque en algunos casos se conmutó la pena por la de prisión; pero en más de 160 casos la ejecución en la horca sí se llevó a efecto.
El caso más sonado y que le valió el sobrenombre de «juez de la horca» se produjo el 10 de mayo de 1875 cuando llegó a condenar a la horca en un solo día a ocho imputados por asesinato. Uno de ellos murió mientras trataba de huir y a otro se le conmutó la pena por su juventud de forma que «solo» seis de los reos fueron condenados a ser ahorcados el día 3 de septiembre de 1875 en una ceremonia que se convirtió en un auténtico acontecimiento para el público y para la prensa nacional; el ambiente era como el de un día de feria en una época y lugar en que las diversiones eran pocas y en la que un séxtuple ahorcamiento era un espectáculo sin precedentes. Los seis condenados (Daniel Evans, Samuel Fuilt, el indio Smoker Man Killer, John Wittington, James Moore y Edmund Campbell) subieron al patíbulo y la sentencia fue ejecutada por el verdugo George Maledon.

Según el juez Parker, él no enviaba a ningún hombre a la horca, sino que lo hacía la ley; además, todas las ejecuciones fueron públicas ya que para Parker «el escarmiento en cabeza ajena, contra lo que pudiera parecer, produce sanos efectos disuasorios».
Isaac Parker ejerció su cargo hasta poco antes de su fallecimiento el 17 de noviembre de 1896. 


Judge of the United States District Court for the Western District of Arkansas.

Isaac Charles Parker (Barnesville, Ohio, 15 de octubre de 1838 – Fort Smith, Arkansas, 17 de noviembre de 1896) fue un juez estadounidense del siglo XIX. Tuvo a su cargo la administración de justicia en el denominado Territorio Indio, lugar de gran incidencia criminal en ese entonces. Ha sido conocido popularmente como el «Juez de la Horca» por el alto número de casos sentenciados que finalizaron en la pena capital de muerte por ahorcamiento.

Isaac Parker fue el último hijo del matrimonio de Jane y Joseph Parker. Creció en las afueras de la localidad de Barnesville, en el condado de Belmont, Ohio.
La familia vivía en una zona eminentemente agrícola, pero al chico no le interesaban en demasía las labores al aire libre. Su preocupación principal era la de educarse. En su juventud trabajó como maestro de escuela para obtener instrucción superior y, a sus diecisiete años, decidió estudiar leyes.
Después de trabajar como aprendiz en el área legal, pasó el examen de autorización para convertirse en abogado en 1859. Se dirigió a la ciudad de St. Joseph, Misuri, donde trabajó en una oficina jurídica. Obtuvo empleo en cortes criminales y fue elegido como fiscal de la ciudad. Con la llegada de la guerra civil, se enlistó en el 61.er Regimiento de Emergencia de Misuri. En 1861 contrajo matrimonio.
En 1868 Parker buscó obtener una plaza como Juez del Distrito Número 12 de Misuri, algo que consiguió. Sin embargo, sus ambiciones políticas le llevaron a ser elegido congresista en 1870, cargo donde tuvo un desempeño sobresaliente, obteniendo una reelección en 1872. En tales periodos destacó por su defensa de la Oficina de Asuntos Indígenas y abogó por el justo trato a los amerindios en la zona del Territorio Indio. Su cargo terminó en 1874 y buscó un puesto en una oficina pública.
Debido al buen trabajo realizado con el Partido Republicano en sus años de legislador, obtuvo del presidente Ulysses S. Grant la nominación de Jefe de la Corte de Justicia en el Territorio de Utah en 1875. Pero, al mismo tiempo, Parker solicitó una plaza para la cabeza del Juzgado Federal del Distrito Oeste de Arkansas en Fort Smith. Al final, el presidente le otorgó este cargo. La jurisdicción del juzgado comprendía, en ese entonces, el violento Territorio Indio.
La anterior administración de este juzgado había estado marcada por la corrupción. En el primer periodo de Parker, ocho individuos fueron encontrados culpables y sujetos a pena de muerte. El 3 de septiembre de 1875, seis hombres fueron ahorcados en el fuerte Smith frente a 5.000 personas. Estos hechos mostraban que las leyes en la oficina se estaban cumpliendo.

Debido a disposiciones legales, la Corte Federal se reunía cada dos meses. Pero, debido a la carga laboral, los periodos se fusionaron en uno solo. El juez Parker se dedicó por entero a sus labores trabajando seis días a la semana. En 1883 una fracción del territorio pasó a manos de Texas y Kansas, lo que resultó en una descarga de trabajo. No obstante, la llegada de más pobladores desde el este del país hacía que las labores no menguaran. En ese tiempo Parker tuvo un destacado rol en su comunidad, lo mismo que su esposa.
En 1889 el congreso de la nación estipuló que los casos de la Corte Federal de Fort Smith fueran revisados por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Esto trajo como consecuencia varias restricciones a sus labores y, lo más grave, un buen número de rechazos de sus decisiones relativas a penas capitales, con órdenes de ser revisadas.
En el año 1895 las últimas secciones territoriales le fueron sustraídas a la Corte Federal del Territorio Indio; tal disposición sería cumplida el 1 de septiembre de 1896. Ese mismo año ocurrió el intento de escape del criminal Cherokee Bill, incidente del cual Parker culpó al Departamento de Justicia y a la Corte Suprema. El siguiente año, dos meses después de entrar en vigencia las normas relativas a la reducción de la jurisdicción, el afamado juez Parker murió.
La posteridad le ha asignado al jurista el mote de «Juez de la Horca» por el excesivo número de casos que resultaron en penas de muerte por ahorcamiento. Muchos de ellos atrajeron la atención pública y no hicieron más que ensombrecer su actividad legal. Parker, en sus palabras, se propuso construir «la fuerza moral de una Corte Federal enérgica». Agregado a todo esto, la zona donde se encontraba su jurisdicción, el Territorio Indio, estaba infestada de criminales producto de la violencia generada por la guerra civil, además de los constantes movimientos poblacionales debido a la expansión de la frontera estadounidense hacia el oeste de la nación.
El mito a su alrededor se inició aproximadamente en los años 1920, y fue aumentando a mediados del siglo XX con la proliferación de novelas wéstern, que acrecentaron su leyenda. Algunos de los relatos surgidos eran, por ejemplo, que él observaba en persona las ejecuciones, cuando en realidad lo hacía el oficial a cargo; se asevera también —sin evidencia— que lloraba al momento de dar sentencia de muerte; o que pronunciaba tres veces el final del sentenciado con estas palabras: «Sea ahorcado, hasta que esté muerto, muerto, muerto», algo también sin fundamento.
Desde 1873 hasta 1896, ochenta y seis individuos fueron ahorcados en Fort Smith. De ellos, setenta y nueve durante la administración del Juez Parker. En total, Parker dictó 160 sentencias a muerte, de las cuales  fueron cambiadas a prisión de por vida. El principal ejecutor de las provisiones judiciales era George Maledon, quien tuvo a su cargo 60 ejecuciones.
A pesar de todo este panorama sombrío, a Parker se le considera un individuo recto y justo a la hora de tratar con malhechores de poca monta. Por ejemplo, Belle Starr recibió prisión de un año por el robo de un caballo, y a un anciano de 98 años, que había sido culpado de fraude, le dijo: 
«Vete a casa y no peques más».
 En una entrevista otorgada antes de morir, comentó acerca de su trabajo:

Por muchos años, fue con los malhechores de este inmenso territorio de 74.000 millas cuadradas, que abarca hasta Colorado, con quienes tuve que lidiar. Los criminales fueron llevados a Fort Smith (…) Eran maleantes o tal vez demonios con forma humana. Sus crímenes fueron premeditados y hechos con saña. El robo era la principal motivación, y las víctimas eran usualmente hombres con quienes los asesinos habían viajado en largas jornadas en solitario a través de las llanuras.
Además, relató acerca de lo que periódicamente confrontaba:

La gente me ha dicho: «Usted ha ahorcado a muchos hombres»; yo siempre respondía: «No soy yo quien los ejecutó. Nunca he ahorcado a un hombre. Es la Ley».


Tribunal Federal: Distrito Occidental de Arkansas y Territorio Indio, 1872-1896.

Federal Court: Western District of Arkansas & Indian Territory 1872-1896.


Información general de antecedentes.

El Tribunal Federal del Distrito Oeste de Arkansas fue presidido por el juez Isaac C. Parker. Este tribunal tenía jurisdicción sobre todo el Territorio Indio, así como sobre 13 condados del oeste de Arkansas. Fue el único tribunal con jurisdicción sobre el Territorio Indio entre 1851 y 1883 (después de 1883, la jurisdicción se dividió entre Arkansas, Texas y Kansas). Antes de la llegada de Parker en 1875, el tribunal estaba plagado de corrupción e ineficacia. Ocho días después de su llegada, el juez Parker había abierto el tribunal, contratado a un nuevo secretario judicial, aprobado la contratación de alguaciles adjuntos, ordenado a testigos declarar y reabierto casos de asesinatos sin resolver.
 La mayor parte de la carga de trabajo de Parker provenía del Territorio Indio. Los dos casos principales eran sobre personas no indígenas que violaban la soberanía indígena al pastorear su ganado o vivir ilegalmente en el Territorio Indio, y sobre la introducción ilegal de licor en dicho territorio.

Procedimiento de caso penal.

El proceso de justicia

Los escritores de Hollywood y del Oeste han dejado la impresión de que la justicia en la "Corte del Juez Parker" fue rápida y severa. Este estereotipo de justicia fronteriza distorsiona lo que fue un proceso complejo e importante, basado en la Constitución y la ley federal. Lejos de ser el centro de la corte, el Juez Parker era uno de los miembros de un equipo mucho más numeroso en el tribunal federal.
A continuación se presenta un resumen de los pasos que seguiría un caso penal, de principio a fin. Estos pasos reflejan el procedimiento legal federal de finales de la década de 1880; durante el último siglo, el sistema legal federal ha seguido evolucionando.

Si usted fue arrestado en el Distrito Oeste de Arkansas por cargos criminales...

Paso 1 : Denuncia presentada.
Complaint Filed

Una persona (generalmente un alguacil adjunto) jura, basándose en información fidedigna que posee, que se ha cometido un delito. Debe indicar quién es el sospechoso, cuándo y dónde ocurrió el delito y proporcionar una descripción del mismo. El denunciante solicita la emisión de una orden de arresto ("I pray a writ").
En algunos expedientes penales se encuentran cartas escritas por víctimas de delitos. Estas servirían como denuncia formal e iniciarían el proceso de arresto y juicio del sospechoso.

Paso #2: Writ of Capias

Una vez recibida una denuncia, el Comisionado de los Estados Unidos puede emitir una orden de captura (orden de arresto). La orden enumera al sospechoso, el cargo y la fecha en que ocurrió el delito. La orden ordena al Alguacil de los Estados Unidos detener al sospechoso y llevarlo ante el Comisionado de los Estados Unidos para que responda a los cargos. El Alguacil Adjunto debe certificar que se ha notificado la orden. Esto determinará las tarifas que cobrará.
En el Territorio Indio, un agente podía realizar arrestos sin orden judicial. Se suponía que esta práctica no era habitual y, en ocasiones, daba lugar a graves quejas contra los agentes por arrestos sin causa justificada. Sin embargo, en situaciones en las que un sospechoso podía huir, el arresto inmediato, con o sin orden judicial, se consideraba necesario.
Los alguaciles adjuntos también recopilaron pruebas y encontraron testigos. Se pudo completar un documento que indicara lo que declararía cada testigo y su carácter.

Paso #3: Alojado en la cárcel.
Lodged in Jail.

Se trata básicamente de una medida para mantenerlo en un lugar seguro hasta que comparezca ante el comisionado estadounidense. En algunos casos, se emite una fianza.

Paso #4: Procedimientos ante el Comisionado de los EE. UU.
 Proceedings before U.S. Commissioner.

Hoy en día, este es el US Magistrate (juez con funciones y poderes limitados). El comisionado puede determinar que no hay pruebas suficientes e ignorar los cargos. En ese caso, usted es libre de irse.
Los testigos comparecieron ante el comisionado estadounidense y testificaron bajo juramento sobre el incidente. Se anotaron los hechos que cada testigo declaró, y luego firmaron su nombre indicando su conformidad con los hechos.
Si se declara culpable ante el comisionado estadounidense, éste puede condenarle a prisión o a una multa.

Paso #5: Gran Jurado.
 Grand Jury.

Si se declara inocente, el caso se presentará ante un gran jurado. Podría ser encarcelado o liberado bajo fianza hasta que el gran jurado escuche el caso. El gran jurado puede formular cargos o ignorarlos. La acusación formal del gran jurado se denominaba auto de procesamiento y establecía el nombre del sospechoso, el cargo, la fecha y el lugar del delito, y una descripción del mismo. Si se le acusa, su caso se someterá a un juicio por jurado. Si se ignora, podrá irse.

Paso #6: Juicio por jurado.
Jury Trial

Juicio por Jurado, donde su caso sería escuchado por un jurado popular. Sus abogados defensores argumentarían su versión del caso y presentarían testigos y hechos en su defensa. El Fiscal de Distrito de los Estados Unidos o uno de sus asistentes procesaría el caso en su contra. Los jurados del Distrito Oeste de Arkansas estaban compuestos exclusivamente por hombres, provenientes de Arkansas y no del Territorio Indio. Sin embargo, contaban con miembros blancos y afroamericanos, pero ningún indígena. Esta fue una de las principales quejas del Territorio Indio sobre el tribunal: «No somos juzgados por un jurado de nuestros pares».
El jurado puede declararlo culpable o inocente, o puede no llegar a una decisión, en cuyo caso se le juzgará de nuevo. El veredicto estaba escrito en el reverso del escrito de acusación. Si es inocente, puede irse.

Paso #7: Sentencia
Sentencing.

Si es culpable, será sentenciado por el Juez Parker. Las leyes penales generalmente establecen una pena máxima. El juez podría determinar si impondría la pena máxima o sería más indulgente. Para las condenas por violación o asesinato, la pena obligatoria era la muerte. Todas las ejecuciones federales en Fort Smith se llevaron a cabo mediante la horca. Para otros delitos, la pena podía variar desde multas monetarias hasta penas de prisión. Quienes fueron sentenciados a más de un año de prisión fueron trasladados a centros en otros lugares: Little Rock, Detroit, Illinois, Ohio y Nueva York.
Un mittimus era la orden judicial que enviaba a una persona condenada a prisión. A menudo se certificaba en el reverso que el preso había sido ingresado en prisión o en la penitenciaría.
En los casos de pena capital se utilizaba una sentencia de muerte, que también requería certificación.

Vocabulario

Arraignment : una función en la que una persona acusada de cometer un delito es llevada ante el tribunal, se le informan los cargos y se le pide que se declare "culpable" o "no culpable".

Attorney : una persona que está calificada para defender o procesar casos judiciales.

Bailiff : Una persona que asiste al tribunal mientras está en sesión, espera a los gran jurado y al jurado de primera instancia, mantiene el orden en la sala del tribunal y lleva a cabo cualquier otra tarea asignada por el juez o el alguacil de EE. UU.

Brief : una declaración escrita que los abogados de la defensa y la fiscalía le dan al juez que explica por qué el juez debe fallar a favor del cliente de ese abogado.

Commissioner : la persona que toma quejas, emite órdenes de arresto, autos y otros trámites, e inicia los cargos y acusaciones.

Counsel : un abogado o equipo de abogados

Court : una  autoridad autorizada para resolver disputas legales.

Court Clerk : un funcionario designado por el tribunal para supervisar los deberes administrativos del tribunal.

Pregonero (Court Crier ) : persona que anuncia la apertura y el cierre del tribunal, así como todos los casos presentados ante el juez.

Taquígrafo (Court Reporter) : persona que produce un documento palabra por palabra de lo que se dice en el tribunal.

Auxiliar o secretario de la sala del tribunal(Courtroom Deputy or Clerk): ayuda al juez a realizar un seguimiento de los testigos, las pruebas y otras cosas relacionadas con el juicio.

Contrainterrogatorio (Cross Examination) : preguntas que hace un abogado a un testigo llamado por el abogado contrario.

Abogado defensor (Defense Attorney): abogado calificado para defender a una persona acusada de un delito. Acusado: persona acusada de un delito.

Interrogatorio directo (Direct Examination) : preguntas que hacen los abogados a los testigos que llaman al estrado para presentar pruebas.

Fiscal de distrito (District Attorney) : abogado que procesa los casos penales y civiles en nombre de los Estados Unidos.

Prueba (Evidence) : testimonio, objetos o documentos que se presentan en el tribunal para persuadir al juez y/o al jurado de que decidan el caso a su favor.

Delito grave (Felony) : delito que, si es declarado culpable, la pena es más de un año de prisión.

Gran Jurado (Grand Jury) : un grupo de personas que escuchan evidencia de actividad criminal y luego deciden si hay evidencia suficiente para presentar una acusación.

Testimonio de oídas (Hearsay) : prueba de que un testigo no vio ni escuchó directamente, sino que lo escuchó de otra persona. Generalmente, el testimonio de oídas no es admisible como prueba.

Acusación (Indictment) : cargo que establece que existen pruebas suficientes para justificar un juicio.

Carcelero (Jailor) : persona responsable del cuidado y mantenimiento de la cárcel estadounidense.

Juez (Judge) : funcionario del gobierno con autoridad para presidir juicios, instruir a los jurados y sentenciar a los acusados ​​condenados.

Jurisdicción (Jurisdiction) : área en la que el tribunal tiene autoridad para decidir casos.

Abogado(Lawyer) : persona cualificada para defender o procesar casos judiciales.

Alguacil (Marshal:) : director financiero y de cumplimiento de la ley del tribunal. El alguacil generalmente emplea a un jefe adjunto y varios ayudantes. Estos:

  • notificar citaciones, requerimientos, escritos, órdenes de comparecencia y otros procesos emitidos por los tribunales,
  • realizar todos los arrestos,
  • tratar a todos los prisioneros,
  • desembolsar el dinero, pagar los honorarios y gastos de los secretarios judiciales, los fiscales estadounidenses, los jurados y los testigos,
  • se encarga de los detalles asegurándose de que los prisioneros estén presentes, los jurados estén disponibles y los testigos lleguen a tiempo.

Demandante (Plaintiff): la persona que inicia o presenta una denuncia o acción.

Declaración (Plea) : la declaración del acusado de "culpable" o "no culpable" de los delitos que se le acusa de cometer.

Procesar (Prosecute) : acusar a una persona de un delito y buscar una condena.

Testimonio (Testimony) : evidencia de un testigo que está bajo juramento de decir la verdad.

Jurado de juicio (Trial Jury) : un grupo de personas que escuchan las pruebas presentadas por ambas partes en un juicio y luego deciden, con base en los hechos, si la persona acusada del delito es culpable o no culpable.

Veredicto (Verdict): la decisión del jurado.

Testigo (Witness): una persona citada por cualquiera de las partes para dar testimonio en un juicio.

Territorio Indio (Estados Unidos)

El Territorio Indio (en inglés: Indian territory) o territorios indios (en inglés:Indian territories) fue un terreno ofrecido por el gobierno de Estados Unidos para la reubicación de los nativos estadounidenses que habían tenido sus hogares en esas tierras. En general, las tribus las cedieron al gobierno a cambio de unos territorios que Estados Unidos había adquirido de Napoleón Bonaparte, la compra de la Luisiana. El concepto de un «territorio indio» viene de una política de deportación de los nativos. Después de la guerra civil estadounidense, la política del gobierno se convirtió en una de asimilación cultural.
El término reserva india describe las tierras que el Gobierno británico puso a disposición de los indios entre los montes Apalaches y el río Misisipi en la época anterior a la Guerra de Independencia.
El Territorio Indio se referiría posteriormente a un territorio no organizado cuyas fronteras fueron trazadas inicialmente por la Intercourse Act (Acta de Relaciones) de 1834, y fue el heredero del Territorio de Misuri, tras la proclamación del estado de Misuri. Las fronteras del territorio fueron reduciéndose a medida que el Congreso fue aprobando varias «Actas Orgánicas» para crear nuevos territorios. El Oklahoma Enabling Act creó el estado de Oklahoma a partir del Territorio de Oklahoma y el Territorio Indio, acabando con la existencia de este último.

Historia

En los tiempos de la Independencia de Estados Unidos, muchas tribus amerindias habían tenido duraderas relaciones con los británicos, pero una relación menos desarrollada con los rebeldes estadounidenses. Tras la derrota de los británicos, los estadounidenses invadieron dos veces el País de Ohio y fueron vencidos en ambos casos. Finalmente vencieron a una Confederación Amerindia en la batalla de los Árboles Caídos en 1794, imponiendo el desfavorable Tratado de Greenville, que cedía la mayor parte de lo que es ahora Ohio, parte de la actual Indiana, y los sitios contemporáneos de Chicago, Illinois y Detroit, Míchigan a los Estados Unidos.
El Territorio indio sirvió como destino para la política de remoción india, una política llevada a cabo de forma intermitente por presidentes estadounidenses de principios del siglo XIX, pero ejercida agresivamente por el presidente Andrew Jackson después de que se aprobase el Acta de Remoción India de 1830. Las Cinco Tribus Civilizadas en el Sur fueron las tribus desplazadas por esta política más prominentes, un traslado que terminó tomando el nombre de «Sendero de lágrimas». El Sendero terminaba en la actual Arkansas y Oklahoma, donde había ya entonces muchos amerindios viviendo en el territorio, además de blancos y esclavos fugados. Otras tribus, como los delaware, los cheyenne, y los apache fueron también forzados a emigrar al Territorio indio.
Las Cinco Tribus Civilizadas establecieron poblaciones como Tulsa, Ardmore, Tahlequah, Muskogee y otras, que frecuentemente se convirtieron en las ciudades más grandes del estado. También se trajeron a sus esclavos africanos a Oklahoma, que se añadían a la población afrodescendiente.
Con el tiempo, el Territorio indio fue reducido gradualmente a lo que es actualmente Oklahoma; entonces, con la organización del Territorio de Oklahoma en 1890, se convirtió en sólo la mitad este del área. Los ciudadanos del Territorio Indígena intentaron, en 1905, ganar la admisión de la unión como el Estado de Sequoyah, pero fueron desairados por el Congreso y la Administración que no querían dos nuevos Estados al oeste, Sequoyah y Oklahoma. Entonces los ciudadanos se juntaron para intentar conseguir la admisión de un solo estado a la Unión. Con la formación del estado de Oklahoma en noviembre de 1907, se terminó con lo que fue el Territorio Indígena.
Muchos amerindios continúan viviendo en Oklahoma, especialmente en la parte este.






Sundance Kid.

Harry Alonzo Longabaugh (Mont Clare, Pensilvania, 1867−San Vicente, Bolivia, 7 de noviembre de 1908), a veces escrito Longbaugh, también conocido como el Sundance Kid, fue un famoso pistolero y ladrón estadounidense, miembro de la banda Wild Bunch y amigo de Butch Cassidy en el Lejano Oeste.


Notoriedad, amistad con Butch Cassidy

Nació en Mont Clare, en el estado de Pensilvania (Estados Unidos). En 1887, Harry Longabaugh fue condenado por robo de caballos y sentenciado a 18 meses de prisión en Sundance (Wyoming). A causa de este período en prisión más tarde se le conocerá por el apodo de Sundance Kid.
Es probable que Longabaugh conociera a Butch Cassidy, cierto tiempo después de que Cassidy fuera liberado de prisión en 1896, para formar la banda llamada "Wild Bunch". Junto con los otros integrantes de la banda, llevaron a cabo la sucesión de robos a bancos más larga en la historia americana y del lejano oeste.
Se sabe muy poco de las andanzas de Longabaugh antes de su asociación con Cassidy. Sin embargo, sí se sabe que en 1891 a la edad de 25 años, Harry Longabaugh trabajaba como peón de rancho en el Bar U Ranch en Alberta (Canadá).El Bar U era uno de los ranchos más grandes explotados comercialmente por aquella época.

Sundance Kid asesino o simple pistolero

Si bien Longabaugh era sumamente rápido con la pistola y a menudo se lo describe como un "pistolero", no existe información que acredite que Longabaugh hubiera matado a nadie antes del famoso tiroteo en Bolivia en el que se supone que murieron Cassidy y él. Así, Longabaugh alcanzó gran fama, quizás una fama errónea comparada con la fama de la que otros miembros de la banda, como el llamado "Kid" (Kid Curry), podían hacer gala ya que Curry mató a numerosos hombres durante su estancia en la banda.
Es posible que varias veces el "Sundance Kid" haya sido confundido con "Kid Curry" dado que muchos artículos hacían mención al "Kid". El Sundance Kid participó en un tiroteo con hombres de la ley que habían seguido a una banda liderada por George Curry hasta el escondite Hole-in-the-Wall y se cree que en dicho tiroteo hirió a dos hombres de la ley. Salvo dicha excepción, no se tiene información sobre su participación en otros tiroteos.
Históricamente, durante algún tiempo la banda fue conocida por la ausencia de violencia en sus robos recurriendo más a la intimidación y a la negociación, no obstante, la captura de la banda les hubiera condenado a la horca irrevocablemente. Sin embargo, esta característica o personalidad de la banda no parece ser demasiado exacta y parece deberse más a las historias inventadas por Hollywood donde se los presentaba generalmente como no violentos. En realidad, varias personas fueron asesinadas por miembros de la banda, incluidos cinco oficiales de la ley a quienes se sabe que asesinó Kid Curry. Afiches de "Buscados vivos o muertos" fueron colocados a lo largo de todo el país, ofreciendo recompensas de hasta 30.000 dólares por cualquier información que condujera a su captura o su muerte.
Su escondrijo predilecto era un sitio que ellos llamaban el Agujero en la Pared, ubicado cerca de Buffalo (Wyoming). Desde allí emprendían sus correrías para luego retirarse al mismo con gran confianza de que no serían encontrados, dado que se encontraba en las zonas altas de la montaña, y con buena visibilidad que permitía vigilar en todas direcciones. Sin embargo un grupo de detectives de la agencia Pinkerton al mando de Charlie Siringo, intentó durante varios años atrapar a la banda.
Para que las cosas se calmaran un tanto y buscando nuevas oportunidades para sus andanzas delictivas, Cassidy y Longabaugh, salieron de Estados Unidos el 20 de febrero, de 1901. Longabaugh junto con Butch Cassidy y Etta Place la "esposa" de Longabaugh, viajaron hacia Buenos Aires, Argentina, en el barco inglés Herminius.Terminaron instalándose en la patagónica población argentina de Cholila, en la montañosa y fría región de Los Alerces.
Según una hipótesis, Butch y Sundance murieron en un enfrentamiento con soldados en Bolivia ocurrido en noviembre de 1908, luego que ambos se alzaran con el dinero de los salarios de una compañía minera en Bolivia. Según ciertos informes, ambos se trenzaron en un largo tiroteo con los soldados, que los habían rodeado en un edificio en San Vicente, concluyendo el enfrentamiento con la muerte de los dos.
Sin embargo, existe alguna evidencia que sugiere que uno o ambos regresaron a los Estados Unidos, donde Longabaugh moriría en 1936. El tema es objeto de debate.



La desconocida historia de cómo el pistolero Sundance Kid mató a un policía chileno en Antofagasta en 1905.

Jorge Poblete.
Diciembre 17, 2022

El diario El Industrial de Antofagasta publicó en su edición del 21 de agosto de 1905 que un pistolero estadounidense llamado Frank Boyd había matado esa madrugada a un policía de 24 años. Una investigación recogida en la edición de diciembre del Wild West History Association Journal reveló que se trataba del famoso asaltante del “Viejo Oeste” Sundance Kid. La indagación, que incluyó la revisión del expediente, reconstruyó el desconocido episodio de la vida de los forajidos que inspiraron la película de 1969 “Dos hombres y un destino”, con Robert Redford y Paul Newman.
La pista. En 1902, la agencia de detectives Pinkerton de Estados Unidos publicó una circular donde nombraban a 3 sospechosos del asalto a un banco en el estado de Nevada. Uno de ellos era Harry Alonzo Longabaugh, el famoso pistolero y asaltante del “Viejo Oeste” conocido como Sundance Kid. Uno de sus alias, escribieron, era Frank Boyd.
La agencia Pinkerton, que seguía la pista de Sundance Kid por múltiples asaltos a bancos y a trenes junto a Butch Cassidy, recibió una pista cuatro años más tarde. En enero de 1906 emitieron un memorándum interno, a través de su oficina de Filadelfia, donde mencionaban que un informante de la oficina de correos los había alertado de que el hombre que buscaban había pasado por Chile.
Acá había tenido un problema con las autoridades locales, pero había logrado viajar a Argentina —donde había llegado inicialmente en 1901— con ayuda del vicecónsul estadounidense en Antofagasta. Allá residía bajo el nombre de Frank Boyd.
Esos reportes fueron el punto de partida de una investigación publicada por la abogada Anne Meadows y su marido Daniel Buck, en la edición de diciembre del Wild West History Association Journal.
“Es un capítulo desconocido en sus vidas”, dijo Meadows al diario The Guardian. “Ocurrió en el período entre Argentina y Bolivia donde nadie sabe realmente en qué andaban”, dijo la autora, quien en 1994 publicó el libro Desenterrando a Butch y Sundance, que no ha sido traducido al español.
El homicidio en Antofagasta. El nombre Frank Boyd —descubrieron Buck y Meadows— aparecía en una serie de artículos publicados por el diario El Industrial, donde lo mencionaban como el presunto autor de un homicidio ocurrido el 21 de agosto de 1905 en Antofagasta.
En la ciudad, beneficiada por el boom del salitre, vivían unas 30 mil personas, incluidos extranjeros provenientes de Inglaterra, Alemania y Croacia. También había estadounidenses.
El primer artículo de El Industrial, titulado “Asesinato de un guardián de policía”, contaba que en el restaurante Universo de calle Maipú esquina 14 de febrero, cerca de la plaza Sotomayor del centro, un caballero estadounidense, bien vestido y que no hablaba español, comía esa madrugada, acompañado.
A las 4.30 am entró al local un policía, quien dijo al dueño que no tenía autorización para funcionar a esa hora. El dueño pidió a los comensales que se fueran, lo que habría parecido mal al ciudadano estadounidense. Molesto, habría desenfundado su revólver y amenazado al policía. Entonces habría entrado en escena un segundo policía, identificado como Arturo González, de 24 años, quien intentó detenerlo. El estadounidense le disparó a poca distancia, matándolo instantáneamente, consignó la crónica. Luego huyó.
La detención. Tras interrogar a los presentes, la policía averiguó que el pistolero se hospedaba en el Gran Hotel Colón del centro, donde lo detuvieron cuando iba a arrendar un carruaje para ir a Caleta Coloso, al sur de Antofagasta.
En la comisaría dijo a los policías, con la ayuda de un intérprete, que era originario de Pensilvania. Allí había nacido también el hombre conocido como Sundance Kid, apodo que tenía desde que a los 15 años fue enviado a prisión por robo de caballos en Sundance, Wyoming.
Butch Cassidy no habría estado con él cuando ocurrió el crimen y sólo se habría enterado al día siguiente.
La confesión. “Se ha quitado la incomunicación en que se tenía a Frank Boyd, el matador del guardián de policía Arturo González”, consignó una crónica del 30 de agosto de 1905 de El Industrial, que forma parte del archivo de la Biblioteca Nacional, reproducida en la investigación de Buck y Meadows.
“Parece que el criminal, confundido por las declaraciones de los numerosos testigos que comprobaban su culpabilidad, ha confesado plenamente su delito. Boyd, según se nos dice, está un poco enfermo y se le nota muy abatido, cabizbajo. Al hablar de su crimen dice que ha sido solamente una desgracia, a que lo llevó el licor”.
El expediente. Los investigadores Buck y Meadows escribieron que gracias al Archivo Nacional de Chile pudieron acceder al expediente de la causa, instruida por el juez de letras de Antofagasta, Luis Molina. El caso estaba caratulado como “homicidio”.
Relataron que en las 48 horas que siguieron al crimen, el juez interrogó a 11 testigos. Estos entregaron versiones contradictorias sobre las circunstancias previas al tiroteo, pero convergentes en que Boyd había disparado a González.
Lo que probablemente ocurrió, escribieron los investigadores, fue que Boyd estaba comiendo en el restaurante Universo con varias personas, posiblemente 2 dueños de prostíbulos, una prostituta, un oficial de Ejército chileno y un ciudadano peruano que hablaba inglés. Por razones no explicadas en el expediente, Boyd intervino en una discusión que estaba teniendo lugar en otra mesa, lo que llevó a que golpeara o abofeteara a una persona identificada como Carlos Legreze.
Poco después, el sargento de policía José Reyes cerró el restaurante por superar su hora permitida para operar, y los comensales salieron. En la calle Boyd continuó la discusión con Legreze, lo que lo dio paso a una disputa con la policía. Boyd sacó su revólver, lo movió de un lado a otro y disparó. Arturo González, quien habría estado a una distancia de entre un metro y medio y 20 metros, cayó muerto.
Entre los interrogados por el juez estuvo Thomas Fisher. Con ayuda de un intérprete dijo ser estadounidense, socio de Boyd y dedicarse al negocio del ganado. Dijo que había estado en prostíbulos con Boyd hasta las 2 de la madrugada, pero que cuando ocurrió el tiroteo ya se habían separado. Fue detenido también, pero liberado a las pocas horas por falta de pruebas. Los investigadores estimaron que Fisher era un alias de Butch Cassidy.
En su declaración, Boyd dijo tener 38 años, la edad que a la fecha tenía Sundance Kid. Dijo que pensó que los comensales de la otra mesa lo habían insultado y que abofeteó a Carlos Lagreze porque le preguntó, en inglés, qué iba a hacer al respecto. Dijo que una vez en la calle sacó su revólver porque pensó que lo perseguían y porque creyó ver, aunque no estaba seguro, a un soldado con un sable. Dijo que desenfundó, pero sin tener la intención de disparar.
El 29 de agosto declaró nuevamente y dijo no haber tenido motivo para matar a González y que su revólver se disparó por accidente, mientras retrocedía, ya que pensaba estaba siendo atacado.
Libertad bajo fianza. El 6 de septiembre de 1905, el fiscal Joaquín Elizalde presentó su acusación basada en la confesión de Boyd, por el delito de homicidio simple. Recomendó 4 años de cárcel para el pistolero.

El 29 de septiembre Boyd presentó una moción asegurando no era penalmente responsable de lo ocurrido, por lo que debía permitírsele salir en libertad bajo fianza. Uno de sus argumentos era que el revólver Smith & Wesson que llevaba no tenía un gatillo abierto, por lo que en ocasiones se disparaba por error.
El vicecónsul estadounidense en Antofagasta, Frank D. Aller, intervino. Firmó la moción y se hizo garante de la fianza, que ascendía a 5.000 pesos. Los investigadores describieron su vinculación con el caso, que incluyó también resguardar el dinero de Fisher durante las horas que estuvo detenido, como inusual. Destacaron que no había evidencias de que Aller hubiera reportado estas gestiones al Departamento de Estado.
El vicecónsul entregó su dirección en calle Sucre para el arresto domiciliario y al día siguiente dejaron a Boyd en libertad.
Muerte en Bolivia. En julio de 1909, el vicecónsul escribió a la representación estadounidense en La Paz, Bolivia, diciendo que un ciudadano estadounidense llamado Frank Boyd era buscado en Antofagasta y que las cartas dirigidas a él en Bolivia no estaban siendo respondidas.

El vicecónsul ya habría escuchado que Boyd y su compañero habían muerto en la localidad de San Vicente y habían sido enterrados como “desconocidos”, por lo que una posibilidad era que estuviera buscando pruebas documentales de su muerte, escribieron los investigadores.
Esa muerte fue recreada en la película de 1969 de George Roy Hill “Butch Cassidy and the Sundance kid”, que en Chile se tradujo como “Dos hombres y un destino”. En ésta, Robert Redford como Sundance Kid y Paul Newman como Butch Cassidy arremetieron con sus revólveres en contra de las fuerzas bolivianas, que los superaban en número y poder de fuego. La cinta ganó 4 Premios Oscar y fue una de las nominadas a Mejor Película.
En enero de 1911, la delegación estadounidense envió al vicecónsul Aller un reporte sobre “dos ciudadanos americanos asesinados” en San Vicente, “cuyos nombres se desconocen”. No hay evidencias de que Aller haya hecho gestiones posteriores a eso.


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